El poder engañoso de las riquezas
“Que su manera de vivir sea exenta del amor al dinero, estando contentos con las cosas presentes. Puesto que él ha dicho: ‘De ninguna manera te dejaré ni te abandonaré.’ Para que podamos ser de buen ánimo y decir: ‘Jehová es mi ayudador; no temeré.’”—Heb. 13:5, 6.
1. ¿Cuál es el resultado de la falta de fe?
HOY muchas personas ponen las riquezas materiales como la primera meta en su vida, en parte porque les falta fe en que Dios puede proveer para sus necesidades diarias. Un hombre puso un billete de a dólar delante de su amigo y declaró: “Este es mi dios.” Tales personas emplean su tiempo y energías para conseguir mayor seguridad en este sistema de cosas en vez de demostrar fe en el Dador de vida, Jehová Dios.
2. ¿Qué quieren de la vida muchos, mostrando qué falta?
2 La vida ha llegado a ser una carrera, no solo para sobrevivir, sino para adelantarse materialmente, y mientras más se adelantan es mejor. Casi toda la gente por lo menos trata de ir al mismo paso que sus vecinos en esta carrera. Si uno pinta su casa, el siguiente pinta su casa. Si el vecino de uno consigue un auto nuevo, entonces el siguiente tiene que conseguir un auto nuevo. Los grandes anunciantes comerciales los seducen con resplandecientes descripciones de cosas materiales. Una caricatura mostró a un hombre haciendo eses bajo el peso de deudas por la televisión, un auto, ropa, equipo para de portes, joyas y todavía tratando de alcanzar más deudas con la etiqueta “100 años para pagar.” Tales personas no tienen un equilibrio apropiado en cuanto a las cosas que ofrece este sistema, sino que, como un pez que mordisquea la carnada, siguen dando mordiscos más grandes hasta que se encuentran tan enganchados por las deudas que no pueden librarse.
3. Mencione algunas cosas de mayor valor. ¿Qué debe venir primero?
3 Considere cuán menos importantes son tales evidencias de las riquezas cuando se comparan con la felicidad de su familia, buena salud, disfrute de paz, el tener amigos verdaderos y la bendición de vida con el favor de Dios. Esto es mucho más importante, y no obstante todos pueden disfrutar de ello, sean ricos o pobres, jóvenes o viejos. En realidad, Jehová mismo hace la invitación: “¡Oigan, todos los sedientos! Vengan al agua. ¡Y los que no tienen dinero! Vengan, compren y coman. Sí, vengan, compren vino y leche aun sin dinero y sin precio. ¿Por qué siguen ustedes pagando dinero por lo que no es pan, y por qué es su afán por lo que no resulta en satisfacción?” Sí, el importante alimento espiritual está disponible para todos sin precio. Por lo tanto, mantengamos nuestra búsqueda de posesiones materiales en su lugar apropiado, manteniendo el equilibrio que provee la fe, para que la adoración y servicio de Dios, que son más importantes, no ocupen el lugar menor en nuestra vida.—Isa. 55:1, 2.
4. ¿Cómo puede aplicar ahora el consejo de Pablo?
4 El apóstol Pablo aconsejó al joven Timoteo a seguir un derrotero de “devoción piadosa junto con suficiencia en sí mismo.” “Porque nada hemos traído al mundo, ni podemos llevar cosa alguna. Teniendo pues alimento y con qué cubrirnos, estaremos contentos con estas cosas.” Pablo dijo que este derrotero significaría “gran ganancia,” es decir, de modo espiritual y también en el goce y satisfacción de la vida.—1 Tim. 6:6-8.
5. ¿Por qué fue sabio el consejo de Juan?
5 ¿Por qué almacenar riquezas para un tiempo que jamás vendrá, tesoros en un mundo que está desapareciendo? El anciano apóstol Juan escribió: “No estén amando al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él; porque todo en el mundo—el deseo de la carne y el deseo de los ojos y la exhibición ostentosa del medio de vida de uno—no se origina del Padre, sino que se origina del mundo. Además, el mundo está desapareciendo y también su deseo, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.” Estamos viviendo en el tiempo del cual Juan escribió. Observe que aquí el texto habla de nuestros deseos: el deseo de la carne, el deseo de los ojos, la exhibición ostentosa de las riquezas. Estas no son cosas que necesitamos, sino extras, cosas que deseamos. Jehová provee las cosas que necesitamos, pero las cosas fuera de éstas, se nos dice, no se originan del Padre, sino del mundo. ¿Por qué? Porque éstas son las cosas que nos separan del Padre y de nuestra adoración y servicio a él y consumen nuestro tiempo y energías.—1 Juan 2:15-17.
RAÍZ DE COSAS PERJUDICIALES
6. ¿En qué resulta el amor al dinero?
6 El deseo de riquezas materiales lo dirige a uno en un círculo vicioso. Mientras más dinero y riquezas tiene un hombre, más compra, y mientras más compra, más necesita para conservar lo que tiene; y así sigue sucesivamente. Así, una encuesta por científicos sociales de la gente de diferentes niveles de ingresos mostró que los que ganaban 5,000 dólares querían $10,000; los que ganaban $10,000 querían $20,000. Aun los que tenían millones querían más millones. Por lo general mientras más tiene el hombre más quiere, y en algunos casos el amor al dinero llega a ser tan fuerte que resulta en dinero mal habido, crimen, violencia y aun asesinato. (Pro. 28:20) En realidad, las cosas han llegado a estar tan fuera de equilibrio que más dinero se gasta en los Estados Unidos en el juego de azar, debido al deseo de ingresos fáciles, que en educación de escuelas públicas.
7. ¿Cómo puede mostrarse cierto Mateo 4:4?
7 Aun un millonario solo puede ponerse un traje a la vez. Solo puede comer cierta cantidad en una comida. Como Eclesiastés 5:11 dice: “Cuando las cosas buenas llegan a ser muchas, los que las comen ciertamente llegan a ser muchos. ¿Y qué provecho hay para el magnífico dueño de ellas?” En el relato en Lucas 12:16-21 Jesús habló acerca de cierto hombre rico cuya tierra producía bien. Finalmente decidió derribar sus almacenes y construir unos más grandes, y dado que tenía un excedente para muchos años se determinó a descansar, beber y comer y divertirse. “Pero Dios le dijo: ‘Persona irrazonable, esta noche están demandando el alma tuya. ¿Quién, pues, ha de tener las cosas que tú almacenaste?’” Jesús recalcó el punto de que este hombre no disfrutaría de todas las riquezas materiales que tenía; otros segarían los resultados de su trabajo. Él explicó: “Así sucede con el hombre que atesora para sí pero no es rico para con Dios.” ¿Qué preferiría usted tener, graneros llenos de grano, o una vida rica para con Dios?—Mat. 4:4.
8. ¿Por qué es engañoso el valor de las riquezas?
8 Jesús recalcó el hecho de que las riquezas solo tienen poder temporario, engañoso, y no son duraderas como lo son las riquezas espirituales. Esto ha resultado ser cierto muchas veces aun en esta generación. Cuando el gobierno nacionalista estaba por salir de la China los hombres tenían que llevar maletas o carretillas llenas de yenes de papel si querían comprar una hogaza de pan. En Alemania, después de la I Guerra Mundial, en 1923, un billón de marcos de papel disminuyó al valor de un marco en moneda acuñada. En Corea, muy recientemente, el dinero en circulación estuvo tan inestable que se cobraban altos intereses en todos los préstamos. Finalmente el gobierno obró drásticamente, congelando todos los préstamos con interés de más del 20 por ciento. En los Estados Unidos se han hecho y se han perdido fortunas por las fluctuaciones financieras, como durante la quiebra del mercado de valores. Un mesero que trabajaba cerca de Wall Street dijo: “Usted no tiene idea de cómo fue aquello. Hombres entraban valiendo un millón de dólares un día y al día siguiente se arrojaban por la ventana.” Se perdieron fortunas de la noche a la mañana. Para otros, la inflación en años recientes ha dejado de poco valor los ahorros de toda una vida.
9. ¿Cómo pueden resultar una maldición las riquezas?
9 Por eso, las riquezas materiales son engañosas. No tienen un valor duradero y pueden ser destruidas por robo, fuego, guerra o inflación. Además, si tales cosas no pueden comprar la vida o la salud o amigos verdaderos, entonces, ¿qué valor verdadero tienen? Un hombre moribundo pudiera ofrecerle a un doctor miles de millones de dólares y aun así el médico no poder impedir que muriera. Es interesante observar que se ha descubierto que los indios de la parte septentrional del Brasil tienen menos enfermedades, cáncer y enfermedad del corazón que la gente que se halla en regiones sumamente industrializadas con sus mayores premuras económicas. Por eso, bien puede ser que la ansiosa búsqueda de cosas materiales quizás llegue a ser muy perjudicial para la salud. Así, Jesús aconsejó al hombre que quería que él arbitrara una disputa de herencia con su hermano: “Mantengan abiertos los ojos y guárdense de toda clase de codicia, porque aun cuando una persona tenga en abundancia, su vida no resulta de las cosas que posee.” Sí, en vez de ser una bendición, las riquezas pueden resultar una maldición.—Luc. 12:15.
10. ¿Contra qué deberíamos estar en guardia?
10 Pablo escribió al joven Timoteo, que en ese tiempo había puesto a un lado las búsquedas materialistas de su día por el ministerio de tiempo cabal: “Los que se resuelven a ser ricos caen en la tentación y en un lazo y en muchos deseos insensatos y dañinos, que hunden a los hombres en destrucción y ruina. Porque el amor al dinero es raíz de toda suerte de cosas perjudiciales, y esforzándose para lograr este amor algunos han sido desviados de la fe y se han acribillado con muchos dolores.” (1 Tim. 6:9, 10) Observe, Pablo explicó que es el amor, o deseo codicioso, de las riquezas lo que ha de evitarse. La determinación agresiva de ser rico es lo que puede ocupar la prioridad en la vida de uno sobre las cosas espirituales más importantes y así descarriarlo de la fe, cauterizando su conciencia mediante prácticas comerciales disimuladas o ilegales, o consumiendo todo su tiempo y energías hasta que uno llega a ser materialmente próspero pero espiritualmente débil.
APROPIADO EQUILIBRIO ESPIRITUAL
11. ¿Cuál es el punto de vista apropiado sobre las necesidades materiales?
11 Sin embargo, usted puede adoptar el punto de vista de que usted solo está tratando de proveer cosas necesarias para su familia, no llegando a ser materialista debido a falta de fe; y esto es enteramente apropiado. En realidad, el hombre que afirma que sirve a Dios y no provee para su familia ha repudiado la fe y es peor que una persona sin fe. (1 Tim. 5:8) Al mismo tiempo, mediante el cifrar fe en la oración a Dios para que provea nuestro pan de cada día, tal vez descubramos que podemos dedicar menos tiempo a las búsquedas seglares y más tiempo al ministerio. En países donde la gente vive más sencillamente no pasa largas horas viendo televisión, ni el sábado por la tarde puliendo el auto o reparando la casa, y por eso verdaderamente puede poner los intereses del Reino en primer lugar en su vida. Jesús nos aconsejó orar por “nuestro pan para este día,” no por nuestras necesidades de cinco o diez años a partir de ahora.—Mat. 6:11.
12. ¿Qué buen consejo dio Jesús en Mateo 6:24-34?
12 Prosiguió y dijo: “Nadie puede ser esclavo de dos amos. . .Ustedes no pueden ser esclavos de Dios y de las Riquezas. Por causa de esto les digo: Dejen de estar ansiosos acerca de su alma en cuanto a qué comerán o qué beberán, o acerca de su cuerpo en cuanto a qué se pondrán.” Solo porque las naciones siguen buscando ansiosamente metas materiales en la vida, ¿deberíamos mostrar nosotros tan poca fe? “Sigan, pues, buscando primero el reino y su justicia, y todas estas otras cosas les serán añadidas. Por tanto, nunca estén ansiosos en cuanto al día siguiente, porque el día siguiente tendrá sus propias ansiedades.”—Mat. 6:24-34.
13. ¿Cómo anima el Salmo 37 para el servicio de tiempo cabal?
13 Esto no significa que deberíamos inclinarnos hacia atrás y esperar que Dios ponga alimento en nuestra boca. Aun los pájaros y los animales buscan lo que necesitan. Pero si hacemos nuestra parte deberíamos tener fe en que Dios proveerá para nuestras necesidades. (Sal. 37:25, 26) Jehová es el proveedor más excelente que uno pudiera tener; por eso, ¿por qué no poner su servicio en primer lugar en nuestra vida? Este debe ser un servicio de todo corazón, poniendo primero las cosas primeras; y ciertamente el privilegio de servir a nuestro Creador, Aquel que puede darnos vida, debe recibir nuestra primera consideración.
14. ¿Por qué dijo Jesús que sería difícil que los ricos entraran en el Reino?
14 En una ocasión un joven le preguntó a Jesús: “Maestro, ¿qué bien debo hacer a fin de obtener vida eterna?” Jesús le aconsejó que la primera cosa que debía hacer era el poner su vida en armonía con los mandamientos de Dios mediante el obedecer su ley. El joven le aseguró que guardaba todos éstos. Entonces, Jesús le dijo: “Si usted quiere ser perfecto, vaya y venda sus posesiones y dé a los pobres y tendrá tesoro en el cielo, y venga y sea mi seguidor.” Sin embargo, cuando el joven oyó esto se afligió porque tenía más interés en las muchas posesiones materiales de las que disfrutaba que en el servicio de su Creador. Como en este caso, muchos que tienen grandes riquezas materiales hallan que su dinero habla. En realidad, su dinero piensa por ellos también, porque le dan la primera consideración en vez de mantener un apropiado equilibrio espiritual sobre la vida. Por eso, Jesús dijo a sus discípulos: “En verdad les digo que será cosa difícil el que un rico entre en el reino de los cielos.”—Mat. 19:16-26.
15. Si nuestra fe es débil, ¿cómo puede ser fortalecida?
15 Todos deben luchar constantemente para mantener un equilibrio espiritual. Si hallamos que estamos dejando que las ansiedades materiales ahoguen nuestro servicio a Dios, quizás se deba a que no estamos ejerciendo fe. ¿Cuál es el remedio? Fortalezca esa fe. Estudie la Palabra de Dios; concurra a las reuniones donde la fe puede ser revivida mediante buena asociación y mediante el recibir una generosa porción de espíritu de Dios. Edifique una reserva espiritual mediante estudio bíblico de casa con su familia y mediante enseñar a otros las verdades que usted sabe, demostrando mediante ello su fe. Jamás deje usted que su empleo seglar le impida a usted el concurrir a las reuniones de congregación para estudio de la Biblia o el concurrir a asambleas dedicadas a la adoración pura. Hay otros trabajos para los hombres de fe, y “su Padre celestial sabe que necesitan todas estas cosas.” Mientras más riquezas materiales tiene el hombre, más difícil le es aceptar las verdades bíblicas y aplicarlas. Tal hombre tiene grandes intereses en el viejo mundo; y mientras más grandes son los intereses, más difícil es desprenderse de ellos. Jesús ilustró esto, diciendo: “Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que el que un rico entre en el reino de Dios.” Solo con fe puede tal persona salir del aprieto.—Mat. 19:24.
HOMBRES DE FE
16. ¿Por qué decimos que es práctico dejar que nuestra vida esté libre del amor al dinero?
16 Quizás usted diga que todo esto parece bien, pero ciertamente no es práctico. Sin embargo, el hacer las cosas de la manera que Jehová dirige y de la manera que aconseja su Palabra siempre es lo más sabio y lo más Práctico. Hay muchos ejemplos sobresalientes de hombres de importancia en el mundo que han hallado que su mayor tesoro fue el de cosas espirituales. Uno de ellos fue un hombre que tuvo la mejor educación que el viejo mundo podía ofrecer. Él llegó a ser lo que pudiéramos llamar el primer ministro de una nación nueva, Israel. Fue especialmente bien conocido como legislador y juez. Sirvió de embajador especial de Jehová a una nación hostil, Egipto, y finalmente llegó a prefigurar a Cristo Jesús. Este fue Moisés. Su opinión sobre el poder engañoso de las riquezas se expresa en Hebreos 11:24-26: “Por fe Moisés, cuando ya era crecido, rehusó ser llamado el hijo de la hija de Faraón, . . . porque estimó el vituperio del Cristo como riquezas más grandes que los tesoros de Egipto; porque miraba resueltamente hacia el pago del galardón.” Sí, Moisés hizo de los intereses de Jehová sus intereses, no del materialismo. Tuvo fe.
17. ¿Por qué fue sabio Job al no cifrar su confianza en el oro?
