Parte 1
“El Verbo”—¿quién es? Según Juan
1, 2. En su narración acerca de la vida de Jesucristo, ¿a quién nos presenta primero Juan, y por lo tanto qué, naturalmente, quieren saber los lectores?
“EN EL principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios.” Así dicen los primeros dos versículos de la narración del apóstol Juan acerca de la vida de Jesucristo, según la versión católica romana de Scío de San Miguel y la Versión Valera (edición de 1934) de la Santa Biblia.
2 Así, en el mismo principio de la narración de Juan el primer personaje que se nos presenta es alguien a quien se llama “el Verbo,” o “la Palabra” en lenguaje más común. Después de habérsele presentado de modo tan súbito la Palabra o el Verbo, cualquier lector naturalmente querría saber quién o qué era este Verbo. En realidad, desde el siglo segundo de nuestra era común ha habido un gran debate en cuanto a la identidad de este Verbo. Y particularmente desde el cuarto siglo se ha lanzado mucha persecución religiosa contra el grupo de minoría en este debate.
3. ¿En qué idioma escribió Juan su narración, y por qué tenemos dificultad en entender las declaraciones de apertura de Juan?
3 El apóstol Juan escribió su narración en el griego común del primer siglo. En ese tiempo esa clase de griego era un idioma internacional. Aquellos para quienes Juan escribió podían hablar y leer griego. Así que ellos sabían lo que él quería decir con esas declaraciones de apertura, o, por lo menos, podían llegar a saberlo al leer el resto de la narración de Juan en su griego original. Pero, cuando se trata de traducir esas declaraciones de apertura a otros idiomas, digamos, al español moderno, surge una dificultad en traducirlas correctamente para dar el significado exacto.
4. ¿Dicen exactamente lo mismo que las versiones antiguas aceptadas las versiones antiguas aceptadas las versiones modernas, y qué ejemplos tenemos para ilustrar si es así o no?
4 Por supuesto, el lector de la Biblia que usa las versiones o traducciones que generalmente se aceptan dirá inmediatamente: “Bueno, no debe haber ninguna dificultad en cuanto a saber quién es el Verbo o la Palabra. Ahí dice claramente que el Verbo es Dios; y Dios es Dios.” Pero, en contestación, debemos decir que no todas las traducciones modernas y más nuevas por eruditos del griego dicen así, por decir solo eso. Para ilustrar, considere estos ejemplos: La Nueva Biblia Inglesa, publicada en marzo de 1961, dice: “Y lo que Dios era, la Palabra lo era.” La palabra griega traducida “Palabra” es logos; y por eso la Nueva Traducción de la Biblia (1922) del Dr. Jaime Moffatt dice: “El Logos era divino.” La Biblia Completa—Una Traducción Americana (Smith y Goodspeed) dice: “El Verbo era divino.” Así dice también El Auténtico Nuevo Testamento de Hugo J. Schonfield. Otras versiones (por alemanes) son: Por Boehmer: “Estaba estrechamente enlazado con Dios, sí, en sí mismo de ser divino.”a Por Stage: “El Verbo mismo era de ser divino.”b Por Menge: “Y Dios (= de ser divino) la Palabra era.”c Por Pfaefflin: “Y era de ponderación divina.”d Y por Thimme: “Y Dios de cierta suerte la Palabra era.”e
5. ¿Cuál es la más polémica de todas las traducciones, como lo muestran dos ejemplos, y por qué se puede colocar al lado de la que se da arriba la traducción del profesor Torrey?
