Un templo celestial de adoración para toda la humanidad
1. (a) Describa los templos de la religión mundana. (b) ¿Qué les ha sucedido a muchos de ellos, y por qué?
MUCHOS son los templos a través de la Tierra que los pueblos de las naciones y diversas religiones consideran como la morada de sus dioses o el lugar donde pueden acercarse a su Dios y tener comunión con él para recibir su favor. Por lo general están muy adornados y son muy costosos e imponen una pesada carga financiera a la gente que los sostiene. Están llenos de estatuas de oro y adornados con joyas preciosas. Algunos están cubiertos de oro. Muchos de estos templos han resultado inadecuados para satisfacer las necesidades espirituales de la gente, pues no la ha llevado al Dios verdadero, y, por lo tanto, han decaído o han sido destruidos.
2. ¿Están los templos de hoy satisfaciendo las necesidades de la gente y trayendo unidad? Explique.
2 En la actualidad millones de personas se reúnen en templos para adorar, muchos de ellos en la cristiandad, donde a sus iglesias y edificios religiosos se les llama templos de Dios. ¿Están satisfaciendo estos templos las necesidades espirituales de la gente y trayéndola al Dios verdadero? Es triste decirlo, pero no lo están haciendo. En vez de traer paz y unidad, han traído división. Aun ahora hay serios trastornos internos en las organizaciones religiosas. Y algunas de las guerras más enconadas que se han peleado han sido las tal llamadas “guerras santas.” Todas las religiones del mundo han sido dominadas por el nacionalismo de sus países respectivos y por lo tanto no han reunido a la gente en comunión con el único Dios verdadero del universo.
TEMPLO DE JERUSALÉN
3. ¿Por qué no fue el magnífico templo de Jehová en Jerusalén una carga injusta sobre la gente?
3 El templo de Jerusalén de veras fue magnífico. No obstante, a diferencia de los templos de las religiones mundanas, su construcción y su sacerdocio no se sostuvieron imponiendo una gran carga de costo sobre la gente. Dios dio la entera Tierra de Promisión a las doce tribus de Israel. La tribu del templo, Leví, hubiera tenido su propia parte. Pero Dios escogió a Leví para servicio sacerdotal y ministerial. La familia levita de Aarón se afanaba bastante en el trabajo de sacrificios del templo y en enseñar la ley de Dios. Por lo tanto, estaba libre de cuidar una porción de tierra y en cambio subsistía con el diezmo que traían las otras tribus. Las tribus restantes, de hecho, simplemente estaban suministrando al sacerdocio de Dios y su templo aquello que los levitas normalmente hubieran poseído, si no hubieran sido usados por Dios para este servicio especial.
4. (a) ¿Sirvió un buen propósito el templo de Jehová? (b) ¿Por qué fue destruido?
4 Mientras el sacerdocio de Israel y sus reyes fueron fieles el templo sirvió para poner a Israel en comunicación con Jehová Dios, y gran prosperidad y gran bendición fueron el resultado. Pero cuando apareció la religión apóstata, la nación decayó y finalmente Jehová permitió que el templo fuera destruido por enemigos de Israel.
5. ¿Cuál era la diferencia entre el templo de Jerusalén y las muchas sinagogas de Palestina?
5 En Israel no había centenares de templos esparcidos por todo el país. Solo un templo se erigió en el monte Moría. Después de regresar Israel del destierro en Babilonia la gente se reunía en sus diversas ciudades en sinagogas, pero estos lugares de reunión no eran templos. Simplemente eran lugares para instruir y aprender en cuanto a la ley de Dios. Solo en Jerusalén estaba el templo con su santuario donde la gente podía acercarse a Dios por medio del sacerdocio que se estableció allí. Se requería que por lo menos tres veces al año todos los varones subieran a Jerusalén al templo, y muchos hacían el viaje mucho más frecuentemente.
UN TEMPLO PARA TODOS
6. ¿Qué preguntas surgen en cuanto a la promesa de Dios de establecer un templo para toda la humanidad?
