Preguntas de los lectores
● El Apocalipsis 22:13 (NM) habla del “Alfa y la Omega, el primero y el último, el principio y el fin”. En el Apocalipsis 1:17 (NM) se habla de Cristo Jesús como “el Primero y el Último”. Por eso ¿no se está refiriendo también el Apocalipsis 22:13 a Cristo? El contexto parece indicar que sí, empero las publicaciones de la Wátchtower dicen que Jehová es el “Alfa y la Omega”. ¿Por qué?—J. J., Nueva Jersey.
Alfa es la primera letra del alfabeto griego, y omega es la última; una es el principio y la otra el fin del alfabeto griego. Por eso las expresiones “el Alfa y la Omega” y “el primero y el último” y “el principio y el fin” son expresiones paralelas y significan la misma cosa. Se aplican a Jehová Dios. Isaías 44:6 dice: “Así dice Jehová, el rey de Israel, y su Redentor, Jehová de los Ejércitos: Yo soy el Primero y yo el Último; y fuera de mí no hay Dios.” El Apocalipsis 1:8 (NM) acoge esta idea expresada por Isaías y añade a ella el hecho de que él viene: “‘Yo soy el Alfa y la Omega,’ dice Jehová Dios, ‘El que es y que fué y que viene, el Todopoderoso.’”
De modo que sólo porque el versículo anterior al Apocalipsis 22:13 habla de ese “Alfa y Omega” como viniendo no necesariamente significa que se refiere a Cristo Jesús, cuya segunda venida se menciona frecuentemente. El Apocalipsis 1:8 muestra a Jehová como viniendo, y por eso el Apocalipsis 22:12 puede hacerlo igualmente. Él viene representativamente, por medio de Cristo Jesús. El Apocalipsis 4:8 habla de Jehová como viniendo, y el Apocalipsis 21 muestra su presencia con la humanidad. “¡Mire! la tienda de Dios está con la humanidad, y él residirá con ellos y ellos serán sus pueblos. Y Dios mismo estará con ellos. . . . Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. A todo el que tenga sed le daré de la fuente del agua de vida gratis. Todo el que venza heredará estas cosas, y yo seré su Dios y él será mi hijo.” (Re 21: 3, 6, 7) Esta referencia ciertamente es a Jehová Dios, porque él es Dios para los miembros ungidos del cuerpo de Cristo y ellos son sus hijos espirituales. Ellos son hermanos de Cristo, no hijos, de manera que el texto habla de Jehová, y le llama “el Alfa y la Omega”. Entonces cuando el Alfa y Omega se menciona de nuevo en el siguiente capítulo, ¿por qué ha de ser que el término cambie de repente y aplique a Cristo Jesús en vez de a Jehová Dios? No cambia.
Algunos alegan que se hace referencia a Cristo Jesús en el Apocalipsis 22:13 porque el versículo 16 muestra a Jesús hablando. Pero eso no significa que el que habla en los versículos anteriores tiene que ser también Jesús. El uso de comillas simples entre los versículos 15 y 16 en la Traducción del Nuevo Mundo muestra un cambio de personas que hablan. Tenemos que recordar que la revelación que Dios dió a Jesucristo fué transmitida al apóstol Juan por uno de los ángeles de Cristo, y que este ángel a veces habló por Jehová Dios y a veces por Cristo Jesús; por eso tenemos que vigilar estos cambios y notarlos a base del contenido y el contexto. Es verdad que cuando el ángel habla por Cristo, en el Apocalipsis 1:17 (NM), él declara: “Yo soy el Primero y el Último.” Pero un examen del contexto muestra que este “Primero y Último” tiene limitaciones definidas, es relativo a sólo el asunto de la muerte y resurrección de Cristo Jesús, como el versículo 18 lo muestra. Cristo fué el primero levantado en la resurrección primera, y el último que será levantado directamente por Jehová Dios. Otros que siguen en esa resurrección serán levantados por Dios mediante Cristo. (Juan 6:40; 1 Cor. 6:14) En realidad, esta limitación también se muestra por la nota al pie de la página sobre “Primero” en el Apocalipsis 1:17 en la Traducción del Nuevo Mundo, donde “Primero” se muestra que quiere decir “Primogénito” por un manuscrito antiguo. Cristo fué las primicias de los que durmieron en la muerte. (1 Cor. 15:20) Cuando “Primero y Último” se aplica de nuevo a Cristo Jesús, en el Apocalipsis 2:8, note que de nuevo es con respecto a la muerte y resurrección. Pero cuando se habla así de Jehová no se le impone ninguna limitación al significado.
De modo que debemos ser razonables. Cuando vemos una expresión que se aplica a Jehová varias veces en su sentido ilimitado, y luego nos encontramos con ella de nuevo pero no específicamente indicada como aplicando a Jehová, no podemos ser tan variables y cambiar la expresión a Cristo Jesús; y especialmente cuando notamos que se aplica a él en otras partes, no en su sentido ilimitado, sino sólo con una definida limitación de significado. Los trinitarios tratan de aprovecharse de esta expresión para mostrar que se usó indistintamente para Dios o para Cristo, y de esta manera mostrar que Dios y Cristo son el mismo. Pero la lógica y la razón no admiten esto, como no lo admiten muchos otros textos en la Biblia.