¿Cómo ve usted la autoridad?
1, 2. (a) ¿Cómo se ilustra el modo común de ver la autoridad? (b) ¿Por qué nos es importante examinar el modo en que nosotros mismos vemos la autoridad?
UNA mañana de octubre de 1969, la policía municipal de Montreal, Canadá, en vez de presentarse para servicio, fue a una arena para considerar tácticas de huelga. ¿Cómo reaccionaría la gente de la ciudad a esta súbita ausencia de autoridad policíaca? Como se esperaba, estallaron motines y saqueo a manos de rufianes, estudiantes militantes y otros oportunistas. Pero ¿qué hubo en cuanto al ciudadano común, la persona que pudiera ser el vecino de al lado? Un testigo presencial informó:
“No quiero decir rufianes ni transgresores habituales de la ley, quiero decir que gente común cometió delitos que no soñaría en intentar si hubiese un policía en la esquina. Vi autos que siguieron caminando cuando los semáforos indicaban que deberían detenerse. Hubo conductores que metieron sus autos a gran velocidad por el lado de la calle que no debían porque comprendían que nadie los atraparía.”—El Times de Nueva York, viernes 10 de octubre de 1969, página 2.
2 ¿Es su modo de ver la autoridad lo mismo que el de esta “gente común”? ¿Es la autoridad algo que solo se tolera, pero que se trata con desprecio si se presenta la oportunidad? ‘¡Por supuesto que no!’ quizás responda usted. Pero es apropiado que uno se haga un escrutinio cuidadoso, puesto que es posible que se haya influido en el modo de pensar y acciones de uno de maneras que no se dé cuenta. Para la mayoría de la generación de hoy, “autoridad” es una palabra que tiene un sonido desagradable; les parece que la autoridad restringe indebidamente la libertad de acción que hasta a las personas más conservadoras les gustaría tener. De modo que hallamos a esta generación socavando la autoridad de toda manera concebible. Puede que empleen la forma de disensión sumamente vocal y hasta violenta. O, puede ser el desafío callado, pero no obstante destructivo, de la autoridad en zonas que quizás pasen inadvertidas, entre “gente común” que compone la mayoría de la sociedad actual.
3. ¿Qué dicen personas prominentes acerca de las tendencias actuales en cuanto a respeto a la autoridad?
3 El Dr. Amitai Etzioni, presidente del Departamento de Sociología de la Universidad de Columbia, comentó sobre el “descarado desacato a la autoridad, cualquier clase de autoridad, que él ve en muchos estudiantes universitarios,” diciendo:
“Después de la II Guerra Mundial, algo se desintegró en la crianza de los hijos . . . Hubo una extensa reacción contra el autoritarismo... una sobrerreacción, así parece. . . . Ahora tenemos crecidos a todos estos niños que nacieron en los años 1940, que no pueden aceptar autoridad de ninguna manera... de un maestro, policía, juez, ni siquiera de unos a otros. . . . También veo un peligro para el orden civil, la mismísima estructura de la sociedad.”—The National Observer, lunes 2 de febrero de 1970, página 20.
El senador estadounidense John L. McClellan, durante una entrevista sobre razones por las cuales siguen aumentando los crímenes en ese país, habló de manera similar:
“Otro es el clima general en esta nación —de desobediencia civil, de disconformidad y de desacato a la autoridad— esta llamada filosofía de que cada uno ‘hace lo que quiere’ sin importar su relación con o impacto sobre otros. Mucho de ello tiene las características de la rebelión contra la autoridad constituida.”—U.S. News & World Report, 16 de marzo de 1970, página 18.
4. (a) ¿Qué es autoridad? (b) ¿Cómo han expresado algunos su modo de ver la autoridad?
4 Exactamente ¿qué es autoridad, que debería provocar sentimientos cada vez más hostiles para con ella como los que se hallan en todas partes hoy día? Un diccionario dice que es “poder ya sea para influir en el pensamiento, opinión o comportamiento, o para dictarlos.” Los que están en autoridad, entonces, influyen en las acciones de una persona o dictan su modo de obrar, sea éste un proceder que esa persona quiera o no quiera adoptar. Como resultado, muchos han llegado a considerar el ejercicio de autoridad como contrario a la libertad. En el sentido de la remoción de la autoridad, algunos han establecido la libertad como la meta máxima hacia la cual se están esforzando los hombres. Un filósofo norteamericano del siglo pasado, Henry Thoreau, en su ensayo “Desobediencia civil,” lo expresó así:
“Acepto de buena gana el lema,... ‘Es el mejor gobierno aquel que gobierna menos;’ . . . Llevado a cabo, finalmente equivale a esto, que también creo,... ‘Es el mejor gobierno aquel que no gobierna en absoluto.’”—Man & The State: The Political Philosophers, página 301.
Una moderna estrella adolescente del cine expresó el mismo sentimiento en el lenguaje vernáculo de hoy día: “Es horrible aceptar órdenes de cualquiera. . . . hay papás que creen que tienen del derecho divino de gobernar a su prole simplemente porque la han engendrado.” (Sunday News de Nueva York, 17 de noviembre de 1968) Visto que esta clase de pensamiento llega a ser la norma más bien que la excepción, ¿sorprende en lo mínimo el que “la mismísima estructura de la sociedad” esté en peligro?
LA FUENTE DE DESACATO A LA AUTORIDAD
5. ¿Cómo se identifica la fuente de desacato a la autoridad?
5 ¿Qué está causando este poderoso movimiento para librarse de las restricciones de toda autoridad? Un comentario en el International Herald Tribune del 7 de junio de 1968 inadvertidamente se refiere a la fuente principal de desacato a la autoridad diciendo: “Hay algo en el aire del mundo moderno, un desafío de la autoridad, una irresponsabilidad contagiosa, una clase de delincuencia moral ya no restringida por fe religiosa o ética.” Este “algo en el aire” simplemente es un resultado de las actividades corrientes de lo que la Biblia llama el “gobernante de la autoridad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de la desobediencia.” (Efe. 2:2) La generación de hoy está viendo el abundante fruto del trabajo de éste para cultivar desacato a la autoridad. Sin embargo, las raíces de ello se remontan al encuentro de este “gobernante” con la primera pareja humana.
6, 7. (a) ¿Cómo sometió a prueba el Creador del hombre el modo en que Adán y Eva veían Su autoridad? (b) ¿Cómo hizo Satanás que perdieran todo respeto a la autoridad, y por qué nos es importante saber esto?
6 Puesto que a toda costa uno debería desear evitar el que Dios lo considere como ‘hijo de la desobediencia,’ es prudente examinar la clase de pensamiento que el “gobernante de la autoridad del aire” ha engendrado entre la humanidad. Esto se ilustró primero con Adán y Eva, cuando fueron probados en cuanto a su modo de ver la autoridad del Creador como gobernante. Dios hizo valer su derecho de forjar y poner en vigencia leyes para gobernar su creación. Definió claramente los límites de la libertad que les correspondía. La obediencia de parte de ellos constituiría aceptación de Su autoridad suprema o soberanía sobre ellos. Él dijo: “De todo árbol del jardín puedes comer hasta quedar satisfecho. Pero en cuanto al árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo no debes comer de él, porque en el día que comas de él positivamente morirás.”—Gén. 2:16, 17.
7 Aquel que más tarde fue llamado el “gobernante de la autoridad del aire” se atrevió a poner en tela de juicio la autoridad de Jehová. Al hacer eso llegó a ser Satanás, que significa “opositor.” hablando por medio de una serpiente, puso en tela de juicio el derecho que tiene Jehová de hacer valer su autoridad representando falsamente el mandato de Dios. Satanás le preguntó a Eva: “¿Es realmente el caso que Dios dijo que ustedes no deben comer de todo árbol del jardín?” (Gén. 3:1) Eva sabía que Dios no había restringido indebidamente la libertad de ellos prohibiéndoles comer de todo árbol. Solo había establecido una limitación razonable, solo un árbol. Cuando Eva indicó que sabía esto, Satanás prosiguió a acusar a Dios de mentir para mantener a los humanos bajo Su autoridad, alegando que la vida de ellos no dependía de la obediencia, y, de hecho, habría nuevos puntos de vista de la libertad abiertos a ellos si desafiaban la gobernación de Jehová. Esta es la misma premisa falsa que Satanás continúa usando hoy día al apartar a los hombres de toda forma de autoridad. El proceder de autodeterminación e independencia se presenta de tal modo que parezca seductoramente preferible a ser gobernado por los deseos de otro. Si Satanás puede hacer que uno se irrite solo un poco bajo la autoridad, entonces tiene preparado el camino para rebelión más seria en el futuro.—Gál. 5:9.
