Petición a Dios para una buena conciencia
1. ¿Cómo esperó la paciencia de Dios en el día de Noé? ¿Cómo espera ahora?
EL APÓSTOL Pedro hace recordar que “la paciencia de Dios estaba esperando en los días de Noé, mientras se construía el arca”. (1 Ped. 3:20, NM) Desde el año de 1914 d. de J.C. hemos estado viviendo en el ‘día de la preparación de Jehová’, porque desde 1914 hasta la guerra universal del Armagedón es el “tiempo del fin” de este mundo, “la consumación del sistema de cosas.” (Nah. 2:3) Todas las circunstancias manifiestan que estos días son como los de Noé, y de nuevo Jehová Dios está ejerciendo su paciencia, esperando—esperando. Puesto que las órdenes para construir el arca fueron dadas a Noé cuando sus hijos ya estaban casados, Dios debe haber esperado pacientemente algunas décadas de años. En correspondencia, en estos días de la presencia de Cristo Jesús en el reino celestial ya hemos vivido más de tres décadas desde 1914. Cuánto tiempo más esperará la paciencia de Dios hasta que suelte el bautismo de fuego sobre este mundo para su destrucción no lo sabemos, porque no se nos ha concedido saber el día y la hora exactos.
2. ¿Por qué no significa la paciencia de Dios lentitud en cuanto a su promesa?
2 No debemos interpretar esto como significando que Dios es lento en lo que toca a su promesa de establecer el nuevo mundo de nuevos cielos y nueva tierra para bendecir a todas las familias de la tierra, vivas y muertas. Él ha fijado el día y la hora, y él se apegará a su horario. Nada de lo que Satanás el Diablo ya haya hecho o pueda todavía hacer hará que él retroceda el día y la hora y demore el bautismo de fuego sobre este mundo. Por esta razón Pedro dice que ese “día de Jehová” vendrá de repente sobre este descuidado mundo incrédulo y mofador como ladrón por la noche. Por eso no queremos ser hallados desprevenidos, sino siempre queremos estar en el “arca” y ser hallados allí, bautizados en el Noé Mayor, en el día y la hora pavorosos. Desde el punto de vista del apóstol Pedro debemos considerar “la paciencia de nuestro Señor como salvación”. Debemos ver que él es paciente con nosotros, dándonos tiempo para obrar nuestra propia salvación con temor y temblor. Parte de esta obra consiste en tratar de ayudar a tantas “otras ovejas” como sea posible a que se arrepientan para que puedan buscar el lugar de protección de Dios y sean salvadas de la destrucción futura. Él no quiere que ninguna de éstas sea destruída sino que desea que todas ellas logren el arrepentimiento que conduce a la salvación en el arca. El educarlas y conducirlas en el sistema de cosas del arca toma tiempo, y Jehová es tan bondadoso que muestra paciencia concediéndoles suficiente tiempo. Pero ese tiempo está apresurándose a su fin en su día y hora fijados.—2 Ped. 3:9, 15, NM.
3, 4. (a) En la tierra ¿qué tuvieron que soportar Noé y su familia? (b) ¿Qué tenemos que aguantar nosotros, pero quién es el más tolerante?
3 Los días antediluvianos de Noé fueron días en que la tierra estuvo llena de violencia. La carne humana había corrompido su modo de vivir y sus relaciones morales, y ángeles del cielo estaban participando en la degradación de la humanidad, y Nefilim como gigantes estaban intimidando a las criaturas humanas y ganándose fama, como héroes. Con hipocresía religiosa hombres estaban usando mal el nombre de Jehová y trayendo reproche sobre él. Noé y su familia tuvieron que tolerar mucho.
