Gobernación divina... Sobre la humanidad al comienzo
“Jehová mismo ha establecido firmemente su trono en los mismísimos cielos; y sobre toda cosa su propia gobernación real ha tenido la dominación.”—Sal. 103:19.
1. Según lo que queremos decir, ¿qué es el “establecimiento” dentro del cual todos nacimos, y qué estimación de él nos vemos obligados a hacer?
TODOS nacimos dentro de un “establecimiento.” ¿Queremos decir por esa palabra el sistema de cosas que existe aquí en nuestro globo terrestre? ¡No! Queremos decir un establecimiento del cual nuestra Tierra es solo una parte muy pequeñita. Queremos decir un establecimiento que se extiende hasta muy lejos en el espacio sideral. Abarca más que la galaxia de la Vía Láctea de la cual nuestro Sol es meramente uno de muchos soles parecidos. Abarca todas las galaxias de estrellas que los mayores telescopios hechos por el hombre han podido presentar a la vista humana. Tan tremendamente enorme es este establecimiento que tiene que ser medido en unidades de distancia llamadas “años luz.” A pesar de lo enorme de éste, todo individuo tiene que admitir que es un establecimiento maravilloso. Ya estaba aquí antes que la juventud dada a continua protesta de hoy día se presentara, o hasta antes que la humanidad recibiera comienzo aquí. A todos se nos trajo dentro de este establecimiento, sin que fuera por nuestra propia voluntad o selección. Por eso, ¿es este establecimiento algo de lo cual protestar?
2. ¿Por qué no pudiera ser el caso que el hombre es responsable de operar este “establecimiento,” y qué dicta nuestro razonamiento en cuanto al operador de él?
2 ¿Quién opera este establecimiento tan asombrosamente grande? Ya estaba operando ordenadamente antes que nosotros los humanos existiéramos. No nos necesita para seguir operando para siempre, colgando allá en el espacio y funcionando tan armoniosamente. No hay que decir que es demasiado grande para nosotros, está demasiado más allá de lo que nuestra influencia puede alcanzar. No podemos controlarlo desde aquí en la Tierra con proyectiles, naves espaciales o sistemas de radar. Este establecimiento no es producto de la casualidad. Si fuéramos a calcular científicamente, sería un caso de billones y billones de razones contra una escasa posibilidad de que un “establecimiento” de tanta armonía, tan altamente organizado y de tan perfecta operación se haya producido por accidente, por casualidad. No podría venir de la nada, porque nada sale jamás de la nada. Una concentración tan poderosa de energía dinámica como la que este establecimiento tiene en sí mismo jamás pudiera haber venido de un vacío hueco, de la vacuidad. Según nuestras facultades de razonamiento con las cuales se nos ha dotado, tuvo que haber venido de una fuente de poder y energía central, inagotable. Y esa “fuente” tendría que ser inteligente, una que tuviera entendimiento además de aptitud todopoderosa. Ésta tiene que operar el establecimiento.
3. (a) ¿Qué nos vemos obligados a concluir respecto al operador de este “establecimiento” visible, y qué nombre es adecuado para éste? (b) ¿Qué título se le da en la Santa Biblia?
3 No queremos portarnos como “zonzos,” ¿verdad? Es decir, ¿de manera estúpida, insensata, irrazonable, que también quiere decir: anticientífica? El hombre razonante e inteligente no tiene más recurso que aceptar que el gran Operador de este sorprendente “establecimiento” de belleza, diseño y poder es una Persona inteligente, aunque invisible a nuestros débiles ojos naturales. ¿Tiene alguno de nosotros mejor título por el cual llamar a esa Persona que el de “Dios”? Eso es lo que el Más Grande Libro de la Tierra llama a esa Persona. Y esto lo hace en su misma oración con que empieza, diciendo: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra.” En el idioma original en que fue escrita esta parte del Libro, la palabra para nuestra palabra española “Dios” es Elohim. Como expresa esa oración en inglés The Holy Name Bible, que rechaza completamente el título “Dios”: “En el principio Elohim creó los cielos y la tierra.” (Gén. 1:1) Este mismo Creador de los cielos y la Tierra toma la responsabilidad por ese Libro de todos los libros, la Santa Biblia, y desde el principio hasta el fin este Libro de más de mil páginas revela que este Creador inteligente es un Dios de actividad perfecta, de sabiduría, justicia, amor y poder perfectos. Él está perfectamente capacitado para operar este “establecimiento” visible.
