Parte dos
1, 2. (a) ¿Qué cristianos infieles mencionó Pablo en 1 Timoteo 1:18-20? (b) ¿Qué oportunidad habían perdido éstos?
ALLÁ en los días del apóstol Pablo hubo cristianos dedicados que perdieron toda oportunidad de una resurrección espiritual a la gloria celestial y al poder con el Señor Jesucristo. Pablo indica cómo se efectuó esto cuando escribió a Timoteo:
2 “Este mandato te encargo, hijo, Timoteo, de acuerdo con las predicciones que condujeron directamente a ti, que por éstas sigas guerreando el guerrear excelente; manteniendo la fe y una buena conciencia, la cual algunos han echado a un lado y han experimentado naufragio respecto a su fe. Himeneo y Alejandro pertenecen a éstos, y los he entregado a Satanás para que se les enseñe por disciplina a no blasfemar.”—1 Tim. 1:18-20, NM; Ro.
3, 4. (a) ¿Por qué no significa eso que se esperaba que estos dos hombres fueran restablecidos en la congregación? (b) ¿Quiénes, entonces, recibieron la disciplina en conexión con esto?
3 Esto no quiere decir que Himeneo y Alejandro finalmente aprendieron una lección y dejaron de blasfemar y se les trajo de vuelta a la congregación y se les rescató de las garras de Satanás. Esto no podría ser, puesto que aquellos dos cristianos dedicados y bautizados habían echado a un lado la fe cristiana y una buena conciencia y habían sufrido el naufragio de su fe de modo que ésta se hundió en el mar de la destrucción.
4 Al ser expulsados de la fiel congregación cristiana estos dos hombres no aprendieron ninguna disciplina correctiva. La amada congregación fiel recibió la disciplina, aprendiendo a evitar a estos dos hombres que habían naufragado espiritualmente y a no tener nada que ver con ellos, dejándolos enteramente a Satanás, al cual Pablo, con autoridad apostólica, los había entregado. Mediante la expulsión necesaria de estos dos hombres que habían perdido la fe y una buena conciencia la congregación leal fue disciplinada a temer el emprender el proceder de Himeneo y Alejandro para que ellos mismos no sufrieran la misma ruina para su vida cristiana y no fueran expulsados, entregados a Satanás.
5, 6. (a) Según 2 Timoteo 2:16-19, ¿en qué yacía el error de Himeneo? (b) ¿Por qué tuvo que renunciar la congregación a Himeneo y Fileto, y cómo enseñaron estos hombres que la resurrección había pasado?
5 El apóstol Pablo da información adicional en cuanto a Himeneo y muestra en qué yacía su error cuando más tarde le escribió a Timoteo como sigue: “Evita las vanas palabrerías que violan lo que es santo; porque avanzarán a más y más impiedad, y su palabra se esparcirá como gangrena. Himeneo y Fileto son de ese grupo. Estos mismos se han desviado de la verdad, diciendo que la resurrección ya ha ocurrido; y están subvirtiendo la fe de algunos. Con todo, el fundamento sólido de Dios queda en pie, teniendo este sello: ‘Jehová conoce a los que le pertenecen,’ y: ‘Que renuncie a la injusticia todo el que nombra el nombre de Jehová.’”—2 Tim. 2:16-19.
6 Himeneo y Fileto ya no pertenecían a Jehová, sino que fueron entregados a Satanás mediante expulsión de la congregación cristiana de Jehová. A los fieles cristianos se les llamaba por el nombre de Jehová como un “pueblo para su nombre” y ellos mencionaban ese nombre divino en sus reuniones de congregación y en la predicación afuera. (Hech. 15:14-18) Por esa razón tuvieron que renunciar a tales cristianos falsos como Himeneo y Fileto, como llenos de injusticia. Aquellos hombres tenían sus propias ideas en cuanto a la resurrección. Enseñaban que “la resurrección ya ha ocurrido” en su día; evidentemente esto fue por su enseñanza de que la resurrección simplemente era espiritual, de una clase simbólica, y que los cristianos dedicados ya habían recibido su resurrección y que esto era todo lo que se incluía en el asunto y que no había más resurrección en el futuro bajo el reino mesiánico de Dios.
7. ¿Qué se ejecutó sobre ellos al morir, y por qué?
