¿Por qué quiere la vida para usted mismo y otros?
“Digno eres tú, Jehová, nuestro Dios mismo de recibir la gloria y la honra y el poder, porque tú creaste todas las cosas, y a causa de tu voluntad existieron y fueron creadas.”—Rev. 4:11.
1. ¿Cómo pudo un testigo de Jehová ayudar a una señora a obtener un nuevo concepto de la vida?
POCO después de la II Guerra Mundial, en Berlín, Alemania, una señora profundamente deprimida estaba a punto de quitarse la vida con una dosis excesiva de drogas, cuando sonó el timbre de la puerta. Contestó la llamada, determinada a librarse rápidamente de quien llamaba, pero falló cuando el visitante, un ministro de los testigos de Jehová, vio su condición deprimida y se puso a consolarla con pasajes de la Biblia. Después de escuchar atentamente lo que dice la Biblia acerca de la vida, fue y guardó sus drogas. La Palabra de Dios, en un momento tan breve, le dio un nuevo concepto de la vida, una razón para vivir.
2. (a) ¿Quién es la Fuente de la vida? (b) ¿Qué responsabilidad es concomitante con la vida?
2 ¿Qué es la vida? Según el jurisconsulto inglés William Blackstone, la vida es “el don inmediato de Dios.” La Biblia identifica claramente la Fuente de la vida, diciendo: “Contigo [Dios] está la fuente de la vida.” (Sal. 36:9) Aunque nosotros, por nacimiento, llegamos a poseer este don sagrado sin pedirlo, no obstante, se nos considera responsables de él. Tenemos la obligación de vivir de manera digna de ese don sagrado, responsabilidad que la inmensa mayoría de la humanidad no ha cumplido.
3. (a) ¿Qué clase de vida anhelan los humanos? (b) ¿Cómo se hace que el vivir valga la pena?
3 El deseo de vivir es fundamental, espontáneo. Realmente queremos más que solo existir. Lo que los hombres anhelan es un modo de vivir que tiene significado, que tiene propósito. El vivir no es simplemente respirar, sino obrar, trabajar y jugar, usar nuestros órganos y todos nuestros sentidos y facultades. Vivimos, entonces, cuando somos fieles a nosotros mismos, sensibles a nuestras convicciones. Vivimos cuando nos envolvemos en las vidas de otros, cuando estamos comprometidos y sinceramente interesados. Vivimos cuando edificamos, esperamos, planeamos y nos regocijamos. Hacen que la vida valga la pena el logro, la experiencia. Por lo tanto, el hombre que ha vivido más no necesariamente es el hombre más viejo, sino el que ha usado bien la vida y ha disfrutado de ella a grado cabal.
4. ¿Cuál es la verdadera medida de la vida? Dé un ejemplo.
4 La Biblia define la verdadera medida de la vida como cualitativa en vez de cuantitativa. Simplemente la largura de años no es vida en su sentido pleno. Los astronautas han traído piedras de la Luna que han sido fechadas en miles de millones de años, pero esas piedras no han vivido. ¿Qué hay si un hombre ha vivido hasta llegar a cien, o doscientos años? Si no ha hecho nada útil, o, quizás peor, si ha usado incorrectamente o abusado de su vida para daño de otros, ¿no habría sido mejor si no hubiera nacido? (Mar. 14:21) Hoy existen millones de personas que anhelan la inmortalidad, pero que no saben qué hacer, cómo pasar el tiempo cuando llueve un domingo por la tarde. Por otra parte, hay otros que aman la vida y la usan sabiamente a grado cabal. Jesucristo fue un ejemplo perfecto de esto. Solo vivió treinta y tres años y medio, sin embargo si se hiciera un informe de su actividad detallado plenamente, dice el apóstol Juan: “Supongo que el mundo mismo no podría contener los rollos escritos.” (Juan 21:25) Obviamente la vida de Jesús fue productiva. Por eso, el hablar de la vida como larga o breve es engañoso. Sin duda sería mejor hablar de ella como interesante o sosa, vacía o productiva.
LA VIDA DEBE TENER SIGNIFICADO
5, 6. (a) ¿Qué debe contener la vida si ha de tener sustancia? (b) ¿Cómo abarata la teoría de la evolución el valor de la vida; con qué resultados?
5 Por lo tanto, el simple existir no es vida en el sentido completo. “Una persona vive,” dice el practicante de psicoterapia Sidney Jourard, “mientras siente que su vida tiene significado y valor, y mientras tiene algo por lo cual vivir.” Pero, ¿qué significado le atribuye este mundo a la vida, cuando la inmensa mayoría de sus maestros no cree que la vida es un don de Dios, sino un accidente de la naturaleza? Sus teorías claramente no reverencian la vida. Ideas como la teoría de la evolución degradan la vida humana al enseñar que el hombre es un animal, un producto de la evolución. Degradan al hombre al repudiar la dignidad que tiene como creación de Dios. Estos conceptos han llevado a muchos a tratar la vida como algo barato. Los crímenes, la violencia, las guerras y la inmoralidad desenfrenados en el mundo son un reflejo de la falta de respeto que tienen los hombres a lo sagrado de la vida.
6 La plaga de teorías no lisonjeras acerca del origen del hombre mismo es un vituperio blasfemo al Creador Todopoderoso. Como declaró el salmista: “El enemigo mismo ha vituperado, oh Jehová, y un pueblo insensato ha tratado tu nombre con falta de respeto.” (Sal. 74:18, 22) Estos puntos de vista han tenido sobre la humanidad un efecto desmoralizador.
7. ¿Dónde podemos hallar descrito para nosotros el significado verdadero de la vida, con qué perspectivas futuras?
7 Sin embargo, la Biblia nos da el significado verdadero de la vida. Nunca degrada al hombre, sino que lo dignifica dándonos a saber la verdad emocionante acerca del hombre, es decir, que es una creación singular, distinta, hecha a la ‘imagen y semejanza’ de Dios. (Gén. 1:26-28) Este hecho debería impeler al hombre a apreciar la vida, su propia vida así como la vida de otros. La perspectiva del hombre no es limitada, sin nada en mira salvo la muerte, como enseñan los evolucionistas, sino, según la Biblia, es expansiva, con vida eterna reservada para él. (Juan 3:16) Lo que el futuro le brinda al hombre es hermoso desde el punto de vista de la Biblia... ¡la perspectiva de llegar a ser uno hijo o hija perfecto de Dios en una Tierra paradisíaca! Con razón la alemana deprimida halló consuelo en lo que dice la Biblia acerca de la vida. Este conocimiento inspira una reverencia a la vida y un deseo de seguir viviendo, para gloria del Dador de la vida.
LA VIDA DEBE TENER PROPÓSITO
8. ¿Qué más debe tener la vida para hacerla significativa, pero cómo han tratado de hallarlo muchos hombres?
8 Pero para que la vida tenga significado, debe tener propósito. Un estudiante puesto a la deriva por las muchas filosofías acerca de la vida reconoció esta necesidad. “Lo que me pasa,” dijo, “es que no tengo razón para vivir. . . . un hombre necesita una razón, y yo no tengo ninguna.” Su situación triste es común. ¿Cuál, entonces, es el verdadero propósito de la vida? Muchos han sostenido que el fin principal en la vida es hallar felicidad. Pero, ¿qué es felicidad? ¿Cómo y dónde se puede hallar? Algunas personas confunden la felicidad con el simple placer físico y tratan de hallarla satisfaciendo los sentidos. Otros tratan de hallar el propósito de la vida en la devoción a alguna forma de arte, o en una causa, o aun en el amor de otro humano. Pero ninguna de estas cosas a las que se han dedicado ha satisfecho al hombre por largo tiempo.
9. ¿Cuál es el gran engaño hoy día, y por qué es una decepción?
9 El gran engaño del día presente es que el hombre puede vivir solamente de pan, que una filosofía meramente materialista satisfará todas las necesidades de la vida. “Que solo me den una casa, un auto, un aparato de televisión y un trabajo para pagar mis cuentas y estaré feliz,” es la decepción esperanzada, cegadora. Pero un hecho esclarecedor, que rara vez aceptan los pobres, es que los ricos se complacen poco en sus riquezas. ¿Por qué? Porque, aunque tienen dinero reconocen que la felicidad y la satisfacción de alguna manera se les han escapado. Aunque tienen pan en abundancia, todavía están buscando el propósito de la vida.
10. ¿Dónde realmente podemos hallar la razón del vivir, y cuál es esa razón?
