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¿Por qué bautizarse?La Atalaya 1962 | 15 de octubre
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hecho, y así llene los requisitos para recibir el favor de Jehová y la vida en su nuevo mundo.—Jos. 24:15; Heb. 10:9.
22. Al cumplir nuestras responsabilidades que resultan de nuestra dedicación, ¿en qué trabajo debemos participar obedientemente en estos últimos días?
22 En cuanto a los que ya han entrado en un pacto con Jehová, recuerden continuamente su voto y permanezcan fieles a él. Mantengan ellos fuerte su amor a él y también jamás olviden su amor a su prójimo. Al dar el mandato de ir y hacer discípulos y bautizarlos en símbolo de su dedicación a Jehová, Jesús dijo: “Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y sobre la tierra.” Como sabios no podemos demorarnos en llegar a ser discípulos de Jesús y en obedecer su mandato que dio después de haber recibido él toda autoridad: de bautizarnos y de participar en la proclamación de las buenas nuevas.—Mat. 28:18.
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La perseverancia es recompensadaLa Atalaya 1962 | 15 de octubre
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La perseverancia es recompensada
ESTOY sirviendo como precursor especial en nuestra congregación en Coatepeque, Quezaltenango, Guatemala. Al visitar por primera vez una aldea vecina, Flores Costa Cuca, traté de presentar el sermón y ofrecer la literatura a un joven que acababa de salir del correo. Parecía ir de prisa. Al montar su caballo me dijo que si eran libros religiosos no tenía interés. Pero sí le pareció extraño que yo ofreciera los libros por una contribución tan razonable.
Pasaron dos semanas y regresé a esta pequeña aldea y lo encontré trabajando en un campo a kilómetro y medio más o menos del pueblo. Nos dirigimos a su pórtico para hablar. Aunque fue cortés y bondadoso, parecía que yo no podía prosperar en mi esfuerzo por explicarle el propósito de mi visita. Lo único que acordamos fue que yo volvería a visitarlo la próxima vez que viniera a esta aldea.
Desde ese día en adelante lo visité regularmente. Más de una vez estudiamos directamente donde él estaba trabajando, virtiendo cemento y haciendo veredas. Para sillas usábamos dos piedras grandes; nuestra sombra procedía de los árboles. Una de las cosas que apreciaba era que limitaba mi estudio a una hora. Siempre sabía exactamente cuánto tiempo emplearíamos. Nuestros estudios regulares continuaron por dos años.
Mi mayor dificultad respecto a él era su pronunciada indiferencia. No parecía importarle nada el que hubiera un infierno ardiente o una trinidad de dioses o no. Entonces un día una organización protestante lo invitó a una reunión especial y le regaló alguna literatura que condenaba a la Sociedad Watch Tower y nuestra obra. ¡Inmediatamente reaccionó! Ahora vinieron las preguntas. Ahora hubo una investigación prolija de su parte. ¡Ahora quería conocer la verdad!
No solamente estudió sino que compartió sus hallazgos. Algunos meses después, durante la visita de nuestro siervo de circuito, mi amigo fue bautizado en símbolo de su dedicación a Jehová Dios. Pacientemente explicó los cómos y porqués de la verdad a su familia, ¡pero sus padres ni siquiera creyeron que estaba estudiando la verdadera Biblia! Rápidamente trajo a casa la versión Nácar—Colunga (católica) y los convenció.
Más o menos una semana después hubo resultados. Su familia repentinamente descartó todas sus imágenes de madera y cuadros de santos. Aun su ayudante, un católico muy sincero, comenzó a estudiar.
Mi nuevo hermano en la fe comenzó a estudiar con otros. Hoy en su hogar hay un centro de servicio de congregación al que concurren cinco hermanos dedicados. Tres de ellos han sido precursores de vacaciones, incluyendo a esta persona con quien estudié, a pesar de que es un lisiado de la poliomielitis.
Pocos días atrás nuestro hermano me dijo: “Por la bondad inmerecida de Jehová y debido a la perseverancia de sus siervos, ahora sé, no solamente que él existe, sobre todas las cosas, sino que entiendo por qué estoy aquí, vivo, y que se requiere de mí. Tengo fe, y lo que es más, puedo dar razón por mi fe. Conozco la verdad.”
Verdaderamente Jehová bendice nuestra perseverancia cuando lo servimos con amor.
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