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¡“Clamen gozosamente a una”!Las profecías de Isaías, una luz para toda la humanidad II
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Sacúdete y líbrate del polvo, levántate, toma asiento, oh Jerusalén. Suéltate las ataduras de tu cuello, oh cautiva hija de Sión” (Isaías 52:1, 2).
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¡“Clamen gozosamente a una”!Las profecías de Isaías, una luz para toda la humanidad II
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Jehová ha movido el corazón de Ciro para que libere a la “cautiva hija de Sión” a fin de que los antiguos moradores de Jerusalén, junto con su prole, salgan de Babilonia, regresen a su ciudad y restablezcan la adoración verdadera. Ningún incircunciso ni inmundo podrá hallarse en la capital de Judá (Esdras 1:1-4).
3. ¿Por qué puede llamarse “hija de Sión” a la congregación de cristianos ungidos, y de qué se les libera?
3 Estas palabras de Isaías se cumplen asimismo en la congregación de cristianos ungidos. De ella puede decirse que es la moderna “hija de Sión”, ya que su madre es “la Jerusalén de arriba”.a Una vez liberados de las enseñanzas paganas y doctrinas apóstatas, los ungidos deben mantenerse puros ante Jehová, no circuncidándose la carne, sino el corazón (Jeremías 31:33; Romanos 2:25-29). Ello supone preservar su pureza espiritual, mental y moral (1 Corintios 7:19; Efesios 2:3).
4. Si bien “la Jerusalén de arriba” nunca ha desobedecido a Jehová, ¿qué experiencias de sus representantes en la Tierra son un reflejo de las que vivieron los habitantes de Jerusalén?
4 Si bien “la Jerusalén de arriba” nunca ha desobedecido a Jehová, sus representantes en la Tierra —los cristianos ungidos— quebrantaron de manera involuntaria la ley de Dios durante la I Guerra Mundial por no entender debidamente en qué consiste la auténtica neutralidad cristiana. Al perder el favor divino, cayeron cautivos de “Babilonia la Grande”, el imperio mundial de la religión falsa (Revelación 17:5). Tal esclavitud alcanzó su punto culminante en junio de 1918, con el encarcelamiento de ocho miembros de la Sociedad Watch Tower por conspiración y otras acusaciones falsas. En ese momento, la predicación organizada de las buenas nuevas se detuvo casi por completo. En 1919, sin embargo, se emitió una resonante llamada a la vigilia espiritual, de modo que los cristianos ungidos comenzaron a separarse de forma más plena de la inmundicia moral y espiritual de Babilonia la Grande. Se levantaron del polvo de la cautividad, y “la Jerusalén de arriba” se revistió con el esplendor de una “ciudad santa” en la que no se tolera la impureza espiritual.
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