6 Ahora bien, Dios ha dicho que establecería un solo templo para toda la humanidad. Un solo templo, con la única adoración correcta del único Dios verdadero, ciertamente sería una fuerza firme para unidad entre la humanidad. Pero, ¿sería práctica tal cosa? ¿Cómo podría ir regularmente toda la humanidad a una sola ubicación? Jehová Dios el Creador del universo ya se encuentra en el proceso de completar tal templo. Le dio a Juan una visión de él completamente construido. Está muy cerca el tiempo en que el templo estará abierto para que toda la humanidad venga y para que todos reciban por medio de él las bendiciones plenas de Dios.
7. ¿Quién, apropiadamente, le dio a Juan la visión del templo?
7 Uno de los siete ángeles que tenían los siete tazones que contenían las siete últimas plagas de la cólera de Dios fue quien le había mostrado al apóstol Juan el juicio de la “gran ramera,” Babilonia la Grande, la enemiga enconada de la novia de Cristo. (Rev. 17:1-6) Fue bastante apropiado, entonces, que un ángel del mismo grupo le mostrara a Juan quién es la novia de Cristo, la novia que permanece virgen para Cristo y que evita las plagas de Babilonia. Escribe Juan:
8. ¿Qué le mostró a Juan el ángel?
8 “Y vino uno de los siete ángeles que tenían los siete tazones que estaban llenos de las siete últimas plagas, y habló conmigo y dijo: ‘Ven acá, te mostraré la novia, la esposa del Cordero.’ De modo que me llevó en el poder del espíritu a una montaña grande y encumbrada, y me mostró la santa ciudad Jerusalén que descendía del cielo desde Dios y que tenía la gloria de Dios. Su resplandor era semejante a una piedra preciosísima, como piedra de jaspe brillando con claridad cristalina.”—Rev. 21:9-11.
NO ES EDIFICIO LITERAL
9. (a) ¿Cómo sabemos que Jerusalén la santa ciudad también es un templo? (b) ¿Cómo se pueden acercar a él hombres de toda la Tierra?
9 Aquí notamos que cuando se menciona la clase del templo espiritual, se le llama Jerusalén. El templo antiguo estaba edificado en el monte Moría en Jerusalén. En esta visión encontramos que el apóstol Juan vio, no un edificio de templo, sino la “santa ciudad Jerusalén.” Puesto que la congregación cristiana es el templo de Dios y la novia de Cristo, la Nueva Jerusalén, por ser la novia, queda identificada también como el templo de Dios. (1 Cor. 6:19; 1 Ped. 2:5; Rev. 21:2) Es un templo simbólico, que no es un edificio literal ni ciudad literal, sino uno del cual Jesucristo es la Piedra Angular de Fundamento. Es una organización celestial, que desciende, es decir, que extiende su influencia benigna hacia la humanidad. Esto revela cómo es posible que toda la humanidad se acerque al templo verdadero de Dios, porque no está ubicado en un sitio terrestre, sino que está en el cielo, y por lo tanto todos pueden acercarse a él y éste puede dar atención a todos.
10. ¿Qué vio Juan acerca de los muros de la ciudad?
10 Juan pasa a describir la ciudad: “Tenía un muro grande y encumbrado y tenía doce puertas, y a las puertas doce ángeles, y nombres estaban inscritos que son los de las doce tribus de los hijos de Israel. Al oriente había tres puertas, y al norte tres puertas, y al sur tres puertas, y al occidente tres puertas. El muro de la ciudad también tenía doce piedras de fundamento, y sobre ellas los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero.”—Rev. 21:12-14.
11. ¿Cómo podemos entender que la ciudad representa al Israel espiritual?
11 El hecho de que las doce puertas tenían inscritos los nombres de las doce tribus de los hijos de Israel nos ayuda a comprender lo que constituye esta ciudad simbólica. Da a entender que representa al Israel espiritual, que se compone de 144.000 miembros, como se describe en Revelación 7:4-8.