4 Del mismo modo nosotros tenemos que soportar la violencia de estos tiempos, y la corrupción de la sociedad humana, además de la brutalidad de los dictadores totalitarios que son como Nefilim esparciendo su propio renombre y abusando de su poder para intimidar a la humanidad. Por nuestra colaboración con Cristo Jesús, el Noé Mayor, en su obra tenemos que aguantar el ridículo y el reproche que se nos arroja por religiosos mundanos, mientras la hipocresía religiosa de la cristiandad todavía engaña a la gente crédula. En estos tiempos que son “difíciles de manejar” tenemos que aguantar mucho, mientras Dios mismo ‘tolera con mucha paciencia los vasos de ira humanos que fueron hechos aptos sólo para destrucción’. Los norteamericanos y otros pueden alardear de la tolerancia que se concede en su Declaración de Derechos, mientras que su trato a los testigos de Jehová dondequiera manifiesta que ellos no la ejercen. Cuando se trata de tolerancia, Jehová Dios ha ejercido la mayor tolerancia religiosa por mucho más tiempo que la historia norteamericana o la historia de cualquier otra nación moderna, por 4,319 años hasta ahora, o desde que Babilonia fué fundada poco después del diluvio. Esta paciencia divina ha permitido que personas de corazón recto se escapen de la religión falsa antes de que finalmente caiga y sus fanáticos tercos junto con ella.
5. ¿Cuál es el antitipo del Diluvio? ¿Quiénes pueden esperarlo en su tiempo?
5 El antitipo moderno del diluvio es la guerra del Armagedón. Los cristianos primitivos vivieron como si fuera a acontecer en su generación y lo sobrevivirían en el arca de los cristianos. Pero hoy día nosotros somos aquellos a quienes la profecía y su cumplimiento amonestan a estar listos para verlo acontecer dentro de nuestra generación. La presencia de la “grande muchedumbre” de otras ovejas con nosotros da prueba adicional de la certeza de esto. Nosotros no queremos experimentar el bautismo de fuego que 2 Pedro 3:7-12 describe y que está reservado para los cielos y tierra inicuos que ahora existen. De modo que es urgentemente necesario que nos apeguemos al verdadero bautismo. Pero ¿cómo?
6. ¿Con qué asoció Pedro el bautismo para salvación, y cómo trataron los judíos naturales de obtener esta cosa?
6 Cuando Pedro menciona el bautismo como la cosa que ahora salva, comenta sobre él, diciendo: “No una repudiación de la inmundicia de la carne, sino la petición [hecha] a Dios para una buena conciencia, por medio de la resurrección de Jesucristo.” (1 Ped. 3:21, Rótherham; Mo) Siempre se ha tenido dificultad al traducir las palabras de Pedro aquí para manifestar el sentido exacto, así como también para explicarlas. Pero el punto es éste: Para lograr salvación una buena conciencia hacia Dios es absolutamente necesaria. Los judíos naturales trataron de obtenerla. Trataron de evitar la contaminación de su carne mediante el no comer y beber esto y aquello, y mediante diferentes lavamientos de diferentes utensilios y ropa y partes del cuerpo, para mantener alejada la inmundicia de la carne. También ofrecían sacrificios de animales limpios y sin mancha sobre el altar santo en el templo de Jerusalén, pero eso nunca hizo a los adoradores judíos perfectos en cuanto a su conciencia. Todavía tenían un sentido interior de ser pecadores condenados a la vista de Dios. El hecho de que les era continuamente necesario repetir estos lavamientos, limpiamientos y sacrificios sólo les hacía recordar vez tras vez este hecho perturbador. (Heb. 9:9; 10:1-3) Pero ahora esa buena conciencia hacia Dios puede obtenerse por medio del Noé Mayor, Cristo Jesús. Por medio de él obtenemos descanso para nuestra conciencia y gozamos de paz con Dios.
7. Si no es mediante el alejar la inmundicia carnal como trataron de hacerlo los judíos, ¿cómo se obtiene una buena conciencia, como el apóstol Pablo lo muestra?
