Superintendentes en la diestra de Cristo
1. ¿A qué congregación se le mandó a Juan que escribiera primero, y qué palabras de despedida del apóstol Pablo posiblemente oyeron directamente algunos de los superintendentes de aquella congregación?
“AL ÁNGEL de la congregación de Éfeso escribe: Estas son las cosas que dice el que sostiene las siete estrellas en su diestra, el que anda en medio de los siete candeleros de oro.” (Apo. 2:1) En obediencia a este mandato del Cristo glorificado, Juan indudablemente le escribió al superintendente o al grupo de superintendentes encargado de la congregación que estaba en Éfeso. Es posible que en el día de Juan algunos de estos hombres de mayor edad hubieran conocido al apóstol Pablo años antes, cuando dijo estas palabras de despedida: “Presten atención a ustedes mismos y a todo el rebaño, entre quienes el espíritu santo los ha nombrado como superintendentes, para apacentar a la congregación de Dios, que él compró con la sangre del [Hijo] suyo. Yo sé que después de mi partida entrarán entre ustedes lobos opresivos y no tratarán al rebaño con ternura, y de entre ustedes mismos se levantarán hombres que hablarán cosas torcidas para arrastrar a los discípulos tras sí. Por lo tanto manténganse despiertos.” (Hech. 20:28-31) Juan estaba ahora en la isla penal de Patmos, no muy lejos de Éfeso, y se encargaría de que los superintendentes de Éfeso, así como también los superintendentes de las demás congregaciones mencionadas del Asia Menor, recibiesen toda la Revelación con su mensaje específico para cada congregación.
2. Por sus palabras de apertura, ¿de qué recordó Jesús a los superintendentes efesios, y qué representan hoy día las condiciones de las congregaciones de aquel entonces?
2 Mediante sus palabras de apertura Jesucristo recordó a esos superintendentes efesios, así como a los de todas las otras congregaciones, que ellos estaban en su diestra, dentro de su poder y dominio y dentro de su favor y protección: ‘Nadie los arrebatará de mi mano,’ dijo él. (Juan 10:28) Igualmente en estos tiempos apocalípticos se les recuerda a los superintendentes, especialmente a los superintendentes ungidos por el espíritu, encargados de las congregaciones del rebaño de Dios que están en la mano de Cristo y que tienen que ser guiados y usados por su mano y que no han de resistirla ni luchar contra ella. Actualmente no hay congregación de testigos de Jehová en Éfeso cerca de la costa del mar Egeo. Pero la condición de la congregación de aquel entonces prefiguró la condición que puede existir en una congregación o en varias congregaciones de los testigos cristianos de Jehová hoy día. Las condiciones de las siete congregaciones que se mencionan como estando en el Asia Menor se usaron para representar las diferentes condiciones que imperan acá y allá hoy día entre las congregaciones del rebaño de Dios. Por lo tanto es correcto que a las “estrellas” de las congregaciones, los superintendentes ungidos de todas las congregaciones, se les informe de las condiciones que corresponden a las que fueron prefiguradas en los mensajes que Cristo dirigió a las siete congregaciones del Asia Menor. Entonces tienen que seguir las instrucciones de Cristo, como hombres de confianza a su diestra, y trabajar para corregir las condiciones incorrectas y ayudar a todos los miembros a vencer a este viejo mundo que ahora se encuentra en sus últimos días.
3. En aquel entonces, ¿qué hizo la “estrella” de la congregación con el mensaje que recibió por medio de Juan, como un ejemplo de qué acción hoy día?
3 En aquel entonces, si se le enviaba un mensaje específico de Cristo mediante Juan, la “estrella” de la congregación leía el mensaje a la congregación para cuyo beneficio se escribió. De igual manera hoy en día, los superintendentes de las congregaciones leen las comunicaciones a sus respectivas congregaciones conforme las reciben de la junta administrativa de la clase del “esclavo fiel y discreto.”
EL CANDELERO EN ÉFESO
4. A pesar de cosas a su favor, ¿de qué consideraba Jesús culpable a la congregación efesia, y cómo pueden necesitar ayuda respecto a esto las congregaciones hoy día?
4 Igual que la congregación de la antigua Éfeso, las congregaciones hoy día pueden tener a su favor hechos y trabajo concienzudo y un registro de aguante. Puede que no hayan tolerado a hombres inicuos. En cuanto a los hombres que dicen ser apóstoles o sucesores apostólicos, han usado las Escrituras inspiradas para ponerlos a prueba y han hallado que son mentirosos en sus pretensiones. Han vuelto a las enseñanzas y modos de hacer las cosas apostólicos luchando “vigorosamente por la fe que una vez para todo tiempo fué entregada a los santos.” (Judas 3) Durante años han persistido por amor al nombre de Cristo y no se han cansado. Pero la pregunta es: ¿Han dejado el amor que tuvieron al principio? Debido al aumento de todo lo que es contrario a ley en la cristiandad, ¿se ha enfriado su amor? ¿Se ha alejado su amor hacia alguna atracción de este viejo mundo materialista? ¿Se han cansado de mostrarle cariño a Cristo, lo cual demanda el alimentar a sus ovejas y el tener la disposición mental que se hallaba en él? Cristo los considera culpables si han dejado ese calor, celo e integridad del amor que tuvieron al principio. Si es así, necesitan ayuda para regresar adonde estaban y recobrar lo que perdieron.
5. (a) En cuanto a los que han perdido su primer amor, ¿qué debe hacer el superintendente? (b) ¿Cómo podría ser quitado su candelero?
