Sean como hombres que se encaran sin miedo al Har–Magedón
1. Al referirse en cierta ocasión al Armagedón, ¿en qué sentido se equivocó Teodoro Roosevelt al localizar los sucesos?
SE INFORMA que Teodoro Roosevelt, al hacer campaña para llegar a ser presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, exclamó: “¡Nos encontramos ante el Armagedón, y luchamos por el Señor!”. Roosevelt sabía, mediante la Biblia, que habría una lucha decisiva en el “lugar que en hebreo se llama Armagedón” (Revelación 16:16, Versión Valera, edición de 1977). Al localizar los sucesos, él estaba bastante adelantado a su época, pues murió el 6 de enero de 1919, o sea, menos de dos meses después del fin de la I Guerra Mundial. Aquel conflicto no se había convertido gradualmente en la “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso” en Armagedón.
2. En aquel tiempo, ¿de qué dependerá el que sobrevivamos a aquella guerra de guerras?
2 No obstante, en este año turbulento de 1983 tenemos todo indicio de que estamos enfrentándonos a aquella guerra de guerras. El que sobrevivamos a aquella guerra, a aquella batalla, o no, dependerá en gran parte del estado de nuestra relación con Dios el Todopoderoso.
3, 4. En vista de la postura que adoptarán estos cristianos en aquella guerra, ¿qué será necesario que tengan a fin de ‘portarse como hombres’?
3 En realidad, las invisibles “expresiones inspiradas por demonios” son lo que induce a los gobernantes del mundo a reunirse en masa contra Jehová Dios el Todopoderoso para la guerra de Har–Magedón. (Revelación 16:14-16.)
4 El nombre hebreo Har–Magedón significa “montaña de asamblea de tropas”. ¡Eso denota guerra! Las “tropas” son las de “los reyes de toda la tierra habitada”, incluso los gobernantes políticos de la cristiandad. Los testigos dedicados y bautizados de Jehová no se encuentran entre aquellas tropas. Ellos no necesitarán luchar con armas carnales, sino que solo observarán la lucha. Puesto que los testigos leales de Jehová serán el principal blanco visible de ataque debido a que firmemente apoyan el Reino de Jehová bajo Cristo, será necesario que tengan valor semejante al de Cristo para ‘portarse como hombres’. (1 Corintios 16:13; compare con 2 Crónicas 20:17.)
5, 6. Al final de la I Guerra Mundial, al enfrentarse a la obra posbélica que tenía por delante, el resto sobreviviente del pueblo de Jehová se sentía como ¿qué profeta que se enfrentó a la destrucción de Jerusalén en el transcurso de su propia vida?
5 Después que terminó la I Guerra Mundial en 1918, las circunstancias del resto del Israel espiritual y la obra que éste tenía por delante llegaron a asemejarse a las circunstancias y la obra de cierto joven del distante y turbulento Oriente Medio. Era el sacerdote judío llamado Jeremías, hijo de Hilcías. La ciudad de Jerusalén, en el templo de la cual él servía de sacerdote, estaba condenada a ser destruida en el transcurso de la propia vida de él. Igualmente la cristiandad, que afirma corresponder en sentido espiritual con el Israel de la antigüedad y suplantarlo en lo que respecta al favor de Dios, se enfrenta a una destrucción temprana, inmediatamente antes de la “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso” en Har–Magedón. Como sobreviviente de la destrucción que sobrevino a la Jerusalén del séptimo siglo antes de nuestra era común, Jeremías pudo, bajo inspiración, escribir el libro de Lamentaciones ante las ruinas de aquella ciudad.
6 Cuando al joven Jeremías se le asignó la obra profética, él dijo: “¡Ay, oh Señor Soberano Jehová! Mira que realmente no sé hablar, pues solo soy un muchacho”. Pero a Jeremías se le dijo: “No digas: ‘Solo soy un muchacho’. Antes bien, a todos aquellos a quienes te envíe, debes ir; y todo lo que yo te mande, debes hablar. No tengas miedo a causa de sus rostros, porque ‘Yo estoy contigo para librarte’, es la expresión de Jehová”. (Jeremías 1:4-8.)
7. a) Jeremías había de servir de profeta ¿a cuántas personas, y en beneficio de cuántas personas se necesita que sirva un “profeta” hoy? b) El que sirva éste a tal grado, ¿significa que tendrá éxito respecto a las naciones, o en beneficio de quién se está mostrando consideración todavía?
