Equipados para el servicio misional en la década de los noventa
EMPIEZA una era especial para los que sirven como misioneros. En muchos frentes se están abriendo puertas de oportunidad, y todos los fieles testigos de Jehová están deseosos de hacerse más activos en su servicio.
Por eso, había grandes expectativas cuando los 24 estudiantes de la clase número 89 de la Escuela Bíblica de Galaad de la Watchtower asistieron a su programa de graduación el 9 de septiembre de 1990. Un auditorio de más de 5.000 invitados y miembros de la familia de Betel se reunieron para la graduación de estos nuevos misioneros, que previamente habían recibido asignaciones a diez países. Todo el programa, que se originó en el Salón de Asambleas de los Testigos de Jehová en Jersey City, Nueva Jersey, E.U.A., fue oído también por auditorios reunidos en el Betel de Brooklyn, las Haciendas Watchtower y el Centro Educativo Watchtower en Patterson, Nueva York.
A las 10.00 de la mañana, Theodore Jaracz, miembro del Cuerpo Gobernante de los Testigos de Jehová y presidente durante el día de la graduación, pidió al auditorio que entonara la canción de apertura. Después de esto Arthur Worsley, de la familia del Betel de Brooklyn, ofreció oración. El presidente entonces se refirió a Hechos 10:33, que registra las palabras del centurión romano Cornelio a Pedro: “Todos estamos presentes delante de Dios para oír todas las cosas que Jehová te ha mandado decir”. Se señaló que los sucesos históricos que tuvieron lugar en los días de Pedro abrirían el camino para que las buenas nuevas se declararan a personas de todas las naciones.
Philip D. Wilcox, de las Haciendas Watchtower, presentó el primero de siete discursos estimuladores. Basándose en Filipenses 4:7, escogió como tema “Que la paz de Dios les ayude en su asignación”. Dijo: “Jehová Dios es la Fuente de toda paz verdadera. Él disfruta de paz en sentido total o absoluto, y no experimenta ansiedad angustiosa ni aprensión ni inquietud mental. Por consiguiente, una serenidad y paz rodea la resplandeciente presencia de Jehová en su trono, como lo indica el arco iris de color esmeralda que Juan describe en la visión que tuvo. (Revelación 4:2, 3.) Su paz se extiende hacia el exterior más allá de Él a todos los que permitan que esa paz les ayude. ¿Se lo permitirán ustedes?”. El hermano Wilcox indicó dos ayudas muy importantes: la oración y el estar dispuestos a esperar en Jehová. (Miqueas 7:7; Filipenses 4:6.) Señaló que nada de lo que Dios permite puede causarnos daño duradero.
Lloyd Barry, miembro del Cuerpo Gobernante, habló después sobre el tema “Sigan sonriendo”. Empezó su discurso con el dicho: “La risa es buena medicina”. Recordaba aquella frase porque allá en 1955 fue el tema que se destacó en la cubierta del primer número de la revista ¡Despertad! en japonés. Pero ¿qué clase de risa? No la alborotosa e insensata “risa del estúpido”. (Eclesiastés 7:6.) Más bien, es la risa gozosa y tranquila de los misioneros y otros que responden a la invitación de David de siempre estar ‘regocijándose en Jehová’. (Salmo 32:11.) El hermano Barry mencionó que, a pesar de pruebas intensas, Job podía seguir sonriendo, porque sabía que se mantenía íntegro a Dios. Los misioneros que se mantienen firmes a pesar de experiencias difíciles como las de Job recibirán la bendición mayor al final. (Job 29:24; 42:12.) El orador concluyó con este pensamiento: “Manténganse ocupados, manténganse sonrientes, y ustedes también serán recompensados por la sonrisa duradera de aprobación de Jehová”.
El siguiente orador fue Richard E. Abrahamson, quien escogió el tema “Que todos los hombres sepan lo razonables que son ustedes”, tomando como base Filipenses 4:5. Según el griego de que se ha traducido la palabra “razonables”, esa palabra puede comunicar el sentido de “ceder”. Algunos misioneros se han acarreado problemas solo debido a preferencias personales. Uno se alarmó por la manera como otro misionero cortó para sí un pedazo de queso mientras estaba a la mesa. Después de 22 años de servicio misional, esta persona que se había alarmado dijo que la mayoría de las dificultades empiezan con asuntos de tan poca importancia como el de cómo corta alguien el queso. El orador dio este consejo: “Aprendan a adaptarse, como un árbol en medio de un vendaval. El saber ceder tiene muchos beneficios, como el de poder aguantar pruebas y apegarse a la asignación de uno con paz mental”.
Milton G. Henschel, del Cuerpo Gobernante, consideró el tema “Se ha abierto una puerta grande que conduce a la actividad”. El hermano Henschel indicó que Jesús amaba a la gente, se compadecía de ella y le enseñaba muchas cosas. Desde Éfeso el apóstol Pablo escribió a los corintios: “Una puerta grande que conduce a la actividad se me ha abierto, pero hay muchos opositores”. (1 Corintios 16:8, 9.) A pesar de esta oposición, Pablo enseñó por dos años en el auditorio escolar de Tirano, y el mensaje del Reino llegó a ser conocido por todo el distrito de Asia. (Hechos 19:9, 10.) La puerta abierta llevó al éxito en su predicación. La congregación de Éfeso todavía funcionaba al fin del primer siglo. (Revelación 2:1-7.)
