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A medida que se acerca la calamidad mundial... ‘considere a Jesús’La Atalaya 1983 | 1 de julio
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de mencionar “el pecado que fácilmente nos enreda” —la falta de fe— Pablo habla acerca del que ‘miremos atentamente al Agente Principal y Perfeccionador de nuestra fe, Jesús’ (Hebreos 12:1, 2). ¿Por qué es eso vital durante la conclusión del presente sistema de cosas?
20 Desde la primera profecía bíblica, que aparece en Génesis 3:15, las Escrituras señalan al Cristo. Él es el punto central de mucho de lo que se predice y se tipifica o representa simbólicamente en la Biblia. Muchos de los rasgos de la Ley de Moisés que se mencionan en el libro de Hebreos fueron “una sombra de las buenas cosas por venir” (Hebreos 9:23; 10:1). Pero “la realidad pertenece al Cristo” (Colosenses 2:17). Sí, el nacimiento de Jesús, su ministerio terrestre, su muerte sacrificatoria, su resurrección y su servicio sacerdotal en el cielo completan, o perfeccionan, todas las profecías, tipos y patrones al respecto.
21. ¿En qué otro sentido es Jesús el “Perfeccionador de nuestra fe” hoy?
21 Aunque Pablo pudo reconocer que Cristo es el “Perfeccionador de nuestra fe”, nosotros hoy tenemos razón adicional de hacerlo. Estamos viendo el cumplimiento mayor de las palabras de Jesús acerca de la ‘señal de su presencia y de la conclusión del sistema de cosas’ (Mateo 24:3). Por eso nuestra fe tiene una base más sólida. Además, el entrar a salvo en “la tierra habitada por venir” está mucho más cerca ahora de lo que estuvo en el tiempo de Pablo. Por lo tanto, sigamos considerando a Jesús, el Perfeccionador de nuestra fe, y tengamos la certeza de que Dios “viene a ser remunerador de los que le buscan encarecidamente” con fe (Hebreos 2:5; 11:6). Como lo muestra el siguiente artículo, el libro de Hebreos puede ayudarnos a tener la fe y el punto de vista cristiano que necesitamos para estar en posición de recibir el maravilloso galardón.
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Esté asido de la esperanza ante ustedLa Atalaya 1983 | 1 de julio
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Esté asido de la esperanza ante usted
1, 2. ¿Por qué debe usted considerar seriamente el asunto de asirse de su esperanza?
EL APÓSTOL Pablo escribió que “realmente llegamos a ser participantes del Cristo solo si nos esforzamos por tener fuertemente asida la confianza que tuvimos al principio firme hasta el fin” (Hebreos 3:14). También dijo que era necesario “asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros”. (Hebreos 6:18.)
2 Tal vez hace poco que usted haya llegado a ser testigo de Jehová y esté celosamente seguro de sus convicciones. O tal vez haya sido testigo cristiano por décadas y le parezca que esté firme en el camino de la verdad. En cualquiera de los dos casos, es probable que cada uno de nosotros pueda recordar algunas personas a quienes conocemos que hayan dejado de andar en el camino de la verdad, tal como ocurrió en el primer siglo (Filipenses 3:18; Hechos 20:30). Es posible que algunas de ellas gradualmente hayan perdido la fe, se hayan ensimismado en intereses materiales, o hayan cedido a la tentación y hayan pecado.
3-5. ¿Cómo puede ayudarnos el libro de Hebreos en lo que se relaciona con nuestra esperanza?
3 ¿Cómo podemos evitar que eso nos suceda a nosotros? Reflexionemos sobre el consejo que se da en el libro de Hebreos. Veremos lo apropiado que es éste para nuestro tiempo, al considerar el fiel aguante que han desplegado muchos testigos de Jehová del día moderno a quienes este consejo ha fortalecido.
4 Hebreos se dirigió a los cristianos que eran “participantes del llamamiento celestial”. Habían sido ungidos con el espíritu de Dios y tenían la esperanza sólida de ir al cielo después de Cristo, el precursor. Como el lector puede imaginarse, ‘esta esperanza era como ancla del alma, tanto segura como firme’. Aún así, Pablo llamó la atención a lo necesario que era “asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros” (Hebreos 3:1; 6:18-20). Si esto era necesario en el caso de ellos, ¡cuánto más lo es ahora en el caso del resto ungido y de la “grande muchedumbre” que espera sobrevivir a la venidera “grande tribulación”! (Revelación 7:9, 15.)