5 Es responsabilidad del superintendente, la “estrella” de la congregación, iluminar el camino de retorno para éstos a quienes Cristo considera culpables de haber perdido su primer amor. Los superintendentes deben dar pasos para despertar en estos perdedores este amor original. El amor que les tienen a las ovejas de Cristo impulsará a los superintendentes a salir y tratar de hacer que vuelvan los que han dejado de asistir a las reuniones o se están haciendo descuidados. Tratarán de contrarrestar el peligro que Jesús predijo: “Debido al aumento de todo lo que es contrario a ley el amor de la mayor parte se enfriará.” (Mat. 24:12) Comprenden que ninguno que pierda su primer amor puede ser miembro final de la congregación de Dios. Es tiempo, por lo tanto, de recordar de qué es que uno se ha caído, y luego con aflicción cambiar de parecer y volver a hacer los hechos que antes se hacían. De otro modo uno no estará obrando como parte de un candelero, a saber, dejando que su luz brille. No estará participando en el servicio de un candelero. Si un superintendente permitiese que todas sus ovejas llegasen a ser desamorosas y se apartaran y dejaran de brillar, Cristo en realidad le quitaría su candelero. Sería como una estrella sin candelero o congregación. De modo que tiene que encargarse de que la congregación candelero brille e ilumine su parte del campo, que es el mundo.
6. Igual que la congregación efesia a la que Pablo en un tiempo amonestó, ¿a qué deben tenerle odio continuo el superintendente y la congregación hoy día, y por qué?
6 En su despedida a los superintendentes efesios Pablo amonestó que maestros apóstatas formarían sectas en su esfuerzo por arrastrar discípulos tras ellos. Al igual que la congregación efesia, el superintendente y la congregación deberían seguir teniéndole odio intenso al sectarismo, como los “hechos de la secta de Nicolás,” porque Jesucristo, la Cabeza del un solo cuerpo indiviso, también odia el sectarismo, el seguir tras este hombre o aquél sobre la tierra.
7. ¿Por qué debemos nosotros hoy día mantener los oídos afinados para oír lo que el espíritu dice a las congregaciones?
7 Nosotros que estamos asociados con un candelero bajo una “estrella” superintendente debemos mantener nuestros oídos afinados para oír lo que dice el espíritu de Dios. Tenemos que prestar atención a la expresión inspirada por Dios. Dijo Jesús: “El que tenga oído oiga lo que dice el espíritu a las congregaciones,” las siete congregaciones de Asia que representaron a todas las congregaciones semejantes a ellas hoy en día. Aun Jesús en el cielo habla mediante el espíritu o fuerza activa de Dios, de modo que realmente es Dios quien habla mediante Jesús. De tal modo Jesús atribuyó más valor y autoridad al espíritu de Dios que a sí mismo, con el fin de amonestarnos en contra de cometer el pecado mortal contra el espíritu de Dios. Cuando Jesús estuvo en la tierra habló bajo el funcionamiento del espíritu de Dios, y arriba en el cielo él no ha cambiado.—Isa. 61:1, Mod; Luc. 4:16-21; Heb. 13:8.
8. ¿A qué victoria estimula el espíritu a los miembros de la congregación, y por qué es posible tal victoria?
8 Los que han apostatado en ciertos sentidos y que necesitan recobrarse tienen mucho que vencer. (1 Ped. 4:17, 18) De hecho, todos los miembros de la congregación tienen mucho que hacer en cuanto a este asunto de vencer. Tienen que demostrarse vencedores; pero hay una recompensa por hacerlo. El espíritu de Dios anima a todos hacia adelante para vencer al mundo de Satanás con esta promesa: “Al que venza yo le concederé comer del árbol de la vida, que está en el paraíso de Dios.” (Apo. 2:7) Para la congregación engendrada por el espíritu se trata de lograr esa vida celestial con Dios o de no conseguir vida eterna en ningún otro lugar. La victoria es posible. No hay por qué inquietarnos acerca de este hecho. Dijo Jesús: “Les he dicho estas cosas para que por medio de mí puedan tener paz. En el mundo tendrán tribulación; pero ¡alégrense! yo he vencido al mundo.”—Juan 16:33.
EL CANDELERO EN ESMIRNA
9. ¿Qué se dice a favor de la congregación de Esmirna, y qué se dice en contra de la “sinagoga de Satanás”?
9 En la actualidad hay algunos que se parecen a la congregación de la antigua Esmirna. Se da un mensaje animador para éstos mediante la “estrella” superintendente. Una cosa que se dice a favor suyo es que no son materialistas como este mundo; su modo de vivir está libre del amor al dinero y se conforman con las cosas materiales que poseen. Cristo sabe que son pobres en cuanto a lo material. Él también fué pobre en la tierra, pero era rico espiritualmente entonces y él sabe igualmente que ellos son ricos espiritualmente también. No imitan a los que afirman falsamente que son judíos, pero que blasfeman al hacer tal afirmación, pues no son fieles al nombre; no son alabadores de Jehová, como lo fué Lea la madre de Judá. (Gén. 29:35) En lugar de ser la congregación de Dios, como lo fué una vez la nación judía hasta que rechazó y mató a Cristo el Mesías, ellos son una “sinagoga de Satanás.” Son materialistas y siguen tras las cosas no espirituales del mundo de Satanás.
10. ¿Cómo imitan hoy día los cristianos verdaderos a la congregación de Esmirna en no copiar a los de la “sinagoga de Satanás,” y por eso qué no puede ser un superintendente de congregación?