5 Pero la más polémica de todas es la siguiente versión de Juan 1:1, 2: “El Verbo era en el principio, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era un dios. Este Verbo era en el principio con Dios.” Esta versión se halla en El Nuevo Testamento en Versión Mejorada, publicado en Londres, Inglaterra, en 1808.f Parecida es la versión por uno que fue sacerdote católico romano: “En el principio era la Palabra, y la Palabra era con Dios, y la Palabra era un dios. Este era con Dios en el principio. Todo llegó a ser por medio de la Palabra, y sin éste nada de lo creado brotó a la existencia.” (Juan 1:1-3)g Al lado de esa versión con su muy debatida expresión “un dios” se puede colocar la versión que se halla en Los Cuatro Evangelios—Una Traducción Nueva, por el profesor Carlos Cutler Torrey, segunda edición de 1947, a saber: “En el principio era la Palabra, y la Palabra era con Dios, y la Palabra era dios. Cuando él fue en el principio con Dios todas las cosas fueron creadas por medio de él; sin él ninguna cosa creada llegó a ser.” (Juan 1:1-3) Nótese que lo que se dice que la Palabra es está escrito sin letra mayúscula inicial, a saber, “dios.”
6. ¿Con qué expresiones que difieren nos enfrentamos en las traducciones que se citan arriba, y por lo tanto, ahora, la identidad de quién tenemos que averiguar?
6 De modo que en las traducciones bíblicas que se acaban de citar nos enfrentamos con las expresiones “Dios,” “divino,” “Dios de cierta suerte,” “dios,” y “un dios.” Hombres que enseñan un Dios trino, una Trinidad, se oponen firmemente a la traducción “un dios.” Dicen, entre otras cosas, que eso significa creer en politeísmo. O lo llaman unitarianismo o arrianismo. La Trinidad se enseña por todas las partes de la cristiandad que se hallan en Europa, las Américas y Australia, donde vive la gran mayoría de los 4,000,000 de lectores de La Atalaya. Lectores de otras partes, en Asia y África, saben de la enseñanza de la Trinidad por medio de los misioneros de la cristiandad. En vista de esto, queda claro que tenemos que asegurarnos no solo de quién es la Palabra o Verbo o Logos sino también de quién es Dios mismo.
7, 8. ¿Qué dice la cristiandad que Dios es, pero al aplicar este término equivalente a Juan 1:1, 2, en qué enredo nos metemos?
7 La cristiandad cree que la doctrina fundamental de sus enseñanzas es la Trinidad. Por Trinidad ella quiere decir un Dios trino o tres-en-uno. Eso significa un Dios en tres Personas, a saber, “Dios Padre, Dios Hijo, y Dios Espíritu Santo.” Puesto que se dice que esto es, no tres Dioses, sino meramente “un solo Dios en tres Personas,” entonces el término Dios debe querer decir la Trinidad; y la Trinidad y Dios deben ser voces o términos intercambiables. Con esto como base, citemos Juan 1:1, 2 y usemos el término equivalente para Dios, y veamos cómo dice:
8 “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con la Trinidad, y el Verbo era la Trinidad. Este era en el principio con la Trinidad.” ¿Pero cómo pudiera ser eso? Si el Verbo era él mismo una Persona y estaba con la Trinidad, entonces habría cuatro Personas. Pero los trinitarios dicen que el Verbo es la Segunda Persona de la Trinidad, a saber, “Dios Hijo.”h Pero aun así, ¿cómo podría Juan decir que el Verbo, como Dios Hijo, era la Trinidad compuesta de tres Personas? ¿Cómo pudiera una sola Persona ser tres?
9. Si se afirma que “Dios” significa Dios Padre, entonces ¿en qué dificultad nos metemos?
9 No obstante, que digan los trinitarios que en Juan 1:1 Dios significa solo la Primera Persona de la Trinidad, es decir, “Dios Padre,” y por lo tanto el Verbo estaba con Dios Padre en el principio. Con esta definición de Dios como base, ¿cómo pudiera decirse que el Verbo, quien ellos dicen que es “Dios Hijo,” sea “Dios Padre”? ¿Y dónde entra en el cuadro su “Dios Espíritu Santo”? Si Dios es una Trinidad, ¿no estaba la Palabra o Verbo con “Dios Espíritu Santo” así como con “Dios Padre” en el principio?
10. ¿Qué hay si se dice que “Dios” quiere decir las otras dos Personas de la Trinidad, y qué explicación que se intentara no lo explica?
