Felices son ustedes cuando los persiguen
“Felices son los que han sido perseguidos por causa de la justicia, puesto que a ellos pertenece el reino de los cielos.”—Mat. 5:10.
1, 2. ¿Qué advertencia dio Cristo a sus seguidores y cómo se han cumplido sus palabras en la vida de los testigos de Jehová?
NO HA habido otro cuyos labios hayan exigido de sus seguidores el servicio que exigen los labios de Jesucristo. A principios de la II Guerra Mundial el primer ministro Winston Churchill, de la Gran Bretaña, advirtió a su pueblo que esperara “sangre, trabajo afanoso, lágrimas y sudor.” Pero Cristo dio una advertencia más sombría. Sus seguidores podían esperar que se les persiguiera, se les entregara ante tribunales de sinagogas, se les llevara ante reyes y gobernadores y que algunos fueran muertos. “Serán objetos de odio de parte de toda la gente por causa de mi nombre,” dijo Jesús. “Si alguien quiere venir en pos de mí, repúdiese a sí mismo y tome su madero de tormento y sígame de continuo. Porque el que quiera salvar su alma la perderá; mas el que pierda su alma por causa de mí la hallará.”—Luc. 21:12-17; Mat. 16:24, 25.
2 Esas palabras caracterizan bien la vida de los cristianos desde el primer siglo en adelante. Hoy presenciamos su cumplimiento en la vida de los testigos de Jehová por todo el mundo. Han sido proscritos en muchas naciones. Han sufrido persecución maligna. Miles de sus hogares han sido incendiados y centenares de sus Salones del Reino han sido demolidos. Sus mujeres han sido brutalmente golpeadas, y sus hombres han muerto como resultado de golpizas o se les ha dado muerte directamente. Les han quitado injustamente sus hijos. Esto porque insisten en adorar a Dios de la manera que lo hicieron Jesús y sus apóstoles, es decir, manteniéndose neutrales en cuanto a los asuntos políticos de este mundo.—Juan 17:16; Sant. 1:27.
3. (a) ¿Qué actitud de los testigos de Jehová ante la persecución ha asombrado a los espectadores? (b) ¿Qué preguntas acerca de la persecución vale la pena hacer, y por qué?
3 Sin embargo esa persecución no los ha amargado contra Dios ni contra sus perseguidores. No se han levantado en revuelta contra sus perseguidores y no les han devuelto mal por mal, ni lo harán. Tampoco ha hecho la persecución que los testigos de Jehová dejen de servir a Dios, ni dejarán de hacerlo. Los espectadores se han asombrado al notar la actitud de los testigos de Jehová ante la persecución y sus perseguidores. Algunos se han preguntado por qué no son más agresivos, más vengativos, lo cual hace surgir preguntas serias, como: ¿Cuál debe ser la actitud del cristiano ante la persecución? ¿Cómo la considera usted? ¿Lo pone perplejo a usted? ¿Lo aterroriza o lo entristece? ¿Carecen de significado estos sufrimientos? ¿Cuál debe ser la actitud apropiada del cristiano para con sus perseguidores? Las respuestas a estas y otras preguntas explicarán por qué los testigos de Jehová han permanecido pacíficos y triunfantes ante la persecución.
ACTITUD APROPIADA ANTE LA PERSECUCIÓN
4. Teniendo presente la persecución, ¿qué saben los cristianos acerca de Dios? ¿De qué pueden estar seguros los cristianos a pesar de la persecución?
4 Los cristianos saben que la mano de Dios no es corta. Creen que él puede proteger, librar y sostener a los que lo aman. “¡Miren!” dijo el profeta Isaías, “La mano de Jehová no se ha acortado demasiado de modo que no pueda salvar, ni se ha hecho su oído demasiado pesado de modo que no pueda oír.” (Isa. 59:1) Una cosa es segura. Como siervos dedicados de Jehová, los cristianos están bajo el cuidado de Dios y no se hallan enteramente a merced del Diablo. Pues, si lo estuvieran, hoy no estarían aquí como testigos de Jehová. Están en la Tierra como siervos protegidos de Dios, así como Job mismo estuvo protegido. (Job 2:4-7) Sin embargo, Dios puede permitir que el cristiano sea probado, que sufra o hasta que muera. Pero, prescindiendo de lo que Jehová permita, si somos fieles, se nos asegura que contamos con su amor, por lo cual estamos muy agradecidos.—Rom. 8:38, 39.
