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La liberación de la humanidad al nuevo orden de DiosLa Atalaya 1972 | 15 de abril
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32. ¿Cómo serán contrabalanceados los que están en los ‘cielos actuales’ por los que están en los “nuevos cielos,” y quién es el vital, esencial, en los “nuevos cielos”?
32 Tal como los inicuos ‘cielos actuales’ están compuestos de criaturas espíritus, sobrehumanas e invisibles, así también los nuevos cielos tienen que estar compuestos de criaturas espíritus, sobrehumanas e invisibles. El apóstol Pedro alentó a sus compañeros cristianos a seguir esperando en Dios y a cifrar su confianza en Dios, al escribir: “Pero hay nuevos cielos y una nueva tierra que esperamos según su promesa, y en éstos la justicia habrá de morar.” (2 Ped. 3:13) Dios ya ha levantado al principal de esos “nuevos cielos,” a aquel que es vital y esencial, y ése es su Hijo fiel, Jesucristo el Señor. ¡Aclame a este Libertador!
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Colocando los fundamentos para el nuevo orden de DiosLa Atalaya 1972 | 15 de abril
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Colocando los fundamentos para el nuevo orden de Dios
1. ¿Qué esperaban llegar a ser aquellos a quienes se dirigió 2 Pedro 3:13, pero por qué surge una verdadera pregunta debido a eso?
CUANDO el apóstol Pedro escribió a los compañeros cristianos de su día: “Hay nuevos cielos y una nueva tierra que esperamos según su promesa,” ellos mismos esperaban llegar a ser parte de aquellos “nuevos cielos” cuando llegara la conclusión de este sistema de cosas. (2 Ped. 3:13; Mat. 24:3; 28:20) Esperaban estar asociados en aquellos “nuevos cielos” sobre la humanidad con el Caudillo y Cabeza que Dios les había dado, Jesucristo. Se regocijaban con la esperanza de reemplazar a los inicuos “cielos” demoníacos que ahora están tendiendo algo como una mortaja de muerte y destrucción sobre toda la humanidad. Pero, ¿cómo pueden ellos y los otros condiscípulos de Jesucristo, dado que todos son meros humanos, llegar a ser parte de los “nuevos cielos”?
2. Como clave para revelar este misterio, ¿qué escribió Pedro al principio de su primera carta?
2 El apóstol Pedro indica la clave que revela este misterio, al escribir a compañeros creyentes en el sacrificio de rescate de Jesucristo: “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, porque según su gran misericordia nos dio un nuevo nacimiento a una esperanza viva mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, a una herencia incorruptible e incontaminada e inmarcesible. Está reservada en los cielos para ustedes, que están resguardados por el poder de Dios mediante la fe para una salvación lista para ser revelada en el último período de tiempo.”—1 Ped. 1:3-5.
3. ¿Fue creada la humanidad con el propósito de ir al cielo, y qué tienen que experimentar los cristianos que mueren fieles a fin de llegar al cielo?
3 Note esa expresión ‘un nuevo nacimiento a una herencia reservada en los cielos para ustedes.’ También, note las palabras, “mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos.” La humanidad no fue creada y no ha nacido para ir al cielo donde tiene Dios su residencia. Para que algún humano pudiera llegar al cielo, se requeriría un nuevo nacimiento, un nacimiento espiritual, que ningún padre humano no puede dar, sino únicamente Dios el Padre celestial. Además, notamos que hasta ahora todos los fieles discípulos de
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