“La fe divorciada de obras está exánime como un cadáver”
“¿De qué provecho es, hermanos míos, el que alguno diga que tiene fe pero no tenga obras? Esa fe no puede salvarlo, ¿verdad?”—Sant. 2:14.
1. Defina fe, y ¿cuáles son algunas de las ideas que transmite la definición?
CUANDO hablamos de fe pensamos en nuestra creencia en Dios. El apóstol Pablo, al describir la fe a los cristianos hebreos, dijo: “Fe es la expectativa segura de cosas esperadas, la demostración evidente de realidades aunque no se contemplan.” (Heb. 11:1) Una expectativa segura tiene algo que la respalda. Transmite la idea de que esta expectativa está garantizada, que habrá una posesión futura. Algunos sugieren que la fe es como una escritura de propiedad de cosas esperadas. La fe también puede envolver fidelidad a nuestras promesas o lealtad al deber. El que tiene fe en Jehová Dios y en su Hijo, Cristo Jesús, querrá mostrar lealtad, obrando en plena armonía con los caminos de Jehová y recomendándoselos a otros.—Sal. 145:10, 11.
2, 3. (a) ¿Qué constituye verdadera fe cristiana? (b) ¿A qué grado esparcieron la fe verdadera los discípulos de Jesús? (c) ¿Qué participación tuvo el apóstol Pablo en esparcir esa fe verdadera?
2 Lo que Jesucristo enseñó a sus discípulos y lo que ha sido transmitido a todos los cristianos a través de los siglos por medio de la Palabra de Dios constituye verdadera fe cristiana. (Efe. 1:15-17; 4:5) En los días primitivos del cristianismo, cuando los discípulos de Jesús hablaron las cosas que Jesús les había enseñado, muchos creyeron y pusieron fe en Cristo Jesús y en sus enseñanzas. Los discípulos dieron prioridad a esta obra de predicar y enseñar. “Por consiguiente, la palabra de Dios siguió creciendo, y el número de los discípulos siguió multiplicándose muchísimo en Jerusalén; y una gran muchedumbre de sacerdotes empezó a ser obediente a la fe.” (Hech. 6:7) Estas buenas nuevas que predicaron los discípulos ciertamente se esparcieron, y la propia fe de ellos en esas buenas nuevas llegó a ser bien conocida; por eso, cuando Pablo escribió a los romanos, pudo decir con certeza: “Ante todo, doy gracias a mi Dios por medio de Jesucristo acerca de todos ustedes, porque por todo el mundo se habla de la fe de ustedes.”—Rom. 1:8.
3 Pablo fue un verdadero evangelizador, un proclamador de las buenas nuevas. Aprendió acerca de Jesucristo, que por medio de su muerte en el madero de tormento suministró el medio para quitar el pecado del mundo, y Pablo aprendió acerca de la resurrección de Jesús de entre los muertos. Pablo apreció tan profundamente el significado de estas cosas que le pareció que todos deberían saber acerca de ellas. De modo que viajó miles de kilómetros, gran parte de ellos a pie, predicando y enseñando. Inició la predicación en territorio nuevo como lo haría un misionero, y le llevó a un gran número de personas de muchas naciones el mensaje que les suministraba una base para la fe.
“La palabra de fe que proclamamos”
4. ¿Cuál era la “palabra de fe” que proclamaba Pablo, y cómo participó en proclamarla?
4 Pablo le decía a la gente, tal como escribió a los romanos: “‘La palabra está cerca de ti: está sobre tus labios y en tu corazón.’ Esto significa la palabra de fe que proclamamos. Si está en tus labios la confesión, ‘Jesús es Señor,’ y en tu corazón la fe de que Dios lo levantó de entre los muertos, entonces hallarás salvación. Porque la fe que lleva a justicia está en el corazón, y la confesión que lleva a salvación está sobre los labios.” (Rom. 10:8-10, The New English Bible) Pablo hablaba en sinagogas, a lo largo de las márgenes de ríos, en escuelas, en prisión, en hogares particulares, a toda clase de gente, judíos, y griegos, y muchedumbres de diversos tamaños. Cuando Pablo hablaba, la “palabra” venía a estar cerca de ellos, tan cerca que podían repetirla con sus propios labios y abrigarla en su propio corazón. Algunos sí creyeron y ejercieron tal fe en su corazón.
5. Para que la expresión de fe resulte en una posición justa delante de Dios, tiene que incluir fe ¿en quién?
5 Concerniente a la “fe que lleva a justicia,” Pablo escribió a los romanos: “¿Qué diremos, pues? Que las gentes de las naciones, aunque no seguían tras justicia, alcanzaron justicia, la justicia que resulta de la fe; mas Israel, aunque seguía tras una ley de justicia, no logró alcanzar la ley.” (Rom. 9:30, 31) Es muy evidente que debido al evangelismo de Pablo se les ayudó a muchos gentiles a alcanzar la justicia. Los otros discípulos, también, por medio de su enseñanza en muchas ciudades ayudaron a millares de gentiles a conseguir un conocimiento de Cristo Jesús, y éstos alcanzaron la justicia, la justicia que resulta de la fe en el Hijo de Dios. Según lo que Pablo señaló a los judíos que hacían grandes esfuerzos por guardar la ley mosaica, nunca pudieron alcanzar la justicia. “¿A qué se debió esto? A que sus esfuerzos no se basaban en fe, sino (como ellos suponían) en obras. Tropezaron con la ‘piedra’ que se menciona en la Escritura: ‘Aquí pongo en Sión una piedra sobre la cual tropezar, una roca contra la cual tropezar; pero el que tiene fe en él no será avergonzado.’”—Rom. 9:32, 33, NE.
6. (a) ¿A qué se debe que los judíos como nación rechazaron a Jesús como Mesías, y por eso a quiénes se proclamó el mensaje de que “Jesús es Señor”? (b) ¿En qué se basaba la “palabra de fe” de la que habló Pablo?
