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Preguntas de los lectoresLa Atalaya 1981 | 1 de abril
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seguridad que Jesús nos dio de que habrá sobrevivientes de “la generación de 1914” —que esta generación no habrá pasado completamente— cuando la “grande tribulación” ponga fin a este sistema mundial inicuo.
● En cumplimiento de la primera profecía bíblica, registrada en Génesis 3:15, ¿cuándo es magullada por la “descendencia” de la mujer de Dios la cabeza de la “serpiente”?
La traducción de Génesis 3:15 en la Versión Popular dice: “Haré que tú y la mujer sean enemigas, lo mismo que tu descendencia y su descendencia. Su descendencia te aplastará la cabeza, y tú le morderás el talón.” La Versión Valera dice: “Esta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.” La herida que recibió en el talón la “descendencia” de la mujer de Dios resultó en la muerte del Señor Jesucristo. Como represalia, el glorificado Jesucristo aplastará a la serpiente simbólica, Satanás el Diablo.
Después de tratar del “nacimiento” del reino de Dios al fin de los Tiempos de los Gentiles en 1914, el capítulo 12 de Revelación dice que Miguel y sus ángeles guerrean con el dragón simbólico y sus ángeles demoníacos con el resultado de que a éstos se les echa del cielo, y añade: “De modo que hacia abajo fue arrojado el gran dragón, la serpiente original, el que es llamado Diablo y Satanás, que está extraviando a toda la tierra habitada; fue arrojado abajo a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.”—Rev. 12:5, 7-9.
Inmediatamente después de la descripción que se da en Revelación 19:11-21 de la guerra en Armagedón, en la cual Jesús dirige a las fuerzas celestiales a la victoria sobre todos sus opositores terrestres, Juan ve en visión que se encierra en el abismo a Satanás: “Y vi a un ángel [sin duda el arcángel Miguel] que descendía del cielo con la llave del abismo y una gran cadena en su mano. Y prendió al dragón, la serpiente original, que es el Diablo y Satanás, y lo ató por mil años. Y lo arrojó al abismo y lo cerró y lo selló sobre él, para que no extraviase más a las naciones hasta que terminasen los mil años.”—Rev. 20:1-3.
Jesucristo, como la “descendencia” de la mujer de Dios, ciertamente podría aplastar a “la serpiente original” a grado completo, hasta destruirla del todo, en ese tiempo, más bien que simplemente encerrarla en el abismo. Pero Jehová, en su sabiduría, se ha propuesto que la humanidad perfeccionada sea sujeta a tentaciones del mismo desafiador de su soberanía universal, después del reinado de 1.000 años de Cristo. Esto removerá cualquier duda posible acerca de la integridad de los que se niegan a ser engañados por el Diablo.
Los opositores terrestres, dirigidos por Satanás, hacen un intento final por apoderarse de la Tierra. Juan describe el resultado de esto como si ya se hubiera realizado, al decir: “Fuego descendió del cielo y los devoró.” Con relación al magullamiento de la cabeza de “la serpiente original,” el relato dice: “Y el Diablo que los estaba extraviando fue arrojado al lago de fuego y azufre.” (Rev. 20:9, 10) Esto representa la destrucción completa de él. Por lo tanto, con relación al magullamiento de la cabeza del opositor principal de Dios, no solo queda el universo completamente limpio de opositores, sino que también hay una santificación completa de Su santísimo nombre. Esto cumple de manera cabal la promesa que se hace en Romanos 16:20 a los coherederos de Cristo, de que “el Dios que da paz quebrantará a Satanás bajo los pies de ustedes en breve.”—Heb. 2:14, 15.
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Muchos que ahora viven no morirán jamásLa Atalaya 1981 | 1 de abril
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Muchos que ahora viven no morirán jamás
Esta no es una declaración extravagante. Hay buenas razones para creer esto.
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