10 La Palabra inspirada de Dios, la Biblia, nos suministra la razón que deberíamos tener al vivir si esperamos alcanzar satisfacción. Declaró el salmista: “En hacer tu voluntad, oh Dios mío, me he deleitado.” (Sal. 40:8) Jesucristo declaró de manera similar: “¡Mira! He venido para hacer tu voluntad,” oh Dios mío. “Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió y terminar su obra.” (Heb. 10:9; Juan 4:34) El apóstol cristiano Pablo también puso de relieve esta mismísima razón para vivir, diciendo que los cristianos deben probar para ellos mismos “la buena y la acepta y la perfecta voluntad de Dios.” (Rom. 12:2) Y el último libro de la Biblia también enfatiza este punto: “Digno eres tú, Jehová, nuestro Dios mismo, de recibir la gloria y la honra y el poder, porque tú creaste todas las cosas, y a causa de tu voluntad existieron y fueron creadas.” (Rev. 4:11) Así la Biblia subraya claramente la razón de la existencia del hombre. El usar la vida para cualquier otra razón es pasar por alto su propósito. De modo que sería bueno preguntarnos: ¿Qué estamos haciendo con nuestra vida? ¿Estamos ocupados en hacer la voluntad de Dios?
LA VIDA TAMBIÉN DEBE TENER LOGRO
11. ¿Qué tiene que incluir la vida para hacerla significativa, y cómo apoyan esto las Escrituras?
11 La vida que se vive para gloria de Dios es progresiva, no pasiva, como algunos pudieran imaginarse. También es remuneradora. Cuando Dios creó al primer hombre Adán y a su esposa, dijo: “Sean fructíferos y háganse muchos y llenen la tierra y sojúzguenla, y tengan en sujeción los peces del mar y las criaturas volátiles de los cielos y toda criatura viviente que se mueve sobre la tierra.” “Y procedió Jehová Dios a tomar al hombre y establecerlo en el jardín de Edén para que lo cultivase y lo cuidase.” (Gén. 1:28; 2:15) Todo esto quiso decir trabajo, trabajo con significado, el sojuzgar la Tierra y convertirla en un paraíso. Y mientras el hombre se ocupaba en hacer la voluntad de Dios, su vida era remuneradora. Fue cuando emprendió búsquedas egoístas en oposición a la voluntad de Dios que se hizo infeliz con la vida.—Gén. 3:8-24.
12. ¿Puede ser significativa la vida y estar llena de logros bajo condiciones imperfectas? Dé ejemplos.
12 Fuera de Edén y bajo condiciones imperfectas, la vida también puede ser significativa y estar llena de logros si los hombres se ocupan honradamente en hacer la voluntad de Dios. La historia ha enseñado esta lección. Bajo el mandato de Dios, Noé edificó un arca por medio de la cual se salvó la raza humana de la extinción. (2 Ped. 2:5; 3:5, 6) ¡Qué logro resultó ser ése! ¿Y qué hay de Abrahán, que llegó a ser padre de un hijo cuando tenía cien años de edad, debido a su fe? O considere brevemente la vida de Moisés, que, después de ochenta años de edad, hizo más que lo que una docena de hombres efectuarían normalmente en la vida. Dios lo usó para desafiar al Faraón de Egipto, resultando en la liberación de los esclavos israelitas. Moisés presenció el nacimiento de la nación de Dios, el Israel natural, y la dirigió durante cuarenta años. ¡Cuán rica fue su vida, porque optó por hacer la voluntad de Dios! En la Biblia se registra para nosotros la historia de muchos otros... personas que probaron que “la bendición de Jehová... eso es lo que enriquece, y él no añade dolor con ella.”—Pro. 10:22.
13. ¿De qué manera se ha distinguido el ministerio cristiano por logros? Ilustre.
13 El ministerio cristiano se distingue por diversos logros, como fue cierto en cuanto al servicio de hombres fieles de tiempos más primitivos. La vida de Jesús es un ejemplo perfecto de esto. Su vida tuvo significado. También tuvo propósito, porque vino “para servir y para dar su alma en rescate en cambio por muchos.” (Mat. 20:28) Se distinguió por logro porque redimió a la humanidad, abriendo el camino para la liberación del pecado y de su salario, la muerte. Lo que hizo fue remunerador, porque le ganó inmortalidad en los cielos. (Heb. 12:1-3; Fili. 2:5-11) Y los que han optado por seguir en los pasos de Jesús igualmente han hallado que es remunerador el hacer la voluntad de Dios. Pablo llegó a ser apóstol a los gentiles, formando congregaciones cristianas por toda la zona del Mediterráneo. Sus cartas forman una parte extensa de las Escrituras Griegas Cristianas. ¡Qué logros éstos! Con razón recomienda la vida cristiana, diciendo: “Háganse imitadores de mí, así como yo lo soy de Cristo.”—1 Cor. 11:1.
ASPECTOS REMUNERADORES DEL MINISTERIO CRISTIANO HOY DÍA
14. (a) ¿Es el ministerio cristiano una actividad remuneradora en la vida hoy día? (b) Dé ejemplos.
14 Pero hoy los tiempos son diferentes, dicen algunos. Quizás les parezca que una vida religiosa es una clase anémica de existencia, con poca aventura y excitación, o satisfacción que proviene del logro. Sin embargo, ésta no es la experiencia de los testigos de Jehová. Han descubierto que el ministerio cristiano es una actividad sumamente remuneradora en la vida. No se quedan sentados en casa lamentándose por los tiempos críticos en que vivimos. Salen y están logrando algo, trabajando como evangelizadores, anunciando el reino de Jehová, haciendo discípulos de gente de todas las naciones. (Mat. 24:14; 28:19, 20) Por ejemplo, en Dinamarca, ministros de los testigos de Jehová encontraron a un señor y su esposa que querían estudiar la Biblia, pero decían que había un obstáculo. El hombre confesó que era borracho, y dijo que nadie podía ayudarlo a salir de su condición. Los doctores lo habían intentado pero habían fallado. Pero había algo que empeoraba el problema: su esposa era aficionada a las drogas. ¡Qué situación desesperanzada, a simple vista! Pero cuando leyeron en la Biblia que otros en condiciones similares fueron curados de sus males, cobraron ánimo. (1 Cor. 6:9-11) Se inició un estudio bíblico con ellos. Dos años después fueron bautizados como testigos cristianos de Jehová, ¡plenamente recuperados del alcoholismo, la afición a las drogas y el fumar cigarrillos! Multiplique esta experiencia por mil y usted empieza a ver que hoy personas de toda clase están poniendo en orden sus vidas. (Col. 3:8-10) ¡Qué placer da participar como colaborador de Dios en ayudar a gente como ésta a reconciliarse con Dios! ¡De qué felicidad disfrutan estos Testigos debido a su anuencia a gastar y ser gastados por otros!—Hech. 20:35; Sal. 110:3.
15, 16. (a) ¿Qué otros aspectos del ministerio prueban que es una actividad remuneradora? (b) ¿Qué dice 2 Pedro 1:5-8 tocante a esto?
15 Hay otros beneficios que también fluyen del ministerio cristiano. Muchos jóvenes creen que el jubilarse del trabajo es empezar a vivir realmente. Estirados sin hacer nada... ‘¡Ah, esto es vivir! dicen. Pero ‘vivir’ ¿por cuánto tiempo? La inactividad pronto engendra descontento. Es aburrida. Más que eso, el tener murria debido al tedio es vivir bajo la sombra de la fatiga y la mala salud. Uno anda medio vivo. Por otra parte, cuando estos jóvenes ven a sus padres o a sus madres en su vejez salir al ministerio cristiano volviendo a visitar a personas interesadas, celebrando estudios bíblicos o apresurándose a las reuniones cristianas, poco comprenden el efecto tonificante de usar sus brazos, piernas y mente de esta manera. Les da un sentido de bienestar. Obviamente, reciben beneficios los que responden al consejo del apóstol Pablo: “No sean holgazanes en sus quehaceres. Fulguren con el espíritu. Sirvan a Jehová como esclavos.”—Rom. 12:11.
16 La gente que se retira del trabajo, trabajo con significado, también se retira de la vida. El no hacer nada es un suicidio lento pero seguro. Los cuerpos de estas personas son como colchones de resortes rotos e inútiles; sus mentes son como cuartos no amueblados, desprovistos de ideas o intereses. La mejor receta para esta condición es el estudio sano de la Palabra de Dios, la Biblia, y el participar en la obra de Dios. El ministerio cristiano suministra ambas cosas. El hacer la voluntad de Dios llena al individuo de pensamientos y actividades constructivos. Le impide el hacerse inactivo, infructífero, sentirse inútil. ¡Y qué logro y bendición es eso!—Fili. 4:6-9; 2 Ped. 1:5-8.