10 Los cristianos semejantes a la congregación de Esmirna no copian a los de la “sinagoga de Satanás” en su materialismo, en su adhesión a las tradiciones en lugar de a la Palabra de Dios, en su sionismo político de los tiempos modernos y en su rechazamiento del reino establecido de Dios. Los hombres que ahora pretenden ser judíos espirituales, o judíos interiormente, pero que no son el “Israel de Dios” verdadero, espiritual, imitan a aquellos judíos naturales infieles, y son también la “sinagoga de Satanás.” Los cristianos verdaderos de hoy día que imitan a la congregación de Esmirna son la congregación de Jehová y llevan y apoyan su santo nombre. Para transmitir estas palabras de Cristo en contra del materialismo una “estrella” o superintendente de congregación no puede ser él mismo materialista, poniendo de este modo un mal ejemplo contrario a las palabras de Cristo.
11. (a) En conexión con esto, ¿por qué Jesús cuando estuvo en la tierra no temió sufrir ni morir por sostener principios? (b) ¿De qué nos dice que no temamos, y qué recompensa ofrece el espíritu a los seguidores de Jesús que vencen?
11 Ya que no puede llevar todo consigo al sepulcro, el materialista teme morir a causa de sostener principios. No puede aceptar gozosamente el pillaje de sus bienes por seguir fielmente en las pisadas de Cristo. Cristo no temía morir por adherirse firme y fielmente a la soberanía universal de Jehová; no era materialista. Si no temía despojarse a sí mismo y poner a un lado su gloria celestial no se opondría a separarse de cosas menores, las cosas materiales terrenas. Nos dice que procedamos como él, que no temamos los sufrimientos que sus seguidores inevitablemente sufrirán al “tiempo del fin” de este mundo, especialmente ahora que Satanás el Diablo ha sido arrojado del cielo y guerrea contra el fiel resto de la simiente de la mujer de Dios. Nos enfrentamos al ataque total que Gog de Magog efectuará contra el resto y sus compañeros dentro de poco. Las palabras de Jesús a la congregación de Esmirna son por lo tanto oportunas y buenas: no temer ese ataque furioso, ni las cosas que tenemos que sufrir antes de ese tiempo—prisión, “tribulación por diez días,” o muerte violenta. Él mismo murió una vez pero volvió a vivir por el poder todopoderoso de Dios y ya no puede morir, pues ya no puede alcanzarlo ni hacerle daño la “muerte segunda.” Él ahora tiene todo el poder en el cielo y en la tierra y puede ofrecer la corona de la vida a sus fieles seguidores. Igual que él, el único Potentado, “el cual solo tiene inmortalidad,” en la resurrección sus seguidores que vencen a este mundo condenado serán puestos donde no pueda alcanzarlos ni hacerles daño la muerte segunda. (Apo. 2:8-11) Una “estrella” o superintendente de congregación debe ser un vencedor del mundo como ejemplo correcto.
EL CANDELERO EN PÉRGAMO
12. ¿Por qué se dijo que la congregación de Pérgamo moraba “donde está el trono de Satanás”?
12 Pérgamo de la antigüedad era una ciudad que los paganos consideraban sagrada, una ciudad religiosa del paganismo. Tenía un templo para su dios principal, llamado Zeus o Júpiter, con un altar de más de quince metros de altura. Esta capital antigua de la provincia romana de Asia llegó a ser un centro notorio para la adoración del emperador romano y para otros cultos paganos. Durante el período romano de su existencia se edificó un templo en el acrópolis de Pérgamo al emperador César Augusto, el “divino Augusto.” La ciudad era célebre por su fidelidad a Roma, la capital de los Césares. El negarse a participar en la adoración pagana de César el emperador podría resultar en la muerte de uno como mártir que apoyaba la soberanía universal de Jehová Dios. Tomando en cuenta la adoración diabólica que se practicaba aquí, en Pérgamo, y cuán intensificado estaba el dominio diabólico sobre los hombres aquí, y como deificaban a los hombres y adoraban el poder imperial de hombres, claro está que no fué sin buen motivo que se dijo que la congregación de esa ciudad moraba “donde está el trono de Satanás.”
13. ¿Cómo estamos nosotros los cristianos hoy día igualmente morando donde está el trono de Satanás, y cómo podemos, a pesar de este hecho, ser como la congregación de Pérgamo?
13 Ahora que el nacionalismo es cosa tan desenfrenada, y a las imágenes y símbolos del nacionalismo se les trata como si fuesen sagrados y se les idolatra, y más de ochenta naciones de este mundo adoran la imagen de las Naciones Unidas, y Satanás el Diablo, expulsado, ha descendido a los residentes de la tierra teniendo gran ira, el resto de la congregación de Jehová y sus compañeros son como Pérgamo por morar donde está el trono de Satanás. ¿Puede Cristo alabarnos a nosotros también mediante el ángel de la congregación por adherirnos firmemente a su nombre y no negar nuestra fe en él como Salvador y Rey, aunque millares de nuestros hermanos cristianos han sido martirizados, como Antipas, a quien Cristo llama “mi testigo, el fiel, que fué muerto al lado de ustedes, donde Satanás está morando”? Si puede hacerlo, entonces somos como la congregación de Pérgamo en este sentido.
14. ¿Quién fué el Balaam cuya enseñanza estaban reteniendo firmemente algunos de la congregación de Pérgamo, y a quiénes maldijo Jehová a causa de Balaam?
