¿Qué base hay para esperanza?
HABÍA un hombre muy trabajador, sexagenario. Había crecido en Nueva Jersey donde había llevado una vida muy activa. Nunca había estado malo, pero súbitamente empezó a sentirse enfermo. Trató de pasar por alto esa sensación, pero no desaparecía. Y con razón; pues un diagnóstico reveló que tenía cáncer. Probó varios remedios y pasó varias semanas en una renombrada clínica para el cáncer. Regresó aparentemente sanado, un nuevo hombre, por decirlo así. Pero no por mucho tiempo. Lentamente su salud empezó a deslizarse de nuevo y pronto se hizo patente que nada ayudaría. No obstante a través de todo ello tuvo una disposición alegre. ¿Por qué? Porque tenía una base para esperanza.
También, hubo una pareja de canadiense que iniciaron su vida matrimonial muy enamorados el uno del otro. Pero luego él obtuvo un trabajo tocando en una orquesta de hotel y por una cadena de radioemisoras, que lo hacía llegar a casa muy de noche, mientras ella trabajaba durante el día. Entonces poco a poco fueron separándose. Pronto pareció que el divorcio era la única solución. Pero entonces algo entró en su vida que los reunió en corazón y mente. ¿Qué fue eso? Una base para esperanza.
Típica también fue la porción de cierto jipie en Virginia. Llegó a estar completamente desilusionado debido a la manera en que hombres egoístas estaban dirigiendo al mundo. Como resultado, dejó que sus ideales se deslizaran de él. Pero cuando descubrió que eso no lo hacía feliz, se puso a buscar en otra parte. Con el tiempo él, como tantos otros como él, encontró una base para esperanza que le produjo felicidad.
UNA BASE PARA ESPERANZA
Es cierto, hay muchos individuos que hablan con desdén de la esperanza. Pero sea que la esperanza de uno resulte valiosa o cause desilusión, todo depende de aquello en que se base la esperanza. Nadie que sinceramente desea hacer lo que es correcto tiene que estar sin esperanza. ¿Por qué se puede decir eso? Por el hecho de que Jehová Dios, el Creador de todas las cosas, un Dios que es amoroso, sabio y todopoderoso, realmente existe.—Rom. 1:20.
Ciertamente la razón nos dice que este maravilloso universo con su belleza, simetría, orden y variedad infinita, no vino a la existencia de por sí, por accidente. De consiguiente, sir Isaac Newton, a quienes muchos historiadores de la ciencia clasifican como “la más grande mente científica que el mundo ha visto,” escribió en una carta a un amigo diciéndole que en su obra más importante, la Principia, él se había esmerado en poner de relieve pruebas de que Dios realmente existía, y que tenía gusto de ver que estas pruebas hicieron efecto en la gente.
En aquel famoso documento él había escrito: “Este hermosísimo sistema del Sol, planetas y cometas, solo pudo proceder del consejo y dominio de un Ser inteligente y poderoso. . . . Este Ser gobierna todas las cosas . . . como Señor sobre todo . . . El Dios Supremo es un Ser eterno, infinito, absolutamente perfecto.”
Sin embargo, quizás algunos presenten el argumento: ‘No es así. Considere toda la miseria e iniquidad en la Tierra.’ Pero la existencia de esas condiciones no presenta argumento sólido contra la existencia de Dios ni contra el poner la fe en Él. ¿Por qué no? Porque su Palabra, la Santa Biblia, explica satisfactoriamente las razones por las cuales Dios ha permitido que la iniquidad continúe por tanto tiempo. En suma, Dios ha permitido estas condiciones por dos razones básicas. Primera, debido a un desafío hecho por el Diablo en que impugnó la gobernación de Dios y se jactó de que él podía apartar de Dios a todas las criaturas. Dios sabía que algunas criaturas mantendrían integridad a pesar de todo lo que Satanás pudiera hacer. Y segunda, para dejar que el hombre imperfecto demostrara que absolutamente no tiene la capacidad para traer paz, prosperidad y felicidad aparte de Dios.