10 Ahora, supongamos que ellos digan que, en Juan 1:1, 2, Dios quiere decir las otras dos Personas de la Trinidad, de modo que en el principio el Verbo estuviera con Dios Padre y Dios Espíritu Santo. En este caso llegamos a esta dificultad, a saber, que, por ser Dios, el Verbo era Dios Padre y Dios Espíritu Santo, las otras dos Personas de la Trinidad. Así del Verbo, o “Dios Hijo,” la Segunda Persona de la Trinidad, queda dicho que es también la Primera Persona y la Tercera Persona de la Trinidad. No resuelve la dificultad el decir que el Verbo era lo mismo que Dios Padre y era igual a Dios Padre pero aun así no era Dios Padre. Si así fuera, entonces necesariamente el Verbo era lo mismo que Dios Espíritu Santo y era igual a Dios Espíritu Santo pero aun así no era Dios Espíritu Santo.
11, 12. Según la Trinidad, ¿cuánto de Dios sería la Palabra, y qué pregunta tenemos que hacer acerca de la personalidad de Dios?
11 ¡Y sin embargo los trinitarios enseñan que el Dios de Juan 1:1, 2 es un solo Dios, no tres Dioses! Entonces, ¿es el Verbo solo la tercera parte de Dios?
12 Puesto que no podemos calcular científicamente que 1 Dios (el Padre) + 1 Dios (el Hijo) + 1 Dios (el Espíritu Santo) = 1 Dios, entonces tenemos que calcular que 1/3 Dios (el Padre) + 1/3 Dios (el Hijo) + 1/3 Dios (el Espíritu Santo) = 3/3 Dios, o 1 Dios. Además, tendríamos que concluir que el término “Dios” en Juan 1:1, 2 cambia su personalidad, o que “Dios” cambia su personalidad en una sola oración. ¿Hace él eso?
13, 14. (a) ¿Qué le hace al significado de Juan 1:1, 2 la enseñanza de la Trinidad? (b) ¿En qué condición estaba la mente de Juan en cuanto a la Palabra y Dios?
13 ¿Están confusos ahora los lectores de La Atalaya? ¡Sin duda que sí! Cualquier intento de razonar sobre la enseñanza de la Trinidad termina en confusión mental. De manera que la enseñanza de la Trinidad confunde el significado de Juan 1:1, 2; no lo simplifica ni lo esclarece ni lo hace fácil de entender.
14 Ciertamente el asunto no estaba confundido en la mente del apóstol Juan cuando escribió esas palabras en el griego común de hace diecinueve siglos para lectores internacionales cristianos. Al empezar Juan su narración de la vida de Jesucristo no tenía la mente confundida en cuanto a quién era la Palabra o Verbo o Logos y quién era Dios.
15. ¿A quién tenemos que dejar que nos ayude en este embrollo de identidades, y a qué escritos podemos acudir para una ampliación explicativa de las cosas?
15 Por lo tanto tenemos que dejar que el mismo apóstol Juan identifique a la Palabra o Verbo para nosotros y nos explique quién era Dios. Esto es lo que Juan hace en el resto de su narración de la vida de Jesucristo y también en sus otros escritos inspirados. Además del llamado Evangelio de Juan, él escribió tres cartas o epístolas y también Apocalipsis o Revelación. Muchos piensan que Juan escribió primero el libro Apocalipsis, entonces sus tres cartas y finalmente su Evangelio. Dice Biblical Archaeology, por G. Ernesto Wright (1957), página 238: “A Juan usualmente se le conecta con Éfeso en Asia Menor y la mayoría de los eruditos le asigna la fecha de alrededor de A.C. 90.” Para el Evangelio de Juan La Atalaya acepta la fecha A.C. 98. De modo que para ampliación explicativa de las cosas escritas en el Evangelio de Juan podemos acudir a sus escritos anteriores, Apocalipsis o Revelación y sus tres cartas o epístolas.