6 La ley que fue dada a los judíos habría de ser un tutor que los llevara a Cristo. Habría de traerlos al Mesías y ayudarlos a reconocerlo y aceptarlo como su instructor y Señor cuando viniera. (Gál. 3:24) Sin embargo la mayoría de ellos, por falta de fe, tropezaron sobre el mismísimo a quien los estaba dirigiendo la justa ley de Dios, a saber, el Hijo de Dios. Por eso, ahora, la “palabra” o mensaje de que “Jesús es Señor” no solo se estaba proclamando a los judíos, sino también a los gentiles, a todas las naciones. Esta “palabra” de Dios se hace fácilmente disponible a gente en todas partes. En su carta a los romanos Pablo dijo que la “palabra está cerca de ti: está sobre tus labios y en tu corazón.” Pero, ¿qué hará el individuo acerca de ello? Si la “palabra” realmente penetra en su corazón él creerá. Tendrá fe en Jesucristo como Señor y como aquel por medio de quien Dios llevará a cabo todas Sus magníficas promesas. (2 Cor. 1:20) A fin de tener tal fe tiene que tener conocimiento... en primer lugar, conocimiento de Dios y conocimiento de lo que Él ha dicho y hecho, porque la provisión para salvación por medio de Cristo se origina con Dios. Dios mismo levantó a Jesús de entre los muertos. Es acerca de esto que Pablo está tratando de convencer a la gente, especialmente a los romanos de su día. A veces en el día de Pablo se hacía necesario grabar en la mente de aun los que afirmaban estar dedicados a Dios el significado de estas verdades fundamentales. Pablo estaba proclamando “la palabra de fe.” ¿En qué se basaba esa fe? Había dos cosas muy definidas que Pablo tenía presentes, y es preciso que nosotros también las tengamos presentes, 1.900 años después. Para ser cristiano uno tiene que oír “la palabra de fe” y estar convencido de (1) Que Jesús, el Hijo de Dios, es Señor, que por su muerte de sacrificio compró a la humanidad y por eso los cristianos tienen que reconocerlo como su dueño; también, (2) Que Jehová Dios levantó a Jesús de entre los muertos. Por supuesto, uno querría alguna prueba de estas dos cosas puesto que son esenciales para que uno halle salvación, es decir, para que halle vida eterna.—2 Cor. 5:14, 15.
7. Debido a fe fuerte, ¿qué reconocieron los discípulos de Jesús acerca de la identidad de Jesús, pero cómo reaccionaron los fariseos?
7 Los discípulos que anduvieron con Cristo Jesús hace diecinueve siglos tuvieron una maravillosa oportunidad de adquirir fe fuerte porque realmente anduvieron con el Hijo de Dios. Lo oyeron hablar mientras estuvo aquí sobre la Tierra como criatura humana y después de su resurrección también. Cuando Jesús preguntó a sus seguidores: “¿Quién dicen que soy?” pudieron contestar con convicción que él era el Mesías, el Hijo de Dios. (Mat. 16:15, 16) Pero sobre este asunto los fariseos faltos de fe fueron puestos en una posición donde ya no pudieron contestar a Jesús. El registro de ello se halla en Mateo 22:41-46: “Luego, mientras estaban reunidos los fariseos, Jesús les preguntó: ‘¿Qué les parece del Cristo? ¿De quién es hijo?’ Le dijeron: ‘De David.’ Él les dijo: ‘¿Cómo es, pues, que David por inspiración lo llama “Señor,” diciendo: “Jehová dijo a mi Señor: ‘Siéntate a mi diestra hasta que ponga a tus enemigos debajo de tus pies’”? Por lo tanto, si David lo llama “Señor,” ¿cómo es su hijo?’ Y nadie podía decir una palabra en respuesta a él.”
8, 9. (a) ¿Qué tienen que confesar los cristianos acerca de Jesús para mostrar su fe, y cómo han de demostrar que en realidad creen esto? (b) Entonces, ¿qué paso adicional tiene que dar uno para mostrar su fe?
8 Sin embargo, Pedro en el día del Pentecostés aclaró quién era este “Señor” y que estaba a la diestra de Dios. Dijo: “Por lo tanto sepa con certeza toda la casa de Israel que Dios lo hizo Señor y también Cristo, a este Jesús a quien ustedes fijaron en un madero.” (Hech. 2:36) Tal como lo hicieron los apóstoles y los cristianos primitivos, así los cristianos hasta este día confiesan con sus labios que Jesús es Señor. Sin embargo, si son cristianos verdaderos esto es más que una expresión verbal. Demuestran su sumisión a Cristo como Señor por medio de hacer la voluntad del Padre de Jesús, como Jesús enseñó a sus discípulos que lo hicieran. (Mat. 7:21; Juan 15:8) Los cristianos tienen que creer algo más también, y eso es que Jesús fue resucitado de entre los muertos por Dios. Pedro confirmó esto en el día del Pentecostés. Dijo: “A este Jesús lo resucitó Dios, del cual hecho todos nosotros somos testigos.” (Hech. 2:32) Ahora bien, ¿cree usted estos dos hechos fundamentales que fueron declarados tanto por Pablo como por Pedro: que “Jesús es Señor” y que a “este Jesús lo resucitó Dios” de entre los muertos? Si usted lo cree, entonces hay algo que tiene que hacer acerca de ello, a saber, confesar su fe con sus labios. Los que hacen tal confesión de corazón deberían bautizarse. El apóstol Pedro instó a que hicieran eso los que lo oyeron hablar en el Pentecostés de 33 E.C. “Por lo tanto los que abrazaron su palabra de buena gana fueron bautizados, y en aquel día unas tres mil almas fueron añadidas.”—Hech. 2:40, 41.
9 Piense en ello: ¡unos tres mil de aquellos a quienes habló Pedro se bautizaron! Fueron añadidos a la congregación y continuaron dedicándose a la enseñanza de los apóstoles y personalmente participaron en predicar las buenas nuevas a otros.—Mat. 28:19, 20; Hech. 8:1, 4.
