La marcha de las potencias mundiales en la profecía
¿Qué es la marcha de las potencias mundiales? ¿Qué significa para nuestro día?
¡PROFETAS del día actual ven las potencias políticas en marcha hacia la destrucción! ¡Es un espectáculo aterrador! Temor paralizador se apodera del corazón de los espectadores mientras observan impotentes. Bertrand Russell, filósofo eminente, describió la marcha como una que parecía ser predeterminada, destinada para nuestro tiempo. “Desde 1914,” dijo él, “toda persona que está consciente de las tendencias en el mundo ha estado profundamente preocupada por lo que ha parecido ser una marcha predestinada y predeterminada hacia el desastre cada vez mayor.”
Personas amantes de la paz se entristecen a causa de la enloquecida marcha de las naciones hacia lo que parece destrucción segura. La situación parece irremediable. Sin embargo, personas pensadoras se dan cuenta de que la marcha de las potencias políticas demanda consideración y meditación cuidadosas, porque afecta directamente el futuro de cada uno. Por eso trae gozo al corazón el aprender que el “Dios que da esperanza” ha hecho que se registrara en su libro de profecía la marcha de ciertas potencias mundiales. Comenzando hace unos 2,565 años, la Biblia reveló por adelantado el derrotero de estas potencias mundiales hasta el mismo día nuestro, y aun dentro del futuro, donde revela la gran culminación de la marcha.—Rom. 15:13.
COMIENZA LA MARCHA DE POTENCIAS MUNDIALES EN LA PROFECÍA
Fue en el año 607 a. de J.C. que las hordas babilónicas de Nabucodonosor arrollaron las defensas de Jerusalén que estaban diezmadas por el hambre y pusieron fin sangriento a la existencia de 510 años del reino de la nación de Israel escogida por Dios. Sedequías fue el último rey de Israel que ‘se sentó sobre el trono de Jehová’ en calidad de gobernante representativo del Todopoderoso Dios. Estas palabras proféticas de Jehová que se hallan registradas en Ezequiel 21:26, 27 se dirigieron a Sedequías, y comenzaron a cumplirse en 607 a. de J.C.: “Remueve el turbante, y quita la corona. Esta no será la misma. Eleva aun lo que es bajo, y abate aun al alto. Una ruina, una ruina, una ruina la haré. En cuanto a ésta también, ciertamente no llegará a ser de nadie hasta que venga aquel que tiene el derecho legal, y debo dársela a él.” El trono de Jehová había de quedar desocupado hasta que viniese aquel que tuviera el derecho legal de ser el Rey eterno de Jehová de su nuevo mundo prometido.—1 Cró. 29:23.
Con el derrocamiento del gobernante representativo de Jehová en 607 a. de J.C. comenzó el período de tiempo que Jesús mencionó como “los tiempos señalados de las naciones,” es decir, un tiempo durante el cual las naciones ejercerían un dominio no estorbado, no interrumpido, de la Tierra. También marcó, no el comienzo de las potencias mundiales, sino el comienzo de una marcha de potencias mundiales según se registra en profecía en el libro de Daniel en la Biblia.—Luc. 21:24.
EL SUEÑO DE NABUCODONOSOR DESCRIBE LA MARCHA
Bajo la dirección competente de Nabucodonosor Babilonia se elevó a la posición de potencia mundial indisputable. Él también fue el primero en derrocar a la nación escogida por Dios, Israel. Por lo tanto era apropiado que el Todopoderoso Dios le diera el sueño que predice la marcha de las potencias mundiales desde su día hasta el tiempo actual.
Al despertarse Nabucodonosor no pudo recordar su sueño. Al fin Daniel, cautivo israelita temeroso de Dios, se presentó y contó a Nabucodonosor no solo el sueño sino también su interpretación. Dijo Daniel: “Oh rey, sucedió que usted estaba contemplando, y, ¡mire! cierta imagen inmensa.” Según la descripción que Daniel dio de la imagen, su “cabeza era de oro bueno, sus pechos y sus brazos eran de plata, su vientre y sus muslos eran de cobre, sus piernas eran de hierro, sus pies eran en parte de hierro y en parte de arcilla moldeada.”—Dan. 2:31-33.
¿Qué significaría? Daniel interpretó: “Usted, oh rey, rey de los reyes, . . . usted mismo es la cabeza de oro.” (Dan. 2:37, 38) De manera que la cabeza de oro representó a Nabucodonosor, o, más exactamente, la dinastía de gobernantes de Babilonia comenzando con Nabucodonosor como conquistador de Jerusalén y terminando con la muerte de Belsasar sesenta y ocho años más tarde. Ya que Nabucodonosor fue el primer gobernante mundial en conquistar a Israel, nación de Dios, Babilonia justamente ocupaba el lugar de cabeza de la imagen.
