Felices son los que permanecen despiertos
“¡Mira! Yo vengo como ladrón. Feliz es aquel que permanece despierto y guarda sus prendas de vestir exteriores, paro que no ande desnudo y la gente mire sus partes vergonzosas.”—Apo. 16:15.
1. ¿Bajo la superintendencia de quién queda la obra en particular que requiere la pérdida por incumplimiento y la destrucción de los vestidos o prendas de vestir del trabajador despedido?
NO TODA clase de trabajo hoy día requiere que cuando se despide a un hombre del trabajo por no permanecer despierto pierda por incumplimiento sus prendas de vestir exteriores y que éstas sean destruídas. ¿Cuál, pues, es la clase de trabajo en particular mencionada en Apocalipsis 16:15, que ocasiona el entregar y destruir la ropa de una persona cuando se le despide del trabajo por haberse dormido en su puesto? Es el trabajo que viene a quedar bajo la superintendencia y dominio del Celestial que expide la advertencia: “¡Mira! Yo vengo como ladrón. Feliz es aquel que permanece despierto y guarda sus prendas de vestir exteriores, para que no ande desnudo y la gente mire sus partes vergonzosas.” Es Jesús quien habla.
2. En cuanto a sus seguidores profesos, ¿en qué está interesado profundamente Jesús, y cómo obtiene la información verdadera en este asunto?
2 La manera en que los que afirman ser sus seguidores se comportan ahora es aquello en que Jesucristo está profundamente interesado. ¿Están imitándolo fielmente, o de manera desleal e hipócrita están representándolo en falsos colores delante del mundo? ¿Están sirviéndole amorosamente, o están sirviendo los intereses de un mundo enemigo? ¿Están haciendo de manera alerta el trabajo que les mandó hacer en estos días desde el año 1914, o están dormidos a sus obligaciones cristianas por estar buscando la comodidad, la paz y la prosperidad que este mundo ofrece? Estas son las preguntas de las cuales Jesucristo tiene que saber las respuestas verdaderas, por medio de venir a sus seguidores profesos en una hora no conocida de antemano, a una hora cuando estarían haciendo exactamente las cosas que quieren estar haciendo cuando él no está presente.
3. A su venida, ¿qué sucede a los cristianos despiertos y a los que están dormidos, y a qué lugar es al que viene?
3 Al tiempo de su venida semejante a ladrón los cristianos despiertos se quedarían en posesión de sus prendas de vestir exteriores. Los que se hallaran dormidos perderían sus prendas de vestir exteriores. El Señor Jesucristo les quitaría sus vestidos, obligándolos así a andar desnudos y mostrar sus partes vergonzosas con ignominia. Pero, ¿a qué lugar es al que viene? ¿Al Vaticano o a la Iglesia católica romana? ¿A la Iglesia de Inglaterra o a cualquier otra iglesia protestante o a cualquier federación de iglesias protestantes? ¡No! Es al templo espiritual de Dios que él viene. Es decir, tanto al templo espiritual verdadero de Dios como a aquel que falsamente afirma ser el templo espiritual de Dios.
4. ¿Qué cosa es el templo al que viene como Superintendente Principal?
4 Entendamos el asunto claramente en cuanto al templo. A los cristianos verdaderos o seguidores e imitadores verdaderos de Jesucristo, el apóstol Pablo escribe: “¿No saben que ustedes son el templo de Dios y que el espíritu de Dios mora en ustedes? Si alguien destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él; porque el templo de Dios es santo, templo que son ustedes.” (1 Cor. 3:16, 17) El templo de los judíos para Jehová Dios en el monte Moría en Jerusalén fué destruído por las legiones romanas en el año 70 (d. de J.C.). Desde entonces el único templo para Jehová que existe ha sido el templo espiritual, en el cual Dios mora mediante su espíritu o fuerza activa santa. El templo espiritual se compone de “piedras vivas,” Jesucristo mismo siendo la piedra angular y sus 144,000 seguidores escogidos siendo las “piedras vivas” edificadas sobre él. (Efe. 2:21, 22; 1 Ped. 2:5-7) Este es el templo al cual él viene como el Superintendente Principal.