10. (a) ¿Cómo trató el apóstol Pablo de estimular a los de la congregación romana a actividad celosa? (b) ¿Qué, entonces, harían para probar su fe, poniendo qué ejemplo para los cristianos hoy día?
10 Muchos años después, alrededor de 56 E.C., el apóstol Pablo estaba escribiendo a la congregación cristiana de Roma. Quizás esa congregación haya sido establecida por algunos judíos o prosélitos de Roma que habían visitado a Jerusalén en el día del Pentecostés de 33 E.C. Quizás hayan presenciado en aquella ocasión el milagroso derramamiento del espíritu santo. (Hech. 2:1-5, 10) Ya habían pasado veintitrés años. En el ínterin Pablo había llegado a ser un apóstol a las naciones y, estando interesado en la congregación de Roma, trataba de despertarlos a mayor actividad para que estas buenas nuevas del Reino se predicaran aun más extensamente que lo que se habían predicado hasta ese tiempo. Las cosas en las cuales confesaron fe antes del bautismo también se habrían de declarar públicamente después del bautismo para que otros creyeran. Pablo escribió: “Si está en tus labios la confesión, ‘Jesús es Señor,’ y en tu corazón la fe de que Dios lo levantó de entre los muertos, entonces hallarás salvación.” (Rom. 10:9, NE) Si realmente creían esto serían celosos en predicarlo a otros. Tenían que probar su fe por las cosas que estaban en sus labios, expresando a otras personas su creencia de que Jesús verdaderamente es Señor. Tenían que probar por sus acciones que creían que Jesús había sido exaltado a una posición secundaria únicamente a Dios y que ‘toda lengua debería reconocer abiertamente que Jesucristo es Señor para la gloria de Dios el Padre.’ (Fili. 2:9-11) Nosotros, también, tenemos que dar evidencia de que tenemos tal fe. Por supuesto, a fin de creer eso, todo cristiano también tiene que creer que Jesucristo fue levantado de entre los muertos, y que Jehová Dios en el cielo hizo esto para su Hijo. Pablo muestra en su carta que él estaba convencido de ello, y estaba tratando de persuadir a todos los lectores de su carta a que ellos deberían declarar la información de que Jesús es Señor y que Dios lo levantó de entre los muertos. De esa manera el individuo hallará salvación. Por supuesto, el que es salvado es un ganador. Vence al mundo. Conseguirá vida eterna.
11, 12. ¿Cómo muestra Romanos 10:10 que la fe verdadera tiene que estar profundamente arraigada?
11 Pablo enfatiza la necesidad de fe, no solo en estas dos cosas, el que Jesús sea Señor y su resurrección, sino, por supuesto, en todas las cosas que Jesús enseñó. Esta fe tiene que estar profundamente arraigada, no ser superficial, no ser algo que solo está por encima; “la fe que lleva a justicia está en el corazón, y la confesión que lleva a salvación está sobre los labios.”—Rom. 10:10, NE.
12 Hoy en todo el mundo los testigos cristianos de Jehová están haciendo esta confesión. Personas de todas las naciones en centenares de lenguajes están aprendiendo la verdad de la Palabra de Dios. Los cristianos tienen que probar que tienen fe por las obras que ejecutan.
¿De qué sirven las palabras sin obras?
13. Aunque no fue discípulo de Jesús al principio, ¿qué derrotero de fe siguió con el tiempo Santiago, el medio hermano de Jesús?
13 El discípulo Santiago, medio hermano de Jesús, sin duda estaba familiarizado con las actividades de su hermano, pero no hay ningún dato que indique que haya sido un discípulo que siguió a Jesús durante su ministerio terrestre. Es posible que Santiago haya estado entre los parientes suyos que dijeron de Jesús: “Ha perdido el juicio.” (Mar. 3:21) Sin embargo, muy probablemente es este Santiago el que vio a Jesús después de su resurrección. Pablo evidentemente se refirió a él cuando escribió a los corintios: “Después de eso se les apareció a más de quinientos hermanos de una vez . . . Después de eso se le apareció a Santiago, luego a todos los apóstoles.” (1 Cor. 15:6, 7) De modo que es probable que este Santiago, después de la muerte de Jesús y antes del Pentecostés de 33 E.C., se reunió para oración junto con su madre y los apóstoles y otros en el aposento de arriba en Jerusalén. (Hech. 1:13, 14) Llegó a ser creyente de que Jesús es Señor, y también supo que Jesús fue levantado de entre los muertos. Más tarde Santiago llegó a ser un seguidor prominente de Cristo Jesús y, en años posteriores, fue uno de los que participaban en hacer decisiones en el interés de todas las congregaciones cuando el cuerpo de ancianos se reunía en Jerusalén.—Hech. 15:6, 13.
14. (a) ¿Cómo mostró Santiago la interrelación de la fe y las buenas obras? (b) ¿Qué palabras de Jesús nos muestran la base sobre la cual él está separando ahora a la gente, ya sea con vida o muerte en mira?
14 Santiago escribió algunas cosas muy fuertes a sus hermanos cristianos, y trató de este asunto de la fe. Lo consideró de la misma manera que Pablo. Santiago lo expresó de esta manera: “Hermanos míos, ¿de qué sirve que el hombre diga que tiene fe cuando no hace nada para mostrarlo?” (Sant. 2:14, NE) Un individuo no tiene razón alguna para hacer alarde de su fe si no tiene obras para respaldarla. Realmente su afirmación de que tiene fe es espuria. Para ilustrar este asunto importante de obras apropiadas Santiago hace una pregunta a la congregación: “Si un hermano o una hermana están en estado de desnudez y les falta el alimento suficiente para el día, sin embargo alguno de entre ustedes les dice: ‘Vayan en paz, manténganse calientes y bien alimentados,’ pero ustedes no les dan las cosas necesarias para el cuerpo, ¿de qué provecho es?” (Sant. 2:15, 16) Se necesitan obras para demostrar que el deseo que se expresa en las palabras es genuino. Recordamos que Jesús dijo: “Cuando el Hijo del hombre llegue en su gloria, y todos los ángeles con él, entonces se sentará sobre su glorioso trono. . . . y separará a la gente unos de otros, así como el pastor separa las ovejas de las cabras. Y pondrá las ovejas a su derecha, pero las cabras a su izquierda. Entonces dirá el rey a los de su derecha: ‘Vengan, ustedes que han sido bendecidos por mi Padre, hereden el reino preparado para ustedes. . . . Fui extraño y me recibieron hospitalariamente; desnudo estuve, y me vistieron. . . . Al grado que lo hicieron a uno de los más pequeños de estos mis hermanos, a mí me lo hicieron.’”—Mat. 25:31-40.