¿Qué de los pechos y brazos de plata? Daniel reveló a Nabucodonosor: “Y después de usted se levantará otro reino inferior a usted.” (Dan. 2:39) Esto aclara que cada metal representa un reino o dinastía y que es en realidad una profecía concerniente a la marcha de estos reinos o potencias mundiales. Los pechos y brazos de plata por lo tanto representan la potencia mundial medo persa, la cual derribó a Babilonia de su posición superior en 539 a. de J.C.
La marcha profética continúa. Identificando la tercera potencia mundial en esta profecía, Daniel dice: “Y otro reino, un tercero, de cobre, que gobernará sobre toda la tierra.” (Dan. 2:39) Contando a Babilonia como la primera, la tercera potencia mundial fue la de Grecia, la cual fue representada por el vientre y los muslos de cobre.
“Y en cuanto al cuarto reino,” es decir, el cuarto a partir de Babilonia, es simbolizado por las ‘piernas de hierro.’ (Dan. 2:40) El hierro es más fuerte que el oro, plata o cobre. Así Roma, la siguiente potencia mundial, fue más fuerte y más parecida al hierro en su habilidad de aplastar que sus predecesoras. Pero las piernas de hierro simbolizaron más que a Roma. De todas las potencias mundiales la más grande y la que más se pareció al hierro fue la siguiente, a saber, el Imperio Británico, al cual se unió América más tarde, formando la potencia mundial angloamericana.
¿Qué hay de la parte final de la imagen, los pies y diez dedos de hierro y arcilla? En la Biblia se usa el número diez para indicar la totalidad terrestre. Así que los diez dedos representan todos los poderes y gobiernos políticos coexistentes durante el tiempo del fin de esta imagen simbólica.
POTENCIAS REPRESENTADAS POR BESTIAS
Más de cincuenta años después de interpretar el sueño de Nabucodonosor y durante el dominio de Belsasar, Daniel recibió de Dios dos visiones dentro de un período de tres años que sirvieron de testimonio adicional de que era verídica la interpretación del sueño. Daniel cuenta acerca de su primera visión: “Sucedió que estuve contemplando en mis visiones durante la noche, y, ¡vea allí! ... cuatro bestias enormes subían del mar, siendo cada una distinta de las otras. En cuanto a estas bestias enormes, porque son cuatro, hay cuatro reyes que se levantarán de la tierra.” Así que las cuatro bestias representan cuatro reinos o potencias mundiales y corresponden a los cuatro metales del sueño de Nabucodonosor.—Dan. 7:2, 3, 17.
Daniel dijo que la primera bestia “se parecía a un león, y tenía alas de águila.” (Dan. 7:4) Babilonia se lanzó al ataque con la velocidad de un león que estuviera ayudado por alas de águila. Devoró reinos, incluyendo a la nación de Dios, Israel, para establecerse como potencia mundial. Sin embargo, retardó pronto hasta el paso del hombre de dos piernas y fue cazada y magullada por “otra bestia, una segunda, que se parecía a un oso.” (Dan. 7:5) Esta fue la siguiente potencia mundial, Medo Persia.
La visión de Daniel predijo el levantamiento de Grecia a prominencia mundial cuando reveló una tercera “bestia, una semejante a un leopardo, pero tenía cuatro alas de criatura volátil en su espalda.” Bajo Alejandro Magno Grecia se movió con velocidad casi increíble en su conquista, ‘como un leopardo con alas.’ Después de la muerte de Alejandro se dividió Grecia en cuatro imperios menores, como indicó la Biblia: “Y la bestia tenía cuatro cabezas.”—Dan. 7:6.
La “cuarta bestia, espantosa y terrible y excepcionalmente fuerte . . . era cosa diferente a todas las otras bestias que hubo antes de ella, y tenía diez cuernos.” (Dan. 7:7) Esta bestia comenzó con el Imperio Romano pero, como indicó la profecía, con el tiempo fue disuelto, y los diez cuernos simbolizaron los pedazos en que fue desmenuzado. De entre estos diez cuernos surgió un cuerno pequeño, que se describió como siendo “diferente a los primeros.” (Dan. 7:8, 24) Este cuerno pequeño surgió como el Imperio Británico notablemente desde el siglo diecisiete en adelante, y más tarde se le unió América para formar la potencia mundial angloamericana.
La segunda visión de Daniel sirve de confirmación adicional y prueba que Jehová es “Aquel que relata desde el principio el final, y desde hace mucho tiempo las cosas que no se han hecho.” (Isa. 46:10) Según lo describe Daniel él ve un carnero y un macho cabrío. El carnero de dos cuernos prevalece por un tiempo “y ninguna bestia salvaje permanecía en pie delante de él,” pero luego un macho cabrío surge del oeste y embiste contra el carnero, lo bota al suelo y lo pisotea hasta que queda subyugado. La segura palabra profética de Jehová aclara estos simbolismos: “El carnero que viste que poseía los dos cuernos representa a los reyes de Media y de Persia. Y el macho cabrío peludo representa al rey de Grecia; y en cuanto al gran cuerno que estaba entre los ojos, representa al primer rey. Y habiendo sido quebrado éste, de modo que hubo cuatro que finalmente se levantaron en lugar de él, hay cuatro reinos de su nación que se levantarán, pero no con su poder.” Dan. 8:3-8, 20-22.
Tal como predijo la visión de Daniel, Medo Persia llegó a ser una potencia mundial, y, también como, fue predicho, Grecia bajo Alejandro Magno pisoteó a Medo Persia hasta subyugarla. Cuando Alejandro, prefigurado por el cuerno grande, fue quebrado en la muerte, se dividió su reino entre cuatro de sus generales, y resultaron cuatro imperios helénicos. ¡Qué extraordinaria es la Palabra de Dios en lo de predecir lo futuro!
LA BESTIA SALVAJE DE COLOR ESCARLATA
La Biblia se refiere a la entera organización visible de Satanás como ‘una bestia salvaje que asciende del mar, con diez cuernos y siete cabezas.’ (Apo. 13:1) Luego describe ‘otra bestia salvaje que asciende de la tierra, y tenía dos cuernos como cordero, pero empezó a hablar como dragón.’ (Apo. 13:11) Esta bestia de dos cuernos aboga que “los que moran sobre la Tierra” deberían hacer “una imagen a la bestia salvaje” que tenía siete cabezas y diez cuernos.—Apo. 13:14.
La bestia salvaje de dos cuernos que habló como dragón representa la potencia mundial binaria angloamericana de Gran Bretaña y EE. UU. Aparenta tener cuernos de cordero, de naturaleza no agresiva; pero, hablando como el dragón Satanás el Diablo, aboga por que se haga una “imagen de la bestia salvaje” para que sirva de vocero para propaganda satánica. La Sociedad de las Naciones y su sucesora las Naciones Unidas han dado pruebas de ser la imagen de la entera organización visible de Satanás. Y Así como predijo la Biblia, Inglaterra y los Estados Unidos la han auspiciado y son responsables de su existencia.
En el capítulo diecisiete de Apocalipsis a esta “imagen de la bestia salvaje” se le llama una “bestia salvaje de color escarlata,” e, identificándola, el ángel dijo: “La bestia salvaje que viste era, pero no es, y no obstante está destinada a ascender del abismo, y ha de irse a la destrucción.” (Apo. 17:3, 8) La Sociedad de las Naciones “era,” comenzando a funcionar el 10 de enero de 1920; pero en 1939 al estallar la II Guerra Mundial entró en el abismo de la inactividad, solo para salir otra vez en 1945 en la forma de las Naciones Unidas.
Esta bestia salvaje se identifica aún más por medio de su relación con las siete potencias mundiales anteriores; dice el registro bíblico: “También ella misma es un octavo rey, pero surge de los siete, y se va a la destrucción.” (Apo. 17:11, margen) Algunos reconocen que su destrucción está cerca. Antonio Fell, miembro del parlamento británico, dijo: “Las Naciones Unidas han fracasado. Era nuestra criatura y nos ha fallado. No a causa de la falta de buenas intenciones, sino porque como organización estaba destinada al fracaso.”
EL REINO DE DIOS LA ÚNICA POTENCIA MUNDIAL DURADERA
Mientras estuvo aquí sobre la Tierra Jesucristo probó su derecho legal de ser el Rey eterno de Jehová. Después de su resurrección la Biblia dice que él “se sentó a la diestra de Dios, desde entonces esperando hasta que sus enemigos fueran hechos un banco para sus pies.” (Heb. 10:12, 13) Este período de espera concluyó con el fin de los “tiempos señalados de las naciones” en el año 1914. ¡Eso marcó el tiempo para que el rey nombrado por Dios “que tiene el derecho legal” comenzara a gobernar! El capítulo doce de Apocalipsis describe a Cristo asumiendo ese derecho y echando a Satanás y sus demonios del cielo a la Tierra, donde los destruirá junto con toda la organización bestial visible de Satanás.
Por lo tanto, cobren aliento, todos ustedes amantes de la paz hoy día. ¡Dios ha establecido su Poder Universal, su reino en manos de su Cristo! Daniel, relatando acerca de la destrucción de la imagen del sueño de Nabucodonosor, habló de nuestro tiempo cuando dijo: “Y en los días de aquellos reyes el Dios del cielo establecerá un reino que nunca será hecho ruinas. . . . Aplastará y pondrá fin a todos estos reinos, y él mismo subsistirá hasta tiempos indefinidos.” ¡De modo que ponga su esperanza y confianza en el reino de Dios y sobreviva con él hasta tiempos indefinidos!—Dan. 2:44.
[Ilustraciones de la página 581]
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