16. Al hacer esto, ¿con qué objetivo empezamos y por qué?
16 Esto procederemos a hacer. Lo hacemos con el deseo de llegar a la misma conclusión acerca de quién era la Palabra o Verbo a que llega el apóstol Juan. El que efectuemos esto significa que ganemos una feliz vida eterna en el nuevo mundo justo de Dios que tanto se ha acercado. Juan, con todo el conocimiento directo y las asociaciones que tuvo, tenía razón o base para llegar a una conclusión absolutamente correcta. Quería que nosotros como sus lectores llegáramos a una conclusión correcta. Por lo tanto, honrada y fielmente presentó los hechos en sus cinco diferentes escritos, para ayudarnos a llegar a la misma conclusión a que llegó él. Así, puesto que aceptamos como verdadero el testimonio de Juan, comenzamos con un objetivo correcto, uno que llevará a bendición sin fin para nosotros.
¿QUÉ HAY DE 1 JUAN 5:7, TA; VAL?
17. ¿Qué preguntarán los que creen en la Trinidad si no se han mantenido al día con el conocimiento, y qué se tiene que decir acerca del versículo a que señalan en su Biblia?
17 Si los que creen en la Trinidad no se han mantenido al día con el conocimiento, preguntarán: ¿No enseña Juan mismo la Trinidad, a saber, que tres son uno? En su ejemplar de la Biblia señalarán a 1 Juan 5:7 y leerán: “Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son una misma cosa.” Eso es lo que dice 1 Juan 5:7 en la Versión Torres Amat, católica romana, y de manera similar en la Versión Valera. Pero las palabras “en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son una misma cosa,” no aparecen en los manuscritos griegos de mayor antigüedad. Por lo tanto las traducciones más modernas de la Biblia omiten esas palabras; la versión católica Nácar—Colunga adjunta una nota que dice: “Este versículo, . . . falta en los códices antiguos, así griegos como latinos, etc., y es desconocido de los Padres.” La edición de la Biblia en inglés por el Comité Episcopal Católico Romano de la Confraternidad de la Doctrina Cristiana pone las palabras entre corchetes junto con una nota explicativa que dice como sigue: “La Santa Sede se reserva para sí el derecho de rendir fallo final sobre el origen de esta lectura.”
18. ¿Qué confiesa el cardenal Maius acerca de 1 Juan 5:7 en su edición del Manuscrito Vaticano núm. 1209?
18 Según la opinión de muchos, el más antiguo manuscrito griego de las Escrituras Cristianas es el Manuscrito Vaticano núm. 1209, escrito en la primera mitad del siglo cuarto. En nuestra propia copia de este manuscrito griego según lo editó el cardenal Angelus Maius en 1859, él insertó las palabras griegas en la copia del Manuscrito, pero añadió el signo de una nota al pie de la página al fin del versículo precedente. La nota está en latín y, traducida, dice:
De aquí en adelante en el más antiguo códice Vaticano, que reproducimos en esta edición, léese como sigue: “Porque hay tres que dan testimonio, el espíritu, y el agua, y la sangre: y los tres son para uno. Si el testimonio” etc. Por lo tanto falta el célebre testimonio de Juan concerniente a las tres divinas personas, hecho que ya por mucho tiempo era sabido por los críticos.i
19. ¿Qué dice el Dr. E. J. Goodspeed acerca de 1 Juan 5:7, y por lo tanto con qué como base no podemos seguir adelante a examinar las identidades de la Palabra y de Dios?
19 Sobre 1 Juan 5:7, el traductor de la Biblia Dr. Edgardo J. Goodspeed dice: “Este versículo no se ha hallado en griego en ningún manuscrito dentro o fuera del Nuevo Testamento antes del siglo trece. No aparece en ningún manuscrito griego de 1 Juan de antes del siglo quince, cuando uno cursivo lo tiene; uno del dieciséis también contiene esa lectura. Estos son los únicos manuscritos griegos del Nuevo Testamento en que se le haya hallado. Pero no aparece en ningún manuscrito griego antiguo o escritor cristiano del griego ni en ninguna versión oriental. . . . Lo desacreditan universalmente eruditos del griego y editores del texto griego del Nuevo Testamento.”j De modo que en nuestro examen de los escritos de Juan en cuanto a quiénes son la Palabra o Verbo y Dios, no podemos seguir adelante tomando como base lo que dicen las palabras espurias o falsas de 1 Juan 5:7.