OTROS FACTORES QUE AFECTAN EL PUNTO DE VISTA DE UNO
8. ¿Cómo afecta el ejemplo el modo en que uno ve la autoridad?
8 Hay varios otros factores que pueden afectar el modo en que uno ve la autoridad. Es bueno darse cuenta de ellos para que no desvíen nuestro pensar y lo hagan ir en la dirección en que va el resto de los componentes de este sistema. Considere, pues, el mal ejemplo que ponen adultos que están en autoridad o que se supone que la están sosteniendo. Siervos civiles como policías, maestros y carteros, padres y hasta el clero ostensiblemente abogan por la ley y el orden pero a menudo no quieren acabar con sus propias acciones ilegales. Esto ha hecho que muchas personas concluyan que la ley ha de obedecerse solo si no resulta en incomodidad personal o si no estorba intereses egoístas. De modo que las hallamos evadiendo impuestos o derechos aduanales de maneras tortuosas, quebrantando leyes de tráfico cuando creen que no hay peligro de ser vistas, hurtando de sus patronos por medio de aumentar las cuentas de gastos o llevarse propiedad de la compañía. Participan en huelgas ilegales acompañadas de manifestaciones insultantes y emocionales que a menudo envuelven violencia. A menudo adultos también usan términos detractores para los oficiales de la ley y funcionarios electos, y hasta estos funcionarios censuran públicamente a sus contrincantes políticos de manera ofensiva, poniendo así un mal ejemplo para los jóvenes. Si adultos se comportan de esta manera, ¿no ha de esperarse que observadores juveniles estimen en poco las demandas de ellos de mostrar respeto?—Pro. 26:22.
9. ¿De qué maneras han abusado los hombres de su autoridad?
9 Otro factor que afecta el modo en que algunos ven la autoridad es el hecho de que los individuos que están en autoridad a menudo abusan del poder que tienen. El padre, el cabeza divinamente autorizado de la casa, puede hacerse un tirano. El escándalo público nos revela que el aceptar sobornos es práctica común entre la policía y los políticos. (Pro. 29:4) Los caudillos políticos frecuentemente extravían al público con declaraciones que más tarde quedan reveladas como falsas, y resulta una “brecha en la credibilidad.” El obtener un juicio favorable en un tribunal jurídico muy a menudo solo es para los que tienen con que pagar un “buen” abogado, y mediante los esfuerzos de estos abogados sin escrúpulos los que cometen crímenes hasta pueden “comprar” exención de castigo por ellos. Las minorías sufren. En otros casos, hay hombres claramente inicuos que abusan de la autoridad por medio de la fuerza, como Hitler y otros déspotas que han surgido en años recientes.
10. ¿Cómo ha estimulado al desacato la apatía de parte de autoridades?
10 El ver que autoridades son apáticas o no actúan contribuye a una sensación de desdén por sus normas dobles de administrar justicia. Se sabe generalmente que en muchos países el hampa casi es inmune al enjuiciamiento criminal, pues hasta lo llama “intocable” el público en los Estados Unidos. Esta apatía estimula a otras personas a un proceder desaforado. El senador McClellan señaló esto en sus comentarios adicionales sobre por qué siguen aumentando los crímenes en los Estados Unidos: “El crimen impune engendra crimen. . . . la probabilidad de ser aprehendido, condenado y castigado por un crimen serio es menos de 1 en 20.” (U.S. News & World Report, 16 de marzo de 1970, páginas 18, 19) Esto confirma lo que dijo el sabio rey Salomón: “Por cuanto la sentencia contra una obra mala no se ha ejecutado velozmente, es por eso que el corazón de los hijos de los hombres ha quedado plenamente resuelto en ellos a hacer lo malo.”—Ecl. 8:11.
11. ¿Qué preguntas hace surgir lo susodicho?