5. ¿Qué proceder sería una profanación de la clase del templo, y qué resultarían ser los profanadores mismos?
5 A los mismos cristianos verdaderos el apóstol Pablo escribe también: “No lleguen a estar unidos en yugo desigual con los incrédulos. Porque ¿qué consorcio tienen la justicia y lo que es contrario a ley? O ¿qué compañerismo tiene la luz con las tinieblas? Más aún, ¿qué armonía hay entre Cristo y Belial [o, Satanás]? O ¿qué parte tiene una persona fiel con un incrédulo? Y ¿qué acuerdo tiene el templo de Dios con los ídolos? Porque nosotros somos el templo del Dios viviente; así como dijo Dios: ‘Yo habitaré entre ellos y andaré entre ellos, y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.’ ‘“Por tanto salgan de entre ellos, y sepárense,” dice Jehová, “y ya no toquen la cosa inmunda,”’ ‘“y yo los recibiré.”’” (2 Cor. 6:14-17; Isa. 52:11; Eze. 20:41) Manifiestamente, cualquier clase de cristianos que llegara a unirse en yugo desigual con los incrédulos y mezclara las doctrinas filosóficas de las tinieblas mundanas con las doctrinas cristianas de luz y adoptara algo de la adoración del Diablo e introdujera imágenes idólatras en la congregación para adoración estaría profanando la clase del templo. Tales fingidores de cristianismo estarían erigiendo un templo falso de Dios. No podrían ser el templo verdadero de Dios, sino que simplemente estarían fingiendo ser el templo cristiano de Dios. Realmente serían una parte hipócrita de este viejo mundo.
6. Al venir al templo espiritual para efectuar cualquier destrucción, ¿por qué tiene que hacer una inspección Jesucristo?
6 Al tiempo que él viene como ladrón para destruir al viejo mundo o al viejo sistema de cosas, sistema inmundo, tiránico e inicuo, Jesucristo tiene que hacer una inspección y determinar lo que tiene que ser destruído. Tiene que inspeccionar el dominio religioso que afirma ser cristiano. Tiene que separar a los cristianos hipócritas de los cristianos verdaderos. Por eso ha venido al templo espiritual de Dios.
7. El hecho de que el templo es el lugar al cual él viene parece tener apoyo por su mención de ¿qué? y ¿dónde se llevaba a cabo tal procedimiento en el día de Jesús?
7 El hecho de que éste es el lugar al cual tiene que venir aparentemente tiene apoyo en la mención que hace él de permanecer uno despierto y guardar sus prendas de vestir exteriores para evitar el tener que andar desnudo y dejar que la gente vea las partes vergonzosas de uno. Esto podría ser una referencia a un procedimiento que se observaba en el templo de Jehová en Jerusalén en los días terrestres de Jesucristo. En ese templo los hijos de la antigua familia de Aarón (el hermano del profeta Moisés) servían como sacerdotes, y los hijos de la tribu de Leví servían como auxiliares de los sacerdotes. Concerniente a los arreglos y procedimientos entre ellos leemos, en la Mishnah judía (traducida al inglés por Herbert Danby, D.D.):
8, 9. Según la Mishnah judía, ¿a quiénes se ponía a servir de vigilantes en el templo, y cómo se trataba al vigilante que se dormía en su puesto?
8 “Los sacerdotes montaban guardia en tres lugares en el Templo: en la Cámara de Abtinas, en la Cámara de la Llama, y en la Cámara del Fogón; y los levitas en veintiún lugares: cinco en las cinco puertas del Terraplén del Templo, cuatro en las cuatro esquinas interiores, cinco en cinco de las puertas del Atrio del Templo, cuatro en sus cuatro esquinas exteriores, y uno en la Cámara de las Ofrendas, y uno en la Cámara del Velo, y uno detrás del lugar del Propiciatorio [es decir, fuera del muro occidental o muro trasero del Santísimo del Templo].