NACIMIENTO COMO HUMANO EN LA TIERRA
20, 21. (a) ¿Cuándo salió la Palabra de la presencia personal de Dios, y qué preguntas surgen en cuanto a cómo lo hizo la Palabra? (b) ¿Cómo dice Juan que la Palabra hizo esto, y qué significa esto?
20 Vino un tiempo en que la Palabra o Verbo salió de la presencia personal de Dios con quien había estado en el principio. Esto fue cuando vino abajo a la Tierra y estuvo entre los hombres. Dice Juan 1:10, 11: “Estaba en el mundo, y el mundo vino a la existencia por medio de él, pero el mundo no lo conoció. Vino a su propio hogar, pero su propio pueblo no lo acogió.” Al bajar, ¿hizo la Palabra lo mismo que habían hecho ángeles celestiales, quedarse todavía como persona espiritual pero meramente habiéndose revestido de un cuerpo humano visible y operar por medio de este cuerpo al estar entre los hombres? ¿O llegó a ser la Palabra una mezcla, una entremezcla de lo que es espíritu y lo que es carne? En vez de adivinar en cuanto a ello, dejemos que Juan nos diga:
21 “Así que la Palabra llegó a ser carne y residió entre nosotros, y tuvimos una vista de su gloria, gloria como la que pertenece a un hijo unigénito por parte de un padre; y él estaba lleno de bondad inmerecida y verdad.” (Juan 1:14) Otras traducciones de la Biblia concuerdan en que el Verbo “llegó a ser carne” o “fué hecho carne.” (Mod; Val; HA) Esto es muy diferente de decir que se revistió de carne como en una materialización o como en una encarnación. Significa que llegó a ser lo que el hombre era—carne y sangre—de modo que fuera uno de nosotros los humanos. Busquemos cuanto busquemos en los escritos de Juan, ni una sola vez hallamos que Juan diga que la Palabra vino a ser un Hombre–Dios, es decir, una combinación de Dios y hombre.
22. En cuanto a su humanidad, ¿qué se llamó a sí mismo la Palabra, y qué significó verdaderamente el que llegara a ser carne?
22 La expresión Hombre-Dios es una invención de los trinitarios y no se encuentra en ningún lugar en toda la Biblia. Lo que la Palabra se llamó a si mismo cuando estuvo en la Tierra fue “el Hijo del hombre,” algo muy diferente de Hombre-Dios. En la ocasión en que por primera vez conoció al judío llamado Natanael, dijo a este judío: “Verán el cielo abierto y los ángeles de Dios ascendiendo y descendiendo al Hijo del hombre.” (Juan 1:51) Al fariseo judío Nicodemo dijo: “Así como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así el Hijo del hombre tiene que ser levantado, para que todo el que crea en él pueda tener vida eterna.” (Juan 3:14, 15) En los escritos de Juan la expresión “Hijo del hombre” se aplica dieciséis veces a la Palabra. Esto indica que fue por un nacimiento humano en la Tierra que él “llegó a ser carne.” El que llegara a ser carne no significaba sino que había cesado de ser una persona espiritual.
23, 24. Al hacerse carne, ¿qué se hizo la Palabra a los sentidos del hombre, y con qué palabras informa Juan acerca de su propia experiencia con la Palabra?
23 Al hacerse carne, la Palabra, que antes era un espíritu invisible, se hizo visible, audible, palpable a los hombres en la Tierra. Así, hombres de carne pudieron estar en comunicación directa con él. El apóstol Juan nos informa su propia experiencia con la Palabra cuando éste existía en la carne, queriendo Juan compartir esa bendición con nosotros. Dice Juan:
24 “Lo que era desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado atentamente y nuestras manos palparon, concerniente a la palabra de vida, (sí, la vida fue puesta de manifiesto, y nosotros hemos visto y estamos dando testimonio e informándoles de la vida eterna que estaba con el Padre y que nos fue puesta de manifiesto,) lo que hemos visto y oído se lo estamos informando también a ustedes, para que ustedes también tengan participación con nosotros. Además, esta participación nuestra es con el Padre y con su Hijo Jesucristo.”—1 Juan 1:1-3.