4, 5. (a) Según la Biblia, ¿sobre qué está suspendida esta Tierra, y qué puede decirse acerca de su tamaño en comparación con el establecimiento entero? (b) ¿Qué preguntas que se le hicieron a Job deben hacérseles a los científicos?
4 Nuestra Tierra no está suspendida en el espacio sobre nada de clase material. Como dijo ese Libro de libros en su relato del patriarca Job hace menos de tres mil quinientos años, en el Job capítulo veintiséis, versículo siete: “Él está extendiendo el norte sobre el lugar vacío, colgando la tierra sobre nada.” En comparación con los innumerables cuerpos de los cielos, nuestra Tierra es como una simple motita de polvo en medio de una tremenda nube de polvo. Puesto que el Dios de la creación opera o rige el gran establecimiento en conjunto, también tiene que ser el gobernante o regidor de la Tierra. Su gobernación, no la de criaturas humanas en la Tierra, es la gobernación verdadera, original, legítima para la Tierra. Un Creador debería operar su propia creación. El hombre no tuvo nada que ver con crear esta Tierra como su hogar eterno. En cuanto a este punto vital a los científicos y evolucionistas del día moderno se les deben hacer las mismas preguntas que Dios le hizo al patriarca Job en cuanto a la creación de la Tierra. A Job le dijo:
5 “Cíñete los lomos, por favor, como hombre físicamente capacitado, y déjame interrogarte, y tú dame informe. ¿Dónde te hallabas tú cuando yo fundé la tierra? Infórmame, si de veras conoces el entendimiento. ¿Quién fijó sus medidas, si acaso lo sabes, o quién extendió sobre ella el cordel de medir? ¿En qué han sido hundidos sus pedestales con encajaduras, o quién colocó su piedra angular, cuando las estrellas de la mañana gozosamente clamaron a una, y todos los hijos de Dios empezaron a gritar en aplauso? . . . ¿Fue desde tus días en adelante que diste órdenes a la mañana? ¿Hiciste tú que el alba conociese su lugar, que se asiese de las extremidades de la tierra, para que los inicuos fueran sacudidos de ella?”—Job 38:3-13.
6. (a) ¿Quiénes dijo Dios que fueron testigos de la gobernación divina, y la dolorosa experiencia de quién situación de juzgar la declaración formal que Dios hizo hace seis mil años acerca de su obra de creación?
6 En respuesta a esas preguntas, todos nosotros hoy tendríamos que decir humildemente que no estábamos allí. Aquellos a quienes Dios aquí llama “las estrellas de la mañana” y “todos los hijos de Dios” fueron testigos de la creación de la Tierra y todos se deleitaron con esta minúscula parte del “establecimiento” visible. Bueno, pues, ¿tenemos nosotros, criaturas humanas inferiores, razón alguna para criticar a Dios por la manera en que creó nuestro hogar terrestre? Cuando Dios terminó de prepararlo como morada para el hombre y puso al hombre sobre éste, entonces, según dice el último versículo del primer capítulo de la Santa Biblia: “Vio Dios todo lo que había hecho y, ¡mire! era muy bueno.” (Gén. 1:31) Puesto que el Creador mismo miró a su creación terrestre y la consideró ‘muy buena,’ ¿quiénes somos nosotros, que hemos entrado en escena seis mil años más tarde, para decir que no era ‘muy buena’ desde nuestro punto de vista humano? ¿Quiénes somos nosotros hoy para juzgar lo que era la condición de la Tierra hace seis mil años cuando Dios creó al primer hombre y la primera mujer en perfección humana y los colocó en un Paraíso de Placer? La condición de contaminación en que se encuentra la Tierra hoy día no es base para juicio verdadero.