15, 16. (a) ¿Qué explicación tenemos de la palabra “desnudo” que se halla en Mateo 25:36? (b) ¿Cómo puede una persona hacer buenas obras a los “hermanos” de Jesús y no simplemente estar diciendo, de hecho: “Que tengan buena suerte”?
15 No sería necesario que las personas estuvieran literalmente desnudas para que necesitaran ayuda. La nota al pie de la página de la Traducción del Nuevo Mundo, en inglés, sobre Mateo 25:36 dice: “O, ‘sin llevar suficiente ropa’; en el lenguaje común la palabra original para esta expresión quería decir ‘ligeramente cubierto, solo con la prenda de vestir interior,’ por consiguiente escasamente vestido, no necesariamente desnudo.” Sea que la persona esté desnuda o ligeramente vestida, el individuo que viera la condición del “extraño” no debería decir simplemente: ‘Ve en paz, manténte caliente y bien alimentado.’ Por supuesto, no podemos ofrecer tal ayuda personalmente a Jesús, pero podemos hacerlo a sus “hermanos,” a los cristianos ungidos con espíritu que están vivos aquí en la Tierra. ¿Les ofrece usted tal ayuda, haciéndolo tanto porque usted ve su necesidad como porque sabe que ellos pertenecen a Cristo?—Mat. 10:41, 42.
16 Santiago indica que las palabras que no se apoyan con hechos no son de ningún valor. El solo decir las palabras ‘Mantente caliente’ no beneficiará a su hermano cristiano ni a su hermana cristiana. Otra traducción expresa las palabras de Santiago de esta manera: “Supongan que un hermano o hermana está en harapos sin suficiente alimento para el día, y uno de ustedes dice: ‘Que tengan buena suerte, manténganse calientes, y tengan bastante que comer,’ pero no hace nada para satisfacer sus necesidades físicas, ¿de qué sirve eso?” (NE) Si uno quiere ver que las personas se mantengan calientes, entonces se requerirá un poco de trabajo de parte del cristiano para encargarse de que las personas se mantengan calientes dándoles algo, no simplemente diciendo: “Que tengan buena suerte,” sin hacer nada para satisfacer las necesidades físicas. De manera semejante, la fe tiene que estar acompañada de obras. La fe tiene que apoyarse con acción.
¿Está su fe muerta o viva?
17. ¿Cuál es el punto de Santiago 2:18?
17 Santiago dice al continuar: “Así sucede con la fe; si no lleva a acción, en sí es una cosa exánime.” (Sant. 2:17, NE) Eso es cierto. Ahora Santiago introduce a una persona imaginaria, y dice: “No obstante, cierta persona dirá: ‘Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe aparte de las obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.’” (Sant. 2:18) El punto que se considera aquí no es si las obras en armonía con la ley mosaica llevan a salvación o la fe en Jesucristo lleva a la salvación. Más bien, se está estableciendo un contraste entre la fe que es verdadera y viva y una fe muerta o exánime. Otra traducción la presenta de esta manera: “Pero quizás alguien objete: ‘Aquí está uno que afirma tener fe y otro que señala a sus obras.’ A lo cual respondo: ‘Demuéstrame que esta fe de la que hablas es verdadera aunque no está acompañada de obras, y por mis obras te demostraré mi fe.’”—NE.
18, 19. (a) ¿Qué evidencia tenemos de que muchas personas que dicen que creen en Dios y Cristo no tienen fe verdadera? (b) ¿Qué dijo Santiago a los que profesaban creer en Dios pero que no tenían una fe activa?
18 De modo que se impone la pregunta en la mente de uno: ¿Puede probar el cristiano su fe sin absolutamente ninguna obra? O, ¿tiene que probar el cristiano su fe por medio de demostrar a otros por el uso de su corazón, mente, alma y fuerzas que su fe es una fe viva, una fe productiva, no una fe muerta? Santiago está mostrando que las obras o la actividad son prueba de la fe de uno. Hay muchas personas en el mundo hoy día que dicen que creen en Dios, pero cuando se les pregunta: ‘¿Quién es él? ¿Qué ha hecho? ¿Qué está haciendo?’ con eso se termina la conversación. No tienen verdadera fe en Dios, porque no lo conocen. No tienen ninguna “expectativa segura de cosas esperadas.” No conocen ninguna “demostración evidente de realidades aunque no se contemplan.” (Heb. 11:1) Otras dicen, ‘Creo en Jesucristo,’ pero cuando se les pregunta: ‘¿Qué está haciendo ahora Jesucristo?’ en realidad no lo saben. Dicen que murió. No creen que él es el Señor resucitado, vivo en los cielos, en quien se ha depositado gran poder y que está reinando como rey, que pronto habrá de poner fin al inicuo sistema de cosas, y que se está preparando para cumplir plenamente la oración que se les ha enseñado a los cristianos a hacer, a saber, “Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.” (Mat. 6:10, Val Rev) Tales personas absolutamente no saben explicarle a uno cosa alguna acerca de su fe. No pueden respaldarla con prueba bíblica. No tienen ninguna esperanza. En realidad, no creen que Jesús es Señor y que Jehová Dios lo levantó de entre los muertos y que ha sido hecho rey del reino de Dios y ha sido puesto en el trono celestial para la bendición de toda la humanidad. ¿Lo cree usted?
