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El reinado del Mesías, tiempo de salvación y regocijoLas profecías de Isaías, una luz para toda la humanidad I
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6. ¿Qué clase de gobernante se profetizó que sería el Mesías?
6 ¿Qué clase de gobernante será el Mesías? ¿Será como el cruel y obstinado asirio que destruye el norteño reino de diez tribus de Israel? Claro que no. Isaías dice al respecto: “Sobre él tiene que asentarse el espíritu de Jehová, el espíritu de sabiduría y de entendimiento, el espíritu de consejo y de poderío, el espíritu de conocimiento y del temor de Jehová;
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El reinado del Mesías, tiempo de salvación y regocijoLas profecías de Isaías, una luz para toda la humanidad I
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Al Mesías no se le unge con aceite, sino con el espíritu santo de Dios, que Juan el Bautista ve descender en forma de paloma sobre Jesús en el momento de su bautismo (Lucas 3:22). Es obvio que el espíritu de Jehová ‘se asienta sobre’ Jesús, pues este manifiesta sabiduría, entendimiento, habilidad para aconsejar, poderío y conocimiento. ¡Qué espléndidas cualidades para un gobernante!
7. ¿Qué promesa hizo Jesús a sus discípulos fieles?
7 Los discípulos de Jesús también pueden recibir espíritu santo. En uno de sus discursos, el Maestro declaró: “Si ustedes, aunque son inicuos, saben dar buenos regalos a sus hijos, ¡con cuánta más razón dará el Padre en el cielo espíritu santo a los que le piden!” (Lucas 11:13). Por lo tanto, no vacilemos en pedir espíritu santo a Dios ni dejemos de cultivar sus buenos frutos: “amor, gozo, paz, gran paciencia, benignidad, bondad, fe, apacibilidad, autodominio” (Gálatas 5:22, 23). Jehová promete a los discípulos de Jesús que, si se la piden, les concederá “la sabiduría de arriba” para que puedan superar las dificultades de la vida (Santiago 1:5; 3:17).
8. ¿Cómo halla Jesús disfrute en el temor de Jehová?
8 ¿Qué significa que el Mesías sienta temor de Jehová? Está claro que Jesús no vive aterrorizado, con miedo a que Dios lo condene. Más bien, le tiene un temor respetuoso, una reverencia amorosa. La persona temerosa de Dios siempre desea efectuar “las cosas que le agradan”, igual que Jesús (Juan 8:29).
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