7. (a) ¿Qué clase de gobernación tuvo el hombre al principio de su existencia, pero con qué actitud han estado gobernando la Tierra los hombres ya por miles de años? (b) ¿En cuanto a qué cuestión respecto a gobernación tenemos que decidirnos ahora?
7 Estamos aquí por concesión del favor del Creador. Entonces, ¿quiénes somos nosotros para pensar que nosotros los hombres tenemos el derecho de operar esta Tierra como nos venga en ganas sin considerar al Creador, Dios? Y sin embargo así es como muestra la historia humana que los hombres han estado operando la Tierra por miles de años. Originalmente, en la creación del hombre, el hombre disfrutó de gobernación divina. Hoy el hombre sufre bajo la gobernación humana que pasa por alto a Dios y desafía a la gobernación divina. Los gobernantes humanos imperfectos desean que todos los pueblos acudan únicamente a la gobernación humana y desafíen a la gobernación divina como lo hacen ellos, los gobernantes humanos. Como nunca antes, la cuestión en cuanto a la cual nos vemos obligados a tomar una decisión es: Gobernación divina... ¿estamos por ella, o contra ella? Si estamos por ella, ¿qué significa eso para nosotros? Si estamos contra ella, ¿qué significa eso para nosotros y para los que dependen de nosotros? Veamos, porque deseamos escoger lo que haya de significar felicidad para nosotros y los nuestros.
EL PROCEDER DE LOS QUE ESTÁN CONTRA ELLA
8. (a) ¿A quiénes es probable que tengan en su compañía los individuos en la Tierra que están contra la gobernación divina? (b) ¿Qué se ven obligados a admitir en cuanto a si siempre ha existido la hostilidad a la gobernación divina?
8 Los que hoy están contra la gobernación divina, es decir, la gobernación de la Tierra por Dios, tienen mucha compañía. Es probable que tengan mucha más compañía de lo que saben o se dan cuenta. Es probable que tengan de compañía a quienes no quieran admitir que favorezcan y tengan como asociados. ¿Qué queremos decir? Porque son materialistas en su filosofía, rehúsan concordar en que haya cosa alguna que sea espiritual, hasta el punto de negar que haya un Dios, que es Espíritu. Por lo menos no toman en serio la idea de Dios, ni la existencia de ninguna otra persona espíritu de inteligencia. Realmente no tienen base razonable para adoptar esta opinión y actitud mental; sin embargo se adhieren a ella cegándose a sí mismos a hechos patentes. No obstante, tendrán que admitir que esta hostilidad a la gobernación divina tuvo un principio. Hay historia que prueba que tuvo su comienzo hace seis mil años. No empezó con el hombre, pero el hombre quedó envuelto en ella.
9. (a) ¿Con quién comenzó el ofrecer resistencia a la gobernación divina, y la dolorosa experiencia de quién con él probó la realidad de éste? (b) Job estaba a favor de la gobernación ¿de quién? Por lo tanto, ¿qué quiso Satanás poner a prueba acerca de Job?
9 ¿Con quién, pues, comenzó la hostilidad a la gobernación divina? No fue con una criatura inferior a lo humano, como una culebra, sino con una criatura sobrehumana, una de aquellas de quienes Dios habló al patriarca Job diciendo que eran “hijos de Dios.” (Job 38:7) Job tuvo una dolorosa experiencia con este comenzador de la hostilidad a la gobernación divina. A Job se le informó que el nombre de éste era Satanás. En el idioma de Job el nombre Satanás era lo mismo que decir “Resistidor.” Pero, ¿“Resistidor” de quién? ¡De Dios, por supuesto! Job estaba a favor de la gobernación divina. Satanás probó que la resistencia que él ofrecía era contra Dios al tratar de destruir a Job porque éste apoyaba la gobernación de Dios. Satanás no era una persona imaginaria para Job, tal como no era persona imaginaria para Dios mismo. Después que terminó la dura experiencia de Job, Dios le reveló a Job quién fue el responsable de los sufrimientos y pruebas de Job. Fue este Satanás. En una reunión de los “hijos de Dios” en el cielo Satanás se había presentado. Allí le pidió a Dios que levantara de Job la protección que le estaba dando y le permitiera a Satanás poner a la prueba a Job en cuanto a su lealtad a la gobernación divina.
