Es tiempo para una “nueva tierra”
CUANDO a este mundo se le acabe el tiempo, ¿se le acabará el tiempo a toda la gente? ¡No! Habrá sobrevivientes. Pero ¿será la Tierra que ellos hereden un montón de cenizas radiactivas o un yermo oscuro y congelado? No ocurrirá ninguna de las dos cosas. ¡La Tierra llegará a ser un lugar donde se desarrollarán la flora, la fauna y la vida humana! ¿Le suena esto extraño? De ser así, considere las palabras proféticas de Jesús nuevamente.
Examine el mismo capítulo de la Biblia donde Jesús enumeró los muchos aspectos de la señal que indica lo cerca que está el fin de este mundo. Hallará que él asemejó nuestro período a otra época. Él dijo: “Así como eran los días de Noé, así será la presencia del Hijo del hombre. [...] No hicieron caso hasta que vino el diluvio y los barrió a todos” (Mateo 24:37-39). En los días de Noé se acabó el tiempo. ¿Para quiénes o para qué? Solo para los impíos.
No se les acabó el tiempo a Noé y a su familia. Ellos sobrevivieron y entraron en una Tierra de la cual se había eliminado la iniquidad, y vieron la Tierra misma llegar a estar tan resplandeciente como nueva. ¿Por qué? Porque amaron la justicia y obedecieron a Dios. (Génesis 6:5-9, 22; 2 Pedro 2:5.)
“Habiéndosele dado advertencia divina” de un inminente diluvio global, Noé mostró que tenía sabiduría práctica. A diferencia de otros de la humanidad, él demostró fe y tomó medidas para salvar a los de su casa (Hebreos 11:7). Resultó ser un hombre de devoción piadosa. ¿Es usted, también, una persona de esa clase? Si lo es, entonces para usted puede ser consolador el hecho de que “Jehová sabe librar de la prueba a personas de devoción piadosa, pero reservar a personas injustas para el día de juicio para ser cortadas”. (2 Pedro 2:9.)
¿Qué condiciones reinarán?
La voluntad de Dios es que este planeta llegue a ser un perfecto paraíso de paz para “personas de devoción piadosa”, no una esfera carbonizada donde no haya vida. La Tierra es el hogar eterno de la humanidad. Puesto que el Creador ocupa la posición más alta en lo que tiene que ver con el poder, puede garantizar que la tragedia de una ruina completa jamás ocurrirá a nuestra Tierra. En Isaías 45:18, su Palabra inspirada nos asegura que él “no la creó como yermo, mas para ser habitada”. (Cantera-Iglesias.)
Pero no solo el planeta llegará a ser un hermoso paraíso; las relaciones humanas llegarán a ser igualmente hermosas. Dios está haciendo que a este sistema malvado se le acabe el tiempo, para que personas de corazón sincero puedan disfrutar de la vida plenamente en un sistema justo. Ésta es una de las razones por las cuales él está creando una “nueva tierra” —una nueva sociedad humana— donde “la justicia habrá de morar”. (2 Pedro 3:13.)
¿Cómo llegará a existir la “nueva tierra”? En primer lugar, por medio de las medidas que tomen los “nuevos cielos”... un nuevo gobierno celestial con Cristo como Rey nombrado por Jehová para regir la Tierra con justicia. En segundo lugar, mediante la instrucción de los amadores de la verdad en los caminos justos de Dios. Por consiguiente, los sobrevivientes que entrarán en la “nueva tierra” serán solo los que muestren por su modo de vivir que realmente han cultivado una relación íntima con Jehová y su Hijo real. ¿Está demostrando usted que es una persona de esa clase? (Isaías 9:7; Juan 17:3; 2 Pedro 3:13.)
“Nueva tierra”... ¿para quiénes?
‘Pero ¿no desea toda persona vivir en una Tierra donde haya justicia?’, quizás pregunte usted. No, no toda persona quisiera vivir en un ambiente justo. Si la persona codiciara la esposa de su semejante, o quisiera tener la libertad de divorciarse de la suya cuando le pareciera que fuera tiempo de cambiar de esposa, o no vacilara en robar algo de su semejante, entonces dicha persona no disfrutaría de esa “nueva tierra”. Si considerara que el placer consiste en introducir humo en sus pulmones, aspirar alguna droga por las narices o tragar bebidas alcohólicas hasta que sus sentidos quedaran embotados, entonces a dicha persona no le gustaría esa “nueva tierra”. Ninguno de estos abusos existirán allí.
Pero, por otra parte, si usted quisiera participar en sojuzgar la Tierra y transformarla en campos que produzcan alimento y parques que reflejen belleza, o si quisiera disfrutar de ejercer con amor dominio sobre los animales, entonces a usted le gustaría la “nueva tierra”. Si anhela el tiempo en que todos los cónyuges sean fieles entre sí, en que se puedan criar hijos sin temer alguna clase de abuso, o en que todos practiquen la conducta moral correcta, entonces usted se regocijará en la “nueva tierra”. Si desea que llegue el tiempo en que las bombas no hagan añicos a mujeres y niños, en que desaparezcan la gobernación política opresiva y la avaricia comercial, o en que los hombres vivan en paz, cada cual bajo su propia vid y su propia higuera, entonces usted se emocionará ante las perspectivas de la “nueva tierra”.
Además, las abundantes bendiciones que Jehová derramará significarán una vida libre de la frustración, la irritación, las experiencias desagradables y la inquietud que caracterizan la vida de millones de personas hoy. Y entre Sus bendiciones figurará la buena salud para todos. El disfrute de todo esto no será temporero. No será interrumpido súbitamente por la muerte después de 70 u 80 años de vida. Pues la Palabra de Dios asegura que la muerte será eliminada, al decir: “Él realmente se tragará a la muerte para siempre, y el Señor Soberano Jehová ciertamente limpiará las lágrimas de todo rostro”. Hasta los muertos que estén en la memoria de Dios serán resucitados y recibirán la oportunidad de probar su amor a la justicia. (Isaías 25:8; Juan 5:28, 29.)
Si a usted le atrae una justa “nueva tierra” como ésa, entonces ahora es el tiempo de empezar a vivir para alcanzarla.
Obre sabiamente
Cuando a este mundo impío se le acabe el tiempo, a usted no tiene que acabársele. ¿Imitará usted a Noé y será amador de la justicia también? De ser así, ¡tiene que obrar ahora! ¿Por qué? Considere esto: En una emergencia, ¿de qué depende la vida? ¿Tan solo de oír la alarma, o de las medidas salvavidas que se tomen después de oírla? ¿No es cierto que depende de las medidas que se tomen y que sigan a la alarma?
Ahora está muy cerca el tiempo en que llegará la “nueva tierra” de Jehová. La alarma está sonando e indicando que se acerca rápidamente la destrucción de este inicuo sistema de cosas a manos de Dios. La oportunidad de adquirir conocimiento, dador de vida, de la Palabra de Dios aún queda ante usted, como la puerta abierta del arca que construyó Noé antes del Diluvio. Pero ésta dentro de poco se cerrará súbitamente. Por eso, ahora es el tiempo de mostrar que usted realmente quiere la vida (Sofonías 2:2, 3). Use sabiamente el tiempo que queda para que, cuando a este sistema finalmente se le acabe el tiempo, usted pueda estar entre los que tengan la feliz esperanza de sobrevivir.
[Ilustración en la página 11]
Solo las personas que aman la justicia sobrevivirán y entrarán en la “nueva tierra” de Dios