Hojas de curación
1. ¿Para qué curación abrevió Jehová los días de tribulación, y qué milagros resultaron?
EL CLERO de la cristiandad pretende que su comisión divina es convertir el mundo a Cristo. Pero después de dieciséis siglos ellos están más lejos que nunca de lograrlo. Dios preconoció lo que ellos resultarían ser en este día. De modo que él no los ha enviado ni ha esperado que ellos lleven a cabo la curación espiritual de sus “ovejas” sobre la tierra. Él ha levantado a un resto leal de imitadores del Pastor Propio Jesucristo, los cuales aprecian que la necesidad espiritual de la gente es más importante que su bienestar físico. Poco después de la I Guerra Mundial los del mismo resto requirieron la atención del gran Médico, y él los sanó espiritualmente. De hecho, a causa de estos elegidos o seleccionados Jehová abrevió los días de la grande tribulación sobre el mundo de Satanás, para que el resto pudiera ser sanado de lo que le molestaba espiritualmente y pudiera ser salvado para vida eterna en el nuevo mundo. Él sanó las aguas de doctrina que ellos estaban bebiendo, para inmunizarlos contra el ser infectados por este mundo pecaminoso. (Mat. 24:21, 22; Eze. 47:8, 9; Éxo. 15:23-26) La verdad del asunto es que él hizo que fluyera hacia ellos un río de verdades del Reino que continuamente se hace más profundo y ancho. Estas aguas han sido dadoras de vida para ellos. Espiritualmente, el resultado del programa divino de sanidad para con ellos ha sido milagroso, cumpliendo la profecía: “¡He aquí a vuestro Dios! ¡La venganza viene, la retribución de Dios! ¡él mismo viene, y os salvará! Entonces serán abiertos los ojos de los ciegos, y los oídos de los sordos serán destapados; entonces el cojo saltará como ciervo, y cantará la lengua del mudo: porque revientan aguas en el desierto, y arroyos en el yermo.”—Isa. 35:4-6.
2. ¿Quiénes más necesitaban curación? Por eso, ¿en qué misión envió Jehová a su resto?
2 Los de este resto espiritual con destino celestial no eran los únicos que habían de ser sanados en cuanto a sus relaciones con Dios por medio de Cristo. Una grande multitud de otras personas con destino terrenal también necesitaban el beneficio de la obra sanadora del Médico celestial. Necesitaban que se les invitara a las aguas de la verdad del Reino. Necesitaban que se les aplicaran cosas con poderes curativos. De modo que Dios mandó que el resto que ya estaba sanado saliera en una misión sanadora en estos días presagiosos que preceden al Armagedón. Porque los únicos que pasarán a través del Armagedón para entrar al nuevo mundo sano son los que han sido sanados espiritualmente. De modo que él ha hecho que el resto fiel de los herederos del Reino crezcan como árboles fuertes de justicia sobre las riberas del río de la verdad. Se nos describe hermosamente la situación en el Apocalipsis 22:1-3: “Y me mostró un río de agua de vida, resplandeciente como el cristal, fluyendo desde el trono de Dios y del Cordero por el centro de su camino ancho. Y de este lado del río y de aquel lado había árboles de vida, produciendo doce cosechas de fruto, dando sus frutos cada mes. Y las hojas de los árboles eran para la sanidad de las naciones. Y ya no habrá ninguna maldición.”—NM.
3. (a) ¿Qué son su fruto y sus hojas? (b) ¿Quiénes se valen de éstos, y con qué beneficio?
3 El estar allí esas hileras de árboles de justicia es una señal segura de que allí está el agua de vida. La abundancia de hojas invita a los que buscan la vida y que están sufriendo de insolación y de sed ardiente a que vengan a la sombra refrescante debajo de su follaje. Los frutos del Reino, es decir, el mensaje del Reino y el servicio activo de esparcirlo, es lo que ellos ofrecen a la grande multitud de personas de buena voluntad para que coman y se lo den a otros hambrientos. Siendo árboles de justicia, son árboles buenos. Esas hojas son las declaraciones fieles acerca de lo que ellos creen y enseñan abiertamente, sin hipocresía, y acompañadas de frutos del Reino cada mes y estación del año. De manera que esas hojas simbólicas, cuando se aplican a las personas de buena voluntad en todas partes, producen salud, son curativas, actuando como medicina. Como declaró Ezequiel en una visión correspondiente: “Será su fruto para comer, y sus hojas para medicina.” (Eze. 47:12) Centenares de miles ya han venido a estos árboles al lado del río, han comido de los frutos del Reino que se han ofrecido y han aplicado a sí mismos las hojas curativas mediante el aceptar los servicios educativos del resto ungido de los testigos de Jehová. Han experimentado una curación mental, moral y también en cuanto a sus relaciones con Dios. Por eso ahora están en línea para la vida eterna en el nuevo mundo.