10. ¿Qué alegó Satanás que, si se le permitía actuar libremente, podría hacer que Job hiciera, y qué indica Santiago 5:11 en cuanto a si Job cedió?
10 Satanás alegó que, si se le permitía actuar libremente, podría hacer que Job maldijera a Dios en su misma cara. Esto fue hace mucho tiempo, en el siglo diecisiete antes de nuestra era común. La prueba de la paciencia y fidelidad de Job fue registrada en el libro bíblico de Job que podemos leer. ¿Logró Satanás obligar a Job a entrar en el campamento de los que resisten a Dios y de la oposición a la gobernación divina? Más de dieciséis siglos más tarde el discípulo cristiano Santiago el medio hermano de Jesucristo escribe acerca de esto y dice: “¡Miren! Pronunciamos felices a los que han aguantado. Ustedes han oído del aguante de Job y han visto el resultado que Jehová dio, que Jehová es muy tierno en cariño y misericordioso.”—Sant. 5:11.
11. ¿Cómo muestra el registro que Dios salió ganando sobre Satanás puesto que Job no maldijo a Dios en su cara?
11 En el caso de Job, Jehová Dios salió ganando sobre Satanás, porque Satanás resultó ser un mentiroso. ¿De qué manera? A medida que Satanás le impuso pruebas a Job, leemos, “en todo esto Job no pecó ni le atribuyó nada impropio a Dios.” Cuando la condición de Job parecía desesperada y su esposa dejó de tener esperanza en cuanto a él, ella le dijo: “¿Todavía estás reteniendo firmemente tu integridad? ¡Maldice a Dios y muere!” Pero Job le dijo: “Como habla una de las mujeres insensatas, tú también hablas. ¿Aceptaremos meramente lo que es bueno de parte del Dios verdadero y no aceptaremos también lo que es malo?” Por lo tanto el registro dice: “En todo esto no pecó Job con sus labios.” Finalmente, antes que Jehová cambiara a lo contrario la situación de Job, dijo esto a tres críticos hipócritas de Job: “Mi cólera se ha puesto ardiente contra ti y tus dos compañeros, porque ustedes no han hablado concerniente a mí lo que es verídico como mi siervo Job.” (Job 1:1-22; 2:9, 10; 42:7, 8) Esto, de hecho, resultó ser una reprensión a Satanás, y éste quedó expuesto como calumniador o Diablo.
12. ¿Cuánto tiempo antes del día de Job y en qué lugar se hizo surgir la cuestión en cuanto a la gobernación divina, y con qué resultado para el séptimo día de creación o el Día Sabático de Dios?
12 Así esta persona histórica, Job de la tierra de Uz, permaneció fiel a Jehová como Dios Todopoderoso. Job estaba a favor de la gobernación divina. Sin embargo, fue más de dos mil cuatrocientos años antes de la prueba de Job que Satanás el Diablo hizo surgir la cuestión en cuanto a la gobernación divina. Esto fue poco después que el Creador, Jehová Dios, había plantado el Jardín de Edén a unos centenares de kilómetros al nordeste de la ubicación de la tierra de Uz. Dentro de aquel Paraíso de Placer Jehová había puesto al primer hombre y a la primera mujer para que vivieran y sirvieran en sujeción a la gobernación divina. Era entonces aproximadamente el principio del séptimo día de creación de Jehová, para 4026 a. de la E.C., o hace casi seis mil años. (Génesis 1:28 a 2:3) ¿Continuó pacífico este séptimo día de creación, este gran Día Sabático para Jehová con respecto a la creación terrestre, estando toda la creación en el cielo y en la Tierra en sumisión leal a la gobernación divina? Nuestra propia experiencia humana hoy día así como la historia terrestre de los pasados seis mil años contestan: No. La calma de este gran Día Sabático de Jehová comenzó a ser perturbada desde casi su mismo principio.
13. ¿Cómo hizo que se formara la tentación para él un celestial “hijo de Dios,” y a qué proceder lo atrajo?