5 En Hebreos Jehová nos pone sobre aviso en cuanto a los peligros de ‘deslizarnos’, ‘caer’, ‘hacernos indolentes’, ‘retraernos para destrucción’ o ‘excusarnos’ (Hebreos 2:1; 6:6, 12; 10:39; 12:25). El libro ofrece consejo excelente que nos ayuda a mostrar “diligencia a fin de tener la plena seguridad de la esperanza hasta el fin” y a ser “de la clase que tiene fe que resulta en conservar viva el alma”. (Hebreos 6:11; 10:39.)
“No somos de la clase que se retrae”
6. ¿A qué se habían enfrentado los cristianos hebreos, pero qué necesitaban?
6 Es patente que muchos de los cristianos hebreos habían experimentado persecución. “Aguantaron una gran contienda bajo sufrimientos”, como al estar expuestos en el teatro romano o al ponerse a sí mismos en peligro cuando suministraban ayuda a los que estaban en prisión (Hebreos 10:32-34). No obstante, tenían que esforzarse por no ser “de la clase que se retrae para destrucción, sino de la clase que tiene fe que resulta en conservar viva el alma”. (Hebreos 10:39.)
7. a) ¿Cómo pudiera afectar al cristiano la perspectiva de sufrir persecución? b) ¿Qué debe preguntarse usted?
7 De modo que existe el peligro de que el cristiano llegue a temer la oposición, que lo haga ‘retraerse’ o transigir. ¿Qué hay de nosotros? Tal vez hayamos experimentado cierto grado de oposición, quizás de parte de condiscípulos o de compañeros de trabajo. Algunas personas hasta han sido objeto de maltrato físico, sea de parte de un cónyuge o padre no creyente. Sin embargo, en muchos países es muy raro que el Testigo sea severamente perseguido debido a su fe. Esto puede resultar en que esté menos preparado para encararse a la persecución intensa y sea más propenso a ‘retraerse’ cuando ésta surja. Preguntémonos: ‘¿Acaso yo, después de haber vivido cómodamente, me sentiría tentado a retraerme si se me amenazara seriamente con la pérdida de mi casa o empleo, con no tener acceso a mi familia o con encarcelamiento y maltrato físico?’.
8. ¿Qué consejo nos ofrece Hebreos en cuanto a encararnos a la persecución?
8 Al hablar sobre el mostrar fe en medio de adversidad, Pablo instó que consideráramos cómo Jesús aguantó (Hebreos 12:2, 3). Entonces Pablo nos recordó que si surgía persecución severa, debíamos considerarla como una forma de disciplina provechosa. Por supuesto, no es Dios quien causa la persecución; él meramente la permite. Aún así, la persecución puede entrenarnos o ayudarnos a mejorar en cuanto a cualidades cristianas que son necesarias, tales como el aguante, la paciencia, la lealtad y la confianza en Jehová. (Hebreos 12:4-11; Santiago 1:2-4.)
9. a) ¿Cómo sabemos que los humanos imperfectos pueden aguantar la persecución? b) ¿Qué ocurrió en el caso de algunas hermanas en cierto país comunista durante los años sesenta?
9 Para que no pensemos que solo un hombre perfecto puede aguantar, como lo hizo Jesús, Hebreos destaca a hombres y mujeres que eran imperfectos, como nosotros, que aguantaron mediante la fe (Hebreos 11:35-40; 12:1). La “nube de testigos” que ha perseverado mediante la fe ha crecido en tiempos modernos. En agosto de 1982 cierto periódico suizo publicó un artículo sobre las experiencias que una señora había tenido con las testigos de Jehová que, hace unas dos décadas, estuvieron encarceladas en un campamento de trabajo para mujeres en un país comunista. He aquí la esencia de algunos de sus comentarios:
Solo las iglesias principales tienen libertad parcial porque predican lo que el Estado permite. No es así en el caso de las confesiones más pequeñas que se reúnen en hogares. A los que más se persigue es a los testigos de Jehová. A muchos Testigos en cuyos hogares se hallaron ejemplares de La Atalaya se les ha sentenciado a 10 años de prisión. Se puede entender, entonces, por qué los oficiales del campamento se sentían irritados cuando las Testigos, de algún modo, seguían recibiendo grandes cantidades de literatura. A cada prisionera se le había desvestido por completo y se le había registrado, y se le había registrado la ropa hasta el último hilo. Además, guardas armados vigilaban a todas las prisioneras que trabajaban en los campos, y se les registraba al pasar por la puerta cuando regresaban. No obstante, la literatura aparecía. Era como si ángeles volaran de noche sobre el campamento y dejaran caer la literatura. La mayoría de las Testigos eran jóvenes. Primero iban a prisión por un período de entre 5 y 7 años, y la segunda sentencia era de no menos de 10 años. Las que estaban en la peor situación en el campamento eran las Testigos. Cuando más de tres de ellas se reunían, se les mandaba dispersarse.