12. ¿Qué seguridad tenemos del hecho de que doce ángeles guardan las doce puertas de la ciudad?
12 Se ve que doce ángeles están guardando las puertas de la ciudad. Esto nos consuela, porque nos da la seguridad de que en la ciudad no entrará nadie que no sea justo y que por lo tanto no pertenezca allí. Nadie que desee practicar la religión falsa o que probablemente contamine este templo y corrompa su adoración como lo hicieron los sacerdotes de la Jerusalén antigua puede ser admitido allí.
LOS FUNDAMENTOS DEL TEMPLO
13. ¿Cómo sabemos si el nombre de Pablo o el de Matías o el de Judas se encuentra en una de las piedras de fundamento?
13 El muro de la ciudad tenía en cada una de sus doce piedras de fundamento el nombre de uno de los doce apóstoles del Cordero. Ahora bien, si Juan se hubiera representado mentalmente a la congregación cristiana cuando ésta se estableció originalmente en el día del Pentecostés de 33 E.C., uno de estos nombres habría sido Matías. Pero la visión de Juan es de la congregación completa y glorificada de Dios en los cielos al principio del reinado de mil años de Cristo. Por lo tanto, no el nombre Matías, sino quizás el nombre Pablo esté allí, puesto que él fue escogido directamente para ser uno de los apóstoles por Jesucristo mismo, como fueron escogidos los otros once. (Hech. 1:15-26; 9:15; Gál. 1:1) Por supuesto, el nombre de Judas Iscariote no estaría incluido. Tal persona no podría formar parte de esta ciudad simbólica debido a que amó la ganancia falta de honradez y por lo tanto fue autoidólatra y murió en la “muerte segunda,” como el “hijo de destrucción.”—Juan 17:12; Hech. 1:16-20; 1 Ped. 5:2.
14. ¿Cuáles son los nombres que están en los doce fundamentos?
14 Por consiguiente, los nombres de las piedras de fundamento serían: (1) Simón Pedro, (2) Andrés, (3) Santiago, (4) Juan, (5) Felipe, (6) Bartolomé (Natanael), (7) Tomás, (8) Mateo, (9) Santiago de Alfeo, (10) Tadeo (Judas hijo de Santiago), (11) Simón el cananita, y (12) Pablo.—Mat. 10:1-4; Luc. 6:12-16; Juan 1:45-49; Mar. 3:16-19.
15. (a) ¿Por qué tiene forma cúbica la ciudad? (b) Compárela con otras ciudades capitales sagradas de la historia.
15 En el antiguo templo de Jerusalén el compartimiento del Santísimo era un cubo perfecto. (1 Rey. 6:20) Esto significó la perfección y cuadrangularidad del templo celestial de Jehová, que se muestra como un cubo perfecto de gran tamaño. Se extiende a la tercera dimensión, excediendo de la cuadrangularidad de la Babilonia antigua, que también fue una ciudad sagrada y, según el historiador Herodoto, estaba edificada en cuadro sobre ambos lados del río Éufrates. Es mucho mayor que la capital asiria Nínive, que, según informó Diodoro de Sicilia, estaba construida en forma cuadrangular. Las medidas de la Jerusalén celestial le fueron dadas a Juan:
SUS DIMENSIONES
16. Dé una descripción general de la santa ciudad, la Nueva Jerusalén.
16 “Ahora bien, el que hablaba conmigo tenía como medida una caña de oro, para que midiera la ciudad y sus puertas y su muro. Y la ciudad está situada en cuadro, y su longitud es tan grande como su anchura. Y midió la ciudad con la caña, doce mil estadios; su longitud y anchura y altura son iguales. También, midió su muro, ciento cuarenta y cuatro codos, según medida de hombre, y a la vez de ángel. Ahora bien, el muro estaba construido de jaspe, y la ciudad era oro puro semejante a vidrio claro. Los fundamentos del muro de la ciudad estaban adornados con toda clase de piedra preciosa: el primer fundamento era jaspe, el segundo zafiro, el tercero calcedonia, el cuarto esmeralda, el quinto sardónica, el sexto sardio, el séptimo crisólito, el octavo berilo, el nono topacio, el décimo crisoprasa, el undécimo jacinto, el duodécimo amatista. También, las doce puertas eran doce perlas; cada una de las puertas estaba hecha de una sola perla. Y el camino ancho de la ciudad era oro puro, como vidrio transparente.”—Rev. 21:15-21.