13 En aquel tiempo crítico uno de aquellos “hijos de Dios” en el cielo que había sido testigo de la creación del hombre y la mujer por Jehová en el Jardín de Edén dejó que el deseo egoísta entrara en su corazón y permitió que éste lo atrajera y lo sedujera apartándolo de la gobernación divina. Empezó a envidiar la gobernación legítima de Dios sobre esta pareja humana a quienes Dios mandó criar una gran familia humana feliz y llenar toda la Tierra, al mismo tiempo extendiendo hasta los mismos fines de la Tierra el Paraíso que había en Edén. (Gén. 1:26-28) Este celestial “hijo de Dios” llegó a estar bajo una tentación formada por él mismo y deseó tener aquella gobernación sobre aquella primera pareja humana y su familia con la cual llenarían la Tierra. Cultivó este deseo egoísta hasta que se hizo fértil y dio a luz el pecado. Ese pecado fue el entrar él en resistencia al Gobernante Divino sobre todo, el Dios Altísimo y Todopoderoso Jehová. De esta manera este celestial “hijo de Dios” se convirtió a sí mismo en Satanás o el Resistidor. No se podía de ninguna manera culpar a Dios por esto como si él hubiese tentado a alguien en el cielo o en la Tierra a cometer lo malo, a la iniquidad.—Sant. 1:13-15.
14. ¿A qué se debe que en Edén Satanás procedió de manera diferente a lo que hizo en la reunión de los “hijos de Dios” delante de Jehová, y cómo consiguió que Eva le escuchara?
14 No se informa que en aquel tiempo en el Jardín de Edén haya habido una reunión de los hijos celestiales de Dios delante de Jehová Dios. Satanás tampoco reveló lo que estaba en su corazón ni, como en el caso de Job, pidió al Gobernante Supremo Jehová que quitara su protección de alrededor de Adán y Eva en el Jardín de Edén. Puesto que no había ninguna iniquidad en todo el ámbito de la existencia, no había nada de lo cual tuviera que ser protegida esta primera pareja humana. Por eso Satanás no tuvo que pedirle a Jehová que le abriera el camino para llegar a Adán y Eva y someterlos a una prueba y hacer que estos súbditos humanos terrestres de la gobernación divina pecaran contra Dios. Habiendo cedido a su propia tentación, él procedió a hacerse el Gran Tentador al poner la tentación ante Adán y Eva. Sin revelar su propósito egoísta a otros hijos celestiales de Dios, furtivamente utilizó un disfraz y engañosamente usó una serpiente del Jardín de Edén como su agente de apariencia inofensiva para poner la trampa. La mujer Eva, a pesar de su perfección humana, no se daba cuenta de que la criatura espíritu invisible, Satanás, estaba usando ventriloquia a través de la serpiente para tentarla. Por eso, en vez de rehusar prestar atención, escuchó.
15. ¿Cómo se tornó Satanás a sí mismo en el Diablo, y con la mira de que adoptara qué proceder influyó él en Eva?
15 Por la serpiente, el traicionero hijo de Dios, Satanás, atacó la ley de Dios acerca del árbol del conocimiento de lo bueno y lo malo, como si Dios estuviera usando mal su gobernación divina. Satanás ahora se transformó en el Diablo, que significa Calumniador, al llamar a Dios un mentiroso que no podía poner en vigor la pena que correspondía a la violación de su ley contra el comer el fruto prohibido. ¿Moriría Eva por desafiar la gobernación divina y ejercer autonomía humana? ¡No!, dijo Satanás el Diablo por medio de la serpiente. “Positivamente no morirán. Porque Dios sabe que en el mismo día que coman de él tendrán que abrírseles los ojos y tendrán que ser como Dios, conociendo lo bueno y lo malo.” Eva no podía ver a Satanás el Diablo, tal como nosotros hoy no podemos verlo con nuestros ojos naturales. Dejando ahora que el recién formado deseo egoísta de una cosa prohibida la atrajera y la sedujera, sirvió de madre al pecado humano poniendo en tela de juicio la gobernación divina y quebrantando la ley divina. Satanás el Diablo sabía que Eva la transgresora trataría después de persuadir a su cabeza marital, Adán, a comer el fruto prohibido con ella.—Gén. 3:1-6.