7 Jeremías había de desempeñar el papel de un hombre adulto, pues lo que su Dios le inspiró a escribir había de ser importante para todo el género humano, aun hasta hoy. “Profeta a las naciones” es lo que Jehová hizo de él (Jeremías 1:5). Se necesita un “profeta a las naciones” hoy, más que nunca, ya que a las naciones patrióticas y obstinadas se les está reuniendo inexorablemente para la confrontación decisiva de Har–Magedón. No es que el mensaje divino del “profeta a las naciones” moderno logre desviar a éstas del proceder que les lleva a la destrucción segura, sino que hay seres humanos que están envueltos en el asunto. Cantidades innumerables de tales personas, al recibir la advertencia, no quisieran perecer con las naciones de las cuales son ciudadanas. En lo que depende de ellas, no quieren encontrarse luchando contra el Dios Todopoderoso simplemente en pro de los gobiernos humanos. En beneficio de tales personas de corazón recto, Jehová consideradamente ha levantado a su “profeta a las naciones”. Jehová ha hecho esto durante este “tiempo del fin”, desde que terminó la I Guerra Mundial el 11 de noviembre de 1918. (Daniel 12:4.)
8. ¿Como quién o qué se identifica al “profeta” a quien Jehová ha levantado y cuya obra tiene que terminarse antes de Har–Magedón?
8 En interés de tales personas que de todo corazón procuran la gobernación de Dios más bien que la del hombre, el “profeta” que Jehová ha levantado no ha sido un solo hombre como lo fue Jeremías, sino una clase. Al igual que el profeta y sacerdote Jeremías estaba enteramente dedicado a Jehová Dios, así también lo están los miembros de esta clase mediante Cristo y, por medio de haber sido engendrados por el espíritu santo de Jehová, han llegado a ser parte de “una raza escogida, un sacerdocio real, una nación santa, un pueblo para posesión especial” (1 Pedro 2:9). En esta fecha avanzada, hay tan solo un resto de esta clase del “profeta” en la Tierra. La “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso” en Har–Magedón no puede empezar antes de que este “profeta” compuesto termine su obra.
9. a) Jeremías presenció la victoria de ¿qué potencia mundial sobre la capital del antiguo pueblo de Jehová? b) ¿Qué ciudad antigua prefigura a la cristiandad? c) La cristiandad ha llegado a ser parte de ¿qué? d) Cuando Babilonia la Grande sea destruida, ¿qué le sucederá a la cristiandad, y por qué?
9 Una cosa es segura ahora: si la clase del “profeta”, la clase de Jeremías, se enfrenta al Har–Magedón, también se enfrenta a la caída de Babilonia la Grande. Es cierto que en la antigüedad Jeremías no presenció la caída de la Babilonia antigua, pero profetizó en gran escala acerca de la derrota de aquella tercera potencia mundial de la historia bíblica. Puesto que ella tenía sus raíces en la Babel original, o Babilonia, que estableció Nemrod, “poderoso cazador en oposición a Jehová”, aquel imperio mundial contaminó al mundo antiguo de la humanidad con su religión falsa (Génesis 10:8-12). En 607 a. de la E.C., Jeremías sí presenció la victoria de la Babilonia antigua sobre Jerusalén. Así presenció la victoria de la antigua capital de la religión falsa sobre la ciudad capital en la que se encontraba el templo de Jehová, la cual ciudad había corrompido la religión pura que El había confiado a ella. Por esta razón, la antigua Jerusalén prefigura la cristiandad del día moderno. La cristiandad se ha mostrado falsa a su afirmación de ser el dominio del cristianismo verdadero, ha sucumbido a la religión babilónica y, de hecho, ha llegado a ser parte prominente de Babilonia la Grande moderna, imperio mundial de la religión falsa. Cuando los asqueados elementos políticos de este mundo destruyan a Babilonia la Grande, como se predice en los capítulos 17 y 18 de Revelación, la cristiandad será destruida junto con ella.
10. ¿Qué prefiguró el que Jeremías sobreviviera a la caída de Jerusalén? Y, poco después de lo prefigurado, ¿qué esfuerzo de parte de las naciones fracasará?