9 “El oficial del Terraplén del Templo solía hacer un recorrido a todos los vigilantes con antorchas encendidas delante de él, y si algún vigilante no se ponía de pie y le decía: ‘¡Oh oficial del Terraplén del Templo, la paz sea contigo!’ y era manifiesto que estaba dormido, lo golpeaba con su báculo, y tenía el derecho de prender fuego a sus prendas de vestir. Y ellos dirían: ‘¿Qué es ese ruido en el Atrio del Templo?’ ‘El ruido de algún levita a quien se le está golpeando y se les está prendiendo fuego a sus prendas de vestir porque se durmió durante su guardia.’ El rabino Eliezer ben Jacob dijo: ‘Una vez encontraron dormido al hermano de mi madre y le quemaron sus prendas de vestir.’”—Mishnah, Middoth (“Medidas”), 1 párrafos 1, 2.
10, 11. (a) ¿Por qué era necesario que cada vigilante permaneciera despierto en su puesto? (b) ¿Por qué era necesario permanecer despierto para la llegada del oficial encargado de echar las suertes?
10 Puesto que el superintendente u oficial del Terraplén del Templo solía recorrer las veinticuatro estaciones durante las guardias de la noche, era necesario que cada vigilante permaneciera despierto en su puesto constantemente para que el superintendente no lo pescara desprevenido. También era necesario abrir la puerta a otro oficial que estaba encargado del echar las suertes para los servicios del templo. Concerniente a esto leemos: “Al que le tocaba quitar las cenizas del Altar se levantaba temprano y se sumergía antes de que llegara el oficial. ¿A qué hora venía? No siempre venía a la misma hora. A veces venía al tiempo del canto del gallo y a veces un poco antes o después. El oficial llegaba y tocaba [a la puerta] donde estaban, y ellos le abrían. Él decía: ‘El que se ha sumergido venga y eche las suertes.’ Y las echaban y la suerte caía sobre quien caía.a
11 “Él tomaba la llave y abría el portillo y entraba en el Atrio del Templo por la Cámara del Fogón. Los sacerdotes entraban después de él llevando dos antorchas encendidas, y se separaban en dos grupos.”—Mishnah, Tamid (“La ofrenda entera diaria”), párrafos 2, 3.
12. (a) Según se representó por los sacerdotes y levitas que servían en el templo, ¿a quiénes en particular se dirigen las palabras animadoras de Jesús de permanecer despiertos? (b) Desde 1931, ¿quiénes, también, bien pueden prestar atención a tal exhortación, y por qué?
12 Los sacerdotes y levitas que servían en el templo de Jehová en Jerusalén tipificaron o prefiguraron a los 144,000 seguidores victoriosos de las pisadas del Sumo Sacerdote de Jehová, Jesucristo. En la “casa espiritual” o templo de Dios los 144,000 son al mismo tiempo “piedras vivas” y un “sacerdocio santo,” para ofrecer “sacrificios espirituales aceptos a Dios mediante Jesucristo.” (1 Ped. 2:5) La selección de estas “piedras vivas” de la “casa espiritual” se ha estado llevando a cabo durante la “era cristiana.” Hoy, después de diecinueve siglos, sólo hay un resto de ellos en la tierra, y el número de ellos está decreciendo de año en año. A éstos en particular se dirigen las palabras animadoras de Jesús de permanecer despiertos y guardar sus prendas de vestir exteriores. Sin embargo, desde el año 1931 una “grande muchedumbre” de adoradores de Jehová Dios de todas las naciones y lenguas se ha asociado con el resto de la “casa espiritual” o “sacerdocio santo.” Apocalipsis 7:9-15 previó la llegada de esta “grande muchedumbre” de adoradores de Dios semejantes a ovejas y los describió como estando delante del trono de Dios y atribuyendo su salvación a él y a su Cordero Jesucristo y también rindiendo servicio sagrado a Dios en el templo día y noche. A causa de esta mención del servicio nocturno en el templo, bien pueden ellos también prestar atención a la exhortación de permanecer despiertos que se dirige al resto espiritual del “sacerdocio santo.” No quieren ser como los que se duermen y pierden sus prendas de vestir.
