Capítulo 14
Los dos reyes cambian de identidad
1, 2. a) ¿Por qué se plegó Antíoco IV a las exigencias de Roma? b) ¿Cuándo se convirtió Siria en una provincia romana?
EL MONARCA sirio Antíoco IV invade Egipto y se proclama rey de ese territorio. A instancias del rey egipcio Tolomeo VI, Roma envía al embajador Cayo Popilio Lenas, quien lleva consigo una flota impresionante y órdenes del Senado romano de que Antíoco IV renuncie al trono de Egipto y abandone el país. El rey de Siria y el embajador romano se encuentran frente a frente en un barrio de las afueras de Alejandría, Eleusis. Antíoco IV pide tiempo para consultar con sus consejeros, pero Lenas traza un círculo en torno a él y le dice que ha de responderle antes de cruzar la línea. Humillado, Antíoco IV se pliega a las exigencias de Roma y regresa a Siria (año 168 a.E.C.), lo que pone fin a la confrontación entre el rey del norte sirio y el rey del sur egipcio.
2 En virtud de su supremacía en Oriente Medio, Roma sigue dominando a Siria. Por consiguiente, si bien otros reyes de la dinastía seléucida gobiernan en ese país tras la muerte de Antíoco IV, en 163 a.E.C., no ocupan la posición de “rey del norte” (Daniel 11:15). Finalmente, Siria se convierte en una provincia romana en 64 a.E.C.
3. ¿Cuándo subyugó Roma a Egipto, y cómo?
3 La dinastía tolemaica de Egipto conserva el puesto de “rey del sur” durante algo más de ciento treinta años después de la muerte de Antíoco IV (Daniel 11:14). En el año 31 a.E.C., el gobernante romano Octavio derrota en la batalla de Accio a las fuerzas aliadas de la última reina tolemaica, Cleopatra VII, y del amante de esta, el romano Marco Antonio. Tras el suicidio de Cleopatra al año siguiente, Egipto también se convierte en una provincia romana, con lo que deja de ser el rey del sur. En el año 30 a.E.C., Roma ha subyugado tanto a Siria como a Egipto. ¿Hemos de esperar que en este punto los papeles de rey del norte y rey del sur recaigan en otras gobernaciones?
UN NUEVO REY ENVÍA “UN EXACTOR”
4. ¿Por qué hemos de esperar que otra entidad gobernante encarne al rey del norte?
4 En la primavera del año 33 E.C., Jesucristo dijo a sus discípulos: “Cuando alcancen a ver la cosa repugnante que causa desolación, como se habló de ella por medio de Daniel el profeta, de pie en un lugar santo [...], entonces los que estén en Judea echen a huir a las montañas” (Mateo 24:15, 16). Citando de Daniel 11:31, advirtió a sus seguidores que en un futuro llegaría una ‘cosa repugnante que causaría desolación’. Esta profecía relativa al rey del norte se dio unos ciento noventa y cinco años después de la muerte de Antíoco IV, el último rey sirio que desempeñó ese papel. Es evidente, pues, que otra entidad gobernante habría de encarnar al rey del norte. ¿Qué gobernación sería esa?
5. ¿Quién se ‘puso de pie’ en el papel de rey del norte y así ocupó la posición que antes había tenido Antíoco IV?
5 El ángel de Jehová Dios predijo: “Tiene que ponerse de pie en la posición suya [la de Antíoco IV] uno que esté haciendo que un exactor pase por el reino espléndido, y en unos cuantos días será quebrantado, pero no en cólera ni en guerra” (Daniel 11:20). El que ‘se puso de pie’ de esa manera resultó ser el primer emperador romano, Octavio, conocido por el nombre de César Augusto (véase el apartado “Se honra a uno y se desprecia al otro”, en la pág. 248).
6. a) ¿Cuándo se hizo que “un exactor” pasara por “el reino espléndido”, y qué importancia tuvo aquel suceso? b) ¿Por qué puede decirse que Augusto no pereció “en cólera ni en guerra”? c) ¿Qué cambio se produjo en la identidad del rey del norte?
6 “El reino espléndido” de Augusto incluía “la tierra de la Decoración”, es decir, la provincia romana de Judea (Daniel 11:16). En el año 2 a.E.C., Augusto envió “un exactor” al ordenar un censo, probablemente con el objetivo de determinar la cantidad de habitantes a efectos de tributación y reclutamiento. Ese decreto hizo que, tal como estaba predicho, Jesús naciera en Belén, pues José y María viajaron a esa localidad para empadronarse (Miqueas 5:2; Mateo 2:1-12). En agosto del año 14 E.C. —al cabo de “unos cuantos días”, esto es, no mucho después de promulgar el edicto— Augusto murió a los 76 años de edad. No pereció “en cólera” (víctima de manos asesinas) ni “en guerra”, sino a consecuencia de una enfermedad. Obviamente, el rey del norte había cambiado de identidad para convertirse en el Imperio romano, en la persona de sus emperadores.