11 Repasando lo susodicho, podemos ver que varias cosas pueden afectar el modo en que uno ve la autoridad. La influencia de Satanás, las propias tendencias carnales del hombre, los malos ejemplos humanos, el abuso del poder y el no actuar, todos sirven para hacer que las personas desarrollen un sentimiento de rebelión hacia la autoridad. Verdaderamente, “el hombre ha dominado al hombre para perjuicio suyo.” (Ecl. 8:9) Con un cuadro tan desagradable del ejercicio de la autoridad a través de los años, muchas personas se valen de cosas como éstas para justificar el proceder que emprenden en oposición a la autoridad cuando quebrantan leyes o participan en varias formas de disensión. Pero, ¿deben estas cosas desequilibrar el modo en que vemos la autoridad y el propósito que ésta sirve? ¿Deben hacer que nos rebelemos abiertamente contra lo que consideramos que son males perpetrados sobre los que están sujetos a la autoridad? ¿Deben hacer que nos resintamos de maneras menos obvias y estemos dispuestos a desobedecer la autoridad siempre que pensemos que no seremos vistos o podamos eludir toda dificultad?
12. ¿Cómo podemos aprender el modo correcto de ver la autoridad?
12 Una cosa que debe ser evidente de las observaciones hechas hasta ahora es que “no le pertenece al hombre que está andando siquiera dirigir su paso.” (Jer. 10:23) Por lo tanto, el cristiano tiene que ser guiado en su modo de ver las autoridades contemporáneas, y la autoridad en general, por su Creador. El punto de vista correcto se manifiesta claramente de dos maneras: (1) observando los principios físicos que demuestran el valor y la necesidad de la autoridad como se halla en las leyes de la creación y (2) aprendiendo principios correctos provistos en la revelación escrita que el Creador proporciona de su modo de ver la autoridad, a saber, la Santa Biblia. Aquí podemos repasar brevemente algunos de estos principios.
MODO CORRECTO DE VER LA AUTORIDAD QUE SUGIERE LA CREACIÓN
13. (a) ¿Cómo ejerce su cuerpo autoridad sobre usted? (b) ¿Cómo reacciona usted a los mandatos de su cuerpo?
13 Estamos gobernados por ciertas leyes físicas que restringen nuestras acciones y nos obligan a hacer ciertas cosas. En algunos casos se nos obliga con bastante fuerza. Por ejemplo, su cuerpo ‘influye’ en usted o lo ‘manda’ con autoridad innegable a ingerir alimento. Si usted quiere permanecer vivo, tiene que comer. Su cuerpo también tiene que librarse de los desperdicios producidos por medio de su metabolismo. Le da un mandato autoritativo, por decirlo así, para eliminar. Considere lo necesarios que le son aire, agua y el dormir. Su cuerpo le manda, y con el tiempo lo obligará a usted, a obtener estas cosas aunque eso no sea el deseo de usted. ¿Le parece a usted que su libertad le ha sido quitada debido a estas cosas? ¿Va usted a rebelarse y ponerse violento con su cuerpo simplemente porque ejerce una forma de autoridad sobre usted? Esto sería absurdo, ¿verdad? Los que tratan de violar estas leyes físicas solo se perjudican a sí mismos. Sin embargo, la debida adherencia a ellas es provechosa y realmente puede producir placer. ¿Quién no disfruta de una buena noche de dormir? . . . ¿de una comida deliciosa? . . . ¿de un vaso de agua fría en un día caluroso?
14. Dé un ejemplo de autoridad ejercida por una ley de la creación.
14 Lo mismo es cierto de leyes fuera de nuestro cuerpo y que tenemos que obedecer. La existencia de escaleras y ascensores es un recordatorio constante del poder que la gravedad ejerce sobre nosotros. ¿Negaría usted la autoridad de la gravedad saliéndose por una ventana del décimo piso en vez de usar las escaleras? Aunque estas leyes son inflexibles y continuas en su efecto, ¿quién puede negar que verdaderamente son muy provechosas? La gravedad retiene en la Tierra su atmósfera, océanos y otras cosas tan necesarias para la vida. Si reconocemos las leyes de la creación y obramos en armonía con ellas, es posible que descubramos que se pueden usar para beneficio y placer aun mayores. Por ejemplo, los hombres reconocieron la autoridad de la ley de la gravedad, la estudiaron junto con otras leyes aplicables, y con el tiempo desarrollaron el avión. Esto no es una rebelión contra la autoridad de la gravedad así como no se consideraría que lo es la existencia de las aves o los insectos volátiles. Es simplemente un caso de trabajar en armonía con leyes divinamente instituidas, con beneficio para los que las reconocen.
