Seguridad durante “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso”
En este tiempo cuando las conferencias de desarme y aun reuniones en la cumbre de los jefes de estados políticos son la orden del día para aplazar o impedir la guerra de la cual temen que nadie sobreviva, se publica este artículo, para señalar el consejo celestial que los líderes del mundo están pasando por alto pero que lleva a la seguridad verdadera. Será un paso sabio de porte de usted leer y estudiar este mensaje, que se ha pronunciado ante grandes auditorios públicos en una serie de asambleas en ciudades grandes alrededor de todo el globo. El que este mensaje oportuno lo ayude a usted a hallar la seguridad que se necesita, es el deseo de los Publicadores.
1. ¿Por qué es la “guerra del gran día” una necesidad absoluta, y por qué no hay motivo para que los hombres de buena voluntad se entristezcan por la perspectiva de esta guerra?
ESE será un “gran día”—el día de la guerra que terminará todas las guerras. Amantes altruistas de la paz y la hermandad han esperado ese día, que llevará a un mundo de paz duradera entre los hombres de buena voluntad. La guerra de ese gran día es una necesidad absoluta. Solo mediante ella serán eliminados para siempre los perturbadores inclinados a la guerra y provocadores de la guerra de toda la sociedad humana. Aunque aun otra guerra mundial sería terrible, los hombres de buena voluntad no tienen por qué estremecerse al pensar que todavía tiene que haber una guerra de proporciones universales. No tienen por qué entristecerse porque tenga que ser mediante tal guerra que las guerras grandes y pequeñas sean terminadas para siempre. Se proveerá amplia seguridad para los hombres de buena voluntad, para que sobrevivan a esa “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso.”
2. En cuanto a supervivencia, ¿por qué será ésa una guerra diferente de una tercera guerra mundial?
2 Puesto que se proveerá seguridad para que algunos sobrevivan, ésa tiene que ser una guerra de clase diferente. Cuando los hombres hablan ahora de una tercera guerra mundial, no ven ninguna posibilidad de que alguien sobreviva, porque saben lo que significaría tal conflicto en esta era de energía nuclear y proyectiles siderales. Durante el decenio de 1950 a 1959 los científicos y los militaristas desarrollaron tantos nuevos instrumentos bélicos mortíferos que la humanidad ha perfeccionado lo que el periodista C. L. Sulzberger llama “el arte de la demolición total, atribuido previamente solo a Dios.” El género humano ya tiene bastantes materiales destructivos para matarse repetidas veces, si tuviese el poder para resucitarse y repetir la acción destructiva.
3, 4. (a) Además de estar amenazada por proyectiles siderales, ¿la guerra mediante qué otros medios pone peligro nuestra vida? (b) ¿A qué grado ha habido una producción de gases para usos bélicos, y qué temor aumenta?
3 Hoy no solo nos amenaza el bombardeo de proyectiles de las cuatro naciones que ya están en el “club nuclear.” También nos amenaza el peligro de destrucción horrible mediante guerra de gases. Hoy se han inventado tales cosas como gases venenosos, gases que esparcen enfermedad y gases nerviosos—sí, lo que llaman gases sicoquímicos, gases que afectan el psiqué, alma, o gobierno mental y nervioso de uno. Algunos de estos gases pueden matar a decenas de millares de personas en no muchos minutos. Algunos gases pueden enloquecer a todos los habitantes de una ciudad; otros pueden paralizar pero no matar a poblaciones, a fin de facilitar el libertar a ciudades ocupadas por los ejércitos enemigos.
4 La Rusia comunista ha tenido una ventaja de seis años sobre los Estados Unidos de Norteamérica para desarrollar todo un arsenal de diversos gases; debe tener todos los gases que tienen los Estados Unidos hoy, y quizás más. Así dice el Dr. Cecilio M. Coggins, que estuvo en el servicio de la Guerra Química del Ejército Estadounidense. Algunos de los gases venenosos, dijo él a la Asociación Médica de California el 23 de febrero de 1960, “eran más terribles que las bombas nucleares.” Unos días antes, o el 5 de febrero, se había informado que los Estados Unidos habían descontinuado la producción de gas nervioso, porque ahora la nación tenía “bastante.” En las palabras de cierto congresista democrático del estado de Colorado, “bastante” significa una cantidad que es suficiente “para matar a todo hombre, mujer y niño en el mundo.” Por supuesto, cualquier hombre que quisiera hacer tal cosa sería considerado loco. Sin embargo existe hoy día gran temor, sí, el temor aumenta, de que una tercera guerra mundial en la cual tales cosas diabólicas de destrucción en masa fueran soltadas sea iniciada por algún loco o simplemente por casualidad o error.
5. ¿De qué fuente únicamente puede provenir el medio para la supervivencia del hombre, y por qué?
5 Aparentemente, en el curso de los siguientes diez años críticos, toda la humanidad se halla en peligro de destruirse locamente por sus propios medios. Las proposiciones de “refugios contra desprendimiento atómico” y para ciudades de la era nuclear con refugios debajo de la superficie no proveerán seguridad verdadera para que se pueda vivir en la Tierra después de guerra nuclear y de gas venenoso en escala mundial. El único medio de supervivencia del hombre podría venir solamente de una fuente superior al hombre, de alguien más poderoso que el hombre. Ese sería apropiadamente el Creador tanto del hombre como de la Tierra que el hombre ocupa.
6. ¿A quiénes oran las naciones en tiempo de guerra, y no obstante a quién no puede atribuirse su victoria?
6 Con la posible excepción de los comunistas impíos, todas las naciones oran a sus dioses en tiempo de guerra para que les ayuden a ganar la guerra. En el caso de la cristiandad, sus naciones oran al mismo dios, como si él fuese parcial y nacionalista, y favoreciera a una llamada nación cristiana contra otra nación “cristiana.” Pero ninguna nación de la cristiandad que ha ganado una victoria militar puede atribuir su victoria al Dios del cielo y explicar la victoria con las palabras que se hallan en la Santa Biblia de Dios, en Zacarías 4:6: “‘No por una fuerza militar, ni por poder, sino por mi espíritu,’ ha dicho Jehová de los ejércitos.” No obstante, mediante sus súplicas por ayuda divina para ganar la guerra, confiesan que Dios es más poderoso que todas las naciones. Además, oraciones bélicas no han recibido respuesta, y naciones que han orado han sufrido derrota a manos del enemigo. Por eso Dios ha de haber estado contra tales naciones vencidas, según el modo de pensar de ellas.
7. ¿Qué preguntas prácticas hay en que debemos meditar en cuanto a la “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso”?
7 ¿Cuál, entonces, será la posición de las naciones de la cristiandad y de todo el resto del mundo delante del Dios del cielo en la “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso”? ¿De quién será esa guerra? ¿Realmente peleará “Dios el Todopoderoso” en esa guerra? Si así es, entonces ¿contra quiénes, y por qué contra ellos? Estas son preguntas prácticas de gran seriedad en que deben meditar todas las naciones. Sí, son preguntas en que todos nosotros debemos meditar, ¡porque todos nos estamos acercando a esa guerra de guerras! Necesitamos información de modo apremiante.
8, 9. (a) En contraste con una tercera guerra mundial, ¿por qué es cosa segura que vendrá la “guerra del gran día”? (b) ¿Dónde se menciona específicamente esa guerra, y cómo se llama comúnmente?
