Capítulo 4
El ascenso y la caída de una imagen inmensa
1. ¿Por qué debemos interesarnos en la situación que surgió una década después de que el rey Nabucodonosor se llevó a Daniel y a otros hebreos al cautiverio?
HA TRANSCURRIDO una década desde que el rey Nabucodonosor se llevó a Daniel y a otros “hombres de nota del país” de Judá al cautiverio en Babilonia (2 Reyes 24:15). El joven Daniel sirve en la corte del rey cuando surge una situación que pone en peligro muchas vidas. ¿Por qué deberíamos interesarnos en ella? Porque el modo como Jehová interviene en la cuestión no solo salva la vida de Daniel y de otras personas, sino que además nos proporciona una visión del desfile de potencias mundiales de las profecías bíblicas que llega hasta nuestros días.
UN MONARCA AFRONTA UN PROBLEMA DIFÍCIL
2. ¿Cuándo tuvo Nabucodonosor su primer sueño profético?
2 “En el segundo año de la gobernación real de Nabucodonosor —escribió el profeta Daniel—, Nabucodonosor soñó sueños; y su espíritu empezó a sentirse agitado, y su mismo dormir se le hizo algo que estaba más allá de él.” (Daniel 2:1.) Quien tuvo aquel sueño fue Nabucodonosor, el rey del Imperio babilónico, que se convirtió, de hecho, en el gobernante mundial cuando en 607 a.E.C. Jehová Dios le permitió que destruyera Jerusalén y su templo. En el segundo año de su gobernación mundial (606-605 a.E.C.), Dios hizo que tuviera un sueño aterrador.
3. ¿Quiénes fueron incapaces de interpretar el sueño del rey, y cómo reaccionó Nabucodonosor?
3 El sueño lo perturbó tanto que no pudo dormir. Naturalmente, estaba ansioso por enterarse de su significado, pero el poderoso rey había olvidado el sueño. Por lo tanto, convocó a los magos, encantadores y hechiceros de Babilonia y les exigió que se lo relataran e interpretaran. Aquello estaba más allá de las facultades de estos hombres, y tanto se enfureció Nabucodonosor por su fracaso que ordenó “que destruyeran a todos los sabios de Babilonia”. Ese decreto pondría al profeta Daniel cara a cara con el verdugo, pues al igual que sus tres compañeros hebreos —Hananías, Misael y Azarías—, figuraba entre los sabios de Babilonia (Daniel 2:2-14).
DANIEL INTERCEDE
4. a) ¿Cómo supo Daniel en qué consistía el sueño de Nabucodonosor y su significado? b) ¿Qué dijo Daniel en agradecimiento a Jehová Dios?
4 Una vez enterado del motivo del duro decreto de Nabucodonosor, “Daniel mismo entró y pidió del rey que le diera tiempo con el propósito específico de mostrar la interpretación misma al rey”. La solicitud le fue concedida, así que regresó a su casa y, junto con sus tres amigos hebreos, pidió en oración “misericordias de parte del Dios del cielo respecto a este secreto”. Aquella misma noche, Jehová le reveló en una visión el secreto del sueño. Agradecido, Daniel dijo: “Que el nombre de Dios llegue a ser bendito de tiempo indefinido aun hasta tiempo indefinido, porque la sabiduría y el poderío... porque pertenecen a él. Y él cambia tiempos y sazones, remueve reyes y establece reyes, da sabiduría a los sabios y conocimiento a los que conocen el discernimiento. Revela las cosas profundas y las cosas ocultas, y sabe lo que está en la oscuridad; y con él de veras mora la luz”. Daniel alabó a Jehová por esa sabiduría (Daniel 2:15-23).
5. a) ¿De qué modo atribuyó Daniel el mérito a Jehová cuando estaba ante el rey? b) ¿Por qué nos interesa hoy en día la explicación de Daniel?
5 Al día siguiente fue a ver a Arioc, el jefe de la guardia de corps, a quien se había encomendado la ejecución de los sabios de Babilonia. En cuanto este se enteró de que Daniel podía interpretar el sueño, se apresuró a llevarlo ante el rey. Sin atribuirse el mérito, Daniel le dijo a Nabucodonosor: “Existe un Dios en los cielos que es un Revelador de secretos, y él ha hecho saber al rey Nabucodonosor lo que ha de ocurrir en la parte final de los días”. Daniel no solo estaba preparado para revelar el futuro del Imperio babilónico, sino también para hacer un esbozo del curso de los acontecimientos mundiales desde los días de Nabucodonosor hasta nuestro tiempo y aún más allá (Daniel 2:24-30).
DANIEL RECUERDA EL SUEÑO AL REY
6, 7. ¿Cuál fue el sueño que Daniel le recordó al rey?
6 Nabucodonosor escuchó atentamente la explicación de Daniel: “Tú, oh rey, estabas contemplando, y, ¡mira!, cierta imagen inmensa. Aquella imagen, que era grande y cuyo resplandor era extraordinario, estaba de pie enfrente de ti, y su apariencia era pavorosa. En lo que respecta a aquella imagen, su cabeza era de buen oro, sus pechos y sus brazos eran de plata, su vientre y sus muslos eran de cobre, sus piernas eran de hierro, sus pies eran en parte de hierro y en parte de barro moldeado. Seguiste mirando hasta que una piedra fue cortada, no por manos, y dio contra la imagen en sus pies de hierro y de barro moldeado, y los trituró. En aquel tiempo el hierro, el barro moldeado, el cobre, la plata y el oro fueron, todos juntos, triturados, y llegaron a ser como el tamo de la era del verano, y el viento se los llevó, de modo que no se halló ningún rastro de ellos. Y en cuanto a la piedra que dio contra la imagen, llegó a ser una gran montaña y llenó toda la tierra” (Daniel 2:31-35).
7 Nabucodonosor debió de emocionarse cuando oyó a Daniel revelar el sueño. Pero, un momