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Dos cuadros de liberaciónLa Atalaya 1962 | 1 de agosto
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obstante, él tiene otros asociados estrechamente con él bajo su jefatura, formando la “congregación de los primogénitos.” También, de manera semejante, Cristo Jesús mismo es la prometida Simiente de Abrahán; no obstante, por la bondad inmerecida de Jehová, estos primogénitos, porque han sido “bautizados en Cristo” y “pertenecen a Cristo,” también son “realmente la simiente de Abrahán.” Es por medio de esta simiente que “todas las naciones de la tierra ciertamente se bendecirán” en el reino de Dios, después de la gran liberación en el Armagedón del Egipto del día moderno. Así podemos ver cómo el cuadro más pequeño de una liberación especial para la clase de los primogénitos primero debe tener lugar y debe preceder al cuadro más grande, el cumplimiento del cual ciertamente hará que se cante un cántico de alabanza triunfante a Jehová, “porque se ha ensalzado soberanamente.” Por eso, hablando figuradamente, descendió a Egipto en primer lugar, para “asignarse un nombre.”—Gál. 3:16, 27, 29; Gén. 22:18; Éxo. 15:21; 2 Sam. 7:23.
17. ¿Cómo ha de entenderse 1 Juan 2:2?
17 Así, también, podemos apreciar por qué Juan, al escribir a estos primogénitos dijo que Jesús primero es un “sacrificio . . . por nuestros pecados, empero no solo por los nuestros sino también por los de todo el mundo.”—1 Juan 2:2.
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Una relación estrecha y preciadaLa Atalaya 1962 | 1 de agosto
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Una relación estrecha y preciada
1, 2. (a) ¿De qué manera llegó a estar Jesús relacionado estrechamente con sus “hermanos”?(b) ¿Cómo está enlazado esto con la cena del Señor?
UNA cosa se destaca muy claramente al considerar el cumplimiento del cuadro del primogénito de Israel, y ésa es la relación sumamente estrecha efectuada por Jehová entre Jesús y la congregación espiritual de los primogénitos, que participan con él como parte de la simiente de Abrahán. Considerando otra vez la carta de Pablo a los hebreos, notamos que él recalca esto en Hebreos 2:10-18, donde explica que “al traer muchos hijos a la gloria [celestial]” fue adecuado “hacer al Agente Principal [Jesucristo] de su salvación perfecto por medio de sufrimientos.” Y dado que estos muchos hijos son “participantes de sangre y carne, él [Jesús] también participó igualmente de las mismas cosas, para que por medio de su muerte pudiera anonadar al que tiene los medios para causar la muerte, es decir, al Diablo . . . porque él verdaderamente no está asistiendo a ángeles de manera alguna, sino que está asistiendo a la simiente de Abrahán. Por consiguiente él fue obligado a ser como sus ‘hermanos’ en todo respecto, para que llegara a ser un misericordioso y fiel sumo sacerdote en cosas pertenecientes a Dios, a fin de ofrecer sacrificio propiciatorio por los pecados de la gente.”
2 Sí, estos hijos están relacionados estrechamente con Jesús como parte de la simiente prometida, pero ahora deseamos atraer su atención a otra semejanza estrecha que se menciona, a saber, que tanto Jesús como estos “hermanos” suyos son “participantes de sangre y carne.” Esto
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