‘EL DESPRECIADO SE PONE DE PIE’
7, 8. a) ¿Quién ‘se puso de pie’ en la posición de Augusto como rey del norte? b) ¿Por qué se otorgó de mala gana “la dignidad del reino” al sucesor de César Augusto?
7 El ángel continuó así con la profecía: “Tiene que ponerse de pie en la posición suya [la de Augusto] uno que ha de ser despreciado, y ciertamente no pondrán sobre él la dignidad del reino; y realmente entrará durante un tiempo libre de cuidados y se asirá del reino por medio de melosidad. Y en lo que respecta a los brazos de la inundación, serán inundados por causa de él, y serán quebrantados; como lo será también el Caudillo del pacto” (Daniel 11:21, 22).
8 El que ‘habría de ser despreciado’ fue Tiberio César, hijo de Livia, la tercera esposa de Augusto (véase el apartado “Se honra a uno y se desprecia al otro”, en la pág. 248). Augusto detestaba a su hijastro por sus defectos de personalidad, y no quería que él fuera el siguiente César. A Tiberio se le otorgó “la dignidad del reino” de mala gana, y solo tras la muerte de los demás posibles sucesores. En el año 4 E.C., Augusto lo adoptó y lo nombró heredero al trono. Cuando falleció Augusto, el “despreciado” Tiberio, que para entonces contaba 54 años de edad, ‘se puso de pie’ al asumir la autoridad de emperador romano y rey del norte.
9. ¿Por qué puede decirse que Tiberio ‘se asió del reino por medio de melosidad’?
9 “Tiberio —dice The New Encyclopædia Britannica— manipuló al Senado y no permitió que este lo nombrara emperador hasta transcurrido casi un mes [desde la muerte de Augusto].” Argumentó ante el Senado que nadie sino Augusto era capaz de llevar la carga de gobernar el Imperio romano, y solicitó a los senadores que restablecieran la República y confiaran esa autoridad a un grupo de hombres más bien que a uno solo. “No atreviéndose a tomarle la palabra —escribió el historiador Will Durant—, el Senado estuvo cambiando con él cumplidos y elogios hasta que, finalmente, [Tiberio] aceptó el mando.” Durant añadió: “La comedia fue bien representada por ambas partes. Tiberio deseaba el principado, pues, de lo contrario, hubiese encontrado algún procedimiento para eludirlo; el Senado le temía y le odiaba pero se resistía a restablecer una república cimentada, como la antigua, en asambleas teóricamente soberanas”. Como vemos, Tiberio ‘se asió del reino por medio de melosidad’.
10. ¿Cómo fueron “quebrantados” los “brazos de la inundación”?
10 “En lo que respecta a los brazos de la inundación” —las fuerzas militares de los reinos circundantes—, el ángel dijo que ‘serían inundados y quebrantados’. Cuando Tiberio se convirtió en el rey del norte, su sobrino Germánico comandaba las tropas romanas destacadas en el río Rin. En el año 15, Germánico dirigió sus fuerzas contra el héroe germano Arminio y obtuvo algunos triunfos. Sin embargo, esas victorias parciales fueron muy costosas, y Tiberio suspendió las operaciones en Germania. Optó, más bien, por impedir la unificación de sus tribus instigando la guerra civil entre ellas. En materia de política exterior, generalmente adoptó una postura defensiva y dirigida sobre todo a consolidar las fronteras. Esa táctica resultó bastante eficaz, de manera que “los brazos de la inundación” fueron dominados y “quebrantados”.
11. ¿Cómo ‘se quebrantó al Caudillo del pacto’?
11 También se ‘quebrantó’ al “Caudillo del pacto”, pacto que Jehová Dios había establecido con Abrahán para la bendición de todas las familias de la Tierra. Jesucristo fue la Descendencia de Abrahán prometida en dicho pacto (Génesis 22:18; Gálatas 3:16). Jesús compareció ante Poncio Pilato el 14 de Nisán del año 33, en el palacio de Jerusalén del gobernador romano. Los sacerdotes judíos lo habían acusado de traicionar al emperador, pero él le dijo a Pilato: “Mi reino no es parte de este mundo. [...] Mi reino no es de esta fuente”. A fin de que el gobernador romano no pudiera liberar a Jesús, pese a su inocencia, los judíos le gritaron: “Si pones en libertad a este, no eres amigo de César. Todo el que se hace rey habla contra César”. Tras exigir la ejecución de Jesús, dijeron: “No tenemos más rey que César”. De acuerdo con la ley que regulaba los delitos de lesa majestad, la cual Tiberio había ampliado para que penalizase prácticamente cualquier insulto al César, Pilato entregó a Jesús para que lo ‘quebrantaran’ clavándolo en un madero de tormento (Juan 18:36; 19:12-16; Marcos 15:14-20).