8 La “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso” no será una tercera guerra mundial con todos los modernos medios espantosos de guerra. No podemos estar seguros de la llegada de una tercera guerra mundial, pero se predice autorizadamente que vendrá la “guerra del gran día.” Vendrá sin falta. Tenemos las palabras de amonestación de Dios el Todopoderoso mismo que nos aseguran eso. En la propia Palabra escrita de Dios, en su último libro conocido como La Revelación o Apocalipsis, el inspirado apóstol cristiano Juan habla de su visión profética con estas palabras:
9 “El sexto [ángel] derramó su tazón [de la ira de Dios] sobre el gran río Éufrates, y se secó su agua, para que se preparara el camino para los reyes procedentes del levantamiento del Sol. Y vi tres expresiones inspiradas inmundas que se parecían a ranas salir de la boca del dragón [Satanás el Diablo] y de la boca de la bestia salvaje y de la boca del falso profeta. Estas son, de hecho, expresiones inspiradas por los demonios y obran señales, y ellas salen a los reyes de toda la Tierra habitada, para juntarlos a la guerra del gran día de Dios el Todopoderoso.... Y los juntaron al lugar que se llama en hebreo Har-Magedón [Armagedón].” (Apo. 16:12-16, margen) Se debe a la mención del lugar de la batalla aquí el que comúnmente llamen la guerra la batalla del Armagedón, aun personajes políticos, militares y religiosos de nuestros tiempos.
10. (a) ¿A pesar de qué, se sienten más inseguros los hombres? (b) ¿A qué están siendo juntadas las naciones, y por qué medio?
10 Nunca antes de nuestro día han sido los armamentos de las naciones tan grandes, tan terribles, tan destructivos. A pesar de los grandes armamentos nacionales, jamás nos hemos sentido más inseguros. La visión profética del apóstol Juan muestra que las naciones armadas así están siendo juntadas a la “guerra del gran día,” no mediante el espíritu santo de Dios el Todopoderoso, sino mediante cierta propaganda, doctrina o enseñanza, “expresiones inspiradas inmundas,” “expresiones inspiradas por los demonios,” demonios que son los enemigos de Dios el Todopoderoso. Este hecho no puede significar nada bueno para las naciones. ¡Solo guerra con Dios!
EL “CASUS BELLI” O PUNTO EN CUESTIÓN
11. ¿Qué preguntas surgen en cuanto a la guerra, y cómo se nos hace posible decidir de qué parte ponernos?
11 Toda guerra tiene algún punto en cuestión por el cual se pelea. ¿Qué es el punto en cuestión de esta “guerra del gran día”? Dado que se pelea en el “día de Dios el Todopoderoso,” ¿es el punto en cuestión uno de la cristiandad contra el paganismo, o de la democracia occidental contra el comunismo impío? Y ¿por qué puede zanjarse el punto en cuestión únicamente mediante la guerra? ¿Realmente no resultará la guerra en victoria para ningún lado? ¿Podría significar la guerra desastre para todos, y seguridad para nadie? Las respuestas a estas preguntas salen a la luz al considerar a Aquel en cuyo día se pelea la guerra. ¿Quién es este “Dios el Todopoderoso”? ¿Cuál es su interés en el día? Y ¿tiene que recurrir a la guerra? Si aprendemos las respuestas, podremos decidir de parte de quién ponernos.
12. ¿A quién se anunció primero Dios como el Todopoderoso, y en qué tierra?
12 La expresión, “la guerra del gran día de Dios el Todopoderoso,” se toma del último libro de la Santa Biblia. En el primer libro de ese Volumen sagrado, Dios el Todopoderoso se anuncia. El anuncio se hace a un hombre en quien Él estuvo profundamente interesado, y en quien también nosotros debemos estar interesados, a saber, Abrán, un bisnieto de Sem el hijo de Noé. Abrán nació 352 años después del gran diluvio del día de Noé. Por desplegar fe firme en el invisible Dios del cielo, se llamó a Abrán “el amigo de Dios.” (Sant. 2:23, Mod) Hace más de tres mil novecientos años Dios le dijo a Abrán que saliera de la ciudad de Ur cerca del extremo inferior del valle de Mesopotamia, y fuera a una tierra desconocida que Dios prometió dar a los descendientes de Abrán al debido tiempo. Abrán aceptó la llamada; y después de la muerte de su padre cruzó el río Éufrates y entró en la Tierra Prometida, donde estaba la ciudad Salem que después llegaría a ser Jerusalén. (Gén., caps. 12-14) Por veinticuatro años Abran recorrió esta Tierra Prometida. Luego Dios se le apareció y se anunció.
13. Después de anunciarse como todopoderoso, ¿qué cambio de nombre dio Dios a su amigo terrestre?
13 En el primer libro de la Santa Biblia, capítulo diecisiete, versículos uno al cinco, leemos: “Entonces Jehová se apareció a Abrán y le dijo: ‘Yo soy Dios Todopoderoso. Anda delante de mí y resulta estar sin tacha.... En cuanto a mí, ¡mira! mi pacto está contigo, y tú ciertamente llegarás a ser padre de una muchedumbre de naciones. Y ya no te llamarás Abrán, y tu nombre debe llegar a ser Abrahán, porque padre de una muchedumbre de naciones te concederé ser.’” Este nuevo nombre Abrahán significa “Padre de una Multitud.”
14. ¿Cómo probó Jehová que era Dios Todopoderoso para con Abrahán en ese tiempo?
14 ¿Probó Jehová que era Dios Todopoderoso para con su amigo Abrahán? ¡Sí! ¿Cómo? Al año después de esta aparición y anuncio Jehová dio a Abrahán un hijo mediante su esposa Sara. Pero, ¿por qué fue esto una prueba de Su omnipotencia? Porque Jehová probó que podía cumplir la maravillosa promesa que le hizo a Abrahán a pesar de la edad de Abrahán y su esposa Sara. En ese tiempo Abrahán tenía noventa y nueve años de edad, y su esposa Sara ochenta y nueve años. Ambos estaban como muertos en lo que tocaba a producir hijos. No obstante aun antes de acontecer la concepción de su hijo Isaac , Jehová cambió el nombre de Abrán y lo llamó algo que Abrán no era, a saber, “Padre de una Multitud”; y Jehová también cambió el nombre de su esposa a Sara, que significa Princesa. La concepción de su único hijo Isaac fue como si Dios hubiera levantado a Abrahán y Sara de la muerte y los hubiera restaurado a sus años de fecundidad.
15. Según lo muestra el comentario de Pablo sobre esto en Romanos 4:16-21, ¿debido a que Abrahán ejerció qué cualidad aconteció este milagro?
15 El nacimiento de Isaac, por lo tanto, fue un milagro de Jehová, que es Dios Todopoderoso. Sucedió porque Abrahán tuvo fe en Dios de que es Todopoderoso, Uno para quien nada es imposible. Comentando sobre esto, el apóstol Pablo escribe a los cristianos que tienen fe semejante a la de Abrahán: “(Él es el padre de todos nosotros, exactamente como está escrito: ‘Yo [Jehová] te he designado padre de muchas naciones.’) Esto fue a la vista de Aquel en quien tuvo fe, aun Dios, quien da vida a los muertos y llama las cosas que no son como si fueran. Aunque fuera de toda esperanza, no obstante basado en esperanza [Abrahán] tuvo fe, de que llegara a ser el padre de muchas naciones en consonancia con lo que se había dicho [por Dios]: ‘Así será tu simiente.’ Y, aunque no flaqueó en fe, él consideró su propio cuerpo, ahora ya amortecido, pues ya tenía aproximadamente cien años, también el amortecimiento de la matriz de Sara. Pero a causa de la promesa de Dios él no titubeó con falta de fe, sino que se hizo poderoso mediante su fe, dando a Dios la gloria y estando plenamente convencido de que lo que [Dios] había prometido también lo podía hacer.”—Rom. 4:16-21.