10. El libro de Hebreos nos ayuda a estar resueltos a hacer ¿qué tocante a la persecución?
10 En cuanto al ejemplo de individuos de la antigüedad que desplegaron fe bajo persecución, Hebreos dice que “el mundo no era digno de ellos”, pero que Jehová se encargaría de que “fueran hechos perfectos” en el Paraíso terrestre. ¿Qué más se pudiera pedir? Por eso, tomemos a pecho los ejemplos de fe tanto de tiempos antiguos como de tiempos modernos. En vez de ‘retraernos para destrucción’, debemos estar resueltos a ‘tener fe que resulta en conservar viva el alma’. (Hebreos 11:38, 40; 10:39.)
No nos “deslicemos”
11. ¿Cómo pudiera el ‘deslizarse’ ser un peligro en el caso de alguien que haya sido cristiano por mucho tiempo?
11 Según se muestra en Hebreos, otro peligro es el ‘deslizarse’ (Hebreos 2:1). Considere cómo pudiera ocurrir esto. Alguien —pudiera ser cualquiera de nosotros— se hizo cristiano y estaba lleno de un entusiasmo admirable. Estaba presto a participar en el ministerio del campo aunque solo tenía un conocimiento limitado de la Biblia (Hechos 3:1-9; 8:39; 13:48, 49). Después de varios años su entusiasmo debería haber madurado hasta llegar a ser celo ardiente y devoción profunda. ¿Ha sucedido esto? ¿Considera él que el ministerio cristiano es un medio de demostrar su amor a Dios y de ayudar a otras personas, tal como él mismo recibió ayuda? ¿O se ha convertido esta obra en una rutina, una tarea? Si tiene hijos, ¿los anima con regularidad y entusiasmo a ser ministros de tiempo completo? ¿O solo lo menciona de manera casual y con menos convicción de la que despliega al hablarles sobre obtener una educación superior, conseguir un empleo que pague bien o adquirir una hermosa casa? (Revelación 2:4.)
12. a) ¿Qué nos recomienda Hebreos para evitar el ‘deslizarnos’? b) ¿Qué preguntas pudiéramos considerar respecto a prestar atención a la Palabra?
12 Un paso que podemos dar para no ‘deslizarnos’ consiste en ‘prestar más que la acostumbrada atención a las cosas oídas’ (Hebreos 2:1). Algunos cristianos hebreos fallaron en este sentido. Después de aprender la “doctrina primaria acerca del Cristo”, no ‘pasaron adelante a la madurez’. Aunque ya ‘deberían haber sido maestros’, todavía estaban considerando las cosas elementales (Hebreos 5:12–6:2). ¿Qué hay de nosotros? ¿Simplemente estamos dejándonos llevar por las circunstancias, o estamos progresando por medio de dar atención al estudio personal? ¿Procuramos leer diariamente parte de la Biblia? ¿Estudiamos con interés genuino las publicaciones cristianas, y hasta conversamos con otras personas acerca de lo que aprendemos? ¿Estamos nosotros ayudando a nuestros hijos a progresar más allá de la ‘leche de la Palabra’? ¿Pueden ellos explicar, con la Biblia, la verdad acerca del alma, la resurrección, la Trinidad, el Paraíso terrestre, y así por el estilo? ¿Están haciendo esto en el servicio del campo en vez de permanecer al nivel del año anterior? (1 Pedro 3:15.)
13. Con relación al estudio, ¿qué patrón establecieron nuestras hermanas prisioneras, y qué nos sugiere esto?
13 En cuanto a las Testigos que estaban en prisión, el artículo pasó a relatar:
En el poco tiempo libre que tenían se esforzaban por memorizar pasajes bíblicos. También, se aplicaban en aprender otros idiomas, particularmente el inglés, el francés y el alemán. A veces la literatura que adquirían estaba escrita en estos idiomas, y las que los aprendían podían entonces traducir la información para otras hermanas.
Aunque a pocos de nosotros se nos obliga, como a ellas, a trabajar muchas horas con poca comida, ¿nos aplicamos tanto como ellas a dedicar nuestro tiempo libre a dar “más que la acostumbrada atención a las cosas oídas”?
No ‘caigan’
14. ¿Qué puede acontecer hasta a personas que han sido cristianas por mucho tiempo?
14 Después de exhortarnos a continuar progresando, Hebreos advierte que los “que una vez por todas han sido iluminados” pueden ‘caer’, quizá hasta el grado de estar más allá del arrepentimiento (Hebreos 6:4-8). Sí, cristianos que han servido a Dios por largo tiempo, hasta ungidos que “han llegado a ser participantes de espíritu santo”, pudieran ser arrastrados hacia algo tentador en el sistema de cosas actual.
15. ¿Cómo han caído algunos debido a lo sexual y debido a actividades comerciales?
15 Muchos han caído debido al deseo de la carne o el deseo de tener riquezas (1 Juan 2:16). Por supuesto, el deseo sexual está relacionado con el que los jóvenes cedan a tener relaciones sexuales sin estar casados. Pero considere otro aspecto del asunto. Algunas personas casadas se han cansado de su cónyuge y han conocido a otra persona que parece más atractiva, que conversa de manera más interesante o que tiene más éxito en este mundo. Lamentablemente esto ha resultado en divorcios y en segundas nupcias inmorales. Otros “han caído” al ir tras lo material y han cedido a prácticas comerciales que no son honradas y que pasan por alto requisitos gubernamentales con relación a licencias e impuestos (Mateo 22:21). O han promovido empresas comerciales de tipo piramidal o proyectos para enriquecerse rápidamente, los cuales tientan a la gente a obrar con avaricia y aprovecharse de sus hermanos. (Compare Hechos 20:33; 2 Tesalonicenses 3:10, 11.) Estas operaciones, además de eclipsar a menudo los intereses del Reino, a veces han resultado en resentimiento y disputas, si acaso no en acusaciones de fraude. La Biblia ha resultado veraz: “Los que están determinados a ser ricos caen en tentación y en un lazo”. (1 Timoteo 6:9.)
16. En cuanto a resistir tentaciones, ¿qué buen ejemplo dieron las hermanas que estaban en prisión?
16 Si reconocemos humildemente que no somos tan fuertes como para no caer, entonces debemos resolvernos a no ceder a los comienzos de la tentación y el pecado (Romanos 12:3; 1 Corintios 10:12). Las hermanas del campamento de trabajo nos sirven de buen ejemplo:
Se llevó a algunas de ellas una por una a una ciudad grande donde había tiendas, teatros y otras distracciones. Por ejemplo, dos oficiales de la policía secreta llevaron a una hermana a una tienda en la que había mucho alimento en los mostradores. Le dijeron: ‘Escoja lo que quiera’. Ella dijo que no necesitaba nada. Era algo terrible mostrar tablillas enteras de pan fresco y artículos de repostería a alguien que estaba desgastada y que hacía años que comía poco. Presentaron tentaciones parecidas en los grandes almacenes y teatros. Aunque la mantuvieron en aquellos lugares durante varias semanas y prometieron ponerla en libertad si abandonaba la fe, no tuvieron éxito. Pudieron hacer que solo una hermana transigiera. Meses después ella regresó al campamento, menos delgada y elegantemente vestida. Ella pronunció un discurso de dos horas ante sus ex hermanas, quienes ni siquiera la saludaron. Parece que la policía secreta creía que dicha táctica sería muy ingeniosa y que las hermanas se pondrían en fila para renunciar a su fe. Obtuvieron el resultado contrario.
17. ¿Cómo debemos considerar las tentaciones a las que nos encaremos?
17 ¿Cree usted que pudiera haberse mantenido firme ante tales tentaciones? Pero ¿qué hay de las tentaciones a las que usted sí se enfrenta? Pablo escribió: “Cuidado, hermanos, por temor de que alguna vez se desarrolle en alguno de ustedes un corazón inicuo y falto de fe al alejarse del Dios vivo; mas sigan exhortándose los unos a los otros cada día, mientras pueda llamársele ‘Hoy’, por temor de que alguno de ustedes se deje endurecer por el poder engañoso del pecado” (Hebreos 3:12, 13). Para no caer ni alejarnos, tenemos que concentrarnos en el día de “hoy”.
Manifestando fe “hoy”
18. ¿Por qué no entraron los israelitas en el descanso de Dios?
18 Pablo basó su comentario acerca de “hoy” en una cita de Salmo 95:7-11 (Hebreos 3:7-11). Como se menciona en este pasaje, los israelitas habían dejado que el corazón se les endureciera durante los días de Moisés. Los israelitas, después de oír el informe de Josué y Caleb acerca de la Tierra Prometida, desplegaron falta de fe (Números 13:17–14:38). Aunque allí podían disfrutar de paz y bendiciones durante el día de descanso de Dios que estaba en progreso, los israelitas, quienes tenían el corazón endurecido y desplegaron falta de fe, rehusaron mudarse a la tierra y vivir allí. Por eso Dios hizo que vagaran en el desierto por 40 años. (Hebreos 3:17-19.)
19. ¿Cuándo y cómo podemos entrar en el descanso de Jehová?
19 El gran Día Sabático, o día de descanso de Dios continúa (Génesis 1:31–2:3). Pablo dijo que “queda una promesa de entrar en su descanso” (Hebreos 4:1, 9). Por lo tanto, nosotros los cristianos podemos entrar o permanecer ahora en ese “descanso”. ¿Cómo? Por medio de ejercer fe, no en el Josué de tiempos antiguos, sino en el Josué Mayor, nuestro líder Jesús. También tenemos que dejar las obras de incredulidad, como las que manifiestan las personas que en realidad no creen en que algún día habrá un Nuevo Orden. Su vida gira en torno a la recreación o los placeres. Quizá quieran “ser alguien” mediante adquirir una posición o un título. O tal vez basen su vida en la filosofía de ser una persona “simpática”.
20, 21. a) ¿Qué obras necesitamos evitar? b) ¿En qué obra buena debemos participar, según el ejemplo que dieron las hermanas encarceladas?
20 Si de veras tenemos fe en Jesús y en lo que le espera al pueblo de Dios, deberíamos mostrarlo por nuestras actividades. Pablo escribió: “El hombre que ha entrado en el descanso de Dios ha descansado él mismo también de sus propias obras” (Hebreos 4:10). Por eso, en vez de tener obras de incredulidad u obras mediante las cuales tratar de justificarnos, es preciso que tengamos obras que reflejen nuestra fe.
21 Una obra cristiana que se cuenta entre las de primera importancia es la de hablar acerca de Jehová Dios y su Hijo. Respecto a Jesús, Pablo exhortó: “Tengamos asida nuestra confesión de él” (Hebreos 4:14). Por supuesto, podemos y debemos hacer esto en las reuniones cristianas por medio de hacer allí declaración pública de nuestra esperanza (Hebreos 10:23-25). Pero dicha “declaración pública” debería incluir el confesar nuestras creencias y esperanzas a los de afuera. En realidad, deberíamos sentirnos impelidos a hacer “sacrificio de alabanza, es decir, el fruto de labios que hacen declaración pública [del] nombre [de Dios]” (Hebreos 13:15; 1 Corintios 9:16). La autora del artículo que se mencionó antes habla sobre una conversación que tuvo con una hermana:
Le dije: Las autoridades están metiendo a todas ustedes en prisiones, no debido a lo que creen, sino porque predican a otras personas. Si se sentaran a solas en su hogar y oraran silenciosamente, nadie lo sabría. Ella contestó: ‘Eso es cierto, pero nuestra obligación es de hablar a otras personas y ganar nuevos hermanos y hermanas. No podemos ser egocéntricas y prepararnos solo para nuestra propia vida en la Tierra durante el milenio. Toda persona tiene que saber en cuanto a cómo será la vida entonces’.
22. ¿Qué convicción, basada en Hebreos, tiene usted?
22 Podemos ver que un punto clave de Hebreos es que tenemos que hacer “lo sumo posible para entrar en ese descanso [de Dios], por temor de que alguien caiga en [...] desobediencia” (Hebreos 4:11). Podemos experimentar la profunda satisfacción que proviene de estar en ese descanso ahora mismo y tener la esperanza segura de continuar en él cuando toda persona que viva en la Tierra adore a Dios. No hay duda de que Dios está dispuesto a bendecir y conservar
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