UN TIRANO ‘TRAMA SUS TRAMAS’
12. a) ¿Quiénes se aliaron con Tiberio? b) ¿Cómo se hizo Tiberio “poderoso mediante una nación pequeña”?
12 Todavía refiriéndose a Tiberio, el ángel profetizó: “Por haberse aliado ellos con él, él efectuará engaño y realmente subirá y se hará poderoso mediante una nación pequeña” (Daniel 11:23). Los senadores romanos ‘se aliaron’ constitucionalmente con Tiberio, y este, en teoría, dependía de ellos. Pero él los engañó, pues en la práctica se hizo “poderoso mediante una nación pequeña”. Esta fue la guardia pretoriana romana, acampada junto a las murallas de Roma. Su proximidad intimidó al Senado y permitió a Tiberio controlar cualquier brote de insurrección de la plebe. Por lo tanto, Tiberio mantuvo su poder merced a unos diez mil guardias.
13. ¿En qué aspecto sobrepasó Tiberio a sus antepasados?
13 El ángel continuó así la profecía: “Durante un tiempo libre de cuidados, aun en lo pingüe del distrito jurisdiccional entrará y realmente hará lo que no han hecho sus padres ni los padres de sus padres. Botín y despojo y bienes esparcirá entre ellos; y contra lugares fortificados tramará sus tramas, pero solo hasta un tiempo” (Daniel 11:24). Tiberio fue suspicaz en extremo, y durante su mandato proliferaron las órdenes de ejecución. La última parte de su reinado se caracterizó por el terror, debido en buena medida a la influencia de Sejano, el jefe de la guardia pretoriana, quien con el tiempo también se hizo objeto de sospechas y fue ajusticiado. En cuanto a la tiranía a la que sometió al pueblo, Tiberio sobrepasó a sus antepasados.
14. a) ¿Cómo esparció Tiberio “botín y despojo y bienes” por las provincias romanas? b) ¿Qué veía la gente en Tiberio cuando este falleció?
14 Por lo demás, Tiberio esparció “botín y despojo y bienes” por todas las provincias romanas. A su muerte, todos los pueblos subyugados disfrutaban de prosperidad. Los impuestos eran bajos, y Tiberio pudo ser generoso con las regiones que atravesaban tiempos difíciles. Los soldados u oficiales que oprimieran a cualquier persona o cometieran irregularidades en el desempeño de sus funciones podían esperar la venganza imperial. El rígido ejercicio del poder mantuvo la seguridad ciudadana, y la expansión del sistema de comunicaciones promovió el comercio. Tiberio se encargó de que los asuntos se administraran de manera imparcial y consecuente dentro y fuera de Roma. Las leyes se perfeccionaron, y los códigos social y ético mejoraron al impulsarse las reformas que César Augusto había instituido. Aun así, Tiberio ‘tramó sus tramas’, por lo que el historiador romano Tácito lo califica de hipócrita y de maestro en el arte de la simulación. Cuando falleció, en marzo del año 37, el pueblo veía en él a un tirano.
15. ¿Cuál era la situación de Roma a finales del siglo I y principios del II?
15 Entre los sucesores de Tiberio que personificaron al rey del norte figuraron Cayo César (Calígula), Claudio I, Nerón, Vespasiano, Tito, Domiciano, Nerva, Trajano y Adriano. “En su mayoría —dice The New Encyclopædia Britannica—, los sucesores de Augusto continuaron la política administrativa y el programa de construcciones de este, si bien con menos innovaciones y más ostentación.” La misma obra de consulta señala además: “Roma alcanzó su máximo esplendor y número de habitantes a finales del siglo I y principios del II”. Aunque en ese período tuvo algunas dificultades en los territorios fronterizos del imperio, su primera confrontación predicha con el rey del sur no se produjo hasta el siglo III.
SE DESPIERTA CONTRA EL REY DEL SUR
16, 17. a) ¿Quién personificó al rey del norte al que se refiere Daniel 11:25? b) ¿Quién llegó a ocupar la posición de rey del sur, y qué sucesos condujeron a ello?
16 El ángel de Dios siguió profetizando: “[El rey del norte] despertará su poder y su corazón contra el rey del sur con una gran fuerza militar; y el rey del sur, por su parte, se excitará para la guerra con una fuerza militar sumamente grande y poderosa. Y él [el rey del norte] no se mantendrá firme, porque tramarán contra él tramas. Y los mismos que coman sus manjares exquisitos traerán su quebranto. Y en cuanto a su fuerza militar, será llevada por la inundación, y muchos ciertamente caerán muertos” (Daniel 11:25, 26).