16. ¿Por qué es Jehová Dios igual de todopoderoso hoy día, y qué testimonio bíblico tenemos de que esto es así?
16 Este mismo Jehová Dios es tan todopoderoso hoy como lo fue hace tan solo cuatro mil años, en el día de Abrahán. El que la Santa Biblia de Dios en conjunto ahora tenga mil novecientos años de edad, no quiere decir que él ha muerto. Él es inmortal, está plenamente vivo hoy día. Dirigiéndose a él, el inspirado profeta Habacuc dijo estas extraordinarias palabras: “¿No eres desde hace mucho tiempo, oh Jehová? Oh mi Dios, mi Santo, tú no mueres.” (Hab. 1:12; BC) Setecientos años después de Habacuc, el apóstol Juan cita a Dios como quien dijo: “‘Yo soy el Alfa y la Omega,’ dice Jehová Dios, ‘El que es y que era y que viene, el Todopoderoso.’” Juan también cita a ciertas criaturas vivientes fieles que dicen: “Santo, santo, santo es Jehová Dios, el Todopoderoso, que era y que es y que viene.” (Apo. 1:8; 4:8) Por lo tanto es una conclusión correcta, que el inmortal “Jehová Dios el Todopoderoso,” quien había de venir, está vivo hoy con toda su omnipotencia, y que está al tanto de los sucesos internacionales sobre la Tierra, y que vendrá pronto y tendrá su “gran día.”
17, 18. (a) ¿Qué tiene que ver Abrahán con determinar el punto en cuestión de la guerra? (b) ¿Cómo indicó Jehová esto en las promesas que hizo a Abrahán?
17 Sin embargo, ¿qué tiene que ver Abrahán con determinar cuál es el punto en cuestión en la “guerra del gran día”? Él tiene que ver con ello porque un gobierno que domine toda la Tierra está envuelto con el Todopoderoso Dios. Cuando se apareció a Abrán y cambió su nombre porque Dios iba a hacerlo el padre de una “muchedumbre de naciones,” Dios dijo:
18 “Te multiplicaré muchísimo y te concederé llegar a ser naciones, y reyes saldrán de ti. Y la bendeciré [a Sara] y también te daré un hijo de ella, y la bendeciré y ella llegará a ser naciones; reyes de pueblos provendrán de ella.” (Gén. 17:6, 16) Esa línea de reyes que había de provenir del amigo de Dios Abrahán habría de tener valor e importancia especiales para todas las familias y naciones de la Tierra. ¿Por qué? Porque Dios hizo otra promesa a Abrahán tocante a todas las demás familias y naciones, y no fracasará. No es nada imposible para Jehová Dios. Abrahán obedeció la llamada de Dios de ir a la Tierra Prometida, y esta obediencia comprometió al Todopoderoso Dios a cumplir esta otra promesa a Abrahán: “Bendeciré a los que te bendijeren, y al que pida maldición sobre ti lo maldeciré, y todas las familias del suelo ciertamente se bendecirán por medio de ti.” Además, cuando Abrahán más tarde demostró que estaba dispuesto a sacrificar a su hijo Isaac recibido milagrosamente, el ángel de Jehová dijo: “Por medio de tu simiente todas las naciones de la Tierra ciertamente se bendecirán debido a que has escuchado mi voz.”—Gén. 12:1-3; 22:15-18.
19. En vista de esto, ¿cuál es el punto en cuestión que tiene que zanjarse?
19 En cumplimiento de esta promesa irrompible el Todopoderoso Dios tenía que producir un rey que descendiera de Abrahán, y por medio de este rey todas las familias y naciones de la Tierra todavía se pueden bendecir. Por lo tanto hay un reino en disputa, para el bien de toda la gente de buena voluntad para con Dios. Este punto en cuestión del Reino tiene que zanjarse.
EL PUNTO EN CUESTIÓN DEL REINO
20. (a) ¿Por qué no han podido proveer el reino de bendición la cristiandad y los judíos de hoy día? (b) No obstante ¿por qué no es un fracaso la promesa de Dios a Abrahán?
20 Ninguno de los reinos de la cristiandad ha resultado ser el prometido reino de bendición. Ninguno de los reyes de la cristiandad ha sido de la simiente de Abrahán, ni siquiera en sentido espiritual; porque ni siquiera uno de ellos ha tenido realmente la fe de Abrahán. La cristiandad, armada con armas nucleares y gases venenosos, no es bendición para la humanidad hoy día. En cuanto a los judíos tanto en Israel como alrededor de todo el globo, no tienen rey. Los judíos solo miran atrás a cuando tuvieron una línea de reyes que gobernaban en Jerusalén, una línea que provino desde el rey David y que se sentó sobre el trono hasta que Jerusalén fue destruida por primera vez en el año 607 antes de nuestra era común. Los judíos apoyan a la organización de las Naciones Unidas de este mundo. A pesar de esto, la promesa divina que se le hizo a Abrahán hace treinta y nueve siglos no es un fracaso. Hoy Jehová Dios el Todopoderoso tiene a su Rey y su reino. Él hace de este gobierno mediante su Rey el punto en cuestión en la guerra de su gran día.
21. Al efectuar su propósito del Reino, ¿qué promesa hizo Dios al rey David, y por qué no la derrotó la destrucción de Jerusalén?
21 Al efectuar su poderoso propósito Jehová Dios puso a David de la tribu de Judá sobre el trono de Jerusalén, porque David fue un descendiente de Abrahán el amigo de Dios. Jehová Dios prometió a David que le establecería un reino eterno, por cuanto del rey David había de haber una línea regia que no sería rota hasta que viniera el Hijo digno de ser el rey eterno. Dijo el Señor Jehová al rey David: “Tu casa y tu reino ciertamente serán firmes para siempre delante de ti; tu mismísimo trono llegará a ser un trono establecido firmemente para siempre.” (2 Sam. 7:16) Cierto, Jerusalén fue destruida en 607 a. de la E.C.; pero eso no acabó con la línea regia del rey David que había de proveer al Rey para bendecir a todas las naciones de la Tierra.
22. ¿Por qué se investiga la línea de descendencia del Rey de bendición, y quién fue su madre terrestre, y quién su padre?
22 Investigan la línea de descendencia y la siguen hasta ese importantísimo Rey de bendición para bien nuestro dos historiadores inspirados, Mateo y Lucas. A fin de nombrar al Heredero real y lo correcto de su línea de descendencia, el historiador Mateo inicia su relato con las palabras: “El libro de la historia de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abrahán.” (Mat. 1:1) Así que Jesús podría ser la Simiente prometida de Abrahán para bendecir a gente de todas las naciones. Su descendencia de Abrahán fue por medio de una virgen que había nacido en el suelo nativo del rey David, la aldea de Belén en el territorio tribal de Judá. Se llamaba María. Mateo (1:16) la llama “María, que fue la madre de Jesús, que se llama ‘Cristo’.” Sin embargo, el Todopoderoso Dios fue el Padre de Jesucristo.