14 Sin embargo, jamás debemos olvidar que hay quienes están ansiosos de causarnos daño espiritualmente, por consiguiente causarnos daño para la eternidad. ¿Quiénes son éstos? Son personas religiosas como Balaam y como los maestros de la secta de Nicolás. De un modo materialista, Balaam procuró convertir su oficio de profeta en un negocio para obtener ganancia material aun a costa de maldecir a la nación santa de Jehová, Israel. Cuando Jehová Dios convirtió su propuesta maldición en una bendición para Israel, entonces Balaam trató de trabajar con el poder político de este mundo simbolizado por el rey Balac. Intentó inducir a Israel a la adoración de ídolos, a la adoración demoníaca, mediante jóvenes paganas cuyos cuerpos estaban dedicados al manoseo inmundo de los adoradores del dios falso, Baal de Peor. Esto obligó a Jehová a maldecir, no a la nación entera de Israel, sino a los que cedieron a las maquinaciones de Balaam, el profeta que codiciaba ganancias.
15. ¿Cómo tiene que actuar el superintendente de congregación como el sacerdote Finees, y por eso por qué tiene que examinarse él mismo, y contra qué tiene que vigilar?
15 Hoy día el superintendente “estrella” de una congregación debe demostrar ser como Finees el hijo de Eleazar a su vez hijo de Aarón el sumo sacerdote. En esa ocasión antigua Finees desarraigó tales actividades astutas de líderes religiosos como Balaam. (Núm. 22:1 a 25:15; 2 Ped. 2:15, 16; Judas 11) El superintendente del tiempo actual debe conducir a la congregación en la marcha al Nuevo Mundo. No debe tratar de obstruir ni permitir ninguna obstrucción en nuestra marcha próspera hacia nuestro destino más allá de la batalla del Armagedón. Él tiene que examinarse a sí mismo constantemente para asegurarse de que no esté mercantilizando su puesto profético, su cargo responsable e impresionante. Tiene que vigilar contra la infiltración de la adoración del sexo que plaga a este mundo y contra la intrusión de las sectas religiosas.
16. ¿Qué tiene que hacer el que es culpable de las cosas susodichas, y para evitar la muerte segunda y lograr la vida eterna qué tenemos que hacer nosotros?
16 Cualquiera que sea culpable de tales cosas necesita arrepentirse, sí, arrepentirse sin demora, pues Cristo viene rápidamente para ejecutar juicio divino. En su boca tiene el poder de la muerte segunda para cualquiera que se deje vencer por este mundo. Tenemos que tener cuidado de no hacer que la espada ejecutiva de la boca de Cristo luche contra nosotros. Eso querría decir nuestra muerte segura, la “muerte segunda,” representada por el Gehena. Como estrellas bajo él, los superintendentes de las congregaciones deben mantenerse en pleno acuerdo con el Ángel del pacto de Jehová, el Superintendente Principal, que está ahora en el templo para los procedimientos judiciales. Este no es tiempo para ser vencidos por un mundo que Cristo mismo ha vencido. Es tiempo para vencer al mundo tal como él lo hizo y con la ayuda de él. El espíritu de Dios hablando por medio de él promete una recompensa grandiosa, la incorruptibilidad en el reino celestial y una nueva relación para con Jehová Dios, prefigurada por el maná incorruptible y oculto y una piedra blanca de nombre con un nuevo nombre escrito en ella, que solamente el vencedor comprenderá plenamente a su debido tiempo. Los superintendentes deben ser fieles y entregar este mensaje.—Apo. 2:12-17.
EL CANDELERO EN TIATIRA
17. ¿Qué tenía a su favor la congregación de Tiatira, pero qué pensamiento incorrecto hay que llamar a su atención?
17 Las condiciones semejantes a las que existieron en la congregación antigua de Tiatira tienen que recibir la atención del superintendente “estrella” cuya preocupación llegan a ser éstas. Cristo, que ve como con ojos semejantes a una llama ardiente y que anda como con pies incorruptibles, resistentes como el bronce fino, vió que la congregación de Tiatira tenía un aumento de obras a su favor. Pero no debemos pensar que sólo porque una persona logra un registro excelente y vistoso en la obra física de la organización de Dios y por el tiempo que emplea en ello que ella puede ser descuidada acerca de su moralidad. El hecho de que no puede proceder así tenía que llamarse a la atención de la congregación de Tiatira; hay que llamar atención a ello hoy día.
18. ¿Cómo se había introducido una Jezabel en la congregación de Tiatira, cómo le había dado Cristo tiempo a ella, y que acción amenazaba tomar él?
18 Jezabel, la hija del rey pagano de Sidón, fue dada en matrimonio político al rey Acab. Usó su posición para causar gran daño religioso al reino de Israel. Una Jezabel, una mujer o un grupo de mujeres con características semejantes a las de la reina Jezabel, se había introducido en la congregación de Tiatira. Pero la congregación bajo su superintendente “estrella” no había obrado para sobrepujar y desarraigar esta influencia femenina en dirección a la falsa enseñanza, la falsa adoración y la inmoralidad religiosa y física. Cristo le dió a la congregación tiempo para obrar con respecto al asunto y así le dió a la clase de la “mujer Jezabel” tiempo para arrepentirse. Pero dado que la congregación de Tiatira descuidadamente toleraba las operaciones de esta clase inmunda y anticristiana en medio de ella, Cristo mismo advirtió tocante a la acción que tomaría hacia esta clase impenitente. ¿Qué? Matarla con gran tribulación, como espectáculo a todas las congregaciones para que supiesen que el Superintendente Principal no tolera una clase impenitente como ésta.
19. ¿Por qué no se atreve un superintendente de congregación a ceder a la enseñanza e influencia de Jezabel, y cómo puede retener firmemente la congregación lo que tiene hasta que Cristo venga para ejecutar juicio?