7 Esta buena conciencia para con Dios es lo que todos los amantes de la vida eterna anhelan y piden en sus oraciones a Dios y en todos sus esfuerzos. Anhelamos tener un sentido de ya no ser pecadores sino de estar en una posición recta con él y en paz con él. Ahora puede obtenerse, no simplemente alejando la inmundicia carnal como los judíos trataron de hacerlo esforzándose para lograr su propia justicia, sino mediante fe en Dios y en sus provisiones por medio de Cristo Jesús. La sangre de los animales que los judíos temerosos de Dios sacrificaban obraba sólo en cuanto al limpiamento de su carne de modo típico o pictórico, pero todos esos sacrificios animales señalaron hacia el sacrificio verdadero y efectivo del Sumo Sacerdote de Dios, Jesucristo. Por lo tanto, Pablo dice, “¿cuánto más la sangre del Cristo, que por medio de un espíritu eterno se ofreció sin tacha a Dios, limpiará nuestra conciencia de obras muertas para que podamos rendir servicio sagrado al Dios viviente?” Luego él nos anima a nosotros los creyentes, diciendo: “Puesto que tenemos un gran sacerdote sobre la casa de Dios, acerquémonos con corazones sinceros en plena seguridad de fe, habiendo tenido nuestro corazón rociado de una conciencia inicua y nuestro cuerpo lavado con agua limpia.”—Heb. 9:14; 10:19-22, NM.
8. ¿Cómo son las obras de justificación propia obras muertas, como se ilustró en la parábola de Jesús del hombre rico y Lázaro?
8 El perdón de Dios de nuestros pecados ahora es posible sólo por medio de la sangre de Cristo. Cualesquiera de nuestras propias obras para justificarnos por medio de simplemente limpiar nuestra carne exteriormente son obras muertas; no hay nada acerca de ellas que tenga cualidad dadora de vida. No nos hacen vivos hacia Dios y su servicio correcto, igual como el “hombre rico” de la parábola de Jesús no se hizo justo y vivo hacia Dios por usar púrpura y lino sobre su carne limpia, en contraste con el mendigo Lázaro cubierto de úlceras. El “hombre rico” vino bajo un bautismo de fuego posteriormente. La fe en el sacrificio de Cristo y la fe en la promesa de Dios a Abrahán respecto a Cristo como la Simiente para bendecir a todas las familias de la tierra es la cosa vital.—Luc. 16:19-31.
MANTENIÉNDOLA BUENA
9. Después de obtener una conciencia limpia, ¿qué es necesario, y por qué?
9 Pero aquí, ahora, está un punto importante para todos los que desean disfrutar del bautismo verdadero para la salvación. Después que tenemos una conciencia buena o limpia delante de Dios que nos libra de sentirnos como pecadores condenados y fuera de su favor, debemos mantener nuestra conciencia buena y limpia. Esto requiere más que mera fe en el sacrificio de Cristo. Requiere bautismo verdadero en él ahora. ¿Por qué? Porque, aunque usted lleve su nombre y le confiese con los labios, usted puede repudiarlo por el modo en que vive. Usted puede mostrar que no pertenece a él por sus obras, obras que no son como su ejemplo y que él nunca ordenó como su Señor y Dueño, quien lo compró a usted con su propia sangre. Jesús nunca sintió que él tenía pecado en sí mismo. Él dijo a sus acusadores: “¿Quién de ustedes me convence de pecado?” (Juan 8:46, NM) Y Saulo de Tarso, después de aceptar a Jesús como su Rescatador y luego de emprender el servicio verdadero de Jehová, dijo al tribunal romano: “Tengo esperanza en Dios, . . . de que habrá una resurrección así de justos como de injustos. En este respecto, realmente, me estoy ejercitando continuamente para tener una conciencia de no haber cometido ofensa contra Dios y los hombres.” (Hech. 24:15, 16, NM) ¿Podemos decir eso acerca de nosotros mismos?
10. Para hacer una confesión como la de Pablo, ¿de qué debe dar testimonio nuestra conciencia?
10 Si deseamos poder hacer la confesión honrada que Pablo hizo en el tribunal, entonces necesitamos que nuestra propia conciencia dé testimonio del modo en que estamos viviendo. Pablo le dijo a aquellos que él ayudó a entrar a la verdad: “La cosa de que nos jactamos es ésta, de la cual nuestra conciencia da testimonio, de que con santidad y sinceridad piadosa, no con sabiduría carnal sino con bondad inmerecida de Dios, nos hemos portado en el mundo, pero más especialmente hacia ustedes.” (2 Cor. 1:12, NM) Como Pablo, debemos tener el sentido interior de que no estamos copiando al mundo o teniendo amistad con él mientras estamos en él sino que somos sinceros en lo que estamos haciendo de un modo piadoso, no teniendo solamente una forma de devoción piadosa.