17. ¿Cuál es el tamaño de la ciudad en medidas del día moderno?
17 Aunque no se dice cuánto medía la caña que tenía el ángel en la mano, la unidad de medida se entiende, pues la Biblia dice que es “según medida de hombre” de modo que las dimensiones de la ciudad se expresan en nuestros términos humanos conocidos. Evidentemente el ángel midió la ciudad alrededor, y el perímetro era de doce mil estadios, o casi 2.414 kilómetros, de modo que cada lado de la ciudad era de poco más de 603 kilómetros de largo... con su altura igual, de poco más de 603 kilómetros. En el día de Juan solo un ángel podría haber medido algo tan alto. Descansando sobre la Tierra, la parte superior de la ciudad llegaría a lo que ahora se llama el “espacio exterior.”
18. ¿Cuál es la elevación del muro, y qué comparación hay entre su altura y la de la ciudad?
18 El muro de la ciudad medía 144 codos ó 65,8 metros de altura. Esto hacía que la ciudad misma fuera más de 9.000 veces más alta que los muros y el contemplarla debe haber sido una visión tremendamente imponente para el apóstol, una visión que simbolizaba la grandeza de la Nueva Jerusalén y que hacía que otras ciudades con sus templos se vieran planas en comparación.
19. ¿Por qué se representa la ciudad tan grande, hermosa y rica, y cómo debemos evaluarla?
19 Esta ciudad celestial sobrepasa por mucho en belleza y riquezas a cualquier cosa conocida en la Tierra... una ciudad de tan grande tamaño edificada con metales y piedras preciosas, con todo en ella precioso. Las cosas espirituales que simboliza son mucho más valiosas. Esto debe ilustrar para nosotros que la ciudad es sumamente preciosa para Dios y debe serlo para todo el pueblo fiel de Dios al descender de Dios desde el cielo, es decir, desde el nuevo cielo de Dios de su nuevo orden. Tal como se dice que la novia de Cristo es hermosa, pura y casta, así la pureza de esta ciudad se representa como limpieza extremada, pues la justicia de ella se representa por oro puro, como vidrio claro.
UN PALACIO DE DIOS
20. Además de ser un templo espiritual, ¿qué más constituye la ciudad?
20 Es interesante que en la Biblia la palabra hebrea que se traduce más a menudo “templo” también significa “palacio.” Puesto que este templo de Dios está santificado para que él more en él, es por lo tanto la habitación para el gran Rey del universo y es su palacio celestial. Juan dice:
21. ¿Qué otras cosas insólitas vio Juan en cuanto a esta ciudad?
21 “Y no vi en ella templo, porque Jehová Dios el Todopoderoso es su templo, también lo es el Cordero. Y la ciudad no tiene necesidad de que el sol ni la luna resplandezcan sobre ella, porque la gloria de Dios la alumbró, y su lámpara era el Cordero.”—Rev. 21:22, 23.
22. (a) ¿Por qué no hay templo en esta ciudad? (b) ¿Qué puestos tiene Jesucristo en cuanto al templo-ciudad?