5. ¿Qué actitud debe tener el cristiano ante la persecución, según Jesús? ¿Y por qué?
5 En su Sermón del Monte Jesús declaró: “Felices son los que han sido perseguidos por causa de la justicia, puesto que a ellos pertenece el reino de los cielos. Felices son ustedes cuando los vituperen y los persigan y mentirosamente digan toda suerte de cosa inicua contra ustedes por mi causa. Regocíjense y salten de gozo, puesto que grande es su galardón en los cielos; porque de esa manera persiguieron a los profetas antes de ustedes.” (Mat. 5:10-12) Por lo tanto, la persecución es razón para regocijarse, para saltar de gozo, según Jesús, puesto que el reino de los cielos pertenece a los que la soportan; puesto que su galardón es grande en los cielos. Los sufrimientos de los cristianos también los colocan en la compañía distinguida y noble de los profetas y de Jesucristo y sus apóstoles... hombres que sufrieron por su fe en Dios. ¡El estar clasificado en la compañía de estos hombres ciertamente no es pequeño honor y es razón verdadera para regocijarse, para saltar de gozo!
6. ¿Qué ejemplo dejó Jesús respecto al sufrimiento?
6 La actitud del cristiano ante la persecución debe ser la que ejemplificó Cristo. El apóstol Pedro escribió: “De hecho, ustedes fueron llamados a este derrotero, porque hasta Cristo sufrió por ustedes, dejándoles dechado para que sigan sus pasos con sumo cuidado y atención. Él no cometió pecado, ni en su boca se halló engaño. Cuando lo estaban injuriando, no se puso a injuriar en cambio. Cuando estaba sufriendo, no se puso a amenazar, sino que siguió encomendándose al que juzga con justicia. Él mismo cargó con nuestros pecados en su propio cuerpo sobre el madero, para que acabásemos con los pecados y viviésemos a la justicia. Y ‘por sus heridas ustedes fueron sanados.’” (1 Ped. 2:21-24) Este ejemplo de no acudir a la violencia fue productivo y lleno de significado.
7. (a) ¿Carecieron de significado e importancia los sufrimientos de Cristo? (b) ¿Por qué no se compadece uno hoy de Cristo porque sufrió? (c) ¿Qué lección dice Pablo que debemos sacar de esto?
7 Por medio del sufrimiento Dios hizo perfecto al Agente Principal de la salvación de la humanidad. “Aunque era Hijo, aprendió la obediencia por las cosas que sufrió; y después de haber sido hecho perfecto vino a ser responsable por la salvación eterna de todos los que le obedecen.” (Heb. 5:8, 9; 2:10) Su fidelidad hasta la muerte selló la ruina de Satanás y su inicuo sistema de cosas y abrió el camino para un gobierno del Reino celestial. Suministró un rescate por medio del cual la humanidad puede conseguir vida eterna en una Tierra paradisíaca. (Luc. 23:43) Es verdad que Cristo sufrió, pero ¿quién hoy por un instante se compadecería de él por la fe en Dios que demostró, que produjo estos beneficios y resultó en el triunfo de él y su inmortalidad en los cielos? Hablando de Cristo, Pablo escribió: “Por el gozo que fue puesto delante de él aguantó un madero de tormento, despreciando la vergüenza, y se ha sentado a la diestra del trono de Dios.” “Sí,” dice el apóstol, “consideren con sumo cuidado y atención al que ha aguantado tal habla contraria de pecadores en contra de sus propios intereses, para que no vayan a cansarse y a desfallecer en sus almas.”—Heb. 12:2, 3; 1 Tim. 6:13-16.
8. ¿Qué actitud dijo Pedro que deben tener los cristianos ante el sufrimiento, y por qué?
8 El apóstol Pedro también instó a los cristianos a regocijarse cuando fueran perseguidos por causa de la justicia. Pedro escribe: “Amados, no estén perplejos a causa del incendio entre ustedes, que les está sucediendo para prueba, como si algo extraño les sobreviniese. Al contrario, sigan regocijándose por cuanto son partícipes de los sufrimientos del Cristo, para que también durante la revelación de su gloria se regocijen y se llenen de gran gozo. Si a ustedes los están vituperando por el nombre de Cristo, son felices, porque el espíritu de gloría, sí, el espíritu de Dios, descansa sobre ustedes. Sin embargo, que ninguno de ustedes sufra como asesino, o ladrón, o malhechor, o como entremetido en asuntos ajenos. Pero si sufre como cristiano, no se avergüence, sino siga glorificando a Dios en este nombre.” (1 Ped. 4:12-16) ¿Es ésta la actitud que tiene usted?
9. ¿Qué recompensas siente uno a menudo cuando se le persigue por causa de la justicia?
9 Al sufrir, a menudo viene una sensación inusitada del favor de Jehová por medio de su espíritu, una comprensión de que él le ha pedido a uno desempeñar un papel muy importante en la vindicación de su nombre, Palabra y propósito. Esta comprensión produce un gozo intenso. También puede venir una inusitada sensación de fe, que puede hacer del cristiano un mejor siervo, un testigo más activo, una persona más serena. Todo depende de cómo el cristiano se encare a la persecución y de lo que haga con ella. El dolor es benéfico cuando produce corrección de lo que no está bien. Es una buena cosa. ¡Pero el sufrimiento improductivo por haber hecho mal verdaderamente es triste! Su fin solo puede ser más desdicha.
10. ¿Qué propósito tiene el aguantar la persecución?
10 ¿Qué propósito tiene, pues, el aguantar la persecución? Pedro contesta: “En este hecho ustedes están regocijándose en gran manera, aunque ahora por un poco de tiempo, si es menester, han sido contristados por diversas pruebas, a fin de que la cualidad probada de su fe, de mucho más valor que el oro que perece a pesar de ser probado por fuego, sea hallada causa de alabanza y gloria y honra al tiempo de la revelación de Jesucristo. Aunque ustedes nunca lo vieron, lo aman. Aunque ahora no están mirándolo, sin embargo ejercen fe en él y están regocijándose en gran manera con gozo inefable y glorificado, al recibir el fin de su fe, la salvación de sus almas.” (1 Ped. 1:6-9) Pedro dice que la persecución es para probar la cualidad de la fe del cristiano a fin de que sea hallado fiel y reciba el resultado final de la fe, a saber, la salvación de su alma. De modo que la persecución ciertamente cumple un propósito meritorio.
LOS APÓSTOLES SE REGOCIJABAN CUANDO LOS PERSEGUÍAN
11. ¿Por qué se regocijaban los apóstoles cuando sufrían persecución?
11 Con razón los apóstoles se regocijaban cuando los azotaban, encarcelaban y los perseguían de otras maneras por representar a Cristo. Podían identificarse con los sufrimientos de Cristo y ver que iba efectuándose su propia salvación. Pues lo más probable es que el cristiano que sufre sea un cristiano que cante más bien que un cristiano que ande quejándose. Poco después de la muerte de Jesús, las autoridades arrestaron a los apóstoles y los azotaron y les mandaron que no hablaran más en el nombre de Jesús. Después de esta experiencia, los apóstoles salieron del tribunal del Sanedrín “regocijándose porque se les había considerado dignos de sufrir deshonra a favor de su nombre. Y todos los días en el templo y de casa en casa continuaban sin cesar enseñando y declarando las buenas nuevas acerca del Cristo.” (Hech. 5:41, 42) Pablo, también, dijo que se regocijaba en el sufrimiento porque sus pruebas le enseñaban a confiar en Dios. Por lo general el cristiano perseguido es más celoso, más resuelto, más entusiástico y más sincero.
12. ¿Qué experiencia aguantaron Pablo y Silas, y cuál fue su actitud bajo sufrimiento?
12 En una ocasión Pablo y su compañero Silas recibieron muchos golpes y les aseguraron los pies en el cepo. Pero a medianoche se les oyó orar y alabar a Dios con canciones, sí, los otros presos los oían cantar. La encarcelación les produjo gozo. Su gozo estaba relacionado con el futuro, porque entonces Dios recompensará a todos los que son perseguidos por causa de la justicia. Y esa seguridad ningún muro de prisión, ningún calabozo, ni siquiera la amenaza de muerte puede arrebatársela al cristiano. “¡Miren! Pronunciamos felices a los que han aguantado.”—Sant. 5:11.
REGOCIJO MODERNO BAJO PERSECUCIÓN
13-15. (a) ¿Cómo han sufrido los testigos de Jehová de tiempos modernos, y qué se dice de su actitud? (b) ¿Por qué se regocijan bajo sufrimiento?
13 Es por eso que hoy los testigos de Jehová pueden regocijarse cuando los persiguen. En Personality, la revista sudafricana que principalmente trata de personas, Nell Coward ilustró la fe que todo lo consume de los testigos de Jehová y la felicidad de ellos citando extractos de los escritos de personas que estuvieron en contacto con ellos durante los años negros y terribles de la II Guerra Mundial cuando los campos de concentración nazis estaban atestados de Testigos. Ninguno de estos autores era testigo de Jehová en aquel tiempo. El capitán S. P. Best, en Venlo Incident, escribe: “La fortaleza de los Testigos de Jehová fue sumamente notable y despertó la admiración, dada de mala gana, hasta de sus carceleros. Casi todos habían estado encarcelados desde 1933 y habían sido golpeados, atormentados y se les había hecho padecer hambre. Sin embargo, todos los que conocí eran hombres honrados, bondadosos y muy valientes —fanáticos si se quiere— pero llevando consigo algo de aquella llama sagrada que inspiró a los cristianos primitivos.”
14 Un recluso del campo de concentración de Dachau habla de “los admirables Testigos de Jehová [que] mostraron tal valor, osadía, virtud . . . que merecen un saludo especial. Eran rocas en un mar de lodo.” Y vale la pena mencionar las siguientes palabras de nada menos que el comandante Hess, jefe nazi de Auschwitz: “Como gente, los Testigos de Jehová eran hombres y mujeres callados e industriosos. Todos los que veían morir a los condenados a muerte se conmovían profundamente y hasta el mismo pelotón de ejecución quedaba impresionado.” Coward dice: “La intensa felicidad de los Testigos de Jehová brota de una completa libertad del temor. No temen la muerte como la temen tantos cristianos de otras sectas a pesar de las enseñanzas de la Iglesia sobre la vida después de la muerte. . . . Los Testigos de Jehová no temen porque saben sin duda las respuestas a todas esas preguntas.”
15 La misma admiración proviene de otros que han presenciado la persecución de los testigos de Jehová en Europa, África y Asia en años aun más recientes. Informes de los campamentos de prisión de Siberia dicen que los testigos de Jehová van a trabajar todas las mañanas cantando cánticos del Reino. ¿Por qué se regocijan? Pedro contesta: “Si a ustedes los están vituperando por el nombre de Cristo, son felices, porque el espíritu de gloria, sí, el espíritu de Dios, descansa sobre ustedes.” (1 Ped. 4:14) Esta prenda de parte de Dios es lo que los hace felices bajo persecución.
DE QUÉ SE TRATA EL REGOCIJO
16-18. (a) ¿Por qué se han conmovido los testigos de Jehová bajo la persecución? Ilustre. (b) Puesto que no se complacen en el dolor, ¿cuál es la causa de su gozo?
16 Los cristianos no quieren que se les persiga. Preferirían mucho más vivir en paz. Pero este mundo inicuo los persigue porque se atienen constantemente a los principios cristianos. Sin embargo, su firme posición ha resultado en felicidad. Se conmueven por el hecho de que pueden representar a Jehová y no acarrearle ninguna deshonra a él ni a su organización. Su regocijo estriba en la integridad mantenida. Por ejemplo, el hecho de que los perseguidores hayan incendiado muchas de sus casas y muchos de sus Salones del Reino no es motivo de regocijo. Pero el descubrir que por tener el espíritu de Dios dentro de ellos han podido permanecer fieles a Dios a pesar de sus pérdidas es motivo de gran regocijo.