11. ¿Cómo podemos mantener limpia nuestra conciencia y recomendarnos a la conciencia de otros como ministros?
11 No tratamos de exhibir sabiduría mundana humana para que la gente tenga una estimación elevada de nosotros. Humildemente nos portamos como personas que hemos recibido la bondad inmerecida de Dios y no deseamos desperdiciarla dejando de ver el propósito bueno para el cual fué otorgada sobre nosotros. Una gran parte de esa bondad inmerecida se expresa al ponernos Dios en el ministerio, para dispensar las buenas nuevas a otra gente. Si somos concienzudos en cuanto al modo en que efectuamos este ministerio y lo usamos correctamente, no para obtener potestad sobre la gente ni para sacarles dinero ni para vivir de ellos, entonces no sólo tendremos una conciencia limpia sino que también nos recomendaremos como ministros de Dios a la conciencia de gente que tiene hambre de la verdad. Ese es el modo en que Pablo se sintió acerca de ello, porque él dijo: “Puesto que tenemos este ministerio según la misericordia que nos fué mostrada, no nos portamos incorrectamente, sino que hemos renunciado a las cosas disimuladas de las que hay que avergonzarse, no caminando en astucia ni adulterando la palabra de Dios, sino que haciendo manifiesta la verdad recomendándonos a toda conciencia humana en la vista de Dios.” (2 Cor. 4:1, 2, NM) Use tino, sí, pero sea veraz.
12. ¿Cómo hay peligro de que nuestra conciencia sea cauterizada?
12 Estamos viviendo en los “últimos períodos de tiempo”, de hecho, en el último período de este mundo. Por eso hay peligro de obtener una conciencia cauterizada, una marcada como con un hierro candente de modo que sea como tejido cicatrizado que no tiene ningún sentido sensitivo. Podemos obtener tal conciencia llegando a ser hipócritas y permaneciendo así, usando modos mundanos disimulados y sabiduría diabólica y adulterando la Palabra de Dios al grado de no dar la verdad íntegra al amigo o al enemigo sino tratando de agradarlos y excusarlos por lo que decimos. Si hacemos esto, no podemos despertar su conciencia hacia la justicia y la verdad y nos hacemos más insensibles en nuestro propio sentido del bien y del mal, como el clero de la cristiandad. La declaración inspirada de Dios mostró cómo algunos se harían de ese modo, diciendo: “En los últimos períodos de tiempo algunos se apartarán de la fe, prestando atención a declaraciones inspiradas desviadoras y a enseñanzas de demonios, por la hipocresía de hombres que hablan mentiras, marcados en su conciencia como si fuera con un hierro de marcar.” En su desvergüenza no tienen ningún sentido de culpabilidad que los impulse a coser hojas de higuera y hacerse delantales para sus lomos y luego esconderse entre los árboles.—1 Tim. 4:1, 2, NM.
13. ¿Cómo es fácil obtener una conciencia contaminada? Por eso ¿qué se nos dice que hagamos en la carta de Pablo a Tito?
13 Tenemos que iluminar y limpiar nuestra conciencia mediante la verdad de la Palabra de Dios. Es tan fácil desarrollar una conciencia contaminada, una que condena lo que es puro a la vista de Dios. ¿Cómo? Si seguimos las normas de los hombres para conseguir nuestra propia justicia y nos adherimos a ellas y no adelantamos con la luz de Dios que sigue avanzando sobre sus arreglos para salvación. Los fariseos religiosos se contaminaron de este modo, de modo que no vieron nada limpio en lo que Jesús y sus discípulos hicieron y enseñaron. Y ¿cómo se contaminaron así? Aceptando fábulas religiosas y mandamientos de hombres en lugar de los de Dios. Por eso se nos dice que seamos “sanos en la fe, no prestando atención a las fábulas judías y mandamientos de hombres que se apartan de la verdad. Todas las cosas son limpias para las personas limpias. Pero para las personas contaminadas y sin fe nada es limpio, sino que tanto su mente como su conciencia están contaminadas. Declaran públicamente que conocen a Dios, pero lo repudian mediante sus obras, porque son detestables y desobedientes y desaprobados para toda buena obra.” ¡En qué terrible condición se meten las personas farisaicas! Es algo que debemos evitar.—Tito 1:13-16, NM.