17 Unos trescientos años después de que Octavio convirtió a Egipto en una provincia de Roma, el emperador romano Aureliano personificó al rey del norte, mientras que Septimia Zenobia, reina de la colonia romana de Palmira, representó al rey del sura (véase el apartado “Zenobia, la reina guerrera de Palmira”, en la pág. 252). En 269, el ejército de Palmira invadió Egipto con el pretexto de asegurar la dominación de Roma en ese territorio. Zenobia deseaba convertir a Palmira en la ciudad preponderante de Oriente y gobernar las provincias romanas orientales. Su ambición provocó la inquietud de Aureliano, y este alzó “su poder y su corazón” contra ella.
18. ¿Qué desenlace tuvo el conflicto entre el emperador Aureliano en el papel de rey del norte y la reina Zenobia en el de rey del sur?
18 El rey del sur, la entidad gobernante que Zenobia encabezaba, ‘se excitó’ para guerrear contra el rey del norte “con una fuerza militar sumamente grande y poderosa” a las órdenes de dos generales, Zabdas y Zabbai. Pese a ello, Aureliano conquistó Egipto, y luego dirigió sus tropas a Asia Menor y Siria. Zenobia fue derrotada en Emesa (la actual Homs) y se retiró a Palmira. Tras una defensa valiente y, sin embargo, inútil de la ciudad ante el asedio de Aureliano, huyó con su hijo hacia Persia, pero los romanos la capturaron a orillas del río Éufrates. En el año 272, los palmirenos entregaron la ciudad. Aureliano perdonó la vida a Zenobia y en 274 la convirtió en la principal atracción de su procesión triunfal por las calles de Roma. La reina guerrera vivió el resto de sus días como una matrona romana.
19. ¿Por qué puede decirse que Aureliano cayó ‘porque tramaron tramas contra él’?
19 El propio Aureliano ‘no se mantuvo firme, porque tramaron tramas contra él’. En 275 se dispuso a lanzar una ofensiva contra los persas. Mientras esperaba en Tracia la oportunidad de cruzar el estrecho y entrar en Asia Menor, ‘los que comían de su mesa’ conspiraron contra él y causaron su “quebranto”. Aureliano estaba a punto de pedir cuentas por ciertas irregularidades a Eros, su secretario. Este, no obstante, falsificó una lista de nombres de oficiales a los que supuestamente se pretendía dar muerte. Al verla, los oficiales tramaron y perpetraron el asesinato de Aureliano.
20. ¿En qué sentido fue “llevada por la inundación” la “fuerza militar” del rey del norte?
20 La muerte del emperador Aureliano no supuso el fin del rey del norte. Otros gobernantes romanos lo reemplazaron. Durante un tiempo, hubo un emperador de Occidente y otro de Oriente. Bajo el mandato de esos hombres, la “fuerza militar” del rey del norte fue “llevada por la inundación”, o sea, “esparcida (dispersada)”,b y muchos ‘cayeron muertos’ debido a las incursiones que las tribus germánicas efectuaron desde el norte. En el siglo IV, los godos cruzaron las fronteras romanas. Las invasiones se sucedieron, y en el año 476 el caudillo germano Odoacro derrocó al último emperador que gobernó en Roma. A principios del siglo VI, la zona occidental del Imperio romano ya se había desmembrado, y los germanos reinaban en Britania, la Galia, Italia, el norte de África y España. La sección oriental del imperio perduró hasta el siglo XV.
LA DIVISIÓN DE UN GRAN IMPERIO
21, 22. ¿Qué cambios efectuó Constantino en el siglo IV?
21 Sin mencionar detalles innecesarios de la desintegración del Imperio romano —una desintegración que se extendió por varios siglos—, el ángel de Jehová pasó a predecir otras hazañas de los reyes del norte y del sur. Sin embargo, un breve repaso de ciertos hechos históricos concernientes al Imperio romano nos permitirá determinar la identidad de los dos reyes rivales en tiempos posteriores.
22 En el siglo IV, el emperador romano Constantino otorgó el reconocimiento estatal al cristianismo apóstata, y hasta convocó y presidió personalmente un concilio eclesiástico en Nicea (Asia Menor) en el año 325. Posteriormente, Constantino trasladó la residencia imperial de Roma a Bizancio (Constantinopla) e hizo de esta última la nueva capital. El Imperio romano permaneció bajo el mando de un único emperador hasta el fallecimiento de Teodosio I, acaecido el 17 de enero del año 395.
23. a) ¿Cómo se dividió el Imperio romano a la muerte de Teodosio? b) ¿Cuándo llegó a su fin el Imperio oriental? c) ¿Quién pasó a gobernar Egipto en 1517?
