-
Un infierno frescoLa Atalaya 1964 | 15 de agosto
-
-
que se le escondiera en el infierno proporciona evidencia adicional de que el infierno no es un lugar de tormento, sino el sepulcro común de la humanidad.
Un examen cuidadoso de cómo se usan las palabras bíblicas para infierno hace evidente el que ellas no hacen referencia a un lugar ardiente de tormento eterno para las “almas condenadas.” Siendo el sepulcro común de la humanidad, el infierno contiene personas muertas. Revelación 20:13 dice que el infierno entrega los muertos que hay en él. El sepulcro común de la humanidad, donde todos los humanos van debido a la muerte adámica, realmente es el infierno de la Biblia del cual multitudes de muertos que duermen serán traídos de vuelta a la vida.—Juan 5:28, 29.
-
-
Preguntas de los lectoresLa Atalaya 1964 | 15 de agosto
-
-
Preguntas de los lectores
● ¿Quiénes son los que ‘se sientan sobre tronos’ a quienes se menciona en Lucas 22:30, y a quiénes representan las “doce tribus de Israel”?—J. G., Alemania Occidental.
Jesucristo dijo a sus apóstoles fieles: “Ustedes son los que con constancia han continuado conmigo en mis pruebas; y yo hago un pacto con ustedes, así como mi Padre ha hecho un pacto conmigo, para un reino, para que coman y beban a mi mesa en mi reino, y se sienten sobre tronos para juzgar a las doce tribus de Israel.” (Luc. 22:28-30) Jesucristo estaba hablando aquí directamente a sus once apóstoles fieles; poco antes había hablado a sus doce apóstoles de manera semejante. (Mat. 19:28) Pudo hacer esto puesto que, como resultó, hubo doce apóstoles fieles; y estos doce naturalmente ocupan doce tronos en el reino de los cielos.
Pero ahora, en el cumplimiento final del propósito de Dios, ¿solo los doce apóstoles fieles ocupan tronos junto con Jesucristo? Cuando examinamos las palabras de Jesús en otros lugares, cuando él no está hablando directamente a sus apóstoles, ¿hallamos evidencia de un número mayor que se siente en tronos? Conforme a Revelación 14:1 y 20:6, el número final de los que “gobernarán como reyes con él [Jesucristo] por los mil años” es mucho mayor que doce, a saber, 144,000. ¿Habrán de sentarse también en tronos los 143,988, aparte de los doce apóstoles del Cordero? ¿No tienen tronos los reyes, y no son reyes todos los 144,000? Sí, y Jesús promete a cada uno de los 144,000 fieles el derecho a sentarse en un trono: “Al que venza yo le concederé sentarse conmigo en mi trono.” (Rev. 3:21) Por eso, Lucas 22:28-30 tiene que considerarse en un sentido más grande, a la luz de otros textos, que conducen a esta conclusión: Los que se sientan en tronos para juzgar las “doce tribus de Israel” incluyen no solo a los doce apóstoles sino también a los que son introducidos en el pacto para el Reino del que Jesús habló en Lucas 22:28-30. Puesto que a todos los 144,000 cristianos ungidos se les introduce en el pacto para el Reino, todos ellos habrán de sentarse en tronos para juzgar a las “doce tribus de Israel.”
Entonces, ¿a quiénes representan las “doce tribus de Israel” sobre quienes Jesucristo y sus reyes asociados gobiernan y a quienes juzgan? Ciertamente esto no se limitaría a las doce tribus literales de Israel que para ahora han perdido todas sus distinciones tribales. Conforme al apóstol Pablo, el juicio por los que reciben el reino celestial abarca un mundo de la humanidad: “¿No saben ustedes que los santos juzgarán al mundo?” (1 Cor. 6:2) Por eso, es razonable concluir que con las “doce tribus de Israel,” mencionadas en Lucas 22:30, se hace referencia al mundo de la humanidad que será juzgado por Jesucristo y los miembros de su cuerpo de congregación que servirán como reyes y sacerdotes y jueces con él. En armonía con este punto de vista, el libro Usted puede sobrevivir al Armagedón y entrar en el nuevo mundo de Dios indicó, en la página 40, que las doce tribus no levíticas de Israel en el día de expiación anual representaron a todos los obedientes de la humanidad que obtendrán vida eterna sobre la Tierra. En el día de expiación se ofrecían dos sacrificios; uno para Aarón y su tribu, representando al Israel espiritual, y el otro para las doce tribus no levíticas de Israel, representando a toda la humanidad que saca provecho del sacrificio de rescate de Jesucristo
-