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‘Ocúpese en orar en toda ocasión en espíritu’La Atalaya 1965 | 1 de febrero
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se dirigen a la “casa de oración” de Jehová por ayuda. Con todas estas peticiones también han ascendido, como incienso, afectuosas expresiones de amor y alabanza junto con acción de gracias a Jehová el Oidor de la oración. ¿Hay otras ventajas en adorar a Jehová por medio de la oración? Sí. La oración acerca continuamente a uno a Jehová. (Sant. 4:8) Así consigue uno un compañerismo íntimo con el Padre, nuestra gran fuente de vida. La oración mantiene limpio y fuerte el corazón de uno. No hay nada que uno retenga de su gran Amigo en el cielo. Con corazón abierto y una conciencia despejada se mantiene comunicación verdadera con nuestro Dios.
30 La oración trae sobre uno la paz perdurable de Jehová. Sin esta paz no es posible ningún éxito duradero. Se asegura el apoyo de Jehová por medio de la oración. La oración también resulta en una afluencia aumentada del espíritu de Jehová sobre uno. Estos son días cuando el poder físico o el poder cerebral no aseguran protección del Har–Magedón. Más bien, los que han sido guiados por espíritu de Jehová son los que salen victoriosos. (Zac. 4:6) Es la oración la que produce ánimo verdadero. Así mismo produce un punto de vista optimista. La oración es el medio por el cual uno mantiene un fuerte vínculo de dedicación a Jehová. Dios oye las súplicas diarias de sus siervos dedicados. Concede respuestas a las oraciones que se encuentran en armonía con su voluntad y Palabra.
31 Recuerde, no es la abundancia de palabras lo que cuenta al decir “Señor, Señor.” (Mat. 7:21-23) Más bien lo que cuenta es el seguir después de la oración con acción positiva en hacer la voluntad de Dios. Ora seamos dedicados del resto ungido o seamos de las “otras ovejas,” todos nosotros, jóvenes y viejos, varones y hembras, ‘ocupémonos en orar en toda ocasión en espíritu.’ Como un pueblo que ora, deleitémonos todo el tiempo en venir a adorar a Jehová nuestro Dios en su “casa de oración.”
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No satisfactoria la escuela dominicalLa Atalaya 1965 | 1 de febrero
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No satisfactoria la escuela dominical
En Florida una testigo de Jehová tuvo la siguiente experiencia: “Una niña de nueve años de edad que vive en la calle en que yo vivo vino cierta noche a mi hogar. Dijo que había oído que yo instruía en la Biblia y preguntó si yo quería estudiar la Biblia con ella, porque, después de asistir por tres años a la escuela dominical, todavía estaban leyendo allí historias acerca de cuadros a los cuales añadían los colores. Le di el libro De paraíso perdido a paraíso recobrado y la Traducción del Nuevo Mundo de las Escrituras Griegas Cristianas para que sus padres los vieran. Ellos le dieron a la niña permiso para estudiar durante las vacaciones del verano pero dijeron que tendría que volver a la escuela dominical cuando comenzara la escuela. Durante nuestros estudios la niña mostró aprecio sincero y mucho entusiasmo.
“La primera vez que volvió a la escuela dominical les habló a sus compañeros de clase acerca del Paraíso y el Reino por el cual deben orar los cristianos. La maestra se sorprendió y le preguntó dónde había obtenido su información. ‘De la Biblia,’ contestó ella, ‘y una señora muy buena me ayudó a entenderla.’ Cada domingo volvía llorando de la escuela dominical a su casa porque no había aprendido nada acerca del reino de Dios o del nombre de Dios. Finalmente se le ocurrió una idea. Buscó textos bíblicos y bombardeó a sus padres con preguntas que éstos no pudieron contestar, con el resultado de que reanudamos nuestro estudio en el libro Paraíso y ya ella no va a la escuela dominical. Además, ella ha traído consigo a un vecinito de siete años para que se le ayude a empezar a estudiar la Biblia.”
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