23 A la muerte de Teodosio, el Imperio romano se dividió entre sus hijos. Honorio obtuvo el sector occidental; Arcadio, el oriental, con su capital Constantinopla. Los territorios de Britania, la Galia, Italia, España y el norte de África formaron parte de la sección occidental; los de Macedonia, Tracia, Asia Menor, Siria y Egipto, de la oriental. Alejandría, la capital egipcia, cayó ante los sarracenos (árabes) en 642 y se convirtió en una provincia sometida a los califas. En enero de 1449 subió al trono Constantino XI, el último emperador de Oriente. Los turcos otomanos a las órdenes del sultán Mehmet II acabaron con el Imperio romano de Oriente cuando tomaron Constantinopla el 29 de mayo de 1453. En 1517, Egipto llegó a ser una provincia turca. Con el tiempo, sin embargo, esa tierra del rey del sur original llegaría a estar bajo la dominación de otro imperio que vendría de la sección occidental.
24, 25. a) ¿Qué suceso, según algunos historiadores, marcó el principio del Sacro Imperio Romano? b) ¿Qué sucedió finalmente con el título de “emperador” del Sacro Imperio Romano?
24 En el ala occidental del Imperio romano surgió la figura del obispo católico de Roma. El pontífice León I, en particular, se hizo célebre por afianzar la autoridad del papado en el siglo V. Posteriormente, otro Papa se arrogó la prerrogativa de coronar al emperador de la sección occidental. El acontecimiento tuvo lugar el día de Navidad del año 800, cuando el pontífice León III coronó en Roma a Carlos (Carlomagno), rey de los francos, como emperador del nuevo Imperio romano de Occidente. Esta coronación supuso el restablecimiento en Roma de la figura del emperador y, según algunos historiadores, marcó el principio del Sacro Imperio Romano. A partir de entonces coexistieron dos imperios: el de Oriente y el Sacro Imperio Romano (en occidente), ambos autodenominados cristianos.
25 El paso de los años demostró la ineptitud para gobernar de los sucesores de Carlomagno. Incluso hubo un lapso en que el puesto de emperador estuvo vacante. Entretanto, el rey germano Otón I obtuvo el control de la mayor parte del norte y centro de Italia y se proclamó rey de ese país. El 2 de febrero del año 962, el papa Juan XII coronó a Otón I emperador del Sacro Imperio Romano. La capital de este se hallaba en Alemania, y los emperadores y la mayoría de sus súbditos eran alemanes. Cinco siglos más tarde, el título de “emperador” pasó a la austriaca casa de Habsburgo, y esta lo conservó durante la mayor parte de los años que perduraría el Sacro Imperio Romano.
SE ACLARA DE NUEVO LA IDENTIDAD DE LOS DOS REYES
26. a) ¿Cómo llegó a su fin el Sacro Imperio Romano? b) ¿Quién fue el nuevo rey del norte?
26 Napoleón I asestó un golpe mortal al Sacro Imperio Romano cuando se negó a reconocer su existencia tras las victorias que en 1805 logró en Alemania. El emperador Francisco II, incapaz de defender la corona, renunció a su condición de emperador romano el 6 de agosto de 1806 para conformarse con el título de emperador de Austria y su gobierno nacional. Fundado mil seis años antes por el papa León III y el rey franco Carlomagno, el Sacro Imperio Romano había llegado a su fin. En 1870, Roma se convirtió en la capital del reino de Italia, independiente del Vaticano. Al año siguiente se instauró un imperio germánico en el que Guillermo I ostentó el título de césar (káiser). Por lo tanto, el nuevo rey del norte, Alemania, se había presentado en la escena mundial.
27. a) ¿Cómo se convirtió Egipto en un protectorado británico? b) ¿Quién vino a ocupar la posición de rey del sur?
27 ¿Quién, entonces, llegó a ser el nuevo rey del sur? La historia muestra que Gran Bretaña se convirtió en un imperio en el siglo XVII. En 1798, Napoleón I conquistó Egipto con el objetivo de entorpecer las rutas comerciales británicas. Declarada la guerra, la alianza entre británicos y otomanos obligó a los franceses a retirarse de Egipto, que en el inicio del conflicto había representado al rey del sur. En el siglo siguiente, Gran Bretaña incrementó su presencia en Egipto, y en 1882 el país se convirtió de hecho en una dependencia británica. En 1914, año en que estalló la I Guerra Mundial, Egipto pertenecía a Turquía y se hallaba bajo el mando de un jedive, o virrey. Sin embargo, cuando Turquía se alió con Alemania en la contienda, los británicos depusieron al jedive y declararon a Egipto protectorado británico. Los estrechos lazos que se fueron creando entre Gran Bretaña y Estados Unidos de América dieron lugar a la potencia mundial angloamericana. Juntas, estas dos naciones llegaron a ocupar la posición de rey del sur.