17 Cuando los perseguidores golpean cruelmente a una esposa o a un esposo por causa de la justicia, como lo hicieron en la Alemania de Hitler y sus países conquistados, dicha brutalidad no produce felicidad en los cristianos. Los cristianos no se regocijan en los sufrimientos brutales de otros. Sin embargo, sí les ocasiona gozo el enterarse de que semejantes hechos inicuos no han amargado a los perseguidos, que las esposas y los esposos bajo prueba han permanecido fieles a Dios, que no han dudado del amor o la misericordia de Dios, sino que realmente se hallan más cerca de Jehová como resultado de su sufrimiento. Esto es lo que hace que los cristianos quieran saltar de gozo, porque ven el espíritu de Dios en acción en los individuos que adoptan esta posición intransigente a favor de la justicia.
18 Dios sabe que los cristianos no se regocijan cuando sus hijas son violadas y claman por ayuda y no hay nadie que las ayude, como sucedió en Malawi hace unos cuantos años, pero las condiciones han cambiado ahora. Sin embargo es causa de regocijo el que bajo pruebas como éstas la hijita todavía crea en Jehová, todavía confíe en él. No hay placer en el dolor mismo. Pero el saber que Dios ha llamado a algunos para representarlo en medio de circunstancias tan difíciles y que pueden permanecer firmes y fieles a él, venga lo que venga... esto es lo que produce regocijo verdadero en el cristiano. Y, de hecho, Dios también, debe regocijarse por ellos.—Pro. 27:11.
ACTITUD APROPIADA DEL CRISTIANO PARA CON LOS PERSEGUIDORES
19, 20. (a) ¿Cuál debe ser la actitud del cristiano para con los perseguidores? (b) ¿Cómo evita el cristiano dejarse vencer por el mal?
19 ¿Cuál, pues, debe ser la actitud del cristiano para con los perseguidores? Debe ser una actitud de comprensión. Es preciso que el cristiano entienda que Satanás el Diablo y su organización inicua impelen a los perseguidores a efectuar sus hechos malos. Muchas veces los perseguidores están totalmente engañados. Jesús dijo: “Los expulsarán de la sinagoga. De hecho, viene la hora en que todo el que los mate se imaginará que ha rendido servicio sagrado a Dios. Mas ellos harán estas cosas porque no han llegado a conocer ni al Padre ni a mí.” (Juan 16:2, 3; 1 Cor. 2:8) Por lo tanto, la actitud del cristiano debe ser una de perdón y de desear ayudar al perseguidor a entender la posición del cristiano delante del hombre y de Dios.
20 Jesús mandó: “Continúen amando a sus enemigos y orando por los que los persiguen; para que demuestren ser hijos de su Padre que está en los cielos.” (Mat. 5:44, 45) Jesús también vivió así. Cuando fue clavado al árbol, oró así a favor de los perseguidores: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.” (Luc. 23:34) Los discípulos de Jesús hicieron lo mismo. Cuando Esteban estaba siendo apedreado, oró: “Jehová, no les imputes este pecado.” (Hech. 7:60) El apóstol Pablo aconseja: “Sigan bendiciendo a los que los persiguen; estén bendiciendo y no maldiciendo. No devuelvan mal por mal a nadie. Provean cosas excelentes a la vista de todos los hombres. Si es posible, en cuanto dependa de ustedes, sean pacíficos con todos los hombres. No se venguen ustedes mismos, amados, sino cédanle lugar a la ira; porque está escrito: ‘Mía es la venganza; yo pagaré, dice Jehová.’ . . . No te dejes vencer por el mal, sino sigue venciendo el mal con el bien.” (Rom. 12:14, 17-21) Esta actitud y comportamiento llevan a la aprobación de Dios. Es el camino cristiano.