PRENDAS DE VESTIR EXTERIORES
13. (a) ¿Qué condición física de los sacerdotes estaba prohibida en el templo de Jehová? (b) ¿Cuáles, entonces, son las prendas de vestir exteriores que deben quedar en posesión del resto?
13 En las antiguas religiones paganas los sacerdotes a menudo estaban desnudos cuando ofrecían sacrificios a sus dioses falsos, como en los sacrificios a Baco el dios del vino, etc. En el antiguo templo de Jehová en Jerusalén se prohibía la exhibición de desnudez. Por eso los sacerdotes tenían que ponerse calzoncillos de lino, para que sus partes privadas no se vieran a ningún tiempo, en ninguna posición durante su ministerio en el templo. (Éxo. 20:26; 28:42) Entonces, ¿qué son las “prendas de vestir exteriores” que el resto del “sacerdocio santo” en el templo espiritual de Jehová usa y debe guardar en su posesión? Puesto que el no permanecer despierta una persona en el puesto de guardia durante la noche se castigaba con la pérdida del puesto de servicio de esa persona en el templo y resultaba en la ignominia de la desnudez, las prendas de vestir exteriores representan la insignia o las marcas distinguibles o evidencias de que uno ocupa el puesto honorable de ser un siervo de Jehová Dios y un coministro del Sumo Sacerdote de Jehová, Jesucristo, en Su templo. Las prendas de vestir exteriores denotan el servicio honroso de ser testigo del Altísimo Dios, Jehová, rindiendo servicio público a él en su templo. Tales prendas de vestir son una dádiva de Dios y por consiguiente Dios se las puede quitar al que las lleva puestas y no cumple con las responsabilidades de su puesto sagrado.
14. ¿Cuándo se otorgan esas prendas de vestir exteriores del ministerio en el templo espiritual, y con qué privilegios resultantes?
14 ¿Cuándo se otorgan esas prendas de vestir exteriores del ministerio en el templo espiritual? Cuando uno cree en Jehová como el único Dios vivo y verdadero y acepta su provisión para la salvación por medio de Jesucristo y luego se dedica amorosamente a Dios para adorarlo y servirle por siempre. Habiéndose aceptado la dedicación por medio de Jesucristo, entonces Jehová Dios introduce a la persona dedicada en el ministerio sagrado. Hablando figuradamente, viste al cristiano dedicado con las prendas de vestir exteriores que simbolizan que está en el ministerio en el templo de Dios; y Jehová le otorga reconocimiento al cristiano dedicado dándole privilegios sagrados de servicio.
15. ¿Cómo fué prefigurado esto en el antiguo Israel, y por qué deben apreciarse y retenerse las prendas de vestir del ministerio?
15 Prefigurando esto, los sacerdotes de Israel se vestían de prendas de vestir oficiales para denotar su nombramiento sagrado al servicio. En cuanto a los levitas, éstos tenían que lavar su ropa antes de ser presentados a los sacerdotes como auxiliares suyos en el templo. (Éxo. 28:1-43; Núm. 8:5-22) Es una honra llevar puestas las prendas de vestir figuradas del ministerio cristiano verdadero en el templo espiritual de Dios. Jesucristo estuvo vestido así figuradamente cuando anduvo en la tierra predicando las buenas nuevas del reino de Dios entre los judíos circuncisos, “las ovejas perdidas de la casa de Israel.” Está escrito: “Cristo realmente llegó a ser ministro de los que son circuncisos a favor de la veracidad de Dios, para verificar las promesas que Él hizo a los antepasados de ellos, y para que las naciones glorificaran a Dios por su misericordia.” (Rom. 15:8, 9) El glorificado Jesucristo es el ministro más grande, el ministro principal, del Dios Altísimo, Creador del universo. Es el honor más elevado del que una criatura pudiera disfrutar el estar en el ministerio con Jesucristo, el Sumo Sacerdote del único Dios vivo y verdadero. Los vestidos o prendas de vestir de uno que significan que uno está siendo honrado con este ministerio son algo que ha de apreciarse y retenerse.
16. (a) ¿Qué asunto tiene que tratarse aquí, y por qué les es tan vital a todos? (b) ¿Cómo puede ser mortífera la forma de religión de uno, y por eso qué no puede permitirse que suceda a la religión verdadera?
16 El asunto aquí tiene que ver con la religión verdadera, pura. La religión pura significa vida para toda la creación inteligente, porque pone y mantiene a la criatura inteligente en contacto con el Padre divino, la Fuente de toda vida, sea vida en el cielo o vida en la tierra. La forma de adoración de una criatura puede ser incorrecta y engañar el corazón del adorador y por eso resultar inútil, infructuosa, mortífera en vez de vivificante. Si no refrena su lengua y dice, predica, enseña y ora cosas verdaderas y rectas acerca del Dios verdadero y su propósito, su forma de adoración no resultará en ninguna bendición y salvación a pesar de que sea sincera su adoración. “Si algún hombre piensa que él mismo es un adorador formal y con todo no refrena su lengua, sino que sigue engañando su propio corazón, la forma de adoración de este hombre está por demás. La forma de adoración que es limpia e incontaminada desde el punto de vista de nuestro Dios y Padre es ésta: cuidar de los huérfanos y de las viudas en su tribulación, y mantenerse sin mancha del mundo.” (Sant. 1:26, 27) No puede permitirse que la única religión verdadera se manche con las religiones y formas de adoración falsas del mundo, ni siquiera con las religiones de la cristiandad a las que falsamente llaman “cristianas.”
EL PROPÓSITO DE PERMANECER DESPIERTOS
17. En relación con el templo verdadero, ¿cuál es el propósito de permanecer despiertos y vigilantes, y quién es preciso que vigile con nosotros, y por qué?
17 En el antiguo templo de Jehová en Jerusalén se colocaban en sus estaciones de guardia del templo sacerdotes y levitas para que protegieran el templo de robo e impidieran la entrada de toda persona inmunda y de todo intruso empeñado en asuntos incorrectos. En relación con el templo espiritual de Dios y la adoración de él que se lleva a cabo allí hoy, el propósito de permanecer despiertos y mantenerse vigilantes es el mismo. El propósito es mantener la adoración pura de Dios sin la mácula que resultaría de la intrusión de cualquier persona inmunda y de cualquier inmundicia de este viejo mundo babilónico. El propósito es ver que la adoración pura y aceptable se mantenga, se promueva y se lleve a otros para que los beneficios salvavidas fluyan de ella a otros y que Dios de esa manera sea honrado y ensalzado. Todos los cristianos verdaderos, que son los únicos favorecidos con tener la única y la sola religión dada por Dios, tienen la responsabilidad de mantenerse vigilantes, mientras están en este mundo babilónico. Tienen que mantenerse vigilantes con la ayuda de Dios, confiando en la ayuda de sus santos ángeles y en la actividad de su espíritu santo. Como recordatorio de esto, está escrito: “A menos que Jehová mismo edifique la casa, de nada vale el que sus edificadores hayan trabajado en ella. A menos que Jehová mismo guarde la ciudad, de nada vale el que el guardián se haya mantenido despierto.” (Sal. 127:1) Nuestra vigilancia y guardia pueden ser imperfectas e incompletas, pero la vigilancia de Dios es perfecta y abarca todo lo implicado y puede ver a través de cualquier emergencia. Es preciso que él vigile con nosotros.
18. (a) ¿Quiénes en las congregaciones de la clase del templo tienen una responsabilidad especial de mantenerse vigilantes? (b) ¿Por qué es ahora tanto más importante seguir velando como superintendentes, y contra qué?