16. ¿Cómo llegó Adán a poseer el fruto prohibido, y en cuanto a qué cuestión fundamental tomó una decisión, y en quiénes tendría efecto?
16 Eva quiso compañía en su transgresión. Deseó que su esposo entrara en transgresión junto con ella. Él no arrancó ningún fruto del árbol prohibido al sugerírselo ella, sino que su esposa le ofreció el fruto a él. La voz de ella se hizo muy suplicante, tentándolo a participar con ella del fruto prohibido. Estando bajo el engaño, ella no pensaba que el hacer eso lo mataría a él. Ahora Adán tenía que tomar una decisión que afectaría a toda la familia humana. Tenía que tomar una decisión, no solo para sí mismo, sino también para su prole no nacida que estaba en sus lomos. Afrontaba la gran cuestión: Gobernación divina... ¿Estoy por ella, o contra ella? En vez de prestar atención a la voz de advertencia de su Padre celestial acerca de las consecuencias mortíferas de comer el fruto prohibido, Adán prestó atención a la voz persuasiva de su esposa. No escogió probar que aquella “serpiente” era mentirosa y que Dios era verdadero. Al contrario, escogió agradar a su esposa. Aceptó de mano de ella el fruto prohibido.—Gén. 3:6, 12, 17.
LA HUMANIDAD PUESTA BAJO GOBERNACIÓN DEMONÍACA
17, 18. (a) ¿A favor de la gobernación de quién decidió Adán, y del lado de quién se puso él mismo? (b) ¿Cómo analiza el apóstol Juan bajo cuya gobernación estaba el hijo primogénito de Adán?
17 Aquí comenzó la resistencia en la Tierra a la gobernación divina. Adán, cabeza terrestre de la familia humana, decidió a favor de la libre determinación humana. También estaba decidiendo a favor de otra cosa, aunque quizás no se haya dado cuenta de eso entonces. Como su esposa Eva, no vio con sus ojos naturales a Satanás el Diablo como el poder movedor detrás de aquella “serpiente” parlante, pero, de todos modos, Adán estaba decidiendo a favor de la gobernación de Satanás en oposición a la gobernación divina. Adán y Eva estaban ahora del lado de Satanás el Diablo... contra la gobernación divina, contra el régimen teocrático. Por eso Adán y Eva fueron echados del Paraíso de Placer, y habrían de tener su familia afuera en suelo sobre el cual estaba puesta la maldición de Dios. Su hijo primogénito, Caín, mostró bajo la gobernación de quién estaba cuando asesinó a su hermano que temía a Dios, Abel. (Génesis 3:17 a 4:16) Al señalar esto el apóstol Juan escribe:
18 “Este es el mensaje que ustedes han oído desde el principio, que tengamos amor los unos para con los otros; no como Caín, que se originó del inicuo y mató atrozmente a su hermano. ¿Y por qué causa lo mató atrozmente? Porque sus propias obras eran inicuas, pero las de su hermano justas.”—1 Juan 3:11, 12.
19. Como en el caso de Caín, ¿cómo prueba hoy día la humanidad que no está sometiéndose a la gobernación divina?
19 Todo esto ilustra las serias consecuencias que vienen de ponerse en contra de la gobernación divina. ¿Tenemos hoy fratricidio, el que hermano mate a hermano? Nadie puede negar que lo tenemos en escala colosal, especialmente cuando vienen guerras mundiales. Los hombres que son sabios según la sabiduría de este mundo moderno quizás digan que Satanás el Diablo no tiene nada que ver con esto. Pero nosotros tenemos mejor información de fuentes autoritativas más bien que de estas personas pagadas de sí mismas. Los odiadores de hermanos y asesinos de hermanos de hoy día se originan ahora del mismo inicuo que en los días de Caín y Abel, pero ahora hay más de ellos de los que había en la Tierra en el primer siglo de la familia humana en la Tierra. Sí, y más que en el primer siglo del cristianismo, cuando el apóstol Juan escribió las palabras ya citadas acerca del amor fraternal y el odio al hermano. Por lo tanto, es arrolladora la evidencia de que la humanidad hoy no solo está bajo gobernación humana, sino que, sin saberlo, también está bajo gobernación satánica. La aumentante falta de amor fraternal prueba que la humanidad no está sometiéndose a la gobernación divina. “Dios es amor,” leemos en 1 Juan 4:8, 16.