17 Otro ejemplo es el caso de un bien conocido poseedor de propiedades. Era un hombre de familia grande que tenía un tremendo rancho de ganado con más de 11,000 animales y muchos siervos. Debido a que tenía tan enormes posesiones lo llamaban el más grande de todos los orientales. ¿Quién fue? Job. Lea sus palabras en Job 31:24-28: “Si he puesto al oro como mi seguridad, o al oro he dicho: ‘¡Tú eres mi confianza!’ Si solía regocijarme porque mi propiedad era mucha y porque mi mano había hallado muchas cosas. . .eso también sería un error para recibir atención de los jueces, pues yo hubiese negado al Dios verdadero que está arriba.” Job no negó a su Creador y, a pesar de todas las dificultades por las que pasó a causa de cifrar su fe en Dios primero, sus últimos días fueron más ricamente bendecidos que su juventud.
18. ¿Cuáles consideró Pablo que son las mayores riquezas?
18 Otro hombre que testificó fuertemente a favor de la espiritualidad y en contra del poder engañoso de las riquezas fue uno que había sido educado por algunos de los más grandes doctos de su día. Llegó a ser un caudillo de la organización cristiana primitiva y uno de los doce “apóstoles del Cordero.” Este fue Pablo. En 2 Corintios 6:10 describió su propia posición: “Como pobres pero enriqueciendo a muchos, como no teniendo nada y sin embargo poseyendo todas las cosas.” Cuando Pabló entró en el ministerio no preguntó cuál sería su salario o qué iba a sacar de ello. Ejerció fe en que Jehová proveería, y se regocijó de tener el privilegio de dar tan generosamente de las riquezas espirituales a tantos.
19. ¿Estimuló Jesús el materialismo?
19 Finalmente, tenemos las palabras del mayor hombre de todos los tiempos, Cristo Jesús, que ha afectado la vida de millones de personas, y cuyas palabras son citadas más a menudo que las de cualquier humano viviente. Él declaró: “Las zorras tienen cuevas y las aves del cielo tienen perchas, pero el Hijo del hombre no tiene donde recostar la cabeza.” Obviamente el materialismo no fue su derrotero en la vida. Él instruyó a sus discípulos: “No lleven bolsa, ni morral para comida, ni sandalias.” Él sabía que un trabajador es digno de su pago y que Jehová proveería para los que le sirvieran. (Luc. 9:58; 10:4, 7) Estos hombres estuvieron entre los más sobresalientemente prósperos de su tiempo. Reconocieron el valor efímero de las posesiones materiales, y así escogieron el derrotero que resulta en riquezas espirituales y favor con Dios.
20. ¿Qué ejemplos del día moderno de hombres de fe tenemos?
20 Lo que surtió efecto para estos hombres surtirá efecto para nosotros hoy día. Pregunte usted a cualquiera que esté en el ministerio de tiempo cabal como misionero, siervo de circuito o siervo de distrito: ¿Provee Jehová lo que usted necesita? ¿Cuál será la respuesta? ¡Por supuesto, sí provee! Pregúnteles: ¿Cuáles son los años más recompensadores y deleitables de su vida? y ellos le dirán a usted: Los años dedicados al ministerio de tiempo cabal. A través del mundo hay casi 30,000 personas activas en el ministerio de tiempo cabal, hombres y mujeres que están cifrando su confianza en que el Creador provea el alimento y abrigo que necesitan día tras día y que reciben gran felicidad debido a poner primero los intereses del Reino en su vida. Tales trabajadores de tiempo cabal tal vez se hallen sin muchas riquezas materiales, pero tienen una seguridad que solo Jehová puede dar, verdadero seguro de vida.
LAS RIQUEZAS MAYORES
21. ¿Qué preguntas debería considerar cada uno?