Jack D. Redford, instructor de Galaad, habló sobre el tema “Sigan dando prueba de lo que son”. (2 Corintios 13:5.) Los misioneros de Galaad han abierto nuevos campos y fortalecido a congregaciones ya formadas, y han aguantado mucho y resistido la carnada que el Diablo ha puesto ante ellos para apartarlos. Y nuevos misioneros siguen uniéndoseles. Con dos experiencias claras, el instructor ilustró que es importante que uno pruebe su fe. Un misionero perdió sus privilegios después de no hacer caso, por orgullo, a la advertencia que se le dio acerca de un proceder incorrecto. Por el contrario, una misionera permaneció en su asignación con gozo, aunque durante los primeros tres meses en su asignación perdió muchísimo peso y se le cayó el pelo debido a una enfermedad que le afectó también el sentido del oído. Ella ya lleva 42 años en su asignación y, mediante estudios bíblicos, ha ayudado a 156 personas a dedicarse y bautizarse. El hermano Redford concluyó así: “Resistan al Diablo, y él huirá de ustedes. Nunca tomen su carnada. Sigan probando lo que ustedes mismos son. Jehová los cuidará”.
Después, otro instructor, Ulysses V. Glass, habló sobre “La sabiduría está con los modestos”. (Proverbios 11:2.) Usó un reloj de pulsera activado por energía solar como ilustración de que la luz de la Palabra de Dios puede mantenernos “cargados de energía”. Señaló, sin embargo, que “el conocimiento por sí solo no da sabiduría. Dios también exige modestia”. (Miqueas 6:8.) La modestia nos llevará a temer a Dios, y “el temor de Jehová es el comienzo de la sabiduría”. (Proverbios 9:10.) Es verdad que tenemos que vernos con alguna estima, pues el condenarnos a nosotros mismos puede ser destructivo. Jehová ha otorgado habilidad especial a algunos, como lo hizo durante la construcción del tabernáculo, pero es necesario cultivar la fidelidad con modestia. “Durante sus estudios —dijo a la clase el hermano Glass— ustedes dieron prueba de que se puede depender de ustedes y de que son respetuosos. Desplieguen la misma fidelidad en su asignación, y Dios los bendecirá.”
Albert D. Schroeder, del Cuerpo Gobernante, pronunció el discurso principal “Bien equipados para el servicio misional en la década de los noventa”. Empezó con estas palabras: “La década de los noventa ya ha empezado con sucesos sorprendentes. Muchas naciones de la Europa oriental han experimentado sacudidas. Hace unos meses se abrió el Muro de Berlín. El periódico The New York Times presentó el titular: ‘Agosto de 1990, el mes que sacudió al mundo’. Por eso, ustedes los graduandos viven en un tiempo de sacudidas. ¿Los han preparado para ese tiempo sus cinco meses de estudio? Definitivamente, ¡sí!”. Entonces mencionó algunos rasgos útiles de la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras (Con Referencias) y señaló cómo un estudio de esta versión bíblica ha hecho que la Palabra de Dios cobre vida para los que la estudian. Otro instrumento valioso que ha equipado a los estudiantes es “Toda Escritura es inspirada de Dios y provechosa”, ahora en su edición revisada de 1990. La publicación reciente El hombre en busca de Dios debe ser muy útil también para los misioneros. El hermano Schroeder concluyó así: “Por eso, hermanos, den gracias a Jehová por la maravillosa e inapreciable educación que han recibido... una que es sólida y no puede ser sacudida. Vayan con la bendición de Jehová y confíen de lleno en él y en nuestro maravilloso Caudillo, Jesucristo. Las palabras que tenemos en las Escrituras ciertamente son inspiradas, y los guiarán y dirigirán en la obra misional”.
Se leyeron saludos procedentes de 11 países. Los estudiantes recibieron sus diplomas, y uno leyó una carta sincera de ellos al Cuerpo Gobernante y a la familia de Betel.
En la sesión de la tarde hubo un estudio abreviado de La Atalaya conducido por David L. Walker, miembro del Comité de las Haciendas Watchtower. Entonces los estudiantes utilizaron el tema inspirador de “El poder de la oración al predicar” para representar experiencias que habían tenido en el campo de la predicación. Una congregación local presentó el estimulador drama Libertados para promover la adoración verdadera, basado en el regreso de Esdras a Jerusalén para promover la adoración verdadera. El hermano Frederick W. Franz, presidente de la Escuela de Galaad, concluyó el programa con una conmovedora oración.
[Fotografía en la página 24]
Clase graduanda número 89 de la Escuela Bíblica de Galaad de la Watchtower
En la lista de abajo las filas están numeradas desde el frente hacia atrás, y los nombres alistados de izquierda a derecha en cada fila. 1) Ahr, K.; Johnston, L.; Ng Ying Kin, V.; Sukkau, A.; Rodríguez, A.; Myklebust, N. 2) Ahr, H.; Verbeek, P.; Verbeek, K.; DeBolt, S.; DeBolt, S. 3) Sukkau, W.; Ayala, L.; Ayala, S.; Jenson, R.; Ng Ying Kin, J.; Myklebust, T. 4) Rodríguez, C.; Ferlisi, G.; Ferlisi, L.; Tank, J.; Jenson, K.; Tank, J.; Johnston, P.