14. Así que ¿a qué cosas no debemos prestar atención? ¿Cuál es el objetivo del mandato de Dios para que hagamos esto?
14 Para evitar esto no debemos prestar oído a las fábulas religiosas o a árboles genealógicos carnales que nos llenan de orgullo y producen diferencias sociales y desunión no cristiana entre nosotros. Estamos bajo el mandato de Dios de hacer esto. Su propósito al dictar tal mandato es para que mostremos amor sincero para Dios y nuestros hermanos de una buena conciencia, de un sentido interior de que estamos haciendo lo que es bueno. “A ciertos individuos [ordena] que no enseñen doctrinas diferentes, ni que presten atención a cuentos falsos ni a genealogías que terminan en nada, sino que proporcionan preguntas para investigación más bien que una dispensación de algo mediante Dios en conexión con la fe. Realmente el objetivo de este mandato es amor de un corazón limpio y de una buena conciencia y de fe sin hipocresía.”—1 Tim. 1:3-5, NM.
15. ¿Para qué hace un ruego enérgico Pedro a sus lectores, y por qué es esto necesario para nuestro bautismo en el Noé Mayor?
15 El apóstol Pedro hace un ruego enérgico para una buena conciencia en nosotros que estamos bautizados en el Noé Mayor en este “tiempo del fin”. No podemos ser bautizados en él dentro del arca a menos que sigamos tras una conciencia limpia y buena, porque Cristo Jesús siempre tuvo tal conciencia, durante todos sus sufrimientos. Los hipócritas farisaicos lo acusaron, pero él sabía que estaba sufriendo no por ninguna maldad suya sino por hacer la buena voluntad de Dios. Como seguidores suyos debemos sufrir, especialmente en este tiempo de su segunda presencia como el Noé Mayor. Pero cuando sufrimos a manos de los hombres, asegurémonos de que no sufrimos por nuestra propia maldad. “Que ninguno de ustedes sufra como homicida o ladrón o malhechor ni como entremetido en los asuntos de otras personas.”—1 Ped. 4:15, NM.
16. De modo que ¿a causa de qué debería ser que suframos, y con crédito?
16 No sufra por ir tras de la “carne para uso contranatural” y por cometer fornicación con alguien cuya carne no pertenece a usted en relación de matrimonio. Tales cosas se hacían fuera del arca de Noé al fin del mundo antiguo, cuando hombres, Nefilim e “hijos de Dios” materializados casados cometieron tales cosas en desobediencia a Jehová Dios. (Judas 6, 7, NM) Asegúrese de que cuando usted es obligado a sufrir a manos de los hombres en poder y otros con autoridad mundana sea porque usted pidió una buena conciencia de Dios y usted esté tratando de mantenerla guardando Sus mandamientos. De ese modo los hombres no podrán encontrar falta en usted con excepción de que está obedeciendo la ley de su Dios. En ese caso le sirve de crédito tal sufrimiento, porque usted está reteniendo su integridad hacia Dios. Entonces usted es como su Dechado, el Noé Mayor Cristo Jesús, porque él fué un modelo para nosotros al sufrir por razón de conciencia.
SUFRIENDO CON CRÉDITO A NOSOTROS MISMOS
17. ¿Qué dice 1 Pedro 2:19-23 sobre esto?
17 “Porque,” dice 1 Pedro 2:19-23, “si alguien debido a conciencia hacia Dios aguanta aflicciones y sufre injustamente, ésta es una cosa que agrada. Porque ¿qué mérito hay en ello si, cuando ustedes están pecando y son golpeados, ustedes lo aguantan? Pero si, cuando ustedes hacen lo que es bueno y sufren, lo aguantan, eso es algo que agrada a Dios. De hecho, ustedes fueron llamados a este curso, porque hasta Cristo sufrió por ustedes, dejándoles un modelo para que siguieran cuidadosamente sus pisadas. Él no cometió pecado, ni engaño se halló en su boca. Cuando él estuvo siendo vilipendiado, él no recurrió a vilipendiar a su vez. Cuando él estuvo sufriendo, él no recurrió a amenazar, sino que siguió encomendándose al que juzga justamente.” (NM) Aquél juzgó a Cristo Jesús inocente.