10 Jeremías sobrevivió a la caída de Jerusalén y de su dominio en 607 a. de la E.C., lo cual confirmó que él era el verdadero portavoz de Jehová; y, en conformidad con aquel cuadro profético, la clase de Jeremías de hoy sobrevivirá a la venidera caída violenta de la cristiandad. Poco después de esto los elementos no religiosos de este sistema de cosas se esforzarán fieramente por hacer desaparecer a la clase de Jeremías, pero sus esfuerzos serán aplastados... en Har–Magedón. (Revelación 16:16; 19:19-21.)
11. ¿A quiénes prefiguró el hombre no judío que se hizo amigo de Jeremías cuando éste estaba en una situación desesperanzada? Y éstos corresponden a ¿quiénes en la parábola de Jesús de Mateo 25:31-46?
11 Una persona judía que sobrevivió a la destrucción de Jerusalén en 607 a. de la E.C. fue el etíope Ebed-melec. El relato acerca de él se encuentra en los capítulos 38 y 39 de Jeremías. El acudió en ayuda de Jeremías, quien necesitaba urgentemente que se le ayudara. Por eso Ebed-melec tenía motivo de temer a los judíos influyentes que procuraban acallar a Jeremías por medio de causarle la muerte. Pero, mediante una profecía especial que pronunció el profeta cuya vida Ebed-melec había salvado por medio de tomar medidas intrépidas, Jehová aseguró a éste que tendría su alma como despojo y así sobreviviría a la venidera destrucción de la tierra de Judá y su capital Jerusalén. En estos rasgos, el etíope Ebed-melec prefiguró las ovejas simbólicas de la parábola de Jesús sobre las ovejas y las cabras, que se expone en Mateo 25:31-46. Debido a que se hacen amigos del resto de los “hermanos” espirituales de Jesucristo y obran bien para con ellos durante este “tiempo del fin”, estas ovejas simbólicas no serán destruidas junto con la clase de las “cabras” en Har–Magedón. Bajo la protección de Jehová mediante el Rey reinante Jesucristo, entrarán al nuevo sistema de cosas sin morir ni desaparecer de sobre la Tierra, y tendrán ante ellas la oportunidad de alcanzar vida eterna en el Paraíso terrestre.
Lo que necesitan ahora los hombres que pertenecen a Dios
12. Lo temibles que son estos tiempos corresponde a ¿cuál de las profecías de Jesucristo respecto al “tiempo del fin”?
12 Los tiempos en que vivimos actualmente se están volviendo cada vez más inspiradores de temor. Esto es un cumplimiento exacto de lo que Jesucristo mismo predijo que sería la prueba de que estamos viviendo en el “tiempo del fin”, el tiempo en que ocurrirá el antitipo moderno de la destrucción de Jerusalén en 70 E.C. (Lucas 21:5-7). Fue más para el beneficio nuestro que para el de los apóstoles y discípulos del primer siglo que Jesús pasó a decir: “También, habrá señales en el sol y en la luna y en las estrellas, y sobre la tierra angustia de naciones, no conociendo la salida a causa del bramido del mar y de su agitación, mientras que los hombres [anthropoi, en griego] desmayan por el temor y la expectativa de las cosas que vienen sobre la tierra habitada; porque los poderes de los cielos serán sacudidos. Y entonces verán al Hijo del hombre viniendo en una nube con poder y gran gloria”. (Lucas 21:25-27.)
13. ¿Cómo mostró Jesús que, en lo que tenía que ver con el estado de ánimo y de corazón, debía haber una diferencia entre sus discípulos bien informados y los hombres del mundo?
13 En lo susodicho Jesús hizo una distinción entre los “hombres” (anthropoi), o la gente, que pertenecen a este mundo o sistema de cosas y sus discípulos bien informados, para cuyo beneficio en particular él dio esta profecía muy descriptiva. Sus seguidores informados, que tendrían entendimiento, no estarían sujetos a la “angustia de naciones”, ni se ‘desmayarían por el temor y la expectativa de las cosas que vendrían sobre la tierra habitada’. Ellos no habrían de tener las cabezas agachadas debido a que se sintieran descorazonados o desesperados. ¿Cuál, entonces, sería la actitud de ellos, su estado de ánimo y de corazón? Sería el siguiente, según pasó a decir Jesús: “Mas al comenzar a suceder estas cosas, levántense erguidos y alcen sus cabezas, porque su liberación se acerca”. (Lucas 21:28.)