22 Puesto que la ciudad simbólica en sí es un templo y un palacio, la morada del Dios y Rey del universo, es obvio que no habría ningún santuario de templo en ella. Los hombres están acostumbrados a ir a un edificio de templo para adorar a Dios. Pero los 144.000 habitantes de esta ciudad no tienen que subir a algún templo para acercarse a Jehová Dios el Todopoderoso, pues él mora allí mismo por espíritu. Se pueden acercar directamente a Dios. En ese sentido él es como el templo. No se necesita que los habitantes de esta ciudad se acerquen a él por medio de algún edificio, con algo dentro de él que lo represente. Por razones relacionadas, el Cordero Jesucristo también es el templo de la ciudad. Un sumo sacerdote servía en el templo de Jerusalén. Jesucristo es el Sumo Sacerdote de Jehová. A él también se le conoce como el Esposo de este templo-ciudad simbólico. Él es el Fundamento, la Piedra Angular del templo espiritual y, puesto que el templo dura a través del milenio, siempre estará allí como su Sumo Sacerdote, dirigiendo la adoración de los pueblos según la voluntad de Jehová e instruyéndolos en el camino de Dios, según los deberes de un sacerdote.—Efe. 2:19-22; Rev. 20:4-6.
23. ¿Por qué no necesita la Nueva Jerusalén ni la luz del Sol ni la de la Luna?
23 En el antiguo tabernáculo y en el antiguo templo de Jerusalén ardían lámparas de aceite en el compartimiento Santo, pero la luz Shekinah de Jehová estaba milagrosamente allá en el Santísimo para proveer luz. Una ciudad terrenal necesita luz por medio del Sol durante el día y ya sea la Luna o alguna luz artificial por la noche. Pero la Nueva Jerusalén es una ciudad celestial. Puesto que su luz es Jehová Dios mismo y su lámpara es el Cordero, jamás habrá necesidad alguna de tales lumbreras, ni siquiera del Sol o la Luna.
LUZ PARA LAS NACIONES
24. ¿Qué luces necesitarán las naciones cuando la Nueva Jerusalén descienda del cielo?
24 Sin embargo, las naciones sobre la Tierra sí necesitan el Sol y la Luna y también necesitan el esclarecimiento espiritual de la Jerusalén celestial. Continúa la descripción de Revelación: “Y las naciones andarán por medio de su luz, y los reyes de la tierra traerán a ella su gloria. Y sus puertas absolutamente no se cerrarán de día, pues allí no existirá noche. Y traerán a ella la gloria y la honra de las naciones.”—Rev. 21:24-26.
25. Describa cómo la ciudad celestial traerá luz para que las naciones anden en ella.
25 Los de la Tierra serán guiados por esta ciudad celestial. La Biblia será completamente aclarada para ellos, también los rollos que habrán de ser escritos, que incluirán reglas, leyes e instrucciones justas y esclarecedoras de Dios, se aclararán tanto que nadie violará éstos por ignorancia. De veras el templo espiritual servirá en su función propuesta y pondrá a toda la humanidad en relación plena con Dios para que ésta pueda andar en el camino que conduce a la vida eterna sin tropezar. Este templo compuesto de la Descendencia de Abrahán verdaderamente efectuará la bendición de todas las familias y naciones de la Tierra.—Gén. 12:3; 22:18.
26. (a) ¿Quiénes son los “reyes de la tierra” mencionados aquí? (b) ¿Podemos confiar en estos reyes? ¿Cómo introducirán su gloria en la ciudad?
26 ¿Quiénes son los reyes de la Tierra que traerán su gloria a esta ciudad celestial, la Nueva Jerusalén? Ciertamente no son los reyes de las naciones políticas. Los capítulos precedentes de Revelación han mostrado que, para el tiempo que la ciudad de Jehová se haya presentado a la humanidad, los reyes de la Tierra habrán sido muertos en la batalla del Har–Magedón. Desde los días de los reyes de Judá, los únicos reyes jamás nombrados a un cargo por Jehová Dios son Jesucristo y sus 144.000 vencedores del mundo, que gobernarán como reyes celestiales con él durante los mil años. (Rev. 5:8-10) Mientras están en la Tierra éstos dan plena devoción a Jehová Dios y dan su vida e integridad a Dios en apoyo de su soberanía universal. No son reyes cuando están en la Tierra. Son probados aquí. En su posición real y sacerdotal en el cielo se mostrarán celosos por introducir toda su gloria dada por Dios en la santa ciudad, la Nueva Jerusalén, para engrandecer la organización real para alabanza de Dios y para apoyo de su soberanía universal. (1 Cor. 15:24-28) Bajo el dominio de tal gobierno piadoso, los propósitos de Jehová se llevarán a cabo a grado cabal para traer la perfección sobre una Tierra paradisíaca, para provecho eterno de la humanidad.