23. ¿Qué probó la declaración de Gabriel a María, por eso quiénes sacarán provecho del gobierno regio?
23 Un ángel llamado Gabriel fue enviado desde el cielo para anunciar a María que ella había sido escogida divinamente para ser la madre del Hijo de Dios. Gabriel dijo: “No tengas temor, María, porque has hallado favor con Dios; y, ¡mira! concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y habrás de llamarlo Jesús. Este será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y Jehová Dios le dará el trono de David su padre, y él será rey sobre la casa de Jacob para siempre, y no habrá fin de su reino.... Espíritu santo vendrá sobre ti, y poder del Altísimo te sombreará. Por esa razón también lo que nace será llamado santo, el Hijo de Dios. ... Con Dios ninguna declaración será una imposibilidad.” (Luc. 1:26-37) Esta declaración de Gabriel el ángel de Dios prueba que Jesucristo había de ser y es hoy el Heredero eterno del trono real de David, su antepasado terrestre. Él es la grandiosa culminación de la línea de reyes que habían de venir de Abrahán por medio de Sara; y mediante su gobierno real todas las familias de la Tierra obtendrán bendición eterna en una Tierra paradisíaca.
24. ¿Por qué, entonces, han sido desilusiones y fracasos los reyes y otros gobernantes políticos de la cristiandad, y por qué hacen obligatorio zanjar el punto en cuestión?
24 Por eso es que los reyes católicos y protestantes y gobernantes políticos de otras clases de la cristiandad han resultado ser desilusiones y fracasos en lo que toca a traer bien y bendición duraderos a sus propios pueblos y al resto de la humanidad. No son el único Gobernante escogido por el Todopoderoso Dios; y tampoco han reinado como vicarios o representantes terrestres de Cristo el Rey. En realidad lo han presentado en falsos colores ante el mundo; y de hecho se oponen al reino eterno que Dios ha dado a Jesús. Este hecho es lo que suministra el punto en cuestión para la “guerra del gran día de Dios.”
OPOSICIÓN AL REINO DE BENDICIÓN
25. ¿De quién ha brotado la oposición al reino de Dios con su rey ungido, y por qué significa ayes para las naciones que están siendo juntadas al Armagedón?
25 La oposición al reino de Dios con su rey ungido en el trono no es nada nuevo. Desde el principio Su reino ha encontrado oposición. Esta oposición siempre ha brotado de la misma fuente y ha seguido el mismo modelo. La fuente de la oposición es superior al hombre. La fuente es el principal opositor o adversario de Jehová Dios. Es Satanás el Diablo, el gobernante de los demonios; pues el título Satanás significa Opositor, Adversario, mientras que el título Diablo muestra que Satanás también es un calumniador, un mentiroso malicioso, por consiguiente un engañador. Jesucristo nos informó que Satanás el Diablo es el invisible “gobernante de este mundo,” que ha sido una maldición para los hombres y las naciones. (Juan 12:31; 14:30; 16:11) ¡Ayes, por lo tanto, para las naciones que están siendo juntadas por las “expresiones [de propaganda] inspiradas por los demonios” al campo de batalla del Armagedón para la “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso”! Están destinadas a participar de la misma destrucción que previos opositores del reino de Jehová Dios sufrieron en siglos pasados, y no hallarán seguridad.—Apo. 12:12.
26. ¿Qué trataron de hacer los antiguos filisteos y la potencia mundial asiria tocante al reino, y con qué resultado para ellos mismos?
26 Hace tres mil años se estableció con el rey David un reino de Dios típico o en miniatura sobre la Tierra en el Medio Oriente. El rey David y su hijo el rey Salomón y sus otros sucesores de familia se sentaron sobre lo que la Santa Biblia llama “el trono de Jehová.” (1 Cró. 29:23) Los filisteos de Gaza y de otras ciudades de la costa marítima de Filistía trataron de derrocar el reino de David pero fueron destruidos. La potencia mundial sumamente militarizada de Asiria desafió a Jehová Dios y trató de derrocar el reino de Dios en la línea de familia de David. No pudo destruir a Jerusalén, ni siquiera pudo capturarla, pero ella misma fue destruida por el conquistador babilonio Nabucodonosor.
27. (a) ¿Qué acto impío se le permitió efectuar a Babilonia, y con qué castigo para ella misma? (b) ¿Qué amonestación debemos aceptar, y por qué?
27 Al fin, sin embargo, Jehová Dios se indignó justamente de que tantos reyes de la línea de David lo presentaran en falsos colores en “el trono de Jehová” en Jerusalén. Por eso decretó que el trono en esa ciudad fuese trastornado, arruinado. (Eze. 21:25-27) En cumplimiento de este decreto divino Nabucodonosor, rey de la potencia mundial babilónica, destruyó a Jerusalén en 607 a. de la E.C. y se llevó cautivo a su rey a Babilonia para morir en el destierro. Sesenta y ocho años después, o en 539 a. de la E.C., Babilonia misma fue castigada por haber obrado de esta manera impía para con el reino típico de Jehová en Jerusalén, y Babilonia misma fue derrocada y finalmente dejó de existir. Por otra parte, Jerusalén fue reedificada por adoradores de Jehová Dios que regresaron de Babilonia. No obstante, el trono no fue restaurado en Jerusalén. ¿Por qué no? Porque Dios tenía en mientes el reino eterno de su Hijo, Jesucristo, no en la Tierra, sino en el cielo. Por lo tanto, que la terrible destrucción que les sobrevino a Babilonia y a las naciones y potencias mundiales que se opusieron y atacaron al reino de Jehová Dios e intentaron destruirlo, nos sirva de amonestación. El hacer caso a la amonestación significa seguridad para nosotros.
28. ¿Quién tiene el derecho legal al reino, y a pesar de qué pretensión de los reyes de la cristiandad?
28 Cuando decretó la ruina de Jerusalén mediante Babilonia, el Todopoderoso Dios dijo mediante su profeta Ezequiel: “Una ruina, una ruina, una ruina la haré. En cuanto a ésta también, ciertamente no llegará a ser de nadie hasta que venga aquel que tiene el derecho legal, y debo dárselo a él.” (Eze. 21:27) El que había de venir con el derecho legal al trono eterno en un reino de Dios era Jesucristo, de acuerdo con las palabras del ángel Gabriel a María, la virgen de la línea regia de David. Jesucristo, por lo tanto, es el único que tiene el derecho divino, aunque los reyes de la cristiandad religiosamente pretenden gobernar “por derecho divino.”
29. ¿Cómo llegó a ser “Cristo” Jesús, y por qué promovió él la predicación del reino de Dios?
29 El título “Cristo” que lleva Jesús significa El Ungido. A la edad de treinta años, Jesús el “Hijo del Altísimo” fue ungido, no con aceite derramado sobre su cabeza por un sacerdote, sino con espíritu santo derramado desde el cielo por el Altísimo Dios. Esto sucedió inmediatamente después del bautismo de Jesús debajo de las aguas del río Jordán. Mediante esta unción con espíritu santo Jesús llegó a ser el Cristo prometido. (Mat. 3:16, 17; Luc. 3:21-23) Fue ungido para ser el rey de bendición en cumplimiento de la promesa de Dios a Abrahán. Su unción también incluyó el ser ordenado para predicar las buenas nuevas del reino de Dios y proclamar el día de la venganza de parte de Dios. (Isa. 61:1, 2; Luc. 4:14-22) Desde un lado de la tierra de Palestina hasta el otro él predicó durante los tres años y medio que siguieron. Pero también congregó discípulos a su alrededor y los enseñó y los envió a predicar el reino de Dios. (Luc. 9:1-6; 10:1-9) No trató de arrebatar el trono de los Césares de Roma; se lo dejó al Diablo.
30. ¿Cómo cooperó Roma contra el reino de Dios, y qué tiene que rendir por esto?
30 Los aborrecedores del reino de Dios se opusieron a la predicación del reino de Dios y al principal predicador del reino, Jesucristo. Lo convirtieron en un punto en cuestión político. Dijeron que él estaba haciéndose rey y que hablaba contra César de Roma. Como gesto amigable a César, entregaron a Jesucristo a las autoridades romanas en Jerusalén y al mismo tiempo insistieron en que se le diera muerte en un madero de tormento. Roma, mediante sus representantes, cooperó. De modo que Jesús murió en el madero con el título colocado encima de su cabeza según lo compuso el gobernador romano: “Jesús el nazareno el rey de los judíos.” (Juan 18:28 a 19:22) Así cedió Roma a la presión religiosa y ejecutó al Heredero del reino eterno de Dios. Más tarde, sin embargo, Roma de su propia cuenta se puso a perseguir, en toda parte de su imperio, a los cristianos fieles que fueron llamados para ser coherederos con Jesucristo en el reino celestial. De esta manera Roma mostró estar contra el reino de Dios mediante su Cristo o Rey ungido. Por lo tanto Roma tiene que rendir cuentas por esta oposición anticristiana al Reino.
31. A pesar de previas humillaciones, ¿qué juicio tiene todavía que sufrir Roma, y por qué?
31 Ya, en agosto de 410 (d. de J.C.), Roma fue capturada y luego saqueada durante seis días por las fuerzas de Alarico I, rey de los visigodos. Después en julio de 455, Genserico, rey de los vándalos, asaltó a Roma y la tomó y la saqueó durante dos semanas. Pero desde entonces Roma, aunque ya no es una potencia mundial, ha agregado mucho a su cuenta anticristiana. Merecidamente tiene que sufrir el destino de Babilonia en una destrucción completa y eterna en la guerra de juicio “del gran día de Dios el Todopoderoso.”
32. (a) ¿Por qué no derrotó el propósito de Dios el que Roma ejecutara a Jesús? (b) ¿Qué tiene que seguir ahora como cosa segura?
32 Cuando Roma ejecutó a Jesucristo cruel y vergonzosamente para agradar a los religiosos que se oponían a su reino prometido, esto no derrotó el propósito de su Padre celestial, Jehová Dios. Tan solo cumplió profecía divina y probó que la palabra de Dios es verdadera y que su profecía es infalible. Al tercer día de la muerte de Jesús Jehová mostró otra vez a todo el universo que Él es Dios el Todopoderoso por medio de resucitar a Jesucristo de entre los muertos y vestirlo de inmortalidad, incorruptibilidad y gloria celestial. (1 Cor. 15:3-8, 42-54) Cuarenta días después el Todopoderoso Dios hizo que el Señor Jesús ascendiera a Su propio trono en los cielos, para cumplir la profecía hecha por el rey David: “La declaración de Jehová a mi Señor es: ‘Siéntate a mi mano derecha hasta que ponga a tus enemigos como banco para tus pies.’ Jehová enviará desde Sión la vara de tu fortaleza: ‘Ve sojuzgando en medio de tus enemigos.’” (Sal. 110:1, 2; Hech. 2:32-36; Heb. 10:12, 13; 1:3, 4) El sojuzgar a todos los enemigos terrestres del reino de Dios y de su Cristo ahora tiene que seguir como cosa segura. ¿Por qué? Porque el Dios Todopoderoso mismo ha determinado hacer de todos los enemigos de Cristo un banco para sus pies, que sus pies destruirán al pisarlo. ¿Queremos seguridad en ese tiempo? ¡Deberíamos quererla!
LA NECESIDAD DE SEGURIDAD
33, 34. (a) ¿Cuál es el punto en cuestión sobresaliente delante de todo el género humano hoy día, y por qué se acerca más la guerra? (b) ¿Cuándo fue derrocado el reino de Dios en la línea de David, y había de dejar de existir para siempre el reino de Dios?
33 Hoy, no el desarme internacional total, sino el reino de Jehová Dios mediante su Cristo es el punto en cuestión sobresaliente delante de todo el género humano. Ahora es el tiempo crítico cuando este punto en cuestión ardiente tiene que zanjarse en vindicación del Autor Supremo del Reino, Jehová Dios. El “gran día de Dios el Todopoderoso” para la guerra a causa del punto en cuestión del Reino se acerca más, porque ahora ha habido un restablecimiento del reino de Dios con respecto a la Tierra.
34 No hay por qué abrigar duda alguna de esto, porque Jehová Dios hace mucho tiempo señaló el tiempo para este acontecimiento trascendental. El calendario del tiempo de la historia seglar, comparado con el horario de la Santa Biblia, nos proporciona el cómputo de que el reino de Dios en la línea de familia del rey David fue derrocado en el año 607 a. de la E.C. de acuerdo con el propio decreto de Dios. Eso fue cuando la ciudad real de Jerusalén fue arrasada por completo por la potencia mundial Babilonia. Sin embargo, el reino de Dios con relación a nuestra Tierra no había de dejar de existir para siempre. Había de ser interrumpido únicamente hasta que viniera el que tuviera el derecho legal a él; entonces Dios se lo daría.
35. (a) ¿Cómo se calcula el fin del tiempo de interrupción al Reino? (b) ¿Cuál fue el propósito declarado de Dios al ponerle fin al tiempo de interrupción, y por qué tiene que decidir las cosas la guerra ahora?
35 Durante el destierro de la familia regia de la casa de David en Babilonia, Dios reveló a su profeta Daniel allá en Babilonia que el tiempo de interrupción hasta el restablecimiento del reino de Dios duraría siete tiempos proféticos, siete tiempos simbólicos de 360 años cada uno; lo cual sería un total de 2,520 años. La destrucción de la ciudad del trono de Jerusalén y la desolación de su territorio de Judá se completaron para el mes de octubre de 607 a. de J.C. Por consiguiente esos siete tiempos de completa dominación pagana, gentil, de la Tierra terminarían 2,520 años después de ese tiempo, o para octubre de 1914, en nuestro propio siglo veinte. (Dan. 4:16, 23, 25, 32) Al ponerle fin a esta interrupción de su reino en 1914, Dios tuvo un propósito. Fue, como él declaró al rey de Babilonia, para que los gobernantes del mundo supieran “que el Altísimo es Gobernante en el reino de la humanidad, y que a quien él quiere se lo da.” (Dan. 4:25, 32) Los gobernantes del mundo de hoy día todavía no aprecian ese hecho, y rehúsan reconocerlo. Por consiguiente el señorío del Altísimo Dios en el reino de la humanidad ha llegado a ser un punto en cuestión, y tiene que haber una guerra universal para decidir quién gobierna toda la creación.
36. ¿Cómo se da testimonio del establecimiento del Reino, y antes de qué tiene que acabarse de dar este testimonio del Reino?