7 Himeneo y Fileto ya habían subvertido la fe de algunos miembros de la congregación mediante tal enseñanza de la resurrección. Sea que en esa misma conexión estuviesen enseñando la doctrina griega pagana de la inmortalidad del alma humana o no, Pablo no lo dice. Sin embargo, esos subversores desalmados de la fe de los creyentes cristianos estaban pecando voluntariosamente después de haber llegado a un conocimiento exacto de la verdad, aun en asociación con el apóstol Pablo. Por consiguiente cuando murieron se ejecutó sobre ellos el “juicio del Gehena.” No tendrán resurrección.
8, 9. ¿A qué punto da énfasis Pablo en 1 Timoteo 6:9, 10, 20, 21?
8 Los cristianos que se permiten ser inducidos a acumular riquezas materiales y a adquirir mucho conocimiento o “ciencia” mundano ponen en peligro su oportunidad de una resurrección y de vida en el justo sistema de cosas por venir. No somos salvos mediante las riquezas y la “ciencia” sino mediante la verdadera fe cristiana.
9 Dando énfasis a este punto en la conclusión de su primera carta a Timoteo, el apóstol Pablo escribe: “Los que están determinados a ser ricos caen en tentación y en un lazo y en muchos deseos insensatos y dañinos, que precipitan a los hombres en destrucción y ruina. Porque el amor al dinero es raíz de toda suerte de cosas perjudiciales, y haciendo esfuerzos por realizar este amor algunos han sido descarriados de la fe y se han acribillado con muchos dolores. Oh Timoteo, guarda lo que ha sido depositado a tu cuidado, apartándote de las vanas palabrerías [como las de Himeneo y Fileto] que violan lo que es santo y de las contradicciones del falsamente llamado ‘conocimiento.’ Por ostentar tal conocimiento algunos se han desviado de la fe.”—1 Tim. 6:9, 10, 20, 21.
10. (a) ¿Cómo se perjudican los que ostentan el “falsamente llamado ‘conocimiento’”? (b) Por lo tanto, ¿qué estamos resueltos a hacer?
10 Los cristianos que desean ser ricos ceden a los deseos que “precipitan a los hombres en destrucción y ruina.” Los cristianos que tratan de obtener el “conocimiento” sin fe de este mundo lo ostentan para recibir gloria o para provecho mundano, pero se desvían de la fe cristiana. Ninguno de éstos deja base alguna para que Dios lo levante de entre los muertos por medio de Jesucristo. Hablando figurativamente, al morir son arrojados al Gehena. (Mar. 9:43-47) Nosotros, sin embargo, estamos resueltos a no imitarlos. Tenemos presentes las palabras de Hebreos 10:38, 39: “‘Pero mi justo vivirá a causa de la fe,’ y, ‘si se retrae, mi alma no se complace en él.’ Ahora bien, nosotros no somos de la clase que se retrae para destrucción, sino de la clase que tiene fe que resulta en conservar viva el alma.”
¿QUÉ HAY DE LOS CÓNYUGES INCRÉDULOS?
11, 12. (a) ¿Qué pregunta surge en cuanto a los incrédulos que son cónyuges de cristianos dedicados, engendrados por el espíritu? (b) ¿Qué dice Pablo concerniente a esta relación, en 1 Corintios 7:10-16?
11 Desde los días de Jesucristo muchas personas se han asociado estrechamente con cristianos dedicados, bautizados, que Dios ha engendrado mediante su espíritu a una herencia celestial. Sin embargo, a tales personas mismas no se les ha influido lo bastante como para que sean tal clase de cristianos. Algunos han sido o todavía son esposos y esposas de cónyuges cristianos santificados. Algunos son hijos que tienen un padre o una madre cristiano dedicado, engendrado por el espíritu o que tienen ambos padres de esa clase. ¿Tendrán una resurrección tales incrédulos? En cuanto a tales incrédulos escribió Pablo:
12 “A los casados doy instrucciones, . . . sí, yo, no el Señor: Si algún hermano tiene esposa incrédula, y sin embargo ella está de acuerdo en morar con él, no la deje; y la mujer que tiene esposo incrédulo, y sin embargo él está de acuerdo en morar con ella, no deje a su esposo. Porque el esposo incrédulo es santificado con relación a su esposa, y la esposa incrédula es santificada con relación al hermano; de otra manera, sus hijos verdaderamente serían inmundos, mas ahora son santos. Pero si el incrédulo procede a irse, que se vaya; no está en servidumbre el hermano o la hermana en tales circunstancias, antes Dios los ha llamado a ustedes a paz. Pues, esposa, ¿cómo sabes que no salvarás a tu esposo? O, esposo, ¿cómo sabes que no salvarás a tu esposa?”—1 Cor. 7:10-16.