25, 26. (a) ¿Cómo hace referencia Juan al padre terrestre por custodia de Jesús? (b) ¿Cómo habla Juan acerca de la madre humana de Jesús después de llegar a ser custodio de ella?
25 Juan llama a nuestra atención la madre humana de este Hijo del hombre, pero nunca por su nombre personal. Juan nunca habla del Hijo primogénito de ella como “Hijo de María.” Juan menciona por nombre a su padre humano por custodia cerca del principio de la narración, cuando Felipe le dice a Natanael: “Hemos hallado a aquel de quien Moisés, en la Ley, y los Profetas escribieron, Jesús, el hijo de José, de Nazaret.” (Juan 1:45) Más tarde, después que este Jesús alimentó a cinco mil hombres milagrosamente usando cinco panes y dos pescados, los judíos que trataron de hacer desdeñable la procedencia de Jesús dijeron: “¿No es éste Jesús el hijo de José, cuyo padre y cuya madre conocemos?” (Juan 6:42) Así, aunque Juan menciona a otras mujeres por su nombre María, deja sin nombre a la madre de Jesús. Dondequiera que se le menciona, nunca es como “María,” o “Madre,” sino siempre como “Mujer.”
26 Por ejemplo, en las últimas palabras que se informa que Jesús habló a ella, cuando él moría como un criminal en un madero en Gólgota mientras su madre terrestre y su amado discípulo Juan miraban, él “dijo a su madre: ‘¡Mujer, mira! ¡tu hijo!’ Entonces dijo al discípulo: ‘¡Mira! ¡Tu madre!’ Y desde esa hora en adelante el discípulo la llevó a su propio hogar.” (Juan 19:25-27) Juan no nos dice por cuánto tiempo cuidó de María la madre de Jesús; pero nunca trata de glorificarla o beatificarla, ni siquiera mencionarla, por ser la madre de Jesús.
27, 28. ¿De quién alegan los trinitarios que llegó a ser madre María, y a qué pregunta lleva esto?
27 No obstante, según los que enseñan la Trinidad, cuando “la Palabra llegó a ser carne,” María llegó a ser la madre de Dios. Pero puesto que ellos dicen que Dios es una Trinidad, entonces la virgen judía María llegó a ser la madre de meramente una tercera parte de Dios, no “la madre de Dios.” Llegó a ser la madre de solo una Persona de Dios, la Persona a quien se pone segunda en la fórmula “Dios Padre, Dios Hijo, y Dios Espíritu Santo.” Así que María fue solo la madre de “Dios Hijo”; no fue la madre de “Dios Padre,” ni la madre de “Dios Espíritu Santo.”
28 Pero si los católicos romanos y otros insisten en que María fue “la madre de Dios,” entonces nos vemos obligados a preguntar: ¿Quién fue el padre de Dios? Si Dios tuvo una madre, ¿quién fue su padre? Así vemos de nuevo que la enseñanza de la Trinidad lleva a lo ridículo.
29. En Apocalipsis 4:8, 11, ¿cómo describe Juan al Señor Dios, y qué pregunta surge en cuanto a que María lo tuviera en el vientre?
29 Además, el apóstol Juan vio en una visión a ciertas criaturas celestiales que le decían a Dios que estaba en su trono: “Santo, santo, santo, es el Señor Dios todopoderoso, el cual era, el cual es, y el cual ha de venir,” y a otros que decían: “Digno eres ¡oh Señor Dios nuestro! de recibir la gloria, y el honor, y el poderío, porque tú criaste todas las cosas, y por tu querer subsisten, y fueron criadas.” (Apo. 4:8, 11, TA) La Biblia dice claramente que los cielos de los cielos no podrían contener al Señor Dios Todopoderoso; y el estupendo templo del rey Salomón en Jerusalén no podía contener al único Señor Dios Todopoderoso. ¿Cómo, entonces, podría una cosa tan microscópica como el óvulo en el vientre de María contener a Dios, de modo que ella llegara a ser “la madre de Dios”? Por lo tanto, seamos cuidadosos en cuanto a lo que enseñamos para que no le restemos grandeza a Dios.