20. ¿En los días de quién ocurrió una interrupción en la gobernación de Satanás sobre la humanidad, y qué hombres antes de él estuvieron a favor de la gobernación divina?
20 Desde el día en que Adán y Eva se pusieron en contra de la gobernación divina hasta ahora, ha habido solo una interrupción temporaria en la gobernación satánica sobre la humanidad. Esto fue en los días del patriarca Noé, el décimo hombre en línea de descendencia desde Adán. Antes de Noé, el mártir fiel Abel había estado a favor de la gobernación por el Ser Divino a quien adoraba. También, el profeta Enoc, el séptimo hombre en línea de descendencia desde Adán, estuvo por la gobernación divina. Evidentemente para que Enoc no fuera asesinado por opositores impíos, Jehová Dios milagrosamente lo tomó de la escena terrestre cuando solo tenía 365 años de edad. (Gén. 5:18-24; Heb. 11:4, 5; Jud. 14, 15) Del registro de Génesis 6:9 se desprende a favor de la gobernación de quién estaba Noé; este registro dice: “Esta es la historia de Noé. Noé fue hombre justo. Resultó exento de tacha entre sus contemporáneos. Noé andaba con el Dios verdadero.”
21. (a) ¿A la luz de qué profecía de Jesús sería bueno tomar en cuenta la situación que existía en el día de Noé? (b) ¿Cómo muestra el relato de Génesis que la gobernación divina no era reconocida en los días de Noé antes del diluvio?
21 Hoy hacemos bien en tomar en cuenta la situación mundial del día de Noé hasta su año seiscientos de edad. ¿Por qué? Porque Jesucristo dijo, en su profecía acerca de las condiciones mundiales en la “conclusión del sistema de cosas,” esta significativa declaración: “Porque así como eran los días de Noé, así será la presencia del Hijo del hombre. Porque así como en aquellos días antes del diluvio . . . no hicieron caso hasta que vino el diluvio y los barrió a todos, así será la presencia del Hijo del hombre.” (Mat. 24:3, 37-39) Además del comer, beber y casarse que se estaban efectuando entonces en aquellos días de antes del Diluvio, hubo una situación que exigió que el Creador trajera aquel Diluvio que arropó al globo terrestre. Fue lo que se describió en Génesis 6:11, 13, donde leemos: “La tierra llegó a estar arruinada a la vista del Dios verdadero y se llenó la tierra de violencia. Después de eso Dios le dijo a Noé: ‘El fin de toda carne ha llegado delante de mí, porque la tierra está llena de violencia como resultado de ellos; y aquí estoy arruinándolos junto con la tierra.’” Ciertamente, pues, la gobernación divina no era reconocida.
22, 23. (a) En los días antes del Diluvio, ¿cómo se hizo más vigorosa la gobernación de Satanás con respecto a las “mujeres dándose en matrimonio”? (b) ¿Cómo se hizo patente que los Nefilim, la prole de los matrimonios angélico-humanos, no fueron ninguna ayuda moral a la humanidad?
22 En aquellos días antes del Diluvio, la gobernación satánica sobre la familia humana se hizo más vigorosa. ¿Cómo? Bueno, en la referencia de Jesús a los días de Noé habló de “mujeres dándose en matrimonio.” (Mat. 24:38) Entre esas mujeres que entonces estaban siendo dadas en matrimonio estaban muchas mujeres que fueron tomadas por personas a quienes Génesis 6:4 llama “los hijos del Dios verdadero.” Eran “hijos de Dios” celestiales, como lo que había sido Satanás el Diablo, pero se sintieron tentados a bajar y ponerse a vivir en la Tierra debido a las “bien parecidas” hijas de los hombres, que estaban disponibles para matrimonio.