13. ¿Cómo escribe el apóstol Pedro de acuerdo con tal consejo en 1 Pedro 3:1-4?
13 El apóstol Pedro escribe de acuerdo con eso, diciendo: “De igual manera, ustedes, esposas, estén en sujeción a sus propios esposos, a fin de que, si algunos no son obedientes a la palabra, sean ganados sin una palabra por la conducta de sus esposas, por haber sido testigos oculares de su conducta casta junto con profundo respeto. Y que su adorno no sea el de trenzados externos del cabello y el de ponerse ornamentos de oro, ni el de usar prendas exteriores de vestir, sino que sea la persona secreta del corazón en la vestidura incorruptible del espíritu tranquilo y apacible, que es de gran valor a los ojos de Dios.”—1 Ped. 3:1-4.
14. ¿Qué preguntas ocasiona la muerte de tal cónyuge incrédulo, y qué otras preguntas honradas debemos hacer tocante a esto?
14 Ahora bien, si el cónyuge incrédulo muere como incrédulo bajo tal asociación con tal cristiano fiel con esperanzas celestiales, ¿se pierde para siempre el incrédulo? ¿Ha muerto el incrédulo bajo el “juicio del Gehena,” y no habrá resurrección del incrédulo para la oportunidad de vida eterna en una Tierra paradisíaca bajo el reino de Dios? Junto con tal pregunta, solo somos honrados al preguntar: ¿Cuánto tiempo ha vivido el incrédulo con el creyente? También, ¿cuán fiel y ejemplar ha sido el creyente como testigo de la verdadera fe cristiana?
15. Considerando la experiencia y la observación, ¿qué preguntas pertinentes podemos hacer respecto al incrédulo?
15 La experiencia y la observación muestran que para algunas personas con determinados antecedentes se requiere más tiempo que para otras para estar favorablemente impresionadas a fin de obrar correctamente. De modo que, ¿ha vivido el incrédulo bastante tiempo con el creyente para obtener la medida de experiencia que se necesita con el cónyuge creyente que requiere su propio caso personal? ¿El continuar unos cuantos años en incredulidad antes de la muerte significa que jamás llegaría a ser un creyente dedicado si se le diera más tiempo de asociación? Si deja a su cónyuge creyente, ¿ha abandonado su mejor oportunidad para conseguir la salvación?
16. Al emprender tal derrotero, ¿emprendió el incrédulo el derrotero descrito en 2 Pedro 2:21, 22?
16 Aun si emprendiera tal derrotero, el incrédulo no emprendió el derrotero extremado descrito en 2 Pedro 2:21, 22, que dice: “Mejor les hubiera sido no haber conocido con exactitud la senda de la justicia que después de conocerla con exactitud apartarse del santo mandamiento que les fue entregado. Les ha sucedido el dicho del proverbio verdadero: ‘El perro ha vuelto a su propio vómito, y la cerda bañada a revolcarse en el fango.’” Por eso, si muere como incrédulo después de haber salido de la vida del creyente, ¿ha perdido toda esperanza de una vida futura? ¿Quién habrá de ser el juez en esta situación? ¿El juicio de quién vale?
17. (a) ¿A quiénes escribían esos apóstoles su consejo concerniente a cónyuges? (b) Cuando habla de salvar a un cónyuge, ¿a qué salvación se estaba refiriendo Pablo?
17 Tenemos que recordar que los apóstoles estaban escribiendo a la “congregación de Dios,” a los cristianos espirituales “santificados en unión con Cristo Jesús, llamados a ser santos,” a los que recibieron “un nuevo nacimiento a una esperanza viva mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, a una herencia incorruptible e incontaminada e inmarcesible . . . reservada en los cielos.” (1 Cor. 1:1, 2; 1 Ped. 1:3, 4) Esos escritos fueron hechos en el primer siglo. Entonces Dios estaba sacando de las naciones gentiles un pueblo para su nombre para componer la congregación de 144,000 testigos cristianos que llegarán a ser coherederos con Cristo en su reino celestial. (Hech. 15:14) En consecuencia cuando Pablo preguntó: “Esposa, ¿cómo sabes que no salvarás a tu esposo? o, esposo, ¿cómo sabes que no salvarás a tu esposa?” muy probablemente se estaba refiriendo a la salvación a la vida celestial en unión con Jesucristo.
