-
“Sé animoso y muy fuerte”La Atalaya 1986 | 15 de diciembre
-
-
Mientras Josué se preparaba para entrar en la Tierra Prometida, Dios le dio las siguientes instrucciones: “Sólo sé animoso y muy fuerte para que cuides de hacer conforme a toda la ley que Moisés mi siervo te mandó. No te desvíes de ella a la derecha ni a la izquierda, para que actúes sabiamente adondequiera que vayas. Este libro de la ley no debe apartarse de tu boca, y día y noche tienes que leer en él en voz baja, a fin de que cuides de hacer conforme a todo lo que está escrito en él; porque entonces tendrás éxito en tu camino y entonces actuarás sabiamente”. (Josué 1:7, 8.)
4 Ah, ¡ahí está el secreto! Lea la Biblia diariamente. Ella contiene la ley de Dios para nosotros. Medite sobre lo que dice. Preste atención a sus recordatorios. No se deje desviar hacia el mundo materialista e inmoral que lo rodea. Prescindiendo de la situación en que se halle, obre con sabiduría. Ponga en práctica el conocimiento exacto y entendimiento espiritual que haya adquirido mediante el estudio de la Palabra de Dios. Hable de ello a otras personas. Si hace eso, y confía en Jehová, ciertamente podrá ‘ser animoso y muy fuerte, y tener éxito en su camino’. (Compárese con Salmo 1:1-3; 93:5; 119:165-168.)
5. a) A semejanza de Josué, ¿cómo pueden fortalecerse hoy día los ministros jóvenes? b) ¿Qué excelente meta pueden tener hoy los jóvenes Testigos?
5 Josué había sido “el ministro de Moisés desde su mocedad en adelante”. (Números 11:28.) No cabe duda de que esta estrecha asociación con Moisés le había ayudado mucho a obtener fortaleza espiritual.
-
-
“Sé animoso y muy fuerte”La Atalaya 1986 | 15 de diciembre
-
-
¡Prominencia al nombre de Jehová!
9. ¿Cómo mostró Josué que era digno de su nuevo nombre?
9 La lista bíblica de los 12 espías dice que el nombre de Josué era Hosea, que significa “Salvación”. Pero entonces el registro dice: “Moisés continuó llamando Jehosúa [que significa ‘Jehová Es Salvación’] a Hosea hijo de Nun”. ¿Por qué dio énfasis Moisés así al nombre de Jehová? Porque Josué sirvió principalmente para vindicar ese nombre. Josué se convirtió en un ejemplo vivo de obediencia al mandato que posteriormente Moisés recalcaría ante Israel: “Tienes que amar a Jehová tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu fuerza vital”.
-
-
“Sé animoso y muy fuerte”La Atalaya 1986 | 15 de diciembre
-
-
Cuando Moisés envió a Josué a pelear contra los amalequitas, ‘Josué hizo tal como le había dicho Moisés’. Fue obediente; por eso, obtuvo la victoria. Nosotros, también, participaremos en la vindicación de Jehová si prestamos atención cuidadosa a las instrucciones de guerra que recibimos mediante Su organización. Jehová dijo a Moisés que guardara memoria de Su triunfo sobre Amaleq anotándolo en un libro y haciendo que Josué oyera lo escrito. No hay duda de que más tarde Josué engrandeció o exaltó la victoria de Jehová al hablar de ella ante otras personas. De igual manera, hoy día nosotros podemos dar a conocer los actos poderosos del Señor Soberano Jehová, y podemos proclamar el inminente “día de [Su] venganza” contra los inicuos. (Éxodo 17:10, 13, 14; Isaías 61:1, 2; Salmo 145:1-4.)
7, 8. a) ¿Qué confianza expresaron Josué y Caleb cuando regresaron de Canaán? b) ¿Qué advertencia y estímulo nos dejó el manejo de las circunstancias por Jehová entonces?
7 Cuando Moisés envió a 12 principales del pueblo a espiar la Tierra Prometida, envió a Josué entre ellos. Al regresar, diez de los espías expresaron gran temor a causa de los cananeos que habitaban el país, y persuadieron al pueblo para que hiciera campaña a favor de regresar a Egipto. Pero Josué y Caleb declararon con denuedo: “Si Jehová se ha deleitado en nosotros, entonces ciertamente nos introducirá en esta tierra y nos la dará, tierra que mana leche y miel. Solo que contra Jehová no se rebelen; y ustedes, no teman a la gente de la tierra, porque son pan para nosotros. El amparo de ellos se ha apartado de sobre ellos, y Jehová está con nosotros. No los teman”. (Números 13:1–14:38.)
8 Sin embargo, la asamblea de Israel continuó murmurando, de modo que Jehová intervino y condenó a aquellos israelitas temerosos a vagar 40 años en el desierto. Con la excepción de Caleb y Josué, todos sus hombres de guerra murieron sin ver la Tierra Prometida.
-