15. (a) ¿Cómo se demuestra autoridad en las normas del universo? (b) ¿Cuáles son algunas normas que afectan nuestra vida hoy?
15 Otra zona en la cual la autoridad nos suministra verdadero provecho se encuentra en la uniformidad del universo. El cuerpo humano ilustra esto. Sus órganos, con raras excepciones, siempre se hallan en el mismo sitio, y todos los miembros externos del cuerpo están arreglados con simetría. ¡Imagínese el caos en la práctica de la medicina, y especialmente en la cirugía, si no se pudiera contar con que el apéndice de una persona estuviese en el mismo lugar que el de otras! ¿Qué hay si fuera usual tener piernas de diferente longitud? Sin embargo, éste no es el caso. Un diseñador con la autoridad para hacerlo ya ha estandarizado nuestros cuerpos para nosotros. El salmista bíblico David dijo admirado: “Y en tu libro todas sus partes estaban escritas.” (Sal. 139:14-16) No quedó de nosotros determinar estas cosas. Sin embargo, dentro de los límites de Sus normas, Él ha permitido variedad infinita y libertad de selección, para deleite nuestro. Aplicando el principio de uniformidad a la vida hoy día, hallamos beneficios y una necesidad clara de alguna autoridad para determinar las normas. Hay pesos, medidas y cambio monetario que hay que decidir, así como el lado del camino por el cual conducir. Es obvio lo que sucedería si cada uno fuera a obrar como deseara en estos asuntos. El ejercicio de autoridad, entonces, elimina confusión y suministra una medida de seguridad por medio de establecer ciertas normas.
16. ¿Cuáles son algunos beneficios que los hombres obtienen del ejercicio de la autoridad?
16 De nuestro breve repaso de algunas leyes de la creación, podemos ver que el ejercicio de autoridad a través de ellas obra para mantenernos vivos y contribuye a la existencia ordenada. No inhibe la libertad en el sentido verdadero cuando reconocemos su dirección y obramos en armonía con ella. La autoridad evidente en la creación realmente contribuye a nuestro gozo en el vivir.
EL MODO CORRECTO DE VER LA AUTORIDAD PROVIENE DEL CREADOR
17. ¿Qué hay en el hombre que hace necesaria la autoridad? Ilustre.
17 Se necesita el arreglo de autoridad de Dios para guiar a las criaturas inteligentes porque él les dio algo que solo el Creador omnipotente podría dar: el poder ellas escoger su propia dirección, “libre albedrío.” Él se dio cuenta de que esta libertad les presenta oportunidades para escoger entre diferentes cosas, algunas de las cuales quizás no sirvan los mejores intereses del que escoge o de otros. Por lo tanto, se necesitaría una forma de guía para que las criaturas inteligentes pudieran vivir pacífica y equitativamente. Para ilustrar: quizás un hombre desee edificar su casa en cierto sitio hermoso, pero ¿violaría su selección la libertad de otros? Es posible que el sitio ya haya sido escogido por otra persona, o quizás sea un sitio excelente que sería bueno apartar como parque de goce común para provecho de todos los de la localidad. Claramente tiene que haber un modo de decidir lo que es mejor para todos, puesto que los hombres tienen que existir junto con otros hombres. El modo en que Dios hace esto es por medio del principio de la jefatura.
18. ¿Cómo ha arreglado Jehová el ejercicio de la autoridad? ¿Qué muestra esto acerca de Jehová?