18. (a) ¿No hay otra salvación posible para el incrédulo que muere como cónyuge de tal cristiano? (b) ¿Desde cuándo ha estado llamando el Pastor Excelente a las “otras ovejas”?
18 Pablo ciertamente no estaba considerando allí la salvación a la vida en perfección humana sobre esta Tierra cuando el reino celestial de Dios la convierta en un Paraíso global. Entonces, surge correctamente la pregunta: Si el cónyuge incrédulo no fue salvado por el creyente a la única salvación a la cual Dios estaba llamando entonces a la gente de las naciones, ¿significó esto que no tendría oportunidad más tarde para ser salvado con aquella salvación terrestre que se reserva para la humanidad en general bajo el reino de Dios? ¿Qué hay si decimos Sí a esta última pregunta? En ese caso estamos juzgando al incrédulo que murió sin contestar la llamada celestial como indigno de cualquier resurrección—bajo el reino de Dios y de cualquier oportunidad para la vida sobre la Tierra. Sin embargo, hasta recientemente, el Pastor Excelente Jesucristo no había estado llamando ni recogiendo a sus “otras ovejas” con esperanza de vida eterna sobre la Tierra.—Juan 10:16.
19. (a) ¿Es la salvación para las “otras ovejas” una suerte de red de seguridad para salvar a los infieles cristianos engendrados por el espíritu? (b) ¿De qué resulta la salvación de las “otras ovejas”?
19 Las Escrituras inspiradas muestran que Dios fijó un tiempo definido para él mismo a fin de recoger a las “otras ovejas” para quienes reserva salvación eterna en la Tierra paradisíaca bajo el reino de su amado Hijo. La provisión de Dios para tales “otras ovejas” no es una suerte de red de seguridad para salvar a todos los que él llama a la herencia celestial pero que no llenan los requisitos para ello mediante un derrotero cristiano fiel hasta la muerte. Los cristianos que tienen reservada la herencia celestial para ellos mismos tienen que probarse o dignos de entrar en ella o de otra manera fallar del todo sin ninguna otra expectativa de vida sobre la cual apoyarse, para disfrutar así de vida eterna en alguna otra parte, de alguna forma. No, la provisión de Dios por medio de Cristo para las “otras ovejas” es algo que Dios se propuso especialmente para la inmensa mayoría de la humanidad. Esta resulta de la muerte y resurrección de Jesucristo, así como la llamada celestial de los 144,000 coherederos de Cristo resulta de lo mismo.
20. Históricamente, ¿cuándo comenzó el recogimiento de la “grande muchedumbre” de “otras ovejas”?
20 Según los hechos históricos, el recogimiento de la “grande muchedumbre” de otras ovejas no comenzó antes de 1931 E.C., sino particularmente desde 1935 E.C.—Eze. 9:4; Rev. 7:9-17; vea La Torre del Vigía de enero de 1935, pág. 12, párrafos 31-34; también, la de marzo de 1935, página 48, penúltimo párrafo.
21. Estos hechos tienen una relación con nuestra consideración de ¿cuáles preguntas?
21 Estos hechos deben considerarse cuando tratamos de preguntas que se basan en el consejo de Pablo en 1 Corintios 7:10-16 tocante a los cónyuges incrédulos, y también a los hijos que quizás no se hagan creyentes, aunque, durante la niñez, son hijos “santos” de un padre o una madre creyente o de padres creyentes. El juicio tiene que descansar con Dios, quien hace la llamada a una esperanza o a la otra esperanza.—Rom. 9:14-16.
¿QUÉ HAY DE NUESTRA GENERACIÓN?
22. ¿Qué período de tiempo comenzó en 1914 E.C., y cómo se señaló su principio en cumplimiento de profecía?