[Notas]
a Puesto que las denominaciones “rey del norte” y “rey del sur” son títulos, pueden referirse a cualquier individuo o entidad gobernante, como un rey, una reina o un bloque de naciones.
b Véase la nota de Daniel 11:26 en la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras con referencias, editada por Watchtower Bible and Tract Society of New York, Inc.
¿QUÉ HA APRENDIDO?
• ¿Qué emperador romano fue el primero que personificó al rey del norte, y cuándo envió “un exactor”?
• ¿Quién ocupó tras Augusto la posición de rey del norte, y cómo ‘fue quebrantado el Caudillo del pacto’?
• ¿En qué desembocó el conflicto entre Aureliano como rey del norte y Zenobia como rey del sur?
• ¿Qué le sucedió al Imperio romano, y qué potencias ocupaban las posiciones de los dos reyes a finales del siglo XIX?
[Apartado de las páginas 248 a 251]
SE HONRA A UNO Y SE DESPRECIA AL OTRO
UNO de ellos transformó una república desgarrada por los conflictos en un imperio mundial. El otro logró en veintitrés años multiplicar por veinte la riqueza de ese imperio. Cuando murieron, a uno lo honraron, mientras que al otro lo despreciaron. Jesús vivió y llevó a cabo su ministerio durante los mandatos de estos dos emperadores de Roma. ¿Quiénes fueron? ¿Y por qué se honró a uno y al otro no?
ENCONTRÓ A ROMA DE LADRILLO Y LA DEJÓ DE MÁRMOL
Cuando Julio César murió asesinado, en el año 44 a.E.C., Cayo Octavio, nieto de su hermana, solo contaba 18 años de edad. Hijo adoptivo y principal heredero de Julio César, el joven Octavio se dirigió de inmediato a Roma para reclamar su herencia. Una vez allí, encontró un difícil contrincante en Marco Antonio —el lugarteniente más destacado de César—, quien pretendía ser el principal heredero. Las intrigas políticas y las luchas por el poder se extendieron durante trece años.
Tras derrotar en el año 31 a.E.C. a las fuerzas aliadas de Cleopatra, reina de Egipto, y de Marco Antonio, el amante de esta, Octavio se erigió en el gobernante indiscutible del Imperio romano. Antonio y Cleopatra se suicidaron al año siguiente, y Octavio anexionó Egipto —el último reducto del Imperio griego— a los dominios de Roma, con lo que esta se convirtió en la potencia mundial.
Consciente de que el asesinato de Julio César se debió al despotismo con que este ejerció el poder, Octavio se cuidó de no cometer el mismo error. Para no herir los sentimientos romanos simpatizantes con la República, confirió a su monarquía un disfraz republicano y declinó los títulos de rey y dictador. Es más, declaró su intención de transferir el gobierno de todas las provincias al Senado romano y de renunciar a todos sus cargos. La táctica dio resultado. El Senado, agradecido, le instó a seguir en sus funciones y a conservar el dominio de algunas provincias.
El 16 de enero del año 27 a.E.C., el Senado le otorgó, además, el título de Augusto, que significa “Majestuoso” o “Sagrado”. Octavio no solo aceptó esa designación, sino que le puso su nombre a un mes (agosto), y para que este fuera tan largo como julio, el mes en honor de Julio César, le quitó un día a febrero. Octavio se convirtió así en César Augusto, el primer emperador de Roma. Posteriormente también asumió el título de pontifex maximus (sumo pontífice), y en el año 2 a.E.C. —el mismo en que nació Jesús—, el Senado lo proclamó pater patriae (padre de la patria).
Precisamente aquel año “salió un decreto de César Augusto de que se inscribiera toda la tierra habitada [...]; y todos se pusieron a viajar para inscribirse, cada uno a su propia ciudad” (Lucas 2:1-3). Jesús nació en Belén a raíz de ese decreto, y de esa forma se cumplieron las profecías bíblicas (Daniel 11:20; Miqueas 5:2).
El gobierno de Augusto se caracterizó por una relativa honradez y por la estabilidad monetaria. Asimismo, Augusto instituyó un eficaz servicio postal y construyó calzadas y puentes. También hizo reformas en el ejército, creó una flota permanente y fundó la guardia pretoriana, un cuerpo selecto encargado de custodiar al emperador (Filipenses 1:13). Bajo sus auspicios florecieron escritores de la talla de Virgilio y Horacio, y escultores que cincelaron hermosas obras de arte clásico. Augusto terminó edificaciones que Julio César había dejado inconclusas, y restauró numerosos templos. Instauró la pax romana (paz romana), que duró más de doscientos años. Falleció el 19 de agosto del año 14 E.C., a la edad de 76 años, y a partir de entonces se le deificó.
