TESOROS DE LA BIBLIA | JEREMÍAS 51, 52
La palabra de Jehová se cumple al pie de la letra
Jehová predijo los sucesos con mucha precisión.
“Pulan las flechas”
“Los hombres poderosos de Babilonia han cesado de pelear”
Según la Crónica de Nabonido, “el ejército de Ciro entró en Babilonia sin combate”. Estas palabras concuerdan con la profecía de Jeremías.
“Babilonia tiene que llegar a ser montones de piedras, [...] yermos desolados hasta tiempo indefinido”
A partir del 539 a.e.c., Babilonia fue decayendo y su gloria se desvaneció. Alejandro Magno quiso convertirla en la capital de su imperio, pero murió de repente. En el siglo primero todavía existía una comunidad de judíos en Babilonia, y el apóstol Pedro decidió visitarla. No obstante, para el siglo cuarto, la ciudad estaba en ruinas y finalmente dejó de existir.