19 Evidentemente Santiago en su consideración con la gente que profesaba ser de la congregación de Dios en el primer siglo descubrió que algunos no tenían una fe que estaba viva, que estaba activa, una fe que movía la persona a mostrar amor genuino para con sus hermanos cristianos y a participar en producir más discípulos de Jesucristo. De modo que Santiago dijo: “Tú crees que hay un solo Dios, ¿verdad? Haces bastante bien. Y sin embargo los demonios creen y se estremecen.” (Sant. 2:19) ¿Por qué dijo eso Santiago?
20, 21. ¿Cómo sabemos que los demonios creen en Dios, pero qué les sucedió en el tiempo del Diluvio, y por qué?
20 Señala que los demonios creen que hay un Dios. De hecho, lo saben bastante bien, porque “cuando los hombres comenzaron a crecer en números sobre la superficie del suelo y les nacieron hijas, entonces los hijos del Dios verdadero empezaron a observar a las hijas de los hombres, que ellas eran bien parecidas; y se pusieron a tomar esposas para sí, a saber, todas las que escogieron.” (Gén. 6:1, 2) Estos “hijos del Dios verdadero” eran criaturas espíritus pero se materializaron. A medida que “continuaron teniendo relaciones con las hijas de los hombres y ellas les dieron a luz hijos, éstos fueron los poderosos que eran de la antigüedad, los hombres de fama.” Debido a su depravación estos ángeles caídos hicieron estragos en la Tierra, y su prole híbrida, “los poderosos,” sin duda tuvieron mucho que ver con la “violencia” que llenó la Tierra en aquellos días. Como resultado, Dios dijo que iba a destruir a la humanidad con un diluvio, preservando solo a Noé, su esposa y sus tres hijos y sus esposas.—Gén. 6:4-7, 11-13.
21 ¿Qué les sucedió a aquellos ángeles materializados cuando cayeron las aguas del diluvio? Fueron obligados a volver a la región de los espíritus, pero no a los puestos asignados que habían abandonado. Judas nos dice: “A los ángeles que no guardaron su posición original, sino que abandonaron su propio y debido lugar de habitación, los ha reservado con cadenas sempiternas bajo densa oscuridad para el juicio del gran día.” (Jud. 6) Santiago se refiere a estos ángeles como demonios. Estos demonios creían que hay un solo Dios, creían que existe, pero no hacían las obras de Dios.
22, 23. ¿Qué evidencia hay de que los demonios también sabían acerca de Cristo Jesús y reconocían su poder?
22 Sabían acerca del Hijo de Dios, Cristo Jesús, también, pero no hacían sus obras. Cuando Jesús estuvo en el país de los gadarenos encontró a dos hombres poseídos de demonios que salían de entre las tumbas conmemorativas. Estos hombres eran excepcionalmente feroces y nadie tenía valor para pasar por ese camino. Estos demonios sabían quién era Jesucristo. “Gritaron, diciendo: ‘¿Qué tenemos que ver contigo, Hijo de Dios? ¿Viniste aquí a atormentarnos antes del tiempo señalado?’” El relato nos dice que Jesús expulsó a los demonios de los hombres y los demonios entraron en una piara de puercos.—Mat. 8:28-32.
23 No había ninguna duda acerca de que estos demonios creían que hay un Dios y que Jesús es el Hijo de Dios. Y se estremecieron al pensar en lo que esto significaba para ellos. Pedro nos dice: “Dios no se contuvo de castigar a los ángeles que pecaron, sino que, echándolos en el Tártaro, los entregó a hoyos de densa oscuridad para ser reservados para juicio.”—2 Ped. 2:4.
24. Por eso, pues, ¿por qué no es suficiente creer en Dios?
24 Es muy evidente que estos hijos de Dios se hicieron demonios debido a no hacer la voluntad de Dios. Fueron rebeldes. Ciertamente sabían que hay un Dios; y ahora Santiago, al hablar a los de la congregación cristiana, dice: “Tú crees que hay un solo Dios, ¿verdad? Haces bastante bien.” Pero si su creencia solo llegaba hasta ese punto, entonces no se hallaban en mucho mejores circunstancias que los demonios. Los demonios están en contra de Dios, y sin embargo creen. Tienen conocimiento. Saben la posición que ocupa Jehová en el universo, pero no se someten a su voluntad. De modo similar, millones sobre millones de personas aquí mismo en la Tierra creen que hay un Dios, y dicen que tienen fe, pero ¿dónde están sus obras? La fe de ellas es una fe muerta.
Evidencia de fe viva
25. (a) ¿A qué preguntas se enfrenta cada uno de nosotros ahora? (b) ¿Qué nos dice Santiago acerca de la fe de Abrahán?
25 De modo que Santiago presenta el asunto sin rodeos ante sus oyentes: “¿No puedes ver, tú sofista, que la fe divorciada de obras es estéril?” (Sant. 2:20, NE) Una mujer estéril no da a luz; no produce. ¿Qué hace para usted su fe? ¿Tiene obras? ¿Produce algo? ¿Vive usted en armonía con lo que profesa creer? ¿Le ayuda su fe a hacer discípulos de Cristo Jesús? ¿Está usted aumentando los intereses del Reino? Para enfatizar su punto, Santiago nos da una ilustración y habla acerca de Abrahán: “¿No fue por su acción, al ofrecer su hijo Isaac sobre el altar, que fue justificado nuestro padre Abrahán? Ciertamente puedes ver que la fe estaba obrando en sus acciones, y que por estas acciones se probó plenamente la integridad de su fe. Aquí hubo cumplimiento de las palabras de la Escritura: ‘Abrahán puso su fe en Dios, y se le contó esa fe como justicia’; y en otra parte se le llama ‘amigo de Dios.’ Ustedes ven, pues, que un hombre es justificado por obras y no por la fe en sí misma.” (Sant. 2:21-24, NE) ¿Tiene usted fe como la de Abrahán, la clase de fe que mueve a uno a poner el hacer la voluntad de Dios delante de la vida misma?
26. (a) Según lo relató Pablo, ¿cómo exhibieron fe Abrahán y Sara en las promesas de Dios? (b) ¿Qué pregunta se presenta ahora para cada uno de nosotros?