19 El superintendente de una congregación no se atreve a ceder a la enseñanza e influencia de Jezabel hoy día. Los que cometen fornicación espiritual y física con ella no pueden escaparse de los ojos ardientes del Superintendente Principal, y se hallan en línea para ser ejecutados si no se arrepienten. No nos es necesario entrar en tal fornicación para llegar a saber lo que es por experiencia y así llegar a “conocer las ‘cosas profundas de Satanás.’” El Juez que sabe por principio lo que es nos amonesta en contra de esto. Basta con su amonestación. Debemos aceptarla. Entonces Cristo no pondrá sobre nosotros una carga de responsabilidad y nos mantendremos libres de la responsabilidad de congregación a causa de condiciones malas dentro de ella. No debe dejarse entre nosotros la levadura del pecado para corromper por fin lo bueno que nos quede. Cristo avisa: “Retengan firmemente lo que tienen hasta que yo venga.” Esto exigirá el vencer al mundo.
20. ¿Qué poder sobre las naciones recibirán los vencedores del mundo, y en vez de estrellas de congregación, qué les será dado?
20 Al que sobre la tierra venza a este mundo resistiendo sus concupiscencias, sus fines impíos, sus métodos y sus prácticas, se le dará autoridad celestial sobre las naciones. Los que concluyan su carrera terrestre fielmente como vencedores del mundo en imitación de Jesús serán resucitados al poder con él en el cielo y participarán con él cuando haga añicos a las naciones enemigas en la venidera “guerra del gran día de Dios el Todopoderoso.” Esa será una victoria sobre este mundo en otro sentido. Será una victoria para el nuevo mundo de Dios. Ahora a la congregación cristiana se le han dado estrellas simbólicas, los superintendentes fieles. Pero entonces en la resurrección a la vida en el cielo se le dará a la congregación “la estrella de la mañana,” la cual es Jesucristo el Novio.—Apo. 2:18-29; 22:16.
21. Por lo tanto, ¿de qué manera deben proceder las mujeres en la congregación, y qué cosa que la congregación tiene debe ella retener firmemente?
21 Por lo tanto disciernan las mujeres su posición correcta en la congregación. Usen en las debidas ocasiones una cubierta sobre la cabeza como señal de sumisión, como señal de no intentar usurpar el puesto del hombre, ya sea como superintendente “estrella” o como siervo ministerial. Que no induzcan a ningún hermano a la fornicación espiritual o física. Cuide celosamente toda la congregación lo que tiene, la pureza cristiana de doctrina y de comportamiento y el tesoro de testificar acerca del Reino. Entonces la venida de Cristo como Ejecutor de juicio será, no con castigo mortal, sino con recompensas del nuevo mundo.
EL CANDELERO EN SARDIS
22. (a) Al dirigirse a la congregación de estilo Sardis, ¿qué tiene Cristo en su poder? (b) ¿Qué condición de moribundo espiritual tiene que señalar y no dejar que continúe el ángel de la congregación?
22 Igual que un siervo de circuito o superintendente general Cristo inspecciona condiciones de todas clases dentro de las congregaciones que están bajo su cuidado, incluyendo tal condición espiritual como la que tenía la antigua congregación de Sardis. Al ver tal condición, ciertamente llamará la atención a ella: “Estas son las cosas que dice el que tiene los siete espíritus de Dios y las siete estrellas.” Él tiene el pleno poder iluminador del espíritu de Dios, y tiene al siervo de congregación de Sardis así como a los ángeles o estrellas de las otras seis congregaciones en su poder y bajo su dirección. El ángel de la congregación del estilo Sardis no recibe un mensaje muy agradable del gran Arcángel mediante la clase del “esclavo fiel y discreto,” que corresponde en el día moderno al Juan del Apocalipsis. ¿De qué valor le es a una persona tener una forma de devoción piadosa cuando niega el poder de ella? Puede que uno tenga el nombre de estar vivo religiosamente, pero el Juez de Jehová sabe que está muerto igual que la congregación de Sardis. Está dormido a sus privilegios y al llamado de la hora para servicio diligente y animado. Deja de efectuar todas las fases del servicio de Dios. Las fases de adoración y de servicio que aún quedan están en peligro de desvanecerse. Un superintendente alerto, y el Gran Superintendente sobre él, no pueden permitir que continúe una condición de moribundo espiritual como ésa.
23. ¿Qué debe impulsarnos a recordar y a hacer el acercamiento del juicio final de la congregación?
23 El juicio final de las personas a quienes se les han confiado los intereses del Reino de Dios se está acercando. Este acercamiento del rendimiento de cuentas final debería estimularnos a recordar que hemos recibido y oído el mensaje del Reino y por consiguiente debería hacernos apreciar nuestra responsabilidad. Entonces, con aprecio profundizado, debemos despertar y seguir vigilando, volver a activar nuestros esfuerzos de servicio que estaban a punto de morir, y retener nuestro conocimiento de la verdad y la oportunidad para predicar que el conocimiento nos proporciona.
24. (a) ¿Cómo ha de ser aumentado el conocimiento de la congregación y cómo ha de ser manifestado que está viva? (b) ¿A qué hora de rendir cuentas tendrá todavía que enfrentarse el superintendente de congregación?