18 Los hombres que han sido nombrados como superintendentes en una congregación de la clase del templo de Dios tienen una responsabilidad especial de mantenerse alerta y vigilar contra el desenvolvimiento de cualesquier condiciones malas o incorrectas. Puesto que ya han pasado diecinueve siglos desde que el apóstol Pablo dijo las siguientes palabras a los superintendentes, es aun más importante prestar atención a ellas: “Presten atención a ustedes mismos y a todo el rebaño, entre quienes el espíritu santo los ha nombrado superintendentes, para apacentar a la congregación de Dios, que él compró con la sangre del Hijo suyo. Yo sé que después de mi partida entrarán entre ustedes lobos opresivos y no tratarán al rebaño con ternura, y de entre ustedes mismos se levantarán hombres que hablarán cosas torcidas para arrastrar a los discípulos tras sí. Por lo tanto manténganse despiertos, y recuerden que por tres años, noche y día, no cesé de amonestar a cada uno con lágrimas. . . . por medio de trabajar así ustedes deben ayudar a los que son débiles y deben tener presentes las palabras del Señor Jesús, cuando él mismo dijo: ‘Hay más felicidad en dar que la que hay en recibir.’” (Hech. 20:28-35) Todavía hay gran necesidad, sí, mayor necesidad, de mantenerse despiertos y vigilar contra la intrusión de lobos que devoran y contra el que se levanten ambiciosos líderes religiosos para arrastrar discípulos tras sí para que no sigan al Pastor Propio, quien dijo: “Tampoco se llamen ‘caudillos’, porque uno solo es su Caudillo, el Cristo. Pero el más grande entre ustedes debe ser su ministro.”—Mat. 23:10, 11.
19. ¿La incertidumbre en cuanto a qué suceso hace necesario que todos los adoradores se mantengan despiertos, y en qué sentido tienen que mantenerse despiertos?
19 No obstante, es preciso que todos los que adoran en el verdadero templo espiritual de Jehová Dios se mantengan despiertos y vigilen, no sólo contra los intrusos inmundos, sino también por la venida del Inspector Sumo Sacerdote. Jesús nos amonestó concerniente a la incertidumbre del tiempo de la inspección final, tiempo en que se aclarará si hemos persistido en la adoración y servicio de Dios hasta el fin del período de vigilancia, hasta el fin completo de este sistema mundano de cosas. Dijo Jesús: “Concerniente a ese día o la hora nadie sabe, ni los ángeles en el cielo ni el Hijo, salvo el Padre. Sigan mirando, manténganse despiertos, porque ustedes no saben cuándo es el tiempo señalado. Es semejante a un hombre que viajaba en el extranjero que dejó su casa y dió la autoridad a sus esclavos, a cada uno su trabajo, y mandó al portero que se mantuviera vigilante. Por lo tanto manténganse vigilantes, porque ustedes no saben cuándo viene el señor de la casa, si tarde en el día o a medianoche o al canto del gallo o temprano por la mañana, para que cuando llegue de súbito no los encuentre durmiendo. Pero lo que les digo a ustedes les digo a todos: Manténganse vigilantes.” (Mar. 13:32-37) Esto significa que todos deben mantenerse vigilantes, cabalmente despiertos a todo tiempo, en un sentido espiritual, en el campo religioso.
[Notas]
a La Mishnah, bajo Yoma (“El Día de Expiación”), 1 párrafo 8, 2 párrafos 1, 2, dice:
“Cada día solían quitar las cenizas del Altar al canto del gallo, o cerca de ello, ya sea antes o después; pero en el Día de Expiación [lo hacían] a medianoche, y en la Fiesta [Pascua, Pentecostés y Enramadas] en la primera guardia. Y antes de acercarse [la hora] del canto del gallo el Atrio del Templo estaba lleno de israelitas.
“Antes de eso quienquiera que estaba dispuesto a quitar las cenizas del Altar lo hacía. Si eran muchos solían correr y subir a la Rampa [del Altar] y el primero que llegaba a estar dentro de cuatro codos obtenía la tarea. . . . Cuando el Atrio vió que incurrían en peligro se ordenó que no limpiaran el Altar salvo mediante suerte. Había cuatro suertes: y ésta era la primera suerte.”