18 El principio de la jefatura se ilustra en 1 Corintios 11:3: “Quiero que sepan que la cabeza de todo varón es el Cristo; a su vez la cabeza de la mujer es el varón; a su vez la cabeza del Cristo es Dios.” Cuando se ensancha para incluir a todas las criaturas inteligentes y sus actividades, este principio está difundido en el arreglo de Jehová para gobernar el universo, incluso nosotros aquí en la Tierra. Su arreglo demuestra un interés afectuoso de parte de él en Sus criaturas, no indiferencia ni frialdad. Es el interés de un padre amoroso para sus hijos. El apóstol Pablo escribió: “Dios está tratando con ustedes como con hijos. . . . porque a quien Jehová ama él disciplina.” (Heb. 12:6, 7) El ejercicio de autoridad por Jehová puede asumir la forma de disciplina o consejo que se necesita, como en el caso de un padre humano que administra éstos a sus hijos. Pero esto muestra que a él le importa, que está interesado y quiere lo mejor para aquel que recibe su dirección. Y contribuye a relaciones pacíficas con Dios y con el prójimo, como el apóstol, continuando, dice: “Después, a los que han sido entrenados por ella [la disciplina], da fruto pacífico, a saber, justicia.”—Heb. 12:11.
NECESIDAD DE AUTORIDAD CIVIL
19. (a) ¿Qué propósito sirven las autoridades civiles? (b) ¿Qué cosas recibimos de las autoridades civiles, y qué damos en pago?
19 Aunque el pleno beneficio del arreglo de Jehová para gobernar ha sido interrumpido temporalmente tocante a gobierno terrestre, él reconoce que tiene que existir alguna forma de autoridad hasta que su gobierno se restaure plenamente aquí. Por lo tanto, hallamos que a los cristianos se les dice que “estén en sujeción y sean obedientes a los gobiernos y a las autoridades [civiles existentes] como gobernantes” más bien que rebelarse contra ellos porque tienen imperfecciones. (Tito 3:1) Estas “autoridades” ayudan a mantener un grado de orden en la sociedad, sin el cual reinaría caos procedente de anarquía. En esto las autoridades reflejan los restos de la conciencia que Dios le dio al hombre. (Rom. 2:14, 15) Tienen la autoridad necesaria para sostener algún grado de orden en puntos como servicios públicos (saneamiento, abastecimiento de agua, correo, construcción de carreteras, educación); protección contra el crimen y fuego y protección judicial; medidas de socorro gubernamentales y legislación sobre seguridad (construcción, prevención de incendios, saneamiento, contaminación, alimentos, drogas, tráfico). En reconocimiento de estos beneficios, el cristiano da a las autoridades seglares sujeción relativa e impuestos. (Rom. 13:6, 7; Mar. 12:17) Como resultado, él puede, en su mayor parte, seguir “llevando una vida tranquila y quieta con plena devoción piadosa y seriedad” bajo hombres “que están en alto puesto,” las autoridades gubernamentales.—1 Tim. 2:2.
20. ¿Cómo ve el cristiano maduro la autoridad?
20 Por eso, ¿de qué modo ve el cristiano maduro la autoridad? Primero, comprende que se necesita para todo aspecto de su existencia. Ve en el ejercicio de ella por el Creador un interés amoroso en el bienestar de Sus criaturas. Reconoce ahora que las autoridades seglares sirven en el propósito general del Creador y que “están colocadas por Dios en sus posiciones relativas.” (Rom. 13:1, 2; Juan 19:11) Se da cuenta de que es preciso rendir sujeción relativa a la autoridad que ejercen los que están en varias fases de la vida seglar... el maestro, el patrono, el policía, el juez y el recaudador de impuestos. Continúa manteniendo este punto de vista piadoso a pesar de los evidentes abusos o faltas de parte de las autoridades presentes, pues comprende que “uno que es más alto que el alto está vigilando, y hay quiénes están muy por encima de ellos.” (Ecl. 5:8; Pro. 15:3) Permanece firme en la confianza de que la voluntad de Jehová es ejercer su autoridad amorosa por medio de “una administración al límite cabal de los tiempos señalados.” (Efe. 1:10) Espera el tiempo en que “toda autoridad . . . en el cielo y sobre la tierra” sea administrada por Jesús por medio de siervos cristianos fieles como los que actualmente están trabajando duro entre él y sus hermanos cristianos.—Mat. 28:18.
[Ilustración de la página 552]
Su cuerpo le ‘manda’ que coma y que duerma. ¿Va usted a rebelarse porque tiene autoridad sobre usted?
[Ilustraciones de la página 554]
En reconocimiento de los beneficios que proveen las autoridades seglares, el cristiano les da sujeción relativa e impuestos
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