24 Lo que debemos hacer es aumentar nuestro conocimiento. Esto significa estudiar privadamente la Biblia. Significa concurrir a las reuniones de la congregación y ayudar a hacer estas reuniones animadas; significa mantenernos al día con la verdad progresiva; significa usar esa verdad hablando de ella a otros dentro y fuera de la congregación. Para ayudar a cada uno a lograr este fin el superintendente de la congregación junto con sus auxiliares ministeriales hará arreglos para mantener a cada miembro despierto espiritualmente y no permitir que la organización local muera, no teniendo buenas obras para mostrar que tiene vida espiritual. Trabajarán para aumentar la concurrencia de los miembros a las reuniones. Harán que el mensaje esté al día incorporando doctrinas frescas y vivas a medida que éstas sean reveladas. Se esforzarán por ensanchar la actividad de la congregación en todas las formas necesarias de servicio. Ampliarán más el testimonio y lo comunicarán más eficazmente. No permitirán que la congregación se haga viva a los placeres y muerta al servicio. Uno de estos días cada superintendente tendrá que dar cuenta final a alguien más elevado que la junta administrativa asociada con la Sociedad Watch Tower Bible & Tract. Esa hora vendrá como ladrón. ¡Qué necesario es, entonces, tener un curso recordativo y mantener a todos vivos a las obras de testificación!
25. (a) ¿Quiénes andarán con Cristo vestidos de blanco y no serán echados de su compañía? (b) ¿El nombre de quién no será borrado del libro de la vida, y qué reconocimiento será hecho de tal persona?
25 Aun en una situación semejante a la de Sardis puede mencionarse a algunos que tienen vestiduras incontaminadas, que son sin tacha en su apariencia cristiana. Mantienen la religión limpia, incontaminada, la cual exige que se mantenga uno sin mancha moral y religiosa de este mundo. Al continuar andando así, serán pronunciados dignos de andar con Cristo vestidos de blanco y no serán echados de su compañía. Su clase de la novia será vestida como de lino fino limpio y brillante, pues tal lino fino simboliza los hechos justos de los santos de Dios. ¡Qué maravillosas obras de servicio nos tocará efectuar en su nuevo mundo! El pensar en ello, ¡cómo nos estimula a vencer este mundo! Hace que uno desee vivir en el nuevo mundo. Tenemos que mantenernos espiritualmente vivos ahora. Si uno muere espiritualmente, su nombre es borrado del libro de la vida. No vivirá para lograr que su nombre sea reconocido ante el Padre celestial ni ante los ángeles que han ministrado fielmente a la congregación.—Apo. 3:1-6.
EL CANDELERO EN FILADELFIA
26. ¿En qué sentido tiene Cristo la “llave de David,” y qué puerta ha abierto él desde 1919 que los opositores no pueden cerrar?
26 En la capacidad del que tiene a su cargo todos los intereses del Reino, el Superintendente Principal se dirige a la congregación de Filadelfia, pues él tiene la “llave de David.” No entregó esta llave a Pedro, sino que él mismo la tiene ahora. Como sucedió con el poseedor de la llave durante el reinado de David en Jerusalén, de igual manera se ha encomendado al cuidado de Jesucristo el gobierno de la casa de la fe y él es como un padre espiritual para con los habitantes del Israel espiritual. (Isa. 22:22, Mod; Luc. 1:32) Cuando acompañó a Jehová Dios al templo espiritual en 1918 comenzó a juzgar en la casa de Dios. Halló a la clase del “esclavo fiel y discreto.” Ante ella ha puesto una puerta abierta desde 1919, colocando a esta clase a cargo de todos sus bienes espirituales sobre la tierra. (Mat. 24:45-47) Abrió ante ellos la oportunidad y la responsabilidad de cumplir Mateo 24:14 concerniente a dar el testimonio del Reino por toda la tierra a todas las naciones antes de que termine el mundo en el Armagedón. Ningún hombre ha podido cerrar esa puerta desde entonces, ni los participantes de la II Guerra Mundial, ni el hitlerismo nazista, ni el fascismo de Mussolini, ni la acción católica, ni el comunismo ruso con su culto de Stalin y otros cultos.
27. ¿A quiénes se les ha cerrado esta puerta, y cómo se hallan obligados a confesar que Cristo nos ha amado?
27 Esto no es para elogio nuestro. Es para elogio de Cristo que ha mantenido abierta la puerta y la mantendrá abierta hasta que se haya completado la obra de testificación. (1 Cor. 16:9; Col. 4:3, 4) La puerta a estos privilegios del tiempo del Reino se les ha cerrado a la cristiandad y al judaísmo, a todos los de la “sinagoga de Satanás.” No tienen obras de testificación del Reino para mostrar que hayan disfrutado de esta expresión de amor de Cristo. Ahora tienen que humillarse ante nosotros y reconocer que nosotros tenemos las obras, que nosotros tenemos el registro y que estamos continuando las obras. Estamos invitando a todas las “otras ovejas” que aún han de hallarse a que pasen por la puerta abierta y participen con nosotros en la obra.
28, 29. (a) ¿Cuál es el mensaje acerca de aguante que tiene que ser guardado? (b) Por guardarlo, ¿cómo se nos protege de la hora de prueba que ahora está en progreso en toda la tierra habitada?
28 El mensaje del reino de Dios nos dice que el aguante en la adoración y servicio de él es vital. El predicar ese mensaje exige aguante, de la clase que Cristo desplegó. En nuestro aguante tenemos que ser semejantes a Cristo. Él no cesó, no se rindió al enemigo, no abandonó el servicio ni la guerra espiritual. Continuó haciendo la voluntad de su Padre. Resistió hasta el fin amargo. De modo que fué resucitado a una hora triunfante, a una eternidad de triunfo. Derivamos un provecho de amoldarnos al mensaje acerca de su aguante. Se nos protege de la hora de prueba que ahora está en progreso en todo el mundo. ¿Cómo?
