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Cómo los censuradores sabios ayudan a los que yerranLa Atalaya 1977 | 1 de junio
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sean censuradores sabios, también tienen que tener presente que, tal como el mal proceder puede tener extensa variedad de gravedad, así también la censura puede tener una amplia serie de grados de severidad. (Compare Gálatas 6:1; 2 Timoteo 2:24-26 con Tito 1:13.) Hasta los que están haciéndose un excelente registro como siervos de Dios a veces necesitan censura sobre algún punto de vista, habla o acción fuera de lo correcto.
24, 25. ¿Es posible que siervos fieles de Dios también necesiten censura? ¿Qué buenos resultados obtienen de esto?
24 Eso le aplicó a Pedro en una ocasión posterior. En Gálatas 2:11-14 se relata que cuando fue a Antioquía de Siria confraternizó con individuos incircuncisos, no judíos, y participó en comidas con ellos. Pero cuando ciertos varones de la congregación de Jerusalén (hombres que evidentemente se adherían todavía a la idea de que los judíos debían estar separados) vinieron a Antioquía, Pedro dejó de asociarse con los cristianos gentiles. El apóstol Pablo, al ver este proceder erróneo y los malos efectos que estaba causando en otros creyentes judíos, se sintió obligado a censurar a Pedro. Con argumento sólido le mostró a Pedro que su proceder era incorrecto, y lo hizo públicamente a oídos de los presentes. No puede haber duda de que Pedro aceptó esta censura, y más tarde él se refiere a Pablo con aprecio afectuoso.—2 Ped. 3:15, 16.
25 Sí, como dice Proverbios 9:8, 9: “Da una censura a un sabio y te amará. Da a un sabio y se hará aún más sabio.” “Debe dirigírsele censura al entendido, para que discierna conocimiento,” como sucedió con Pedro. Entonces, que siempre tengamos abiertos nuestros oídos para recibir las sabias “censuras de la disciplina” que son el “camino de la vida” para todos los que aman a Dios y su justicia.—Pro. 19:25; 6:23; 25:12.
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Censurando a las personas que practican el pecadoLa Atalaya 1977 | 1 de junio
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Censurando a las personas que practican el pecado
“Censura delante de todos los presentes a las personas que practican el pecado, para que los demás también tengan temor.”—1 Tim. 5:20.
1, 2. ¿Qué instrucciones le dio Pablo a Timoteo mientras Timoteo estaba en Éfeso, y qué preguntas surgen debido a esto?
CUANDO el apóstol Pablo estuvo aconsejando a su colaborador Timoteo en cuanto a cómo tratar con los problemas que había en Éfeso, donde algunos estaban suscitando discusiones infructuosas y enseñanzas contradictorias, incluyó estas palabras: “Censura delante de todos los presentes a las personas que practican el pecado, para que los demás también tengan temor.”—1 Tim. 5:20; 1:3-7; 6:3-5.
2 ¿Qué quiso decir el apóstol por ‘practicar el pecado’? Si uno participara en alguna acción incorrecta más de una sola vez, ¿lo haría eso automáticamente un ‘practicante’ del pecado?
DETERMINANDO QUIÉNES SON LOS ‘PRACTICANTES’ DEL PECADO
3, 4. ¿Qué significado tiene la expresión griega que Pablo usó aquí, y por lo tanto qué dicen ciertas traducciones?
3 Volviendo al lenguaje (griego) en el cual escribió Pablo, hallamos que la expresión “practican el pecado” es hamartánontas, el participio activo, o del presente, del verbo “pecar” en griego. ¿Qué nos da a entender eso? Note lo que dicen algunos comentarios bíblicos (se da uso a letras cursivas para énfasis):
The Expositors’ Greek Testament dice: “. . . el uso del participio activo sugiere que lo que se está considerando es pecadores habituales. . . . Pablo está hablando de pecadores persistentes.”
Critical Doctrinal and Homiletical Commentary, de Schaff-Lange, declara: “Se representa a las personas pecaminosas todavía viviendo en pecado en ese tiempo, y por eso se usa [la forma] presente [del verbo] donde de otra manera se esperaría [la forma del] perfecto.”
4 Por lo tanto, Pablo empleó una forma del verbo que describe una acción que se realiza en el presente, no en el pasado; se refiere a un proceder que está continuando, no a uno que se haya abandonado. En reconocimiento de esto, varias traducciones de la Biblia contienen modos de verter como éstos:
Nuevo Testamento, de Pablo Besson: “A los que pecan . . .”
Versión Hispano-Americana: “A los que persisten en pecado . . .”
Versión Valera, revisión de 1960: “A los que persisten en pecar . . .”
Versión Popular: “A los que siguen en pecado, . . .”
5. (a) ¿En qué resulta el repetir el pecado? (b) No obstante, ¿cuál es el factor más importante en determinar a quiénes se describe correctamente como “personas que practican el pecado”?
5 No puede haber duda de que cada vez que se repite un pecado la gravedad del mal aumenta. Y cualquier persona que extiende su pecar por un espacio de tiempo prolongado ciertamente está haciendo una práctica de él. Sin embargo, por la información ya presentada podemos ver por qué el simple hecho de que alguien hubiese cometido cierta acción mala más de una vez, quizás dos o tres veces, no colocaría por sí mismo a esa persona en la posición de aquellos a quienes Pablo describe como “personas que practican el pecado.” La pregunta vital es: ¿Se ha apartado la persona de ese mal proceder y lo ha abandonado? ¿O es una cosa que sigue, un proceder persistente? Si lo último es lo que sucede, entonces el individuo sí encaja en la descripción del apóstol.
6, 7. ¿Cómo ilustra Mateo 7:7 lo que se da a entender por ‘practicar’ algo?
6 Otros textos que emplean la forma presente de los verbos griegos ilustran el punto. En Mateo 7:7, por ejemplo, aparece tres veces en griego la forma presente (en imperativo) del verbo, y la Traducción del Nuevo Mundo vierte esto así:
“Sigan pidiendo, y se les dará; sigan buscando, y hallarán; sigan tocando, y se les abrirá.”
7 De seguro Jesús no quiso decir que mientras le pidamos algo a Dios más de una vez —quizás dos veces— así cumplimos con esta exhortación. No, sino que tenemos que seguir, persistir en pedir, buscar y tocar.
8. Entonces, ¿a quiénes se refiere 1 Timoteo 5:20, y a quiénes no?
8 Por eso 1 Timoteo 5:20 se refiere a un proceder de pecar que exige censura delante de todos los presentes por la mismísima razón de que se persiste en él, no se descontinúa. De esto parece saltar a la vista que el apóstol no está describiendo a personas que hayan cometido una acción mala una o más veces pero que después se hayan arrepentido y realmente hayan abandonado ese mal proceder.
NO HAY QUE RETRAERSE DE PROCURAR LA AYUDA QUE SE NECESITA
9. ¿Qué muestra que un malhechor arrepentido jamás debe retraerse de buscar la ayuda de ancianos cristianos?
9 Entonces, ¿hay motivo alguno para que un miembro de la congregación que se haya deslizado a algún mal proceder, sea de índole sexual o de otra clase, y que sinceramente se haya arrepentido de ese mal proceder, vacile en cuanto a procurar la ayuda de los ancianos para fortalecerse de modo que no vuelva a deslizarse hacia el mal proceder? En respuesta, note lo que aconseja el discípulo Santiago en Santiago 5:14-16:
“¿Hay alguno enfermo entre ustedes? Que mande llamar a los ancianos de la congregación, y que ellos oren sobre él, untándolo con aceite en el nombre de Jehová. Y la oración de fe sanará al indispuesto, y Jehová lo levantará. También, si hubiere cometido pecados [plural, lo cual muestra
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