4. Entonces, ¿por qué extiende su esfera de acción el programa de sanidad de Jehová?
4 Que los religiosos descarriados que insisten en curaciones físicas sobrenaturales se presten inconscientemente al poder e influencia de los demonios engañadores para así llevar a cabo sus curaciones y prácticas curativas. El programa eficaz de sanidad llevado a cabo por Jehová para dar vida sin fin en el nuevo mundo está en progreso y está realizando maravillas en más y más partes de la tierra. Constantemente está extendiendo su esfera de acción. Porque a medida que la grande multitud de personas de buena voluntad van abriendo los oídos y oyen la invitación para venir a las aguas saludables de la verdad del Reino, sus bocas que una vez estaban silenciosas a causa de la sed también se abren y ellos extienden la invitación a otros que están desfalleciendo de sed y hambre. De hecho, se les manda que compartan el agua y que inviten a otros a venir a ella. Así como está escrito: “Y el espíritu y la novia siguen diciendo, ‘¡Vengan!’ Y cualquiera que oye diga, ‘¡Vengan!’ Y cualquiera que tenga sed venga; que cualquiera que desee tome del agua de la vida gratis.” (Apo. 22:17, NM) Esta no es una medicina socializada, llevada a cabo mediante el imponer impuestos sobre la gente. Este es un servicio de Dios llevado a cabo sin cobrar a los que ejercen fe en él y en su reino mediante Cristo Jesús.
SE ACABARÁN EL DOLOR Y LA MUERTE
5. ¿Cómo terminará para los de buena voluntad el programa de sanidad que ya ha empezado? ¿Dónde y cuándo?
5 Para los hombres y mujeres de buena voluntad de este día no habrá solamente una restauración espiritual. Eso constituye sólo el principio de una verdadera salud para ellos. Al debido tiempo habrá maravillosos milagros en sentido físico, resultando en perfección humana para el cuerpo y la mente, en un paraíso sin enfermedad. Es verdad, la salud espiritual que ellos pueden alcanzar ahora antes del Armagedón tiene un efecto saludable sobre su mente, corazón y espíritu y hasta sobre su condición física. Pero después de la batalla del Armagedón vendrá la eliminación de toda la imperfección humana y del pecado entre los habitantes del nuevo mundo. El nuevo mundo será el tiempo y el lugar para eso. Ese será el séptimo período de mil años de experiencia humana, y corresponde con el séptimo día de descanso y recuperación física que Jehová estableció legalmente entre su pueblo escogido de hace mucho.—Éxo. 20:8-11.
6. ¿Para qué será el tiempo apropiado ese día sabático milenario, y cómo prefiguró eso Jesús sobre la tierra?
6 Ese séptimo milenio marcará el tiempo fijado para que entre la humanidad afligida al descanso y para que sea librada de los esfuerzos trabajosos para conseguir ella misma la perfección, y para librarse del pecado y de todas las acompañantes imperfecciones, enfermedades, accidentes, decrepitudes y muerte. Esa fué una de las razones por las cuales Jesús hizo muchos milagros en el sábado o día de descanso judío. Él así manifestó lo que haría para los cuerpos enfermizos de la humanidad en el sábado milenario del cual él es el Señor. (Mat. 12:8; Mar. 3:2; Luc. 6:7; 13:14; Juan 5:9, 10, 16) Él puede actuar y de hecho actuará de Médico para los cuerpos de la gente de buena voluntad que él redimió, porque está escrito acerca de él desde su resurrección y glorificación en el cielo: “Jesucristo es el mismo ayer y hoy, y eternamente.”—Heb. 13:8, NM.
7. ¿Recibirán los sobrevivientes del Armagedón un cambio instantáneo a la perfección humana? O ¿cualquiera de los resucitados sobre la tierra?
7 Inmediatamente después que haya terminado la batalla del Armagedón y el nuevo mundo se haya inaugurado cabalmente, ¿qué habrá concerniente a las personas de buena voluntad que hayan sobrevivido a la batalla debido a que recibieron curación espiritual? ¿Serán curadas instantáneamente de toda aflicción corporal y hechas perfectas milagrosamente? No. Eso no concordaría con el estar ellos todavía en los mismos cuerpos humanos y teniendo todavía los rastros de pecado y las inclinaciones malas que heredaron de Adán. Ellos no serán perfeccionados en un instante de tiempo después del Armagedón así como tampoco serán resucitados como hombres perfectos los fieles testigos de la antigüedad, Abel, Enoc, Noé, Abrahán, etc., por el poder de Dios operando mediante Cristo el Rey. Algunos del resto ungido de herederos del Reino también sobrevivirán al Armagedón junto con la grande multitud de “otras ovejas”, y ese resto no experimentará ningún perfeccionamiento de su carne en un instante. Ellos buscan la perfección, no en la carne, sino en los cielos, mediante el tener parte en la primera resurrección para vivir como hijos espirituales de Dios.
8. ¿Por qué arguye contra el recibir perfección humana instantáneamente el cumplimiento del mandato para multiplicar y llenar la tierra?
8 Si las “otras ovejas” terrenales experimentasen una curación física para alcanzar perfección humana al instante después del Armagedón, entonces al recibir ellos el mandato divino para casarse, multiplicarse y llenar la tierra con una prole justa eso significaría que producirían hijos perfectos sobre la tierra. Esos hijos no necesitarían los beneficios del sacrificio rescatador de Jesús ni la obra sanativa de su reino. Por supuesto, no nacerán niños muertos en ese entonces, ni morirán madres en el parto. Pero después del Armagedón los hijos que nazcan en cumplimiento del mandato que Dios entonces dé no nacerán en perfección humana. Evidentemente cualquier parto que entonces sea autorizado cesará antes que las parejas casadas lleguen a la perfección humana. De modo que sus hijos también sentirán los efectos de su descendencia del pecador Adán y tendrán que ejercer fe y valerse de las provisiones redentoras que Dios ha provisto por medio de su Rey Jesucristo. Vida eterna no es posible para el hombre a no ser mediante él. “El don que Dios da es vida eterna por Cristo Jesús nuestro Señor.”—Rom. 6:23, NM.
9. ¿De qué será sanada entonces la humanidad? ¿A qué paso se llevará a cabo su curación?
9 La humanidad será curada de todos los efectos del pecado y condenación heredados de Adán. Eso también incluye la muerte en las tumbas memoriales. Ese milagro estupendo de curación será efectuado resucitando a los que murieron y volvieron al polvo de la tierra. No hay lugar para dudar esto, porque Jesús y sus apóstoles levantaron a muertos y el Médico omnipotente Jehová Dios levantó a su amado Hijo Jesucristo a la vida eterna, según testificaron centenares de testigos del Hijo resucitado de Dios. Pero para los que sobrevivan al Armagedón y para los que serán resucitados de las tumbas memoriales, la curación física será gradual hasta que se alcance la perfección humana, a más tardar para fines de los mil años. El progreso de la salud humana será gradual y dependerá del progreso que éstos hagan en el camino de justicia bajo el dominio milenario de Cristo.
10. (a) En ese entonces ¿por qué únicamente serán posibles curaciones de Dios por medio de Cristo? (b) ¿Cómo serán cauterizadas las posibilidades futuras de enfermedad?
10 En ese entonces no habrá necesidad de echar demonios o espíritus inmundos fuera de personas, porque todos ellos estarán atados en el abismo junto con Satanás su gobernante. De modo que es imposible que haya entonces hechiceros, brujos, nigromantes y mediums espiritistas, y ningún religioso mal informado podrá ir entre la gente y celebrar períodos de sanar y efectuar curaciones sobrenaturales con el poder de Satanás el Diablo que siempre se esfuerza por transformarse en ángel de luz para descarriar a la humanidad. (2 Cor. 11:13-15) Las únicas curaciones que entonces serán posibles vendrán de Dios por medio de Cristo el Rey y se harán sin cobrar dinero. Todos los que se sometan cabalmente al tratamiento divino hasta que el gran Médico los despida del tratamiento por estar completamente sanados podrán enfrentarse con Satanás y sus demonios que serán soltados al fin de los mil años. Entonces nadie estará demasiado débil para enfrentarse con sus asaltos engañosos y resistirlos ni para retener la salud perfecta de su cuerpo, mente y corazón contra sus esfuerzos contagiosos. Los que cedan a sus engaños lo harán, no debido a alguna flaqueza oculta en sus sistemas, sino voluntariosamente y teniendo ellos la responsabilidad inexcusable. Dios y su Rey no permitirán que sigan viviendo esos rebeldes que se oponen al gobierno teocrático y a la justicia para contaminar e infectar el nuevo mundo con el pecado que produce muerte. Los destruirán cabalmente, cauterizando así toda posibilidad de infección con el fuego de la destrucción eterna.—Apo. 20:7-15.
11. Entonces ¿cuál será el gran resultado del programa de sanidad de Dios para la tierra y sus habitantes?
11 Eso representará el punto culminante del programa de sanidad del gran Médico. Los que retienen cabalmente su sanidad espiritual manteniendo su integridad bajo esta prueba final serán justificados para vida eterna sobre la tierra paradisíaca. Comerán de sus frutos perfectos y sustentarán su vida, manteniéndola en la imagen y semejanza de Dios, con gozo eterno sobre su cabeza. La tierra ya no tendrá un rótulo que diga, “¡Cuidado! Enfermedad contagiosa aquí,” para amonestar al resto del universo. La curación divina habrá logrado el resultado milagroso predicho: “¡Mire! la tienda de Dios está con la humanidad, y él residirá con ellos, y ellos serán sus pueblos. Y Dios mismo estará con ellos. Y él limpiará toda lágrima de sus ojos, y la muerte no será más, ni tampoco habrá más duelo ni lloro ni dolor. Las cosas anteriores han pasado.”—Apo. 21:3, 4, NM.