SU LUGAR DE NACIMIENTO
30, 31. (a) ¿Qué pregunta surgió entre los judíos acerca de este Jesús que aparentemente venía de Nazaret de Galilea? (b) Al hacer Jesús su entrada triunfal en Jerusalén, ¿cómo sugirió la grande muchedumbre su lugar de nacimiento?
30 Entre los judíos surgió un debate en cuanto al lugar de nacimiento de Jesús que venía de Nazaret de la provincia de Galilea. Los judíos en general no sabían que él había nacido en Belén. Por lo tanto Juan nos dice: “Otros decían: ‘Este es el Cristo.’ Pero algunos decían: ‘El Cristo realmente no viene de Galilea, ¿verdad? ¿No ha dicho la Escritura que el Cristo viene de la prole de David, y de Belén la aldea donde David solía estar?’ Por lo tanto se desarrolló una división en cuanto a él entre la muchedumbre.” (Juan 7:41-43) No obstante, cuando Jesús hizo su entrada triunfal en Jerusalén en la primavera de A.C. 33, hubo muchos judíos dispuestos a aclamarlo como el Rey prometido por Dios, el Hijo del rey David de Belén. Juan 12:12-15 nos dice:
31 “El día siguiente la grande muchedumbre que había venido a la fiesta, al enterarse de que Jesús venía a Jerusalén, tomó ramas de palmas y salió a su encuentro. Y comenzaron a gritar: ‘¡Salva, te rogamos! ¡Bendito el que viene en el nombre de Jehová, aun el rey de Israel!’ Pero cuando Jesús hubo encontrado un asno joven, se sentó en él, exactamente como está escrito [en Zacarías 9:9]: ‘No temas, hija de Sion. ¡Mira! Tu rey viene, sentado sobre un pollino de asna.’”—Vea el Salmo 118:25, 26.
32. (a) ¿Cómo indicó Natanael que Jesús estaba conectado con la realeza? (b) En Apocalipsis, ¿cómo indicó Jesús que estaba conectado con la realeza, y qué comparación existirá entre su reino y el de su antepasado?
32 Sin embargo, tres años antes de esto, cuando Jesús empezó su carrera pública en el país de Israel, Natanael reconoció que Jesús estaba conectado con el rey David, diciéndole: “Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres Rey de Israel.” (Juan 1:49) Y en la visión que se le dio al apóstol Juan las conexiones de Jesús con la realeza reciben énfasis varias veces. En Apocalipsis 3:7 Jesús mismo dice: “Estas son las cosas que dice el que es santo, el que es verdadero, el que tiene la llave de David.” En Apocalipsis 5:5 una persona de edad dice de Jesús: “¡Mira! El León que es de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido.” Finalmente, en Apocalipsis 22:16, leemos: “Yo, Jesús, envié mi ángel para darles testimonio de estas cosas para las congregaciones. Yo soy la raíz y la prole de David, y la estrella resplandeciente de la mañana.” Aunque Jesús en la Tierra habló de sí como “Jesús el nazareno,” en realidad había nacido en el pueblo nativo del rey David, Belén, pero meramente había sido criado en Nazaret. (Juan 18:5-7; 19:19) Allí José su custodio fue considerado su padre. Su antepasado David tuvo un reino terrestre; pero el reino celestial de Jesús es algo más grandioso y más provechoso para toda la humanidad.
33, 34. (a) ¿Cómo arguyen los clérigos que la fraseología de Juan 1:14 implica una encarnación de la Palabra? (b) ¿Qué arguye el uso por Pedro de la palabra clave, junto con los usos que se hacen de ella en otros lugares?
