Preguntas de los lectores
● En Revelación 12:3, 4 se dice que la cola del dragón arrastró la tercera parte de las estrellas. ¿Quiénes son las estrellas, y ha de considerarse literalmente la tercera parte?—C. S., EE. UU.
Los textos a que se hace referencia dicen: “¡Miren! un dragón grande de color de fuego, con siete cabezas y diez cuernos y sobre sus cabezas siete diademas; y su cola arrastra la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó a la tierra.” A veces las Escrituras hacen referencia a las criaturas espirituales como estrellas, como en Job 38:7: “Cuando las estrellas de la mañana gozosamente clamaron a una, y todos los hijos de Dios empezaron a gritar en aplauso.” A ellas se les llama apropiadamente estrellas, porque residen en los cielos espirituales, así como las estrellas literales están en los cielos o firmamento literal.
Parece que las estrellas a que hace referencia Revelación 12:4 son criaturas espirituales que llegaron a ser demonios como resultado de su desviación, la cual causó el gran Dragón, Satanás. El que él hiciera que se unieran a él en la rebelión se representa por la acción del dragón de arrastrar abajo con su cola las estrellas, así como una gran serpiente, al atacar a sus víctimas, puede envolverlas con su cuerpo o cola. El que la caída de estas estrellas se refiere a su desviación más bien que al ser echadas al tiempo que aconteció la guerra en el cielo se desprende claramente del hecho de que del Dragón, Satanás, se dice que él es responsable de que se les arroje a la Tierra, mientras que Miguel y sus ángeles, Jesucristo y sus huestes celestiales, son los que echan abajo a Satanás y sus demonios, según se registra en Revelación 12:9.
En cuanto a la expresión: “la tercera parte de las estrellas,” no debemos pensar que esto significa que literalmente la tercera parte de todos los santos ángeles se desvió y se fue con Satanás el Dragón con el transcurso de los años. Más bien, esto parece ser una manera simbólica de indicar que hubo una cantidad considerable envuelta, y sin embargo menos de la mitad, y por consiguiente definitivamente una minoría. Así hallamos que en Revelación la expresión “tercera” aparece repetidas veces, en relación con la Tierra, los árboles, el mar, los barcos y las criaturas del mar, las aguas, el Sol, la Luna, las estrellas, el día y los hombres.—Vea Revelación 8:7-12; 9:15.
● ¿Por qué se omitió a Simeón de la bendición de despedida de Moisés (Deu. 33:6-24) a las tribus de Israel?—G. S., EE. UU.
Sin duda esto puede entenderse por el hecho de que la porción de Simeón se incluyó con Judá. Simeón y Leví habían obrado juntos en un acto de crueldad, de modo que Jacob profetizó: “Permítaseme darles una porción en Jacob, pero permítaseme esparcirlos en Israel.” (Gén. 49:7) Por eso, aunque Simeón y Leví recibieron una “porción” en Israel, ésta no fue una porción intacta. Si uno se dirige a un mapa de Palestina en los días de las doce tribus de Israel, observará que Simeón está incluido dentro del territorio de Judá, de modo que Simeón no obtuvo un territorio separado. Por eso, cuando Moisés dirigió su atención a Judá, él bien sabía que la porción de Simeón estaba incluida con Judá. Josué 19:9 declara: “La herencia de los hijos de Simeón fue de la porción asignada de los hijos de Judá, porque la parte de los hijos de Judá resultó ser demasiado grande para ellos. De modo que los hijos de Simeón obtuvieron una posesión en medio de la herencia de ellos.” No solo pudo Simeón estar incluido en la porción de Judá sino que la bendición de Moisés estuvo sobre todas las tribus de Israel, y la tribu de Simeón estuvo congregada allí y quedó bajo la bendición general: “¡Feliz eres tú, oh Israel! ¿Quién hay semejante a ti, un pueblo que goza de salvación en Jehová?”—Deu. 33:29.
● ¿Perdió la serpiente piernas o patas como medio para moverse como resultado de la maldición divina que se registra en Génesis 3:14?
En Génesis 3:14 se nos dice: “Y Jehová Dios procedió a decir a la serpiente: ‘Porque has hecho esta cosa, tú eres el maldecido de todos los animales domésticos y de todas las bestias salvajes del campo. Sobre tu vientre andarás y polvo es lo que comerás todos los días de tu vida.’” Este es el único texto en la Biblia en que se da alguna indicación de que la serpiente en un tiempo no se movía sobre su vientre.
Por supuesto, lo que se dice aquí fue dirigido principalmente a la criatura espiritual invisible que usó a la serpiente literal como su vocero. Predice su degradación. Pero para que tuviera alguna fuerza la aplicación simbólica de este juicio contra la criatura espiritual inicua que llegó a ser Satanás, tiene que haber un cumplimiento de esto en la serpiente literal, la cual ha llegado a simbolizar a Satanás. Por lo tanto, es razonable concluir que antes de que Dios maldijera a la serpiente, ésta poseía piernas que la elevaban del suelo. Puesto que, en primer lugar, Dios tuvo el poder para crear a la serpiente, Dios tenía el poder de transformarle el cuerpo de modo que dejara de tener piernas y pudiera moverse de un sitio a otro sobre su vientre.