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¡Jehová desenvaina la espada!La Atalaya 1988 | 15 de septiembre
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Aunque Sedequías había jurado lealtad a Nabucodonosor, quebrantó aquel juramento y procuró que el gobernante de Egipto, la otra gran águila, le ayudara. Si Sedequías invocó el nombre de Dios al hacer aquel juramento, el quebrantarlo causó oprobio a Jehová.
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