23 De modo que estos celestiales “hijos del Dios verdadero” se materializaron como hombres y “se pusieron a tomar esposas para sí, a saber, todas las que escogieron.” Posiblemente más de una esposa cada uno. Entre la prole de esos matrimonios angélico-humanos hubo lo que la Biblia llama Nefilim, que quiere decir “Derribadores,” es decir, los que hacen que alguien o algo caiga por fuerza. “Éstos fueron los poderosos que eran de la antigüedad, los hombres de fama.” (Gén. 6:1-4) Aquellos Nefilim o Derribadores híbridos manifiestamente no fueron ninguna ayuda moral al linaje puramente humano de la humanidad, porque después de eso la Biblia informa que la Tierra estaba siendo arruinada y estaba llena de violencia. Esto prueba definitivamente que aquellos angélicos “hijos del Dios verdadero” habían obrado pecaminosamente al casarse con las “hijas de los hombres” por satisfacción sexual.
24. (a) ¿Pecaron aquellos “hijos de Dios” que estaban casándose, y del lado de quién se pusieron? (b) En el Diluvio, ¿qué les pasó a los Nefilim, y qué se vieron obligados a hacer los “hijos de Dios” casados?
24 El hecho de que aquellos hijos de Dios celestiales sí pecaron al abandonar su condición espiritual invisible y su propia habitación en el servicio celestial de Dios se declara positivamente en la Biblia. (1 Ped. 3:19, 20; 2 Ped. 2:4, 5; Jud. 6) Esto decididamente los puso en oposición a la gobernación divina tanto en el cielo como en la Tierra. Eso los puso de parte de la gobernación satánica y bajo ella. Su prole híbrida, los Nefilim, no fueron conservados a través del diluvio global; ninguno de ellos fue metido en el arca grande que Noé y sus tres hijos construyeron. Siendo humanos debido a sus madres humanas, fueron ahogados en el Diluvio, junto con sus parientes terrestres. Sus padres angélicos se desmaterializaron e involuntariamente, bajo obligación, desaparecieron en la región de los espíritus. Allí se vieron obligados a unirse a Satanás el Diablo como su gobernante.
25. ¿Cómo se efectuó así una interrupción en la gobernación de Satanás, y bajo qué obtuvo la humanidad un nuevo comienzo?
25 El diluvio global interrumpió la gobernación satánica sobre la familia humana. Noé y su esposa y sus tres hijos y tres nueras, dentro del arca durante el diluvio, estaban todos por la gobernación divina. Sobrevivieron aquel cataclismo global, pero todos los que estaban contra la gobernación divina fueron ahogados en las aguas del diluvio. Por consiguiente, cuando Noé y sus compañeros sobrevivientes salieron del arca a la Tierra limpiada, la familia humana estaba de nuevo bajo gobernación divina. Dando evidencia de eso, Jehová Dios como Gobernante Divino les dijo a Noé y su familia que hicieran lo que les había dicho a Adán y Eva en Edén que hicieran, llenar la Tierra con su prole, en sujeción a ciertas leyes divinas declaradas. (Génesis 6:13 a 9:7) Así la humanidad obtuvo un segundo comienzo bajo gobernación divina.
26. Consistentemente, ¿por qué no debe interesarse menos Dios en las condiciones terrestres de hoy día, y cómo sabemos si hará algo en cuanto a esto como lo hizo en el día de Noé?
26 Si el arruinamiento de la Tierra y el llenarla de violencia en los días de Noé antes del diluvio merecieron mención en la Santa Biblia, ciertamente el arruinamiento mayor de la Tierra y el que se le llene de violencia más extensa en este siglo veinte han de recibir mención. ¿Se interesa menos Dios el Creador en la condición mundial de hoy día, que es mucho peor, de lo que se interesó en la del día de Noé? Por toda regla de consistencia debe estar mucho más interesado en ella y por lo tanto obligado a hacer algo en cuanto a ella como Creador del cielo y la Tierra. Jesucristo el fiel Hijo de Dios profetizó que Dios haría eso.
[Ilustración de la página 268]
La gente de antes del Diluvio siguió comiendo, bebiendo y casándose, y “no hicieron caso hasta que vino el diluvio” y destruyó a todos los que pasaron por alto la gobernación divina. “Así será también en los días del Hijo del hombre.”—Luc. 17:26, 27.