36 Todavía viven en la Tierra hombres y mujeres que son testigos del hecho de que Dios estableció su reino en manos de Cristo en 1914. Dios predijo que él tendría a sus testigos en la Tierra que dieran testimonio del Reino a todas las naciones. (Isa. 43:10, 12, 21) Allá en 1877 los testigos de Jehová tanto de palabra como mediante la página impresa, ya estaban llamando la atención al fin de los siete tiempos de los gentiles en 1914, en el cual tiempo habría un completo establecimiento del reino de Dios en las manos de Cristo en los cielos. En su propia profecía concerniente al fin de este sistema mundial Jesucristo predijo que después del establecimiento del Reino Jehová Dios tendría a sus testigos en la Tierra, quienes darían testimonio a todas las naciones concerniente al reino establecido. El apóstol Mateo cita lo que Jesucristo profetizó, a saber: “Estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la Tierra habitada con el propósito de dar un testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin cabal.” (Mat. 24:14) De modo que esta testificación del Reino tiene que acontecer y tiene que acabarse de hacer antes de la “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso.” Para entonces muchos habrán hallado el verdadero lugar de seguridad.
37. (a) ¿Cómo deberían haber obrado las naciones de la Cristiandad al recibir las buenas nuevas del establecimiento del Reino en 1914? (b) ¿Qué da la respuesta innegable en cuanto a la sinceridad de sus oraciones?
37 Las naciones de la cristiandad al recibir las buenas nuevas del establecimiento del reino de Dios mediante Cristo en 1914 deberían haberse regocijado. Tenían centenares de millones de ejemplares de la Santa Biblia. Tenían centenares de miles de sacerdotes y predicadores que regularmente dirigían a centenares de millones de miembros de iglesias en orar el padrenuestro, diciendo: “Padre nuestro, que estás en los cielos: Santificado sea tu nombre. Venga tu reino.” ¿Decían esa oración en sinceridad? ¿De veras querían el reino de Dios, o el reino de los hombres? ¿Estuvieron los reyes de la cristiandad, que exigían que sus súbditos reconocieran su pretensión de gobernar “por derecho divino,” deseosos de reconocer al único que tenía el “derecho legal,” el derecho divino de gobernar como rey sobre toda la humanidad a saber, el Cristo o Ungido del Señor Dios? Los acontecimientos de 1914 y desde entonces han mostrado la respuesta verdadera, innegable. Las naciones de la cristiandad han obrado exactamente como predijo la profecía de la Biblia. Su manera de obrar ha puesto de manifiesto que sus oraciones son hipócritas.
38, 39. (a) En 1914, ¿en qué condición habían de estar las naciones según el Salmo 2:1, 2? (b) En cumplimiento de Apocalipsis 11:15-18, ¿quiénes fueron las primeras que “se airaron” en 1914, y qué muestra que su actitud desde entonces no ha cambiado?
38 Debido a la manera en que obraron el salmo profético pregunta: “¿Por qué han estado en tumulto las naciones y los pueblos mismos han continuado murmurando una cosa vana? Los reyes de la Tierra toman su lugar y los funcionarios encumbrados se han reunido en masa como uno solo contra Jehová y contra su ungido [su Cristo].”—Sal. 2:1, 2; margen.
39 Como se predijo aquí, todas las naciones iban a estar en un furor tumultuoso, reunidas en masa contra el reino celestial. Con esto está de acuerdo la visión que el apóstol Juan tuvo de lo que sucedería al fin de los siete tiempos de los gentiles en 1914. Juan dice: “Acontecieron fuertes voces en el cielo diciendo: ‘El reino del mundo ha llegado a ser el reino de nuestro Señor y de su Cristo, y él gobernará como rey para siempre jamás.’ Y las veinticuatro personas de edad avanzada que estaban sentadas delante de Dios sobre sus tronos cayeron sobre sus rostros y adoraron a Dios, diciendo: ‘Te damos gracias, Jehová Dios, el Todopoderoso, el que eres y que eras, porque has tomado tu gran poder y has comenzado a gobernar como rey. Pero las naciones se airaron.’” (Apo. 11:15-18) No las naciones a las cuales se llama “paganas,” sino las naciones que componen la cristiandad, junto con sus sacerdotes y predicadores, fueron las primeras que “se airaron” en 1914, de modo que estallaron en una guerra mundial para su propia dominación mundial. Su actitud hostil al reino del Señor Dios y de su Cristo no ha cambiado desde entonces. Una segunda guerra mundial, comenzando con las naciones de la cristiandad religiosa, estalló en 1939. Desde su fin en 1945 más de ochenta naciones, bajo el acaudillamiento de las naciones de la cristiandad, se han reunido en masa en la organización de las Naciones Unidas, no para apoyar el reino celestial en manos de Cristo, que tiene el derecho legal a él, sino para mantener dominación mundial mediante hombres terrestres.
40. Las naciones han rehusado ser dirigidas ¿por qué cosa, y por consiguiente a qué están siendo juntadas y por qué cosa?
40 Satanás el Diablo y sus demonios también están contra el Reino. El Apocalipsis, escrito por el apóstol Juan, muestra eso. Todas las naciones, las de adentro y las de afuera de la cristiandad, han rehusado ser dirigidas por las buenas nuevas del reino establecido de Dios conforme las predican los testigos de Jehová desde la I Guerra Mundial. Por consiguiente no han sido dirigidas a sumisión pacífica al Reino divino; sino, como previó la visión de Juan, están siendo juntadas por “expresiones inspiradas por los demonios” bajo Satanás el gobernante de los demonios a la “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso,” en el Armagedón. (Apo. 12:1-12; 16:14-16) ¿Qué significará eso para las naciones? Dios nos dice.
41. Según Isaías 13:1, 5-9, ¿qué les sobrevendrá a las naciones?
41 Habrá una destrucción semejante a la de Babilonia de la antigüedad, a manos de las fuerzas de Dios. Dice su profeta Isaías: “Vienen desde la tierra lejana, desde la extremidad de los cielos, Jehová y las armas de su denunciación, para destrozar toda la tierra. ¡Aúllen, porque se acerca el día de Jehová! Como violencia de parte del Todopoderoso vendrá. . . . ¡Mira! Viene el día mismo de Jehová cruel tanto con furia como con ira ardiente, a fin de hacer de la tierra un objeto de asombro, y para aniquilar a los pecadores de la tierra de en medio de ella.”—Isa. 13:1, 5-9.
42. Según Sofonías 1:2, 3, 14-18, ¿qué les sobrevendrá a las naciones?
42 Habrá una destrucción semejante a la que le sobrevino a la infiel Jerusalén a manos del rey de Babilonia. En la profecía por Sofonías leemos: “‘Sin falta acabaré con todo lo que está en la superficie del suelo,’ es la declaración de Jehová.” “‘Acabaré con el hombre terrestre y con la bestia. Acabaré con la criatura volátil de los cielos y los peces del mar, y las piedras de tropiezo con los inicuos; y cortaré a la humanidad de la superficie del suelo,’ es la declaración de Jehová. ‘El gran día de Jehová se acerca. Se acerca, y hay un apresuramiento de él muy grande. El sonido del día de Jehová es amargo. Allí el hombre poderoso está dejando salir un grito. Ese día es día de furia, día de angustia y de zozobra, día de tormenta y de desolación, día de tinieblas y de lobreguez, día de nubes y de densa tenebrosidad, ... Y causaré angustia a la humanidad, ... Ni su plata ni su oro podrán librarlos en el día de la furia de Jehová; sino que mediante el fuego de su celo toda la tierra será devorada, porque él hará un exterminio, uno de veras terrible, de todos los habitantes de la tierra.’”—Sof. 1:2, 3, 14-18.