Augusto se jactó de que había encontrado a Roma de ladrillo y la había dejado de mármol. Deseoso de impedir que Roma volviera a los conflictos que habían ensombrecido los días de la República, se propuso aleccionar al siguiente emperador. Sin embargo, no contó con muchas opciones para elegir un sucesor. Tras la muerte de su sobrino, dos nietos, un yerno y un hijastro, solo quedó su hijastro Tiberio para sucederle.
“UNO QUE HA DE SER DESPRECIADO”
Menos de un mes después de la muerte de Augusto, el Senado romano nombró emperador a Tiberio, que contaba a la sazón 54 años. La vida y el mandato de este se extendieron hasta el mes de marzo del año 37. Tiberio fue, por tanto, el emperador de Roma durante el ministerio público de Jesús.
Como emperador tuvo virtudes y defectos. Entre las primeras figuró su reticencia a gastar dinero en lujos, lo que aumentó la prosperidad del imperio y le permitió destinar fondos a paliar los efectos de catástrofes y tiempos adversos. En su favor puede decirse que no se consideró más que un hombre; rechazó muchos títulos honoríficos y por lo general centró el culto al emperador en Augusto y no en sí mismo. A diferencia de Augusto y Julio César, no le puso su nombre a ningún mes ni permitió que los demás le otorgaran ese honor.
Pero Tiberio tuvo más defectos que virtudes. Fue extremadamente receloso e hipócrita; en su reinado proliferaron las órdenes de asesinato, y entre sus víctimas estuvieron muchos de sus antiguos amigos. Amplió la ley de lesa majestad para que penalizase, además de actos sediciosos, el empleo de términos difamatorios contra su persona. Es probable que los judíos se valieran de esa ley cuando presionaron al gobernador romano Poncio Pilato para que ejecutara a Jesús (Juan 19:12-16).
Tiberio concentró la guardia pretoriana en las proximidades de Roma, construyendo a tal efecto cuarteles fortificados al norte de las murallas de la ciudad. La guardia intimidaba con su presencia al Senado romano —el cual constituía una amenaza para el poder de Tiberio— y controlaba las alteraciones del orden público. Tiberio también fomentó el sistema de delatores, y el terror caracterizó la última etapa de su mandato.
Considerado un tirano al final de sus días, los romanos celebraron su muerte y el Senado se negó a divinizarlo. Estas y otras razones hacen que veamos cumplirse en Tiberio la profecía de que ‘uno que habría de ser despreciado’ ocuparía la posición de “rey del norte” (Daniel 11:15, 21).
¿QUÉ HA APRENDIDO?
• ¿Cómo llegó a ser Octavio el primer emperador de Roma?
• ¿Qué logros del gobierno de Augusto pueden señalarse?
• ¿Qué virtudes y defectos tuvo Tiberio?
• ¿Cómo se cumplió en Tiberio la profecía respecto a ‘uno que habría de ser despreciado’?
[Ilustración de la página 251]
Tiberio
[Apartado de las páginas 252 a 255]
ZENOBIA, LA REINA GUERRERA DE PALMIRA
“MORENA [...], su dentadura era perlada y blanquísima, y flechaban sus ojos grandes y negros ardores entrañables, templados con halagüeño embeleso. Era su voz clara y armoniosa, y su entendimiento varonil engalanado, y fortalecido con el estudio. Versada en la lengua latina, poseía igualmente y con cabal perfección el griego, el siriaco y el egipcio.” Con tales halagos describió el historiador Edward Gibbon a Zenobia, la reina guerrera de la ciudad siria de Palmira.
Su esposo fue el noble palmireno Odenato, recompensado con el rango de cónsul de Roma en el año 258 E.C. por su victoriosa campaña contra los persas en beneficio del Imperio romano. Dos años después, el emperador romano Galieno le otorgó el título de corrector totius Orientis (jefe de todo el Oriente), en reconocimiento de su victoria sobre el rey persa Sapor I. Con el tiempo, Odenato se proclamó “rey de reyes”. Sus triunfos, sin embargo, pueden atribuirse en buena medida al valor y la cordura de Zenobia.
ZENOBIA ASPIRA A CREAR UN IMPERIO
En el año 267, cuando se hallaba en la cúspide del poder, Odenato fue asesinado junto con su heredero. Zenobia tomó el puesto de su esposo, pues su hijo era muy joven. Esta mujer bella, ambiciosa, buena administradora y versada en varios idiomas, que además estaba habituada a salir de campaña con su esposo, logró ganarse el respeto y el apoyo de sus súbditos. Amante del saber, se rodeó de intelectuales. Uno de sus consejeros fue el filósofo y retórico Casio Longino, de quien se decía que era “una biblioteca viviente y un museo andante”. El escritor Richard Stoneman señala en su libro Palmyra and Its Empire—Zenobia’s Revolt Against Rome (Palmira y su imperio. La sublevación de Zenobia contra Roma): “Durante los cinco años posteriores a la muerte de Odenato [...], Zenobia logró que su pueblo la viera como la señora del Oriente”.