33 El que era la Palabra o el Verbo pasó solo un tiempo corto entre los hombres, menos de treinta y cinco años desde que fue concebido en el vientre de la virgen judía que descendió del rey David. Como vierte Juan 1:14 Una Traducción Americana: “De modo que la Palabra se hizo carne y sangre y vivió por algún tiempo entre nosotros.” Los clérigos que creen en una encarnación y en un Hombre-Dios llaman atención al hecho de que el verbo griego que se traduce “vivió por algún tiempo” tiene su raíz en la palabra que significa “tienda” o “tabernáculo.” En realidad, así es como el Dr. Roberto Young vierte la expresión, traduciéndola: “Y la Palabra llegó a ser carne, y sí estuvo en tabernáculo entre nosotros.” Puesto que los que acampan moran en una tienda de campaña, los clérigos afirman que Jesús era todavía persona espiritual y meramente estaba en tabernáculo en un cuerpo de carne y por lo tanto era una encarnación, un Hombre–Dios. No obstante, el apóstol Pedro usó una expresión parecida acerca de sí mismo, diciendo: “Pues tengo por deber, mientras habito en esta tienda, estimularos con mis amonestaciones, considerando que pronto veré abatida mi tienda.” (2 Ped. 1:13, 14, NC) Ciertamente que por esas palabras Pedro no quiso decir que él mismo era una encarnación. Pedro quiso decir que él meramente iba a residir por un poco de tiempo más en la Tierra como criatura de carne.
34 La misma palabra griega que se usa en Juan 1:14 se usa también en cuanto a otras personas que no son encarnaciones, en Apocalipsis 12:12; 13:6. Así pues, las palabras de Juan 1:14 no apoyan la teoría de encarnación.
[Notas]
a ”Es war fest mit Gott verbunden, ja selbst goettlichen Wesens,” El Nuevo Testamento, por Rodolfo Boehmer, 1910.
b ”Das Wort war selbst goettlichen Wesens,” El Nuevo Testamento, por Curt Stage, 1907.
c “Und Gott (= goettlichen Wesens) war das Wort,” Las Santas Escrituras, por D. Dr. Hermann Menge, edición duodécima, 1951.
d “Und war von goettlicher Wucht,” El Nuevo Testamento, por Federico Pfaefflin, 1949.
e “Und Gott von Art war das Wort,” El Nuevo Testamento, por Ludwig Thimme, 1919.
f La página del título dice: “El Nuevo Testamento en Versión Mejorada, con base en la Nueva Traducción del arzobispo Newcome: con un Texto Corregido, y Notas Críticas y Explicativas. Publicado por una Sociedad para la Promoción de Conocimiento Cristiano y la Práctica de la Virtud, por Distribución de Libros.”—Unitario.
g El Nuevo Testamento—Nueva Traducción y Explicación Basada en los Manuscritos Más Antiguos, por Juan Greber (una traducción de alemán a inglés), edición de 1937; la cubierta del frente de esta traducción encuadernada tenía estampada una cruz dorada.
h Dice La Sainte Bible, nueva versión según los textos originales por los Monjes de Maredsous, Editions de Maredsous, 1949, en una nota al pie de la página bajo Juan 1:1: “1:1. El Verbo: la Palabra sustancial y eterna del Padre, que constituye la segunda persona de la santa Trinidad.” (1:1. Le Verbe: la Parole substantielle et eternelle du Pere, constituant la seconde personne de la sainte Trinité.)
BÍBLIA SAGRADA, una traducción de los originales hebreos, arameos y griegos por medio de la versión francesa de los benedictinos Monjes de Maredsous (Bélgica) por el Centro de la Biblia Católica de Saõ Paulo, segunda edición, 1960, dice lo mismo que la de arriba, así: “Cap. 1:—1. O Verbo: a palavra substancial e eterna do Pai, que constitui a segunda pessoa da Santissima Trindade.”
i La nota en latín dice: “Exin in antiquissimo codice Vaticano, quem hac editione repraesentamus, legitur tantum: οτι τρεις εισιν οι μαρτυρουντες, το πνευμα, και το υδωρ, και το αιμα και οι τρεις εις το εν εισιν. Ει την μαρτυριαν etc. Deest igitur celebre Iohannis de divinis tribus personis testimonium, quae res iamdiu criticis nota erat.”—Página 318.
j Citado de la página 557 de El Nuevo Testamento en Paralelo de Goodspeed—La Traducción Americana y la Versión del Rey Jaime. Edición de 1943.