SIN EMBARGO, LA VIDA TIENE QUE SER ETERNA PARA SATISFACER
17. (a) ¿Qué más tiene que añadirse para hacer la vida completamente satisfaciente? (b) ¿Cómo puede lograrse esto según Juan 17:3?
17 Aunque la vida llega a ser algo inmediatamente hermoso y precioso para uno mismo y para otros cuando se emplea en el servicio de Dios —y eso puede parecer como galardón suficiente— no obstante el vivir tan plenamente con solo la muerte en mira no sería verdaderamente satisfaciente. La muerte es enemiga, no amiga. (1 Cor. 15:26) Jesús puso de relieve la necesidad del hombre de vida eterna, cuando dijo: “Porque ¿de qué provecho le será al hombre si gana todo el mundo pero lo paga con perder su alma?” (Mat. 16:26) El logro material con la muerte en mira no es logro en absoluto. Para serle útil a Dios, el hombre tiene que vivir; los muertos no honran a Dios. (Sal. 115:17) La entera búsqueda del ministerio cristiano es ésta: reconciliar al hombre con Dios a fin de que viva eternamente para gloria de Dios. Pero, ¿es posible esto? Sí, y éstas son las buenas nuevas que declaró Cristo. (Juan 17:3) Por lo tanto, el propósito en la vida de uno debe ser llegar a conocer a Dios y Cristo para que uno viva eternamente. Pues “el don que Dios da” no es una vida de solo unos años limitados, sino “vida eterna por Cristo Jesús nuestro Señor.” (Rom. 6:23) Es el esforzarse por recibir este don lo que hace que la vida del cristiano como testigo de Jehová sea tan emocionante, tan significativa, tan satisfaciente aun ahora.
18. Explique por qué la vida eterna sería sumamente deseable.
18 Pero ¿sería deseable la vida eterna? Bajo condiciones perfectas, ¿por qué no? Jesús llamó a este futuro prometido la vida ‘abundante.’ (Juan 10:10) Pablo se refirió a ella como la “vida que lo es realmente.” (1 Tim. 6:19) Y no es difícil ver por qué. La eternidad ofrece bastante tiempo para pensar con facultad creadora y para trabajar constructivamente. La tarea no terminada de Dios, el de convertir esta Tierra en un paraíso, sin duda será una de las primeras órdenes del día que ocupará la atención de la humanidad bajo el nuevo sistema de cosas de Dios. (Isa. 65:17-25; 2 Ped. 3:13; Rev. 21:1-5) Las mentes de la gente jamás dejarán de aprender acerca de Jehová y de adquirir hechos, cifras y opiniones acerca de la vida en general. La capacidad de almacenamiento del cerebro es inagotable, y mientras más almacena, más útil se hace. El inventor científico Tomás Edison lamentó en una ocasión la incapacidad de la mente en su condición presente para entender todas las cosas del universo. Dijo que no sabemos la millonésima parte de ninguna cosa. Pero ¡piense en el gozo que fluirá de usar la mente hasta sus grandes alcances! Con la vida como lo es hoy, es sumamente difícil ver terminado un trabajo. La mayoría de la gente simplemente hace cosas por pedacitos y confía en que el producto final se acerque de alguna manera a su deseo esperanzado. Pero en el nuevo sistema de Jehová habrá tiempo y la posibilidad de pensar una idea en términos concretos y llevarla hasta su mismísima terminación. Esto resultará en felicidad humana a través de toda la eternidad para gloria de Dios, pues éste es Su propósito declarado.—Isa. 55:10, 11.
19. ¿Qué podemos hacer para asegurar para nosotros mismos y otros el don de la vida eterna?
19 Por lo tanto, atesore la vida como un don de Dios haciendo ahora la voluntad de Dios. Implante esta reverencia a la vida en otros mostrándoles la única Fuente de la vida, su verdadero significado y propósito remunerador. Ayude a la gente a hacerse discípulos, aprendices, de Jehová Dios y Cristo Jesús enseñándoles todo lo que Dios les ha mandado hacer. Al señalar a otros a la única razón de la vida, estaremos manteniendo fresco en nosotros mismos el propósito de la vida. Pues la vida, como el amor, no puede medrar dentro de su propio umbral, sino que se renueva al ofrecerse a otros. Y su mayor y más remunerador servicio es glorificar a Dios. Por lo tanto su máximo deseo es el que expresa el salmista que dijo: “Toda cosa que respira... alabe a Jah. ¡Alaben a Jah!”—Sal. 150:6.