A un lado de los dominios de Zenobia estaba Persia, a la que su esposo y ella habían debilitado; al otro, la decadente Roma. El historiador J. M. Roberts dice respecto a las condiciones del Imperio romano en aquel tiempo: “El siglo III fue [...] una época terrible para Roma tanto en las fronteras orientales como en las occidentales, mientras que en el interior dio comienzo un nuevo período de guerras civiles y disputas sucesorias. Sin contar a los pretendientes, hubo veintidós emperadores”. La señora de Siria, por su parte, era una monarca absoluta bien asentada en su reino. “Al controlar la relación de fuerzas de dos imperios [el persa y el romano] —señala Stoneman—, podía aspirar a crear un tercero que dominara a ambos.”
A Zenobia se le presentó la oportunidad de extender sus dominios reales en 269, cuando en Egipto se alzó un aspirante al trono de Roma. El ejército de Zenobia marchó rápidamente a esa tierra, aplastó al rebelde y se apoderó del país. Ella se proclamó reina de Egipto y acuñó monedas con su nombre. Su reino se extendía entonces desde el Nilo hasta el Éufrates. Fue en ese momento de su vida cuando personificó al “rey del sur” (Daniel 11:25, 26).
LA CIUDAD CAPITAL DE ZENOBIA
Zenobia fortificó y embelleció su capital, Palmira, hasta tal grado que rivalizaba con las mayores ciudades del mundo romano. Se calcula que su población superaba los 150.000 habitantes. La ciudad estaba llena de espléndidos edificios públicos, templos, jardines, columnas y monumentos, y la rodeaban unas murallas que, según se decía, tenían una longitud de 21 kilómetros. Flanqueaban la avenida principal hileras de columnas corintias de más de 15 metros de altura, unas mil quinientas en total. Abundaban las estatuas y los bustos de héroes y benefactores ricos. En el año 271, Zenobia erigió unas estatuas de sí misma y de su difunto esposo.
El templo del Sol era uno de los edificios más imponentes de Palmira, y seguramente dominaba la vida religiosa de la ciudad. Es probable que la propia Zenobia adorara a una deidad relacionada con el dios Sol. No obstante, la Siria del siglo III era una tierra de muchas religiones. En los dominios de Zenobia había personas que se declaraban cristianas, así como judíos y adoradores del Sol y la Luna. ¿Cómo veía la reina esa pluralidad religiosa? Stoneman dice: “Un gobernante sabio no desdeñaría ninguna costumbre apropiada para su pueblo. [...] Se [...] confiaba en que los dioses se habían alineado con Palmira”. Al parecer, Zenobia era tolerante en el terreno religioso.
Aunque su personalidad llamativa le granjeó la admiración de muchas personas, de mayor relevancia fue el papel que desempeñó al personificar a la entidad política predicha en la profecía de Daniel. Sin embargo, su reinado solo duró cinco años. El emperador romano Aureliano la derrotó en el año 272 y posteriormente saqueó Palmira por completo, pero con ella tuvo clemencia. Según se cree, Zenobia se casó con un senador de Roma y pasó el resto de sus días retirada de la vida pública.
¿QUÉ HA APRENDIDO?
• ¿Qué se ha dicho sobre la personalidad de Zenobia?
• Mencione algunas de sus hazañas.
• ¿Qué actitud tuvo en el terreno religioso?
[Ilustración de la página 253]
La reina Zenobia se dirige a sus soldados
[Ilustraciones y tabla de la página 246]
LOS REYES DE DANIEL 11:20-26
El rey del norte El rey del sur
Daniel 11:20 Augusto
Daniel 11:21-24 Tiberio
Daniel 11:25, 26 Aureliano Reina Zenobia
La predicha El Imperio Gran Bretaña,
desintegración germánico seguida de la
del Imperio potencia mundial
romano lleva a angloamericana
la formación de:
[Ilustración]
Tiberio
[Ilustración]
Aureliano
[Ilustración]
Estatuilla de Carlomagno
[Ilustración]
Augusto
[Ilustración]
Buque de guerra británico del siglo XVII
[Ilustración a toda plana de la página 230]
[Ilustración de la página 233]
Augusto
[Ilustración de la página 234]
Tiberio
[Ilustración de la página 235]
A causa del decreto de Augusto, José y María viajaron a Belén
[Ilustración de la página 237]
Como se predijo, Jesús fue ‘quebrantado’ cuando murió
[Ilustraciones de la página 245]
1. Carlomagno. 2. Napoleón I. 3. Guillermo I. 4. Soldados alemanes de la I Guerra Mundial