Y nótese que hay muchas y poderosamente apremiantes razones para aceptar la Biblia como la inspirada Palabra de Dios, así como las hay para tener fe en la existencia de Dios. Preeminente entre las razones para aceptar la Biblia está el cumplimiento de tantas de sus profecías a través de los siglos; la maravillosa armonía de sus muchos escritos aunque se escribieron a través de un período de más de quince siglos y por hombres que a menudo vivían a muchos, muchos kilómetros de distancia los unos de los otros; el candor de sus escritores, así como el apoyo que recibe de la historia seglar y de la arqueología.a
BENEFICIOS AHORA DE LA ESPERANZA QUE SE BASA EN LA BIBLIA
La esperanza en Jehová Dios y en su Palabra se asemeja aptamente a un ancla. Tal como un ancla puede dar estabilidad a un barco en una tormenta embravecida, así el ancla de una esperanza que se basa en la Biblia puede darnos estabilidad en medio de las tormentas de la vida. También se asemeja a un yelmo que puede proteger la mente de uno de dudas perturbadoras.—1 Tes. 5:8; Heb. 6:19.
Es por eso que el hombre de Nueva Jersey pudo continuar alegre aunque su vida estaba decayendo como resultado del cáncer. Tenía la esperanza de una resurrección y creía que Dios remunera a los que le sirven fielmente.—2 Tim. 4:8; Heb. 11:6.
El valor de la esperanza de la resurrección también se ve de la experiencia de una hindú que vivía en el territorio de Durban, República Sudafricana. Estaba impregnada de tradiciones y costumbres hindúes y estaba intensamente dedicada a su esposo. Cuando súbitamente murió él de un ataque al corazón, ella se sintió tan desconsolada que no podía comer. De hecho, estaba determinada a suicidarse matándose de inanición y hasta escribió una carta a Dios pidiéndole que la perdonara por quitarse la vida. Pero después de un ayuno de cuarenta días empezó a comer nuevamente. ¿Por qué? Porque testigos cristianos de Jehová, que creen en la resurrección, pudieron consolarla con la esperanza de que algún día volvería a ver a su amado esposo.—Hech. 17:31; 24:15; Juan 5:28, 29.
¿Y de qué manera pudo la esperanza que se basa en la Biblia enmendar el matrimonio de aquella pareja de canadienses que se había desbaratado? Trayéndoles un mejor entendimiento de cuáles son los requisitos de Dios y dándoles una meta mutua por la cual esforzarse.—Mat. 6:33; 19:3-6.
Lo mismo fue cierto del joven que fue atraído al modo de vivir jipie porque el mundo no tenía nada que ofrecer y no veía él ninguna esperanza verdadera para el futuro. Mientras estuvo en Vietnam como soldado norteamericano se puso en contacto con misioneros cristianos, testigos de Jehová, que le ayudaron a ver la certeza de las promesas de Dios y le dieron una base para esperanza... una esperanza que pronto se realizará. ¿Cómo podemos estar seguros de que el tiempo está cerca?
EL HORARIO DE DIOS SEÑALA A LA ACTUALIDAD
La Palabra de Dios nos asegura: “Para todo hay un tiempo determinado, aun un tiempo para todo asunto bajo los cielos” (Ecl. 3:1) Así sucedió que Jehová Dios permitió la iniquidad y violencia del mundo prediluviano solo por tiempo determinado, y entonces envió el Diluvio que limpió de la Tierra a todos los hombres inicuos y violentos. (Gén. 6:3-12; 7:11-24) De modo similar, a su debido tiempo Dios sacó del cautiverio egipcio a los israelitas vilmente esclavizados y los estableció en Canaán, en una tierra que manaba leche y miel.—Éxo. 1:8-14; 2:23-25; Jos. 21:45.
¿Y qué hay de los presentes ‘tiempos difíciles de manejar’? La Biblia dice: “Cuando los inicuos brotan como la vegetación y todos los practicantes de lo que es perjudicial florecen” —lo cual ciertamente están haciendo ahora— “es para que sean aniquilados para siempre.” Entonces, con la destrucción de la iniquidad, el debido tiempo de Dios habrá venido para que su voluntad se haga en la tierra como en el cielo.’ “Él limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni existirá ya más lamento ni clamor ni dolor.”—2 Tim. 3:1-5; Sal. 92:7; Mat. 6:10; Rev. 21:4.
Pero ¿por qué podemos estar tan seguros de que estas promesas se cumplirán? Porque la Biblia nos dice que tenemos ‘una base para esperanza porque Dios, que no puede mentir, ha hecho estas promesas.’ (Tito 1:2) Sí, muchísimas profecías registradas en la Biblia se han cumplido, como el número de años que la tierra de Judá quedaría desolada, setenta años; el año exacto en que vendría el Mesías; dónde nacería; qué haría; cómo moriría y el hecho de que sería levantado de entre los muertos.—Jer. 29:10; Isa. 53:1-12; Dan. 9:2, 24-27; Miq. 5:2; Sal. 16:10.