21. (a) ¿Cuál será la actitud del cristiano si destruyen su propiedad o le causan daño a él mismo? (b) En el peor de los casos, ¿cómo verá las cosas el cristiano?
21 No hay razón para usar de represalias de manera vengativa si la gente destruye la propiedad del cristiano o le causa daño a él. La propiedad pertenece a Dios y él es colaborador de Dios. Quizás los tribunales jurídicos protejan al cristiano y reemplacen la propiedad perdida. Pero si no lo hacen, entonces el cristiano tiene que sufrir la pérdida. El cristiano no debe tratar de lastimar o matar a nadie. La venganza es de Dios; él recompensará. Esa es la actitud del cristiano.
AGUANTANDO BAJO PERSECUCIÓN
22, 23. (a) ¿Qué hará el cristiano para aguantar bajo la persecución? (b) ¿Qué se le exhorta a hacer cuando se halla amenazado por chusmas ingobernables?
22 Para aguantar la persecución el cristiano tiene que cifrar confianza plena en Jehová. Dios lo fortalecerá y lo hará feliz en el resultado. (2 Tim. 4:17) Jamás debe desatender el orar a Jehová a favor de sí mismo y a favor de sus hermanos cristianos que quizás también estén aguantando pruebas. Cuando ore no debe culpar a Jehová por la persecución, sencillamente porque Dios no persigue a ningún inocente. Satanás y su organización inicua son los que persiguen. Sin embargo, Dios ha permitido la persecución para establecer delante de toda la creación la lealtad de los cristianos a Su soberanía universal. Al aguantar la persecución el cristiano apoya así el nombre y la Palabra de Jehová.
23 El cristiano no busca persecución, ni martirio, ni quiere provocar a los impíos a la violencia. Se les exhorta a ser “cautelosos como serpientes y sin embargo inocentes como palomas.” (Mat. 10:16) En una ocasión Jesús evitó una chusma. Quizás sea necesario que en algunas ocasiones el ministro cristiano, por ser amenazado, se mude a un sitio en que se le muestre más bondad.—Juan 10:31-39.
24. ¿Qué se esforzará siempre el cristiano por mantener delante de sí, y por qué?
24 El cristiano siempre debe recordar que no aguanta la persecución por su propia fuerza y que Dios no permitirá que sea tentado más allá de lo que pueda aguantar, que Jehová dispondrá la salida a fin de que pueda aguantarla. (2 Cor. 4:9, 10; 1 Cor. 10:13) Para algunos, la fidelidad hasta la muerte quizás sea la salida, pero Jehová les dará la fuerza necesaria hasta para aguantar tan severa prueba. Al hacer de Jehová su plaza fuerte, el cristiano hallará fuerza en su momento de apuro. La esperanza de la resurrección y la promesa de vida eterna fortalecen la fe. Fortalecieron la fe de Jesús y fortalecerán la fe de todos los que confían en Jehová: “Por el gozo que fue puesto delante de él aguantó un madero de tormento, despreciando la vergüenza, y se ha sentado a la diestra del trono de Dios.” (Heb. 12:2) Mantenga siempre delante de usted las promesas de Jehová para que pueda hacer lo mismo.—Nah. 1:7; Pro. 18:10.
25. ¿Qué puede esperar felizmente el mantenedor de integridad?
25 Las pruebas de la persecución solo duran un tiempo breve y no pueden compararse con el galardón que promete Jehová. Pablo dijo: “Estimo que los sufrimientos del tiempo presente no son de ninguna importancia en comparación con la gloria que va a ser revelada en nosotros.” Pues la tribulación “obra para nosotros una gloria que es de más y más sobrepujante peso y es eterna.” (Rom. 8:18; 2 Cor. 4:17) Por lo tanto, ¡aguanten todas las pruebas, ustedes los que tienen el privilegio de sufrir por causa de la justicia, porque grande de veras es su galardón! “Feliz es el hombre que sigue aguantando la prueba, porque al llegar a ser aprobado recibirá la corona de la vida, que Jehová prometió a los que continúan amándolo.” (Sant. 1:12; Rev. 2:10) Sea ése el galardón feliz de usted.