RESULTADOS PARA LA HUMANIDAD
27. ¿Cómo será introducida en la ciudad la gloria de las naciones?
27 La respuesta de la gente será que la gloria y el honor de las naciones de la Tierra serán introducidos en aquella ciudad celestial. A medida que olviden sus diferencias nacionales y religiosas pasadas, la práctica de la adoración verdadera de Jehová y la lealtad a su gobierno celestial traerán su alabanza y gratitud sinceras a Dios y amor verdadero y paz verdadera entre los hombres.
28. (a) ¿Cuál será la relación de las naciones de la Tierra con la ciudad celestial? (b) ¿Cuáles serán los resultados para los que estén en la Tierra?
28 Hoy los cristianos solo están en sujeción relativa a las “autoridades superiores,” los gobiernos políticos de este mundo, debido a que su sujeción principal tiene que ser a Dios. Pero entonces habrá sujeción total al gobierno mesiánico de Dios, porque el templo como el centro de adoración también será el palacio del Rey del universo. Será con deleite que las naciones se sujetarán a su soberanía. A medida que reconozcan a un grado cada vez más pleno sus glorias, las glorias de los gobiernos políticos nacionales actuales gradualmente se desvanecerán de la memoria humana. Los pueblos de la Tierra cifrarán plena confianza eternamente en el gobierno mesiánico de Dios. Ninguna política, religión falsa ni ningún rasgo de corrupción jamás entrarán en el santuario de Dios, la ciudad sagrada: “Pero cualquier cosa que no sea sagrada y cualquiera que lleve a cabo lo que sea repugnante y la mentira no entrará en ella de ninguna manera; solamente entrarán los que están escritos en el rollo de la vida del Cordero.” (Rev. 21:27) Los habitantes de esta ciudad, los reyes sobre la “nueva tierra,” serán dignos de la confianza más plena.
29. ¿Cómo podemos hallarnos entre los que anden en la luz de la ciudad celestial?
29 Si queremos adorar al Dios verdadero en su templo y estar entre las naciones que andan en la luz de la Nueva Jerusalén, tenemos que interesarnos ahora en el mismo Libro que nos habla de la operación del templo celestial de Dios. Allí encontramos instrucciones claramente definidas que nos capacitarán a hallarnos entre los primeros de las naciones que andarán en la luz de la santa ciudad. Nos capacitará a sobrevivir a la destrucción que viene sobre las religiones falsas y los sistemas políticos de este mundo y a beber de las aguas dadoras de vida que fluirán desde el templo. Aun ahora Jehová por medio de su Mesías ha tomado el poder para gobernar como Rey. Casi ha terminado la edificación del templo. El salmista usa al antiguo monte Sion en una descripción hermosa, junto con instrucciones para nosotros, cuando dice:
30. ¿Qué podemos aprender del salmista en cuanto a cuál debería ser nuestra actitud para con este templo-ciudad?
30 “Jehová es grande y ha de ser alabado en gran manera en la ciudad de nuestro Dios, en su santa montaña. Bello por encumbramiento, el alborozo de toda la tierra, es el monte Sion en los lados remotos del norte, el pueblo del gran Rey. En sus torres de habitación Dios mismo ha llegado a ser conocido como altura segura. Marchen ustedes alrededor de Sion, y rodéenla, cuenten sus torres. Fijen su corazón en su antemural, inspeccionen sus torres de habitación, para que puedan relatarlo a la generación futura. Porque este Dios es nuestro Dios hasta tiempo indefinido, aun para siempre. El mismo nos guiará hasta que muramos.”—Sal. 48:1-3, 12-14.
[Ilustración de la página 181]
La visión del apóstol Juan de la Nueva Jerusalén