26 Pablo, en su carta concerniente a la fe, dijo: “Fe es la expectativa segura de cosas esperadas.” Él, también, escribió acerca de Abrahán y usa a Abrahán como ejemplo de fe tomado de la vida real. Dice: “Por fe Abrahán obedeció la llamada para salir a una tierra destinada para él mismo y sus herederos, y salió de casa sin saber a dónde habría de ir. Por fe se estableció como residente forastero en la tierra que se le prometió, viviendo en tiendas, como lo hicieron Isaac y Jacob, que fueron herederos de la misma promesa. Porque esperaba la ciudad con fundamentos firmes, cuyo arquitecto y edificador es Dios. Por fe aun Sara misma recibió fuerzas para concebir, aunque había pasado de la edad, porque juzgó que aquel que había prometido sería fiel; y por lo tanto de un solo hombre, y éste como si estuviese muerto, brotaron descendientes numerosos como las estrellas o como los innumerables granos de arena a la orilla del mar.” (Heb. 11:8-12, NE) Sabemos que Abrahán murió sin obtener el cumplimiento de la promesa que se le hizo, pero ciertamente tuvo fe y una expectativa segura de las cosas esperadas, y a través de toda su vida tuvo la evidencia de la bendición de Dios sobre él. La fe que Abrahán tenía en “la ciudad . . . cuyo arquitecto y edificador es Dios” lo movió a dejar atrás las comodidades materiales a fin de hacer la voluntad de Dios. ¿Demuestra usted, de modo similar, por sus obras que el reino de Dios le es más importante que las posesiones materiales?—Luc. 12:29-31.
27. ¿Cómo mostró Noé que era un hombre con una fe activa?
27 Hubo otro hombre, uno que vio lo que los hijos de Dios habían hecho en su asociación con las hijas de los hombres antes del diluvio global, y Pablo también lo usa como ilustración de una persona que muestra verdadera fe. Leemos: “Por fe Noé, habiéndosele dado advertencia divina de cosas todavía no contempladas, mostró temor piadoso y construyó un arca para la salvación de su casa; y por esta fe condenó al mundo, y vino a ser heredero de la justicia que es según fe.” (Heb. 11:7) La edificación del arca no se logró por un milagro. Noé tuvo que cortar árboles, labrarlos, y poner diversos compartimientos en la estructura. Tuvo que cubrir el interior y el exterior con alquitrán. (Gén. 6:14) Esta arca no fue pequeña; sus medidas fueron 133,5 metros de largo, 22,3 metros de ancho y 13,4 metros de alto. Esta colosal estructura semejante a cofre fue edificada en tierra seca. La Biblia también detalla su muy interesante lista de pasajeros. Además de Noé, su esposa, sus tres hijos y sus esposas, a Noé se le mandó que introdujera otras criaturas en el arca con él: “De toda criatura viviente de toda clase de carne, dos de cada una, traerás dentro del arca para conservarlas vivas contigo. Macho y hembra serán. De las criaturas volátiles según sus géneros y de los animales domésticos según sus géneros, de todos los animales movientes del suelo según sus géneros, dos de cada uno entrarán a ti allí para conservarlos vivos. Y en cuanto a ti, toma para ti toda clase de alimento que se come; y tienes que recogértelo, y tiene que servirles de alimento a ti y a ellos. Y Noé procedió a hacer conforme a todo lo que le había mandado Dios. Hizo precisamente así.” (Gén. 6:19-22) ¿Diría usted que Noé tuvo obras que demostraran su fe?
28. Debido a su fe activa, ¿qué rechazó Moisés?
28 Los lectores de la Biblia han aprendido en las Escrituras acerca de otro hombre. Mostrando que tenía una expectativa segura de cosas esperadas, Pablo dice de él: “Por fe Moisés, ya crecido, rehusó ser llamado hijo de la hija de Faraón, escogiendo ser maltratado con el pueblo de Dios más bien que disfrutar temporalmente del pecado, porque estimó el vituperio del Cristo como riqueza más grande que los tesoros de Egipto; porque miraba atentamente hacia el pago del galardón. . . . Por fe había celebrado la pascua y la salpicadura de la sangre, para que el destructor no tocase a los primogénitos de ellos. Por fe pasaron por el mar Rojo como en tierra seca, pero los egipcios al aventurarse sobre ella fueron tragados.”—Heb. 11:24-29.
29. ¿Qué cosa en el proceder de Rahab para con los dos espías muestra que tenía fe en Jehová?
29 Santiago no empleó tiempo para considerar la fe de otros hombres, como lo hizo Pablo. Dirigiéndose a sus hermanos y hermanas, solo se refirió a Abrahán y Rahab. De modo que dijo: “Lo mismo aplica también a la prostituta Rahab. ¿No fue justificada por su acción al recibir a los mensajeros en su casa y enviarlos por una ruta diferente?” (Sant. 2:25, NE) Rahab se crió en un país donde se adoraban otros dioses, no el Dios de Israel. Pero oyó acerca del Dios de Israel y tuvo fe en éste debido a lo que Él había hecho por los israelitas. Pablo se refirió a ella también, tal como Santiago, poniéndola como ejemplo de fe. Pablo dijo: “Por fe Rahab la ramera no pereció con los que obraron desobedientemente, porque recibió a los espías de manera pacífica.” (Heb. 11:30, 31) No solo creyó Rahab lo que le dijeron los mensajeros cuando entraron en su casa, sino que obró a favor de ellos. Ocultó a los mensajeros y les ayudó a escapar. También reunió a su familia en un lugar seguro. Creyó que era cierto lo que le dijeron los israelitas.
30, 31. ¿Qué conexión hace Santiago entre el cuerpo y el aliento y la fe y las obras, y por eso cuál es el propósito de las palabras de Santiago?