22 Mediante la cuenta bíblica del tiempo, el “tiempo del fin” para este sistema de cosas comenzó en el año 1914, hace cincuenta y un años. Esa fecha, predeterminada por Jehová Dios, fue señalada por el estallido de la primera guerra mundial, que fue seguida de las cosas que Jesucristo había predicho en el año 33 E.C., a saber, escaseces de alimento, pestes, terremotos. Todas esas cosas fueron un principio de dolores de aflicción para el mundo de la humanidad. (Dan. 11:35; 12:4; Mat. 24:3, 7, 8; Luc. 21:10, 11) Durante la peste de la influenza española que recorrió el globo terráqueo en 1918-1919 murieron veinte millones, más personas que todos los millones muertos durante los cuatro años de la primera guerra mundial.
23. En Revelación 6:1-6, ¿cómo fueron representados el Rey recién instalado y la guerra mundial y el hambre?
23 En Revelación 6:1-8 el glorificado Jesucristo dio un cuadro profético de las mismísimas cosas que señalaron el principio del “tiempo del fin” desde 1914 E.C. En esta visión al apóstol Juan, el Rey recién instalado Jesucristo fue representado como un varón coronado y armado de un arco y cabalgando en un caballo blanco, saliendo a conquistar. La guerra mundial fue representada como un jinete sobre un caballo de color de fuego y armado de una gran espada, para quitar la paz de la Tierra. El hambre o la escasez de alimento fue representada como un jinete sobre un caballo negro y teniendo en su mano una balanza para pesar el alimento con medida.
24. Según Revelación 6:7, 8, ¿cómo fue representada la peste mortífera?
24 Observe en seguida cómo la peste mortífera se representó: “Vi, y, ¡miren! un caballo pálido; y el que iba sentado sobre él tenía el nombre Muerte. Y el Hades venía siguiéndolo de cerca. Y se les dio autoridad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con una espada larga y con escasez de alimento y con plaga mortífera y por las bestias salvajes de la tierra.”—Rev. 6:7, 8.
25. (a) Según esto, ¿adónde fueron los que murieron así en la primera parte de este “tiempo del fin”? (b) ¿Dónde se contesta nuestra pregunta en cuanto a la resurrección de tales personas?
25 Ahora surge la pregunta: ¿Tendrá la gente que muere así en este “tiempo del fin” antes de la destrucción de Babilonia la Grande y la batalla del Armagedón una resurrección más tarde por el poder de Dios mediante Cristo? La mismísima visión a Juan nos da un indicio para contestar correctamente esta pregunta. Observe que lo que sigue al cuarto jinete llamado Muerte (no “Muerte Segunda”) se dice que es, no el Gehena, sino el Hades. Con esto se indica que los que mueren así por todas esas calamidades en esta primera parte del “tiempo del fin” van al Hades, que es el sepulcro común de la humanidad muerta en el polvo de la tierra. Muchos también murieron en el mar, pero este asunto incidental no se introduce en la visión profética. Nuestra pregunta concerniente a la resurrección de tales personas que mueren en este “tiempo del fin” se contesta definidamente en Revelación 20:13, que dice concerniente a las personas que no pertenecen a los 144,000 herederos del reino celestial de Dios: “Y el mar entregó los muertos que había en él, y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos, y fueron juzgados individualmente según sus hechos.”
26. ¿Qué clase espiritual no se incluye en Revelación 20:13, miembros de la cual han muerto en este “tiempo del fin”?
26 Por supuesto, muchos cristianos profesos murieron en este “tiempo del fin” desde 1914, que fueron llamados al reino celestial pero que se volvieron infieles y no consiguieron la herencia celestial. Estos no estarían incluidos entre los que entregan el mar, la muerte y el Hades. (Rev. 20:13) Tales perdedores de la herencia celestial serían los cristianos dedicados, bautizados, representados por el “esclavo malo” o por el “esclavo inicuo e indolente” con el talento no usado, como se predijo en Mateo 24:48-51 y 25:18, 24-30. Al morir estos discípulos infieles de Jesucristo van al Gehena simbólico, en el cual el Dios Todopoderoso destruye tanto el cuerpo como el alma. (Mat. 10:28) Así no hay resurrección de éstos cuando el mar, la muerte y el Hades entregan los muertos terrestres que están en ellos bajo el reino de Dios.
EN LA EJECUCIÓN DEL JUICIO DE DIOS
27. ¿Cuándo y cómo será ejecutada Babilonia la Grande, y qué hay del futuro de los que sean ejecutados entonces con ella?
