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Su vida corre peligro... ¿cómo? ¿por qué?La Atalaya 1972 | 15 de septiembre
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“cristianos” hoy día no están practicando la verdad que libra a uno de la esclavitud al pecado. Además, están en cautiverio espiritual a Babilonia la Grande, el imperio mundial de religión falsa. Realmente están en “destierro” de Dios y su adoración verdadera. (Juan 8:31, 32, 34) Sus prácticas son ajenas a los principios puros de la Biblia. La llamada “nueva moralidad,” por ejemplo, niega las normas bíblicas y niega el derecho de Dios a fijar las normas que los hombres deben seguir.—Gál. 5:19-21.
Por eso, es necesario que el Ezequiel moderno entre en acción. Esto fue prefigurado por lo que después aconteció en el caso de Ezequiel. Él relata:
“Y un espíritu procedió a llevarme y empecé a oír detrás de mí el sonido de un gran apresuramiento: ‘Bendita sea la gloria de Jehová desde su lugar.’ Y hubo el sonido de las alas de las criaturas vivientes que se tocaban estrechamente unas a otras, y el sonido de las ruedas junto a ellas, al lado, y el sonido de un gran apresuramiento. Y el espíritu me llevó y procedió a tomarme, . . . y la mano de Jehová sobre mí era fuerte. De modo que entré entre los desterrados en Tel-abib, quienes moraban junto al río Kebar, y empecé a morar allí donde ellos moraban; y seguí morando allí por siete días, aturdido en medio de ellos.”—Eze. 3:12-15.
¿Qué era “su lugar” desde el cual había de ser bendecida la gloria de Jehová? No el templo de Jerusalén, que era llamado su lugar, porque éste había sido contaminado, profanado por los actos de idolatría y rebelión de los judíos. El “lugar” de Jehová estaba con su profeta comisionado Ezequiel. Hoy la gloria de Jehová no es bendecida en la cristiandad, que nominalmente afirma que es el lugar que declara su gloria. Está con sus fieles ungidos parecidos a Ezequiel que realmente declaran su nombre y la gloria de su reino como instrumento de él para librar a la humanidad para que entre en su nuevo orden.
¿Discierne usted que sus intereses espirituales corren peligro, y, por lo tanto, también su vida? ¿Le preocupa esto? Entonces siga el mandato de Dios a personas de corazón honrado que están en los sistemas religiosos de Babilonia la Grande: “Sálganse de ella, pueblo mío, si no quieren participar con ella en sus pecados, y si no quieren recibir parte de sus plagas. Porque sus pecados se han amontonado hasta llegar al cielo, y Dios ha recordado sus actos de injusticia.”—Rev. 18:4, 5.
Haciendo esto primero, entonces llegue a ser uno que declare la gloria de Dios a otros y tenga su favor y liberación. Esté entre aquellos de quienes Él dice: “Están delante del trono de Dios; y le están rindiendo servicio sagrado día y noche en su templo; y Él que está sentado en el trono extenderá su tienda sobre ellos. Ya no tendrán hambre, ni tendrán más sed, ni los batirá el sol [de disfavor divino] ni ningún calor abrasador [del castigo de Dios], porque el Cordero, que está en medio del trono, los pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas de vida. Y Dios limpiará toda lágrima de sus ojos.”—Rev. 7:15-17, NW.
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El cristianismo primitivo apreciaba la vidaLa Atalaya 1972 | 15 de septiembre
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El cristianismo primitivo apreciaba la vida
✔ El antiguo mundo romano se gozaba en el derramamiento de sangre. Sin embargo, en el libro The Catacombs of Rome, W. H. Withrow señala que el cristianismo primitivo “dio una nueva santidad a la vida humana, y hasta censuraba vehementemente la costumbre pagana de destruir al niño no nacido aún, declarándola asesinato. La [muerte por] exposición de los infantes era una práctica pagana terriblemente prevaleciente, que hasta Platón y Aristóteles permitían. Hemos tenido pruebas de la caridad tierna de los cristianos al rescatar a estos niños expósitos de la muerte, o de un destino aun más espantoso... una vida de infamia. Los cristianos también afirmaban enfáticamente el ‘canon del Todopoderoso contra el autodegüello,’ [suicidio] crimen que los paganos hasta habían ensalzado a virtud. Se enseñaba que el aguante paciente del sufrimiento, como el de Job, desplegaba un valor más sublime que el acto de Catón de renunciar a la vida.”
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