30 Santiago concluye su consideración sobre la fe al decir: “Como el cuerpo está muerto cuando no queda ningún aliento en él, así la fe divorciada de obras está exánime como un cadáver.” (Sant. 2:26, NE) En días pasados, si una persona quería estar segura de que no quedaba ningún aliento en un cuerpo tomaba un vidrio o un espejo y lo acercaba a la boca y nariz de la persona. Si había algún aliento en ese cuerpo podría verlo en el vidrio. Si no había señal alguna de aliento, decía que la persona estaba muerta. De modo que Santiago usa la ilustración de un cuerpo. Tal como cuando no hay aliento en él, así se halla la persona que profesa tener fe pero que no tiene obras. Cuando la fe está divorciada de las obras y no hay ningún trabajo que respalde esa fe, entonces la fe de uno es como un cadáver exánime.
31 Una cosa que debemos tener presente es que Santiago dirige sus palabras a cristianos, a personas que están dedicadas a Jehová Dios y están bautizadas y que afirman plenamente ser testigos cristianos de Jehová. Se está esforzando por despertar a cada uno de ellos a acción. Si tienen fe deben demostrarla. No olvide cómo empezó él su disertación sobre la fe: “¿De qué provecho es, hermanos míos, el que alguno diga que tiene fe pero no tenga obras?”—Sant. 2:14.
32, 33. ¿Por qué razón deben tener fe fuerte los testigos de Jehová hoy día, y dan prueba de tener tal fe?
32 Hoy nuestra fe debe ser fuerte debido a que tenemos toda la Biblia. Tenemos las Escrituras Hebreas y las Escrituras Griegas. Vemos lo que la gente hizo movida por fe antes que Cristo Jesús, el Hijo de Dios, apareciera en la escena terrestre. También vemos la fe de los cristianos primitivos y lo que hicieron. Reconocieron que Jesucristo era el Hijo de Dios; observaron su derrotero en la vida y su determinación de predicar las buenas nuevas del Reino y luego lo imitaron al cifrar su fe en ese reino y predicar las buenas nuevas. Ahora Jesús ha sido resucitado de entre los muertos. Concerniente a éste cuyo ejemplo los cristianos verdaderos tratan de imitar, Hebreos 1:3 dice: “Él es el reflejo de su gloria [de Dios] y la representación exacta de su mismo ser, y sostiene todas las cosas por la palabra de su poder; y después de haber hecho una purificación por nuestros pecados se sentó a la diestra de la Majestad en lugares encumbrados.”
33 De modo que hoy hallamos a centenares de miles de testigos cristianos de Jehová con fe fuerte. Tienen en sus labios la fe de que Jesús es Señor, para gloria de Dios, y en su corazón está la fe de que Dios levantó a Cristo Jesús de entre los muertos. Teniendo esta clase de fe y declarándola públicamente, hablando a gente de todas las naciones y lenguas acerca de ella, tienen una expectativa segura de salvación a vida eterna.
34. Si tenemos fe en Jehová, ¿cómo reaccionaremos ante la situación que se describe en Habacuc 3:17, 18?
34 Quizás el inicuo sistema de cosas ejerza presión severa sobre ellos durante las horas de su conclusión; quizás padezcan de estrechez económica; puede que a veces su mismísima supervivencia parezca dudosa. Pero ante todo esto, con fe en Jehová tendrán motivo para estar gozosos. Como el profeta Habacuc fue inspirado a escribir: “Aunque la higuera misma no florezca, y no haya fruto en las vides; . . . sin embargo, en cuanto a mí, ciertamente me alborozaré en Jehová mismo; ciertamente estaré gozoso en el Dios de mi salvación.”—Hab. 3:17, 18.
35. Actualmente, ¿qué actividad en particular mostrará que tenemos una fe viva?
35 Hoy estamos muy cerca de ese tiempo crítico. Estamos viviendo en los últimos días de este sistema de cosas, y vemos el cumplimiento de las profecías, especialmente de la que se presenta en el capítulo veinticuatro de Mateo, que describe las mismísimas cosas que acontecerían antes que termine este sistema de cosas. Jesús dijo, como se registra en Mateo 24:14: “Y estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin.” Los testigos de Jehová creen esto. Tienen fe en el reino de Dios y por eso han declarado en todo el mundo estas buenas nuevas. Sin duda todos se interesarán en ver lo que hicieron los testigos de Jehová durante el año de servicio pasado.
Informe mundial
36, 37. (a) ¿Cómo muestra el cuadro de servicio publicado en esta revista la fe de los testigos de Jehová? (b) ¿A qué grado se han hecho nuevos discípulos durante el año pasado?
36 Al consultar el cuadro en las páginas 155 a 158 usted podrá ver lo que los testigos cristianos de Jehová han efectuado en cuanto a predicar las buenas nuevas del reino de Dios durante el año de servicio de 1973 en 208 diferentes países, tierras e islas del mar. Todo este territorio es atendido por oficinas de sucursal de la Sociedad Watch Tower establecidas en 95 diferentes países.
37 Como bien saben los cristianos, Jesús mandó a sus discípulos: “Vayan y hagan discípulos de gente de todas las naciones, bautizándolos.” (Mat. 28:19) Esto se efectuó con muy buen éxito durante el año de servicio pasado. Hubo 193.990 individuos que llegaron a ser discípulos, dedicando su vida a hacer la voluntad de Dios y simbolizando esto mediante bautismo en agua. Ahora se han identificado con los testigos cristianos de Jehová y están demostrando su fe mediante sus obras.
38. (a) ¿Qué muestra a qué grado se esforzaron los testigos de Jehová por predicar las buenas nuevas durante el año pasado? (b) Aproximadamente ¿cuántos individuos realmente tuvieron estudios bíblicos?