27 Sin embargo, al fin del “tiempo del fin” Jehová Dios por medio de su Jinete sobre el caballo blanco comenzara a ejecutar su juicio adverso sobre las naciones y pueblos. Babilonia la Grande será destruida, y entonces la “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso,” o, el Armagedón, se peleará. (Rev. 16:13-16; 17:1-6, 14) Jehová Dios hará que los poderes políticos de la Tierra se vuelvan contra Babilonia la Grande, el imperio mundial de religión falsa. Así se cumplirá Revelación 17:16: “Y los diez cuernos que viste, y la bestia salvaje, éstos odiarán a la ramera y harán que quede devastada y desnuda, y se comerán sus carnes y la quemarán por completo con fuego.” Eso significa su destrucción eterna sin ninguna resurrección o restauración posible. Las personas religiosas que entonces sean ejecutadas con ella serán destruidas eternamente con ella, porque rehusaron obedecer la llamada divina: “Sálganse de ella, pueblo mío, si no quieren participar con ella en sus pecados, y si no quieren recibir parte de sus plagas.”—Rev. 18:1-4.
28, 29. ¿Qué muestra Revelación 19:19-21 en cuanto a deshacerse de los peleadores muertos en el Armagedón?
28 El hecho de que los peleadores del Armagedón contra el ungido Rey de reyes de Dios no tendrán ningún entierro en sepulcros conmemorativos o tumbas memorialescas se prueba por la descripción de la batalla escrita por el apóstol Juan con estas palabras:
29 “Y vi a la bestia salvaje [el sistema político de toda la Tierra bajo Satanás] y a los reyes de la tierra y a sus ejércitos reunidos para hacer la guerra contra el que iba sentado en el caballo y contra su ejército. Y la bestia salvaje fue prendida, y junto con ella el falso profeta [el principal vocero político, la Potencia Mundial Angloamericana] que ejecutó delante de ella las señales con las cuales extravió a los que recibieron la marca de la bestia salvaje y a los que rinden adoración a su imagen. Estando todavía vivos, ambos [la bestia salvaje y el falso profeta] fueron arrojados al lago de fuego que arde con azufre. Pero los demás [los reyes de la Tierra y sus ejércitos y sus servidores, libres y esclavos] fueron muertos con la espada larga del que iba sentado en el caballo [el Rey de reyes], la cual espada salía de su boca. Y todas las aves se saciaron de las carnes de ellos [porque los cuerpos de estos muertos se dejaron sin enterrar en el campo de batalla en el Armagedón].”—Rev. 19:19-21.
30. ¿Qué representa la “espada larga” que sale de la boca del Rey, y adónde van los que son ejecutados por ella?
30 La “espada larga” que sale de la boca del Rey de reyes representa su autoridad y poder para ordenar la ejecución de todos los opositores con una muerte violenta. Reyes, comandantes militares, jinetes, libres, esclavos, pequeños y grandes, todos los que forman parte de este mundo pecaminoso en la batalla del Har–Magedón serán ejecutados como opositores del reino mesiánico de Dios. ¿Descenderán al Hades o Sheol para unirse a Egipto, Elam, Asiria, Sidón antiguos y otros? ¡No! Serán destruidos eternamente, destruidos de la existencia para siempre.—2 Tes. 1:7-9.
31. ¿Cómo se representa su destrucción eterna, y por lo tanto, qué no recibirán?
31 Esta destrucción eterna se representa en el hecho de que no se les da entierro alguno, sino que se les deja en el campo de batalla como estiércol, como materia orgánica en estado de putrefacción para que las aves de rapiña banqueteen, a invitación del ángel de Dios “que estaba de pie en el sol.” (Rev. 19:17, 18) Para que se represente este banquete sangriento de tales aves que obran como animales que se alimentan de carroña, los reyes de la Tierra y sus ejércitos y servidores no se representan como siendo “arrojados al lago de fuego que arde con azufre” junto con la bestia salvaje y el falso profeta. Pero tampoco se dice que el Hades o Sheol los reclama. Más bien, llegan a ser como aquellos criminales cuyos cadáveres se arrojaban al Gehena para que la cresa se alimentara de sus carnes. (Mar. 9:43-48) Son ejecutados por Jehová Dios mediante su oficial ejecutivo, Jesucristo, en el Armagedón, y por esta razón no tendrán resurrección alguna de entre los muertos.