29 Igual que en el caso de Jesús. Cuando se halló frente a la elección de todos los reinos de este mundo rechazó el reino de Satanás. Eligió el reino de Dios al escoger adorar a Jehová Dios y no al “dios de este mundo” a quien pertenecían esos reinos de hechura humana. Al adherirse a esa decisión inicial Jesús fué sostenido a través de toda la prueba de su integridad y evitó el desplomarse bajo la prueba de la manera en que el mundo judío se desplomó. También nosotros hemos hecho nuestra decisión a favor del reino de Dios. Mientras nos mantengamos firmes en nuestra decisión predicando las buenas nuevas del Reino, nosotros también seremos protegidos y no se nos dejará caer durante esta prueba. Jamás seremos atraídos a la adoración del Diablo escogiendo y sirviendo los reinos de este mundo. Que la cristiandad caiga bajo la prueba de esta hora, que tropiece sobre la Piedra escogida de Dios y caiga a su destrucción. (1Ped. 2:7, 8) Nosotros hemos escogido la Teocracia bajo Cristo. ¡Se nos mantiene en pie!
30. Por lo tanto, ¿qué tienen que hacer los superintendentes de congregación, y por qué tenemos que retener firmemente lo que tenemos, y cómo?
30 Las “siete estrellas,” los superintendentes ungidos, así como las “otras ovejas” asociadas con ellos en la superintendencia tienen que ayudar a todas las ovejas de Cristo a través de esta hora de tentación poniendo un ejemplo correcto ellos mismos y ayudando a todas ellas. El tiempo de asignar las coronas permanentemente avanza rápidamente. El Poseedor de la “llave de David” dice: “Continúa reteniendo firmemente lo que tienes, para que nadie te quite tu corona.” Sí, retendremos firmemente lo que hemos recibido de él, esforzándonos por aumentar esos intereses del Reino, usando nuestro todo como un instrumento precioso en el servicio del Reino. El que los ungidos pierdan los intereses del Reino ahora antes del Armagedón significa perder la corona celestial. El que las “otras ovejas” pierdan lo que tienen significa perder la vida del nuevo mundo bajo el Reino.
31. ¿Cómo tienen que demostrar los superintendentes ungidos que son pilares y permanecer en línea para la Nueva Jerusalén, y por consiguiente qué deben hacer todos los superintendentes?
31 Los superintendentes ungidos tienen que demostrar que son pilares en la organización templo de Dios, apoyando la adoración del templo en la cual se ocupan ahora las otras ovejas. Tienen que permanecer en línea para la Nueva Jerusalén predicando el reino de Dios y manteniéndose limpios como la que ha de ser novia del Cordero de Dios. Esto es obligatorio, si desean ser pilares en el templo celestial glorificado y llevar el nombre de la ciudad de Dios como ciudadanos celestiales de la misma y participar del nombre del sumamente ensalzado Cristo siendo su novia amada. El templo, la Nueva Jerusalén, el nuevo nombre de Cristo en su puesto celestial—éstas también son cosas que las otras ovejas deben tener en cuenta. Trabajen ellas ahora en armonía con estas realidades vitales. Cualquiera que no se mantenga santo, cualquiera que sea repugnante espiritualmente, cualquiera que practique una mentira, será excluído de la Nueva Jerusalén y de su dominio sobre la tierra. De modo que todos los superintendentes, especialmente los que están en línea para puestos en el templo celestial, lleven la delantera en la adoración del templo noche y día. Entonces verán realizado el beneficio de la promesa de Cristo de Apocalipsis 3:12.
EL CANDELERO EN LAODICEA
32. ¿Cómo se dirigió Jesús a la congregación de Laodicea, y por qué debería haber herido a la congregación esta manera de hablar?
32 En el día del apóstol Pablo había una congregación en Laodicea. (Col. 4:15) Para el tiempo de la revelación que se le dió a Juan se había vuelto mala. Al dirigirse a ella mediante el ángel de la congregación, Jesús se refiere a sí mismo como “el Amén,” “el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación por Dios.” Esta referencia debería haber herido a la congregación laodicense, pues ya no afirmaba sinceramente la verdad como un amén. Ya no era un testigo fiel y verdadero. No daba evidencia de ser parte de la “nueva creación” de la cual Cristo Jesús era y es el primer y principal miembro. ¿Cómo trata Jesús, como Superintendente Principal ejemplar, el caso de la congregación de Laodicea, entonces y ahora?
33. ¿Por qué amenazó Jesús con vomitarlos de su boca, y cómo eran semejantes a Efraín?
33 Los de la clase laodicense no son ni estimuladoramente calientes ni refrescantemente fríos. Son tibios, ¡uf! De modo que, como agua tibia, afuera de la boca tienen que ir. Cristo no los quiere como portavoces suyos, no los quiere como “embajadores substituyendo por Cristo,” ni como portadores de mensajes o testigos que le pertenezcan y que él use. Él les retirará su parte en el cumplimiento de Mateo 24:14 a menos que se arrepientan. Son como la tribu dominante del antiguo Israel, Efraín. ¿De qué manera? En que son como una torta cocinada a medias, como una torta a la que no se le ha dado vuelta, por lo tanto medio cruda, mitad y mitad; por consiguiente, son indiferentes, vacilantes: “Efraim ha venido a ser como una paloma, simple, sin entendimiento: claman a Egipto [no a Jehová], acuden a Asiria [no a Dios].”—Ose. 7:8, 11, Mod.