14. ¿Se refiere a la glorificación del resto en los cielos la “liberación” que se acerca, y a quiénes en la Tierra les espera la maravillosa perspectiva que queda más allá de la “liberación”?
14 Se ve, pues, que para los hombres que pertenecen a este mundo los problemas crecientes que culminarán en la guerra de Har–Magedón son prueba de una destrucción inminente (Filipenses 1:28). Esto quiere decir que hoy el cristiano verdadero necesita ser una persona que tenga una fe fuerte en el Dios Todopoderoso y en lo que éste promete a sus fieles. La “liberación” que ahora está cerca para las personas que tengan dicha fe no es inicialmente la glorificación celestial del resto de los discípulos de Cristo engendrados por el espíritu ni el ser removidos de la escena terrestre llena de tribulación, aunque sí les espera esto al final. Más bien, la “liberación” tiene que ver con el que se haya puesto fin a las guerras, las hambres, las pestilencias, los terremotos y la persecución furiosa de los verdaderos seguidores del Rey reinante, Jesucristo, mediante la destrucción de todos los enemigos del Reino de Jehová bajo Cristo en la “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso” en lo que se llama Har–Magedón. ¡Qué maravillosa perspectiva tendrán ante ellos entonces el resto de los herederos del Reino celestial y sus compañeros leales, prefigurados por Ebed-melec, valeroso ayudante del profeta Jeremías!
15. A fin de ‘portarse como hombres’, ¿qué necesitan hacer ellos conforme a las Escrituras para estar equipados para obrar?
15 Para que éstos ahora puedan ‘portarse como hombres’ o desempeñar su cometido como hombres, tienen que alcanzar la madurez cristiana y estar equipados para la obra de dar el testimonio final por toda la Tierra respecto al Reino Mesiánico (1 Corintios 16:13, Traducción del Nuevo Mundo; Versión Valera [1977]; Versión Moderna; Mateo 24:14). Por eso se nos ha dado la Biblia, que contiene las Escrituras sagradas. Tal como escribió el apóstol Pablo al joven Timoteo: “Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa para enseñar, para censurar, para rectificar las cosas, para disciplinar en justicia, para que el hombre de Dios sea enteramente competente, estando completamente equipado para toda buena obra” (2 Timoteo 3:16, 17). En The New English Bible, el versículo 17 dice: “A fin de que el hombre que pertenece a Dios sea eficaz y esté equipado para obras buenas de toda clase”. La Biblia de Jerusalén dice: “Así el hombre de Dios se encuentra perfecto y preparado para toda buena obra”. Esto indica que “el hombre de Dios” necesita estudiar con regularidad las Escrituras inspiradas y vivir en conformidad con ellas, a la vez que desempeña la obra que dicho estudio le prepara para hacer eficazmente.
16. ¿Por qué, más que en los días de Noé antediluvianos, es aconsejable huir de los deseos que les son incidentales a los que están creciendo para llegar a ser hombres?
16 ¡Estamos viviendo en los tiempos más graves de toda la historia humana! Estamos enfrentándonos a la desaparición de un mundo, mundo de dimensiones mucho mayores que las del mundo de los días de Noé. Por consiguiente, estamos participando en la obra más grandiosa y más importante que haya habido para el género humano hasta la actualidad. Ciertamente no es hora de que ningún testigo dedicado y bautizado de Jehová Dios esté satisfaciendo deseos propios de la juventud respecto a las cosas sensuales o la diversión. Así el apóstol Pablo escribió al joven Timoteo: “Huye de los deseos incidentales a la juventud”. “Sin embargo, tú, oh hombre [anthropos, en griego] de Dios, huye de estas cosas” (2 Timoteo 2:22; 1 Timoteo 6:11). Hoy, aún más que cuando el apóstol inspirado Juan escribió las palabras, es un hecho que “el mundo va pasando y también su deseo, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre”. (1 Juan 2:17.)
17. ¿A quiénes no hemos de restar importancia como hombres de Dios, pero a quién miramos como ejemplo perfecto de ellos?
17 En estos días que exigen que uno demuestre virilidad cristiana, necesitamos mirar el ejemplo perfecto de Aquel a quien se refirió el gobernador Poncio Pilato al dirigirse a una multitud judía tumultuosa: “¡Miren! ¡El hombre!”, “¡Miren! ¡Su rey!” (Juan 19:5, 14). Mucho antes de Cristo hubo hombres de Dios, como “Moisés el hombre del Dios [verdadero]”, y Elías y su compañero Eliseo, y otros (Deuteronomio 33:1; 1 Reyes 17:18, 24; 20:28; 2 Reyes 1:9-12; 4:7, 9, 16). Pero, aunque no pasamos por alto ni restamos importancia a aquellos hombres de Dios de los días precristianos, debemos mirar a Aquel que sigue siendo el más sobresaliente ‘hombre de Dios’ que jamás haya vivido en la Tierra, Jesucristo, que ahora reina como Rey en los cielos desde que terminaron los Tiempos de los Gentiles en 1914 (Hebreos 11:1 a 12:3; Lucas 21:24). Si nos comportamos como hombres al igual que él, podemos enfrentarnos sin miedo a la destrucción que le sobrevendrá en Har–Magedón a este sistema de cosas condenado.
18. ¿Cómo podemos cumplir nuestra gran responsabilidad de participar en vindicar la soberanía universal de Jehová Dios?
18 En este tiempo de juicio, a medida que el viejo mundo se desploma, estamos haciendo para nosotros mismos un registro imperecedero que no puede borrarse. ¿Nos acreditará dicho registro y nos hará dignos de elogio, o, aunque sea triste decirlo, nos condenará para siempre junto con el mundo? Si nos comportamos como hombres, imitando el ejemplo perfecto de Jesucristo, probaremos que “el dios de este mundo”, Satanás el Diablo, no es nuestro gobernante espiritual (2 Corintios 4:4). Al contrario, estaremos apoyando la soberanía universal de Jehová Dios y así tendremos parte en vindicarla ante toda criatura viviente. ¡Nuestra responsabilidad al respecto es verdaderamente grande, y la oportunidad que tenemos de hacerlo es gloriosa!
19. Además de mantenernos despiertos y firmes en la fe, ¿en qué sentido necesitamos crecer como “hombres”, y quién es la fuente de lo que necesitamos para lograrlo?
19 Nos toca a nosotros mantenernos despiertos respecto a nuestro privilegio y la oportunidad que tenemos, y ‘estar firmes en la fe’. ¡Que Jehová jamás permita que nos pongamos débiles como hombres que pertenecemos a Dios, que estamos dedicados a Dios! Con este digno fin, necesitamos hacer caso de la amonestación oportuna del apóstol Pablo: “Háganse poderosos” (1 Corintios 16:13). Si nos apoyamos estrictamente en El y oramos a El mediante nuestro Rey, Jesucristo, podemos hacer esto y lo haremos. En Isaías 40:29 se nos dice: “Está dándole poder al cansado; y al que se halla sin energía dinámica hace que abunde en plena potencia”. Después que presenciemos la victoria divina en Har–Magedón, que sea nuestro privilegio entonar las palabras que pronunció Moisés después de la derrota de las fuerzas militares de Faraón en el mar Rojo: “Jehová es persona varonil [ish, en hebreo] de guerra. [...] Mi fuerza y mi poderío es Jah, puesto que él sirve para mi salvación”. (Exodo 15:3, 2.)
¿Puede usted contestar estas preguntas?
◻ ¿De qué dependerá el que sobrevivamos a la guerra de Har–Magedón?
◻ ¿Qué circunstancias de los siervos ungidos de Jehová hoy se parecen a las de su antiguo siervo Jeremías?
◻ ¿Qué rasgos del servicio que desempeñó Ebed-melec prefiguraron la actividad de las “ovejas” de la parábola de Cristo en Mateo 25:31-46?
◻ Conforme a la profecía de Cristo del capítulo 21 de Lucas, ¿qué diferencia hay entre la actitud de los seguidores de Cristo y la de la gente de las naciones?
◻ ¿De qué “liberación” se habla en Lucas 21:28?
◻ ¿Qué resultado excelente producirá el que todos nosotros imitemos el ejemplo de Aquel a quien se identificó como “¡El hombre!”?
[Ilustración en la página 29]
El que Ebed-melec ayudara a Jeremías, profeta de Dios, prefiguró la actividad de ¿quiénes?