EL LUGAR DE SEGURIDAD
43. Ante la guerra amenazadora, ¿qué necesitamos apremiantemente, y quién puede proveerlo y lo provee?
43 Ante la amenazadora “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso” hay apremiante necesidad de un refugio, de un amparo, de un lugar de seguridad diferente al que los hombres de sabiduría mundana están proponiendo para sobrevivir a una posible tercera guerra mundial nuclear. Lo que los hombres están proponiendo para la seguridad humana durante futura guerra mundial por los hombres no servirá para satisfacer las necesidades de seguridad durante la venidera guerra de Dios contra los hombres y Satanás y sus demonios. Solo Dios mismo nos puede decir qué medidas de seguridad serán adecuadas, así como dijo al Noé piadoso qué medidas de seguridad tomar para sobrevivir al Diluvio que destruyó al inicuo sistema mundial de hace 4,300 años. Solo el Todopoderoso Dios cuenta con suficiente poder para proveer el lugar de seguridad y supervivencia durante la guerra que él peleará para eliminar a todos los enemigos de su reino mediante Cristo. Él ha provisto el lugar seguro, y nos dice cómo entrar en él.
44. ¿Qué derrotero correcto aconseja el Todopoderoso Dios por medio de Sofonías que se emprenda, y con qué probabilidad?
44 A los hombres, mujeres y niños que viven entre naciones y pueblos que no palidecen de vergüenza a causa de sus pecados y oposición contra el Todopoderoso Dios, él dice mediante el profeta supracitado Sofonías (2:2, 3): “Antes que el estatuto dé a luz algo, antes que el día haya pasado exactamente como el tamo, antes que venga sobre ustedes la ira ardiente de Jehová, antes que venga sobre ustedes el día de la ira de Jehová, busquen a Jehová, todos ustedes los mansos de la tierra, que han practicado Su propia decisión judicial. Busquen la justicia, busquen la mansedumbre. Probablemente sean escondidos en el día de la ira de Jehová.” Fue muy apropiado que esta probabilidad de ser escondidos por emprender el derrotero correcto fuese ofrecida por Sofonías, porque su nombre significa “Jehová Ha Escondido.”
45. Inmediatamente después de dicho consejo, ¿de qué habla Sofonías?
45 Inmediatamente después de hablar de la apremiante necesidad de buscar el único posible lugar de ser escondidos contra el exterminio, Sofonías habla de la destrucción que les sobrevendrá a los que hoy día desempeñan el mismo papel que desempeñaron los filisteos, los moabitas, los amonitas, los etíopes y los asirios, todos los cuales, en su día, mostraron odio al reino de Jehová en Jerusalén o Sión.—Sof. 2:4-15.
46. En vista de dicho consejo, ¿qué debemos cesar de hacer y qué debemos buscar con el Todopoderoso Dios?
46 Este es consejo fidedigno que lleva a la seguridad, porque es consejo dado por Dios. ¿Por qué, entonces, deberíamos nosotros continuar estando aterrados por el desarrollo de las cosas que vienen y sufrir lo que Jesucristo predijo, a saber, “angustia de naciones, no conociendo la salida por el rugir del mar y su agitación, mientras que los hombres se desmayan debido al temor y la expectativa de las cosas que vienen sobre la Tierra habitada”? (Luc. 21 :25, 26) Ya no acceda usted a las “expresiones inspiradas por los demonios” de modo que se deje llevar a una lucha con las naciones contra Dios el Todopoderoso y su reino mediante Cristo. Escuche las buenas nuevas de su reino que sus testigos predican ahora en todas partes antes que les sobrevenga el fin a los enemigos del Reino. (Mat. 24:14) Busque las relaciones pacíficas con Jehová Dios el Todopoderoso, porque de su misericordia depende toda nuestra seguridad en medio de la guerra de su gran día.
47. ¿A quiénes es que se dirige el consejo dado por medio de Sofonías, y cómo debemos probar nosotros que somos personas de esa clase?
47 Las instrucciones de seguridad de Jehová se dirigen a los “mansos de la tierra, que han practicado Su propia decisión judicial.” Muéstrese usted manso o humilde delante de él, y hágalo emprendiendo el practicar Su decisión judicial. Esta se dicta en Su santa Palabra Escrita. Hoy los testigos de Jehová practican Su decisión judicial. Saben lo que él ha decidido que es su voluntad para que nosotros la hagamos en este tiempo sumamente crítico. Si, en el padrenuestro, oramos al Padre celestial: ‘Hágase tu voluntad en la Tierra como se hace en el cielo,’ entonces hagamos un esfuerzo honrado para averiguar lo que es su voluntad ahora y luego hagámosla amorosamente, con fe y obediencia.
48. (a) ¿Por qué el buscar a Jehová hoy significa más que en el día de Sofonías? (b) ¿Qué significa el buscar ahora la justicia?
48 El buscar a Jehová hoy no significa hacerse un prosélito del sionismo político ni del judaísmo con sus tradiciones de hombres. En el día de Sofonías el judaísmo ni siquiera había sido introducido. El buscar a Jehová ahora significa más que en el día de Sofonías; porque en el día del profeta el reino típico todavía funcionaba con reyes de la línea de David en “el trono de Jehová en la Jerusalén o Sión terrestre. (Sof. 1:1) El buscar a Jehová hoy significa también dar pasos para entrar en armonía con el Hijo de Dios que se sienta como Rey en el trono de Jehová, a la mano derecha de Jehová en los cielos muy por encima de nuestra Tierra. Después que Jesús dio a los que seguían sus pisadas el padrenuestro en el cual oramos: “Venga tu reino,” Jesús les dijo: “Sigan, pues, buscando primero el reino [de Dios] y su justicia, y todas estas otras cosas les serán añadidas.” (Mat. 6:9-13, 33) Todos sus seguidores judíos dejaron el judaísmo y emprendieron el buscar el reino del Cristo de Jehová. (Gál. 1:13-17) Buscaron la justicia que proviene de Jehová Dios por medio de su Hijo Jesucristo, que murió como sacrificio humano perfecto para librar a los hombres y mujeres creyentes de su pecado y de su castigo la muerte.
49. (a) ¿Por qué tenemos hoy muchísima más razón para obrar como obraron los discípulos personales de Jesús? (b) ¿Por qué podemos buscar a Jehová únicamente por medio de su reino?
49 Hoy nosotros tenemos muchísima más razón para obrar como ellos obraron, pues hoy el reino celestial del Cristo está establecido. Ha estado en operación desde el fin de los siete tiempos de los gentiles en 1914. Ahora Jehová está procediendo a poner a todos los enemigos de Cristo debajo de sus pies como si fuesen un banco. Nosotros no deseamos ser puestos debajo de sus pies para ser aplastados y morir como enemigos suyos; pues está escrito tocante a la acción de batalla de Cristo en la “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso” que “él pisa, también, el lagar del vino de la cólera de la ira de Dios el Todopoderoso. Y en su vestidura exterior, aun sobre su muslo, tiene un nombre escrito, Rey de los reyes y Señor de los señores.” (Apo. 19:15, 16) Su reino es el medio para vindicar la soberanía de Jehová Dios por lo que es: universal, suprema. También es el medio para bendecir a todas las familias de la Tierra. Es el reino de la Simiente de bendición de Abrahán. Nosotros queremos la bendición, pues eso significa vida eterna en el nuevo orden de cosas bajo el Reino. No podemos buscar a Jehová hoy salvo por medio del reino de su Hijo, el Medianero entre Dios y los hombres.