18. Por eso, para que nuestro bautismo sea para salvación, ¿qué debemos conservar, y así cómo podemos contestar a nuestros enemigos que nos interrogan?
18 Para que nuestro bautismo en el Noé Mayor sea para nuestra salvación necesitamos conservar nuestra conciencia interior de estar sin culpa según las leyes y mandamientos de Dios. Entonces, cuando lo citan para que se defienda delante de autoridades y oficiales comunistas y totalitarios que demandan saber la razón por su esperanza mediante la que usted vive, puede mirarlos frente a frente. Usted puede sentirse libre de temor culpable y puede contestarles con el valor que su propia inocencia y aprobación de Dios le dan a usted.
19. De este modo, frente a los enemigos que hablan contra nosotros, ¿cómo damos garantía de una buena conciencia hacia Dios?
19 “Retengan una buena conciencia,” dice Pedro, “para que en aquello en que se hable contra ustedes se avergüencen los que están hablando con desprecio de su buena conducta en conexión con Cristo. Porque es mejor sufrir porque ustedes están haciendo lo bueno, si la voluntad de Dios lo desea, que porque estén haciendo lo malo. Si, hasta Cristo murió una vez para todo tiempo concerniente a pecados, una persona justa por las injustas.” (1 Ped. 3:16-18, NM) Si hacemos esto, entonces cuando estemos delante de Dios mismo para el interrogatorio podremos darle una respuesta de una buena conciencia, garantizándole una buena conciencia. Entonces él nos juzgará con aprobación por medio de Cristo Jesús. Puede ser, también, que alguna persona de corazón recto que ve que usted está anuente a sufrir por mantener una buena conciencia para con Dios se impresione y como resultado vea que el Dios de usted es el Dios vivo y verdadero y así acuda a Él para la salvación.
20. (a) ¿Por qué es que el bautismo para la salvación ahora descansa en Cristo debido a su posición? (b) En el día del bautismo de fuego, ¿para realizar qué seremos escondidos de la ira expresada de Jehová?
20 En estos días inicuos, cuando el bautismo de los inicuos con fuego es inminente, guardémonos sabiamente de cualquier desmán hacia Dios y el hombre. Seamos bautizados en el ejemplo de Cristo, porque él es el Noé Mayor en el arca de un nuevo sistema de cosas para salvación. Él murió inocentemente debido a la maldad de otros, pero al completar su bautismo en la muerte fué resucitado y ahora está a la diestra de Dios en el cielo, ángeles, autoridades y potestades siendo sujetados a él. Hay toda razón, entonces, por qué el bautismo que es para salvarnos descansa ahora con Cristo Jesús. Se ha acercado el día que quemará como horno. Las naciones están siendo juntadas, los reinos de este mundo están siendo reunidos, para que Dios derrame su indignación e ira furiosa sobre ellos. Entonces “con el ardor de [sus] celos será devorada toda la tierra”. Ese bautismo de fuego envolverá a la tierra inicua y los cielos satánicos y los reducirá a cenizas y humo. Nuestro curso seguro, entonces, es buscar a Jehová y su justicia y mansedumbre y aceptar su lenguaje puro y servirlo de común acuerdo con su pueblo. (Mal. 4:1, 2; Sof. 3:8, 9; 1:18; 2:1-3; 2 Ped. 3:7-12) Por eso por todo medio pidamos y mantengamos una buena conciencia hacia Dios. De ese modo seremos escondidos en el día de la ira de Jehová cuando se exprese bautizando a los inicuos y los orgullosos con destrucción ardiente. Nosotros, sin embargo, gloriosamente realizaremos el propósito de nuestro bautismo en el Noé Mayor para nuestra salvación eterna.