21 ¿Es posible para usted tal derrotero? Puede ser que usted tenga obligaciones de familia que lo hagan retraerse. Si es así, ¿anima usted a su familia a valuar las riquezas espirituales? ¿Anima usted a los hijos a considerar el servicio de precursor de tiempo cabal? ¿Aparta usted tiempo para estudio bíblico regular y para concurrir a las reuniones para vigorizar el conocimiento espiritual? Los que ponen primero los intereses del Reino jamás quedarán desilusionados. Recientemente un testigo de Jehová en el ministerio de tiempo cabal fue invitado a concurrir a la Escuela del Ministerio del Reino para un mes de instrucción especial en superintendencia de congregación. Vivía a varios miles de kilómetros y tenía que proveer para su familia, incluyendo a dos hijos. Llegó el tiempo para que saliera, mas al hacer cuentas cuidadosamente descubrió que le faltaban pocos fondos para hacer el viaje y asegurarse de que la familia tendría bastante durante su ausencia. En ese instante una persona con quien había estado estudiando vino a la casa y dejó 20 dólares para ayudar con los gastos—exactamente lo que necesitaba. El dinero no puede comprar amigos como éste, pero los que comparten riquezas espirituales con otros a menudo pueden relatar tales bendiciones.—1 Cor. 9:14.
22. ¿Qué es de mayor valor que la plata y el oro? ¿Por qué?
22 El gran valor de las riquezas espirituales se describe bien en Proverbios 3:13-18: “Feliz es el hombre que ha hallado sabiduría, y el hombre que consigue discernimiento, porque el tenerla como ganancia es mejor que tener plata como ganancia y tenerla como producto que el oro mismo. Es más preciosa que los corales, y todos tus otros deleites no pueden ser igualados a ella. Longitud de días hay en su diestra; en su siniestra hay riquezas y gloria. Sus caminos son caminos de agradabilidad, y todas sus carreteras son paz. Es árbol de vida a los que echan mano de ella, y los que se mantienen bien afianzados de ella han de ser llamados felices.”
23. ¿Qué buen consejo nos da Pablo?
23 Si usted quiere hallarse entre los felices que se hallan en el camino de la agradabilidad y paz con la perspectiva de vida eterna, entonces mantenga un buen equilibrio entre las necesidades materiales y espirituales para usted mismo y para su familia. Recuerde la amonestación de Pablo a Timoteo contra el amor al dinero: “Huye de estas cosas. Pero sigue tras la justicia, la devoción piadosa, la fe, el amor, el aguante, apacibilidad de genio. Pelea la excelente pelea de la fe, agárrate firmemente de la vida eterna a la cual fuiste llamado. . .Da órdenes a los que son ricos en el presente sistema de cosas de que no sean altivos, y que descansen su esperanza, no en las riquezas inciertas, sino en Dios, que nos suministra todas las cosas ricamente para nuestro goce; que trabajen por lo bueno, que sean ricos en obras rectas, que sean liberales, listos para compartir, atesorando para sí mismos con seguridad un fundamento apropiado para el futuro, para que puedan asirse firmemente de la vida verdadera.” Este es buen consejo, porque ciertamente el dinero no puede comprar el favor de Dios ni la bendición de vida eterna.—1 Tim. 6:11, 12, 17-19.
24. ¿Qué amonestación da Ezequiel?
24 No sea engañado por las aparentes ventajas de las riquezas en la actualidad, pues no está muy lejano el tiempo en que la profecía de Ezequiel 7:19, 27 se cumplirá: “Arrojarán su misma plata en las calles, y su propio oro llegará a ser una cosa aborrecible. Ni su plata ni su oro podrán librarlos en el día de la furia de Jehová. . . .y tendrán que saber que yo soy Jehová.” No, el dinero no puede comprar la protección de Dios en la venidera catástrofe del Armagedón.
25. ¿Cómo podemos acumular tesoros en el cielo?
25 Mostremos que ponemos las riquezas espirituales primero mediante nuestras palabras y mediante nuestros actos, disfrutando completamente de las muchas provisiones que Jehová ha hecho: las reuniones, el servicio y la buena asociación fraternal. Si hacemos estas cosas, acumulando para nosotros mismos “tesoros en el cielo, donde ni polilla ni moho consumen, y donde ladrones no entran y roban,” podremos disfrutar de esas cosas de mayor valor: las perspectivas de vida duradera con salud en el nuevo mundo, paz y servicio con nuestros hermanos, y el favor de Jehová. Haga primeros los intereses del Reino en su vida, no las riquezas temporarias del viejo mundo que pronto habrá de desaparecer. Halle las verdaderas riquezas espirituales basadas en acertado conocimiento de la Biblia que puede transformar su vida y dar propósito a ella. No sea impulsado por amor al dinero, sino por amor a Jehová nuestro Creador. “Porque donde su tesoro está, allí también estará su corazón.”—Mat. 6:19-21.