El hecho de que esta mismísima generación puede esperar ver cumplidas las promesas de Dios en cuanto al futuro de esta Tierra queda confirmado por lo que esta generación presente ha visto en cumplimiento de las profecías de Jesús y sus apóstoles. (Vea Mateo, capítulos 24 y 25; Marcos, capítulo 13, y Lucas, capítulo 21.) En conexión con las cosas de las cuales hoy hemos sido testigos, Jesús declaró: “En verdad les digo que de ningún modo pasar esta generación hasta que sucedan todas estas cosas.”—Mat. 24:34.
CÓMO FORTALECER SU ESPERANZA
¿Quiere usted una esperanza fuerte, sustentadora del espíritu? Entonces tiene que hacer esfuerzos diligentes y sinceros por adquirirla. Es como comentó escuetamente en una ocasión un bien conocido sociólogo norteamericano: “Los líderes que predican un mensaje de esperanza jamás tienen muy buena acogida, pues requieren . . . esfuerzo, actividad, fidelidad, compromiso.” Por supuesto, él se refería a líderes que presentan esperanzas que se basan en los hombres; no obstante, el mismo principio aplica a la esperanza que se basa en la Palabra de Dios.
Lo de primera importancia es familiarizarse con el Libro de Esperanza, la Santa Biblia, y con las razones contenidas en ella para que usted tenga esperanza. Esfuércese por leer una porción de ese Libro diariamente. El conocimiento es esencial si ha de haber fe, y la fe es lo que hace posible la esperanza.
Por supuesto, el simplemente leer la Biblia no le suministrará a usted fe; usted tiene que entender lo que está leyendo. La Biblia misma hace resaltar este punto en el relato de un oficial etíope que estaba leyendo la profecía del capítulo 53 de Isaías, pero que confesó que no entendía a quién se refería la profecía. Fue necesario que el evangelizador Felipe le explicara que la profecía se refería a Jesucristo.—Hech. 8:27-38.
¿Quién puede ayudarle a usted a entender la Biblia? Obviamente, tendría que ser cristianos que realmente creen que la Biblia es la Palabra de Dios. De lo susodicho usted puede ver que esta revista se publica —y se distribuye— por personas que tienen fe en la Biblia y la aceptan como la Palabra de Dios. Además, éstos, los testigos cristianos de Jehová, sinceramente se esfuerzan por vivir en armonía con lo que predican, lo cual los recomienda más a usted como sinceros estudiantes y maestros de las verdades bíblicas.
De hecho, esto es algo que cada vez más personas que no son Testigos están reconociendo. El Amsterdam News de Nueva York, del 10 de agosto de 1974, en su página de editoriales, publicó un dibujo grande de una Biblia vertical con un testigo de Jehová de pie en ella, escudriñando el futuro con un telescopio. El dibujo tenía el título “Manteniendo la fe.” En su editorial el periódico declaró: “Este es un grupo religioso que, a través de los años, se ha adherido inmutablemente a sus creencias por precepto y ejemplo y practica rígidamente lo que predica en un mundo donde tales cosas son raras. . . . Tales mantenedores de la fe son buenos para nuestra ciudad y buenos para nuestra nación pecaminosa debido al ejemplo que dan en medio de los escándalos, asesinatos y derrumbes morales de nuestros tiempos. ¡Bienvenidos a Nueva York, Testigos de Jehová!”
Estos testigos cristianos de Jehová están cabalmente equipados para ayudarle a usted a fortalecer su fe en Dios y en la Biblia a fin de que pueda tener una esperanza fuerte y brillante tocante al futuro. Ellos no solo publican Biblias y ayudas para el estudio de la Biblia sino que están listos para ayudarle a usted a entender la Biblia conduciendo un estudio bíblico semanal en su propio hogar absolutamente gratis. Por otra parte, también le extienden a usted una invitación cordial a sus Salones del Reino. Allí celebran cinco reuniones todas las semanas, cada una de una hora, en las cuales se exponen y se inculcan enseñanzas y principios de la Biblia.
No hay duda en cuanto a ello —porque Jehová Dios el Creador existe, porque tiene excelentes cualidades y se interesa en sus criaturas terrestres y porque su Palabra la Biblia es verdadera— hay abundante razón para que usted tenga esperanza. Pero para hacer suya esa esperanza, es necesario que usted trabaje en ello.
[Nota]
a Para detalles, vea ¿Es la Biblia realmente la Palabra de Dios?