38 Como promedio, hubo 1.656.673 predicadores de las buenas nuevas que participaron en el servicio del campo cada mes, pero durante el año se alcanzó un máximo de 1.758.429 personas que declararon las buenas nuevas. Estos individuos efectuaron una tremenda cantidad de trabajo, que probablemente pueda comprenderse con mayor aprecio al ver cuántas horas emplearon en el trabajo de casa en casa, haciendo revisitas, conduciendo estudios bíblicos y hablando en todo tiempo oportuno y en toda suerte de ocasiones en cuanto a su esperanza del Reino. Estas personas dedicadas a predicar las buenas nuevas dedicaron 300.468.676 horas al ministerio del campo. ¡Imagínese la gran cantidad de tiempo que esto significa! Este no fue tiempo que simplemente emplearon en leer ellos mismos la Biblia, sino que lo dedicaron realmente en salir y hablar a otras personas acerca de lo que dice la Palabra de Dios. Además, hicieron 131.657.832 revisitas a personas que mostraron interés en la Biblia, y condujeron estudios bíblicos de casa durante un período de seis meses o más con 1.209.544 familias diferentes cada semana. ¿Se condujo en su hogar un estudio bíblico de esa índole? Al fin de seis meses, si la gente se interesa verdaderamente en el reino de Dios por lo general estará yendo al Salón del Reino. Por eso pudiéramos asumir que hubo aproximadamente 2.400.000 diferentes individuos a través del mundo en cuyos hogares se condujeron estudios bíblicos durante el año, y, por supuesto, tuvieron que tomar una decisión en cuanto a si iban a ser discípulos de Jesucristo y mostrar su fe en el reino de Dios mediante sus obras. Como usted ha notado, 193.990 individuos sí se hicieron discípulos, dedicando su vida a Dios, y ahora están asociados con los testigos cristianos de Jehová en proclamar las buenas nuevas.
39, 40. Según se demuestra por las estadísticas, ¿qué uso hizo el pueblo de Jehová en toda la Tierra de las publicaciones impresas durante el año pasado?
39 No solo usan los testigos de Jehová la Biblia en sus estudios con la gente, sino que también usan ayudas para el estudio de la Biblia. Distribuyeron muchas de éstas durante el año. De hecho, debido a su predicación de las buenas nuevas, se distribuyeron 21.761.877 Biblias y libros de ayuda para estudio, junto con 9.965.259 folletos.
40 Todos ustedes conocen las revistas La Atalaya y ¡Despertad! y ustedes saben que los testigos de Jehová usan estas revistas al visitar con regularidad los hogares de la gente. Durante el año pasado colocaron 235.468.467 ejemplares de éstas en muchos idiomas. La Atalaya se imprime en 75 idiomas diferentes y ¡Despertad! en 31 idiomas. También se obtuvieron muchas suscripciones de un año. El registro muestra que durante el año se enviaron 1.894.447 suscripciones a la Sociedad. A fin de atender a todos los suscriptores y otros lectores de estas revistas, las 37 imprentas que usa la Sociedad Watch Tower tuvieron que imprimir un total de 198.177.981 ejemplares de La Atalaya y 202.520.820 de la revista ¡Despertad! en los últimos doce meses. Este es un aumento de 15.500.000 revistas sobre el año anterior. De modo que la gente se interesa en el estudio bíblico y en el mensaje que los testigos cristianos de Jehová tratan de llevarles.
41. ¿Qué muestra la excelente asistencia a la celebración de la Cena del Señor?
41 Además de los que son Testigos activos, muchos otros individuos están muy interesados en lo que están efectuando los testigos de Jehová y asisten a las reuniones de los testigos de Jehová. Hay 31.850 congregaciones en todo el mundo. En la celebración del Memorial en la noche del 17 de abril de 1973, hubo 3.994.924 asistentes en los Salones del Reino de los testigos de Jehová a través del mundo; y 10.523 participaron de los emblemas, el pan y el vino, indicando que profesan ser ungidos con el espíritu de Dios y esperan estar asociados con Cristo Jesús en gloria celestial. Los demás esperan vivir en una Tierra paradisíaca bajo el gobierno divino del reino celestial de Jehová.
42. ¿Cómo le fue al pueblo de Jehová en su ministerio durante el año pasado detrás de la Cortina de Hierro?
42 A veces la gente pregunta si los testigos de Jehová llevan a cabo su obra detrás de la Cortina de Hierro. Sí, nuestros registros muestran que hay 150.448 testigos cristianos de Jehová que predican las buenas nuevas en medio de severas penalidades en tierras como ésas. De hecho, tuvieron un aumento de 5,5 por ciento durante los últimos doce meses, y 11.334 personas se bautizaron en estos países. Por supuesto, estos bautismos se efectuaron privadamente porque los testigos de Jehová están bajo proscripción detrás de la Cortina de Hierro y en varios otros países. Pero esto no impide que los testigos de Jehová traten de hacer discípulos de estas personas también, bautizándolas en el nombre del Padre, y del Hijo y del espíritu santo. Todos éstos que llegan a ser discípulos creen que la “fe divorciada de obras está exánime como un cadáver.” Por eso, gozosamente, en 208 países del mundo y hasta los fines de la Tierra, los testigos cristianos de Jehová han trabajado duro y tuvieron un año sumamente placentero en predicar las buenas nuevas del reino de Jehová.
43. Si uno desea tener una fe verdaderamente activa, ¿qué debería uno hacer ahora?
43 ¿Qué hay en cuanto a usted? ¿Tiene usted tal fe, una fe viva en Dios que lo mueve a hablar a otras personas acerca de Sus propósitos amorosos? Si ése es su deseo, ahora es el tiempo para esforzarse en estudiar la Palabra de Dios, asociarse con regularidad con el pueblo cuyas obras suministran evidencia de que está viva su fe, y orar encarecidamente a Jehová a fin de que bendiga sus esfuerzos por arreglar su vida en armonía con Su voluntad.—1 Juan 5:14; Luc. 13:23, 24.
[Ilustración de la página 152]
Rahab hizo que los dos espías israelitas descendieran por una cuerda roja a través de la ventana de su casa, situada en el muro de Jericó
[Ilustraciones de la página 151]
¿Está viva su fe?
¿Lo mueve a usted a predicar a otras personas?
[Tabla de las páginas 155 a 158]
(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)
INFORME DE LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ POR TODO EL MUNDO PARA SU AÑO DE SERVICIO DE 1973