50. ¿Dónde, entonces, está el lugar de seguridad, y qué profecía que está de acuerdo con ese hecho citó el apóstol Pedro en el Pentecostés?
50 Aquí, entonces, está el lugar de seguridad, a saber, de parte de Dios el Todo poderoso y de su Cristo, y bajo su protección. Cuando Dios elevó a Cristo a su propia mano derecha después de resucitarlo de entre los muertos, Dios dio a Cristo una cantidad o medida del espíritu santo para que lo derramara sobre sus discípulos en la Tierra. Este derramamiento de espíritu comenzó el día del Pentecostés en mayo de 33 d. de J.C. El apóstol Pedro, uno que recibió el espíritu ese día, dijo a la muchedumbre de testigos oculares que éste era el principio del cumplimiento de la profecía de Joel para los últimos días. Entonces Pedro citó estas palabras adicionales de la profecía de Joel: “Daré prodigios en los cielos y sobre la Tierra, sangre y fuego y columnas de humo. El sol mismo será convertido en tinieblas, y la luna en sangre, antes de la venida del día grande e inspirador de temor de Jehová. Y debe suceder que todo el que invoque el nombre de Jehová saldrá salvo; porque en el monte Sión y en Jerusalén resultarán estar los escapados, así como Jehová ha dicho, y entre los sobrevivientes, a quienes Jehová está llamando.”—Joel 2:28-32; Hech. 2:1-36.
51. Por las expresiones Sión y Jerusalén, ¿a qué se refería Pedro, y por lo tanto de parte de qué serán hallados los sobrevivientes?
51 Por supuesto, el apóstol Pedro no quiso decir la Jerusalén o Sión literal sobre la Tierra; porque Jerusalén que había clamado por la muerte de Jesús y que después persiguió a sus discípulos fieles fue destruida horriblemente por las legiones romanas, solo treinta y siete años después de aquel derramamiento de espíritu santo en el Pentecostés sobre Pedro y sus condiscípulos. Pedro, así como Joel, a quien Pedro citó, se refirió a la Jerusalén celestial, la Sión celestial, que es un símbolo del reino de Dios mediante su Cristo. Por lo tanto tenemos que buscar el ahora establecido reino del Todopoderoso Dios y su Cristo. Solo de parte de él y bajo él podemos estar entre los sobrevivientes.
52. Según Joel, los que hagan ¿qué? saldrán salvos, ¿y qué significa el hacer esto hoy día?
52 El profeta Joel, a quien Pedro citó, dijo concerniente a estos días antes de “la venida del día grande e inspirador de temor de Jehová,” que “todo el que invoque el nombre de Jehová saldrá salvo.” Al obedecer nosotros las palabras del profeta Sofonías de ‘buscar a Jehová’ también tenemos que hacer lo que Joel dijo, ‘invocar el nombre de Jehová.’ Entonces saldremos salvos durante la guerra universal del gran día. Esto ahora requiere que invoquemos a Jehová por medio de su Rey reinante Jesucristo. También significa proclamar el nombre de Jehová públicamente, exactamente como están haciéndolo sus testigos en todas las naciones, de ciudad en ciudad y de casa en casa, de palabra y mediante la página impresa. Su nombre será glorificado mediante su reino, y su reino es el punto en cuestión trascendentalísimo hoy día. Por eso las buenas nuevas de este reino es lo que los buscadores de Jehová tienen que predicar hoy día en toda la Tierra para dar un testimonio final a todas las naciones, antes que venga el fin de estas naciones en la “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso.” El Rey de Jehová, Jesucristo, ha mandado que se dé este testimonio ahora.
53. Al emprender el derrotero correcto, ¿qué dice Sofonías que probablemente le suceda a usted, y de qué dice el Salmo 91:1, 2 que habrá de disfrutarse?
53 Si, en el “tiempo del fin” de este mundo, emprendemos este derrotero plenamente declarado, entonces, dice el inspirado profeta Sofonías, “probablemente sean escondidos en el día de la ira de Jehová.” (Sof. 2:2, 3) ¡Oh qué seguridad habrá de que disfrutar en el lugar de escondite que Jehová tiene para nosotros! ¡Qué descanso, qué paz, qué libertad de temor, qué alegre esperanza de sobrevivir a través del día de su ira contra las naciones enemigas de este mundo! El salmista inspirado describe bellamente la seguridad milagrosa de que habrá de disfrutarse allí, diciendo: “Cualquiera que more en el escondite del Altísimo se conseguirá albergue bajo la mismísima sombra del Todopoderoso. Diré a Jehová: ‘Tú eres mi refugio y mi plaza fuerte, mi Dios, en quien confiaré.’”
54, 55. (a) Estando escondido, ¿qué podrá uno contemplar y ver? (b) ¿Por qué dará satisfacción la recompensa de “longitud de días,” y por qué será eterna la salvación por Jehová?
54 Escondido bajo la sombra de sus alas, imagínese lo que será experimentar la realización de estas palabras mientras la guerra de Dios el Todopoderoso extermina a sus enemigos inicuos: “Mil caerán a tu mismo lado y diez mil a tu mano derecha; a ti no se acercará. Solo con tus ojos contemplarás y verás la retribución misma de los inicuos.” ¡Oh, entonces, seamos sabios y aprovechémonos del tiempo que queda y busquemos a Jehová e invoquemos su nombre! Pues, dice el Todopoderoso Dios, “él me invocará y yo le responderé. Estaré con él en la angustia. Lo rescataré y lo glorificaré. Con longitud de días lo satisfaré, y haré que vea la salvación por mí.”—Sal. 91:1, 2, 7, 8, 15, 16.
55 “Longitud de días” en el nuevo orden de cosas después de la “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso”—¡qué recompensa! Será algo satisfaciente, porque el Reino encargado de ese nuevo orden será una bendición para los hombres de buena voluntad. La salvación que Dios hará ver a los que lo buscan será eterna, porque su reino que trae salvación durará por siempre jamás. Por eso nuestra seguridad a través del futuro inmediato y por todo el tiempo venidero estriba en su Reino. Nuestro derrotero será recompensado con vida si lo buscamos ahora.
56. ¿Por qué podemos aclamar al “gran día de Dios el Todopoderoso,” y en hallar qué debemos participar todos ahora?
56 ¡Todos aclamemos, entonces, al “gran día de Dios el Todopoderoso”! Venga velozmente, porque significa victoria gloriosa para el Dios verdadero Jehová y un gobierno justo mediante su Cristo para la bendición eterna de todos los hombres de buena voluntad, vivos y muertos. Participe ahora con los testigos felices del reino de Jehová en hallar escondite seguro para nuestra “seguridad durante ‘guerra del gran día de Dios el Todopoderoso.’”
[Notas]
El Times de Nueva York del 26 de diciembre de 1959, en la página editorial, bajo “Relaciones exteriores.”
En consonancia con la Traducción del Nuevo Mundo, hay siete diferentes traducciones publicadas del Apocalipsis al hebreo que dicen “Jehová” aquí.
En consonancia con la Traducción del Nuevo Mundo, doce diferentes traducciones publicadas del Evangelio de Lucas al hebreo dicen “Jehová” aquí.