34. ¿Por qué se hallaban los laodicenses en tal condición tibia, y qué necesitaban para eliminar su miseria espiritual?
34 ¿A qué se debió eso, entonces? A que los laodicenses no continuaron buscando primero el reino de Dios y la justicia que proviene de él mediante Cristo. (Mat. 6:33) Su habla demuestra que suponían que el tener riquezas materiales terrestres significaba tener la aprobación de Dios que hace prosperar; estimaban de mayor valor la riqueza material que los valores espirituales, del Reino, especialmente el “tesoro” de ministrar la verdad del Reino a otros. ¿Qué necesitan ahora los laodicenses para eliminar su pobreza, ceguera y desnudez espirituales? Un esfuerzo bueno y honrado de comprar de Cristo el oro de la fe de calidad probada, las vestimentas de justicia de la clase que dure hasta entrar en el nuevo mundo, y el poder de ver lo espiritual, la facultad de vista espiritual, de modo que puedan ver la suma importancia del Reino acerca del cual tiene que darse ahora el testimonio mundialmente.
35. Por eso, ¿qué tienen que hacer los superintendentes a favor de los laodicenses para que éstos se recobren espiritualmente?
35 Aquí, entonces, está un trabajo para los superintendentes: Despertar de nuevo a los que son de la clase laodicense para que sientan sus necesidades espirituales y luego ayudarlos a llegar a ser “ricos en fe.” (Sant. 2:5) Tal fe es rica o abundante en fruto del Reino y viva para la obra de testificación. Quita la confianza en la justicia propia de uno. Nos conduce a tratar de ser justos a la vista de Dios, con toda la mundanalidad y desnudez pecaminosa dejadas a un lado. Los superintendentes también tienen que ayudar a los laodicenses a aplicarse el colirio espiritual; es decir, a aceptar la enseñanza de Jesús en los asuntos, su consejo, su ejemplo y su actitud mental, y obrar en armonía con éstos. Este es un remedio curativo en contra del “deseo de la carne y el deseo de los ojos y la exhibición ostentosa del medio de vida de uno.” (1 Juan 2:15-17) Al recobrar la vista espiritual, pueden servirles de ojos a otros, y no ser guías ciegos de los ciegos.
36. ¿Qué hace Cristo a aquellos a quienes tiene afecto, y por eso qué tienen que hacer los superintendentes y cómo deben responder los laodicenses?
36 Cristo como Superintendente Principal reprende y disciplina, pero lo hace por el cariño que les tiene a los que se han puesto a seguirlo. Los superintendentes bajo él tienen que proceder de igual modo. Los laodicenses deben apreciar esta demostración valiente y franca de afecto y ser celosos para arrepentirse o cambiar de parecer y luego cambiar su modo de vivir.
37. (a) ¿Para qué es tiempo ahora, y qué invitación se dirige ahora a los laodicenses? (b) ¿Cómo mostrarán los laodicenses modernos que no han sido vomitados de la boca de Cristo?
37 La hora está avanzada. Ha llegado la hora para la mejor comida del día, es decir, la cena, la comida de la noche. Jesús participó de muchas cenas mientras estuvo aquí en la tierra, dando instrucción espiritual mientras disfrutaba de la hospitalidad del amo de casa. Él ahora nos invita a que disfrutemos de tal cena espiritualmente edificante con él. Está ahora a la puerta de la congregación de los de la clase laodicense y llama. Ustedes los laodicenses, ¿oirán su llamada, revivificarán el afecto que le tenían a Cristo, lo admitirán en medio de ustedes y dejarán que les enseñe en comunión preciosa con él? Si así lo hacen, entonces recibirán al superintendente de él que tiene a su cargo la congregación de ustedes. Su superintendente, el ángel de la congregación, la “estrella” en la diestra de Cristo, está dispuesto a abrir la puerta y ansioso de hacerlo. La ha abierto para que Cristo entre para banquetear con los que se arrepienten. Todos ustedes los laodicenses, demuestren que no fueron vomitados de su boca, sino que aún son miembros de su congregación al venir a todas las reuniones de la congregación para el estudio y para el servicio, porque Jesús ha prometido estar presente en la comida espiritual donde tan pocos como dos o tres estén apreciativamente reunidos en su nombre. Las “otras ovejas” están dejando entrar a Cristo, para que les diga a ellas en el juicio venidero: “Fuí extranjero y ustedes me recibieron hospitalariamente.” (Mat. 25:35) ¡Esta acción hospitalaria significa vida!
38. ¿Qué tenemos que vencer ahora, y qué recompensa recibirán los vencedores?
38 Seamos todos amonestados por la reprensión que se dió a los laodicenses. Tenemos que vencer el materialismo de este mundo en este “tiempo del fin.” A cada uno que resulte vencedor, Cristo, hablando mediante el espíritu de Dios, le promete una elevada recompensa, a sus seguidores ungidos un trono, no de algún reino de este mundo, sino con él a la diestra de su Padre en el cielo. A las “otras ovejas” vencedoras les promete un puesto ante su trono, un puesto de favor amoroso en la “nueva tierra” del nuevo mundo de justicia de Dios.
39. ¿Qué, pues, deben hacer las congregaciones y sus “estrellas,” y qué oramos que Cristo les dé?
39 Por lo tanto, continúen brillando, ustedes los superintendentes, como “estrellas” en la diestra de Cristo, actuando como ángeles de él para con las congregaciones. Continúen brillando ustedes las congregaciones, también, como candeleros que él retiene en su lugar. Que él les dé su cuidadosa atención y también su protección para que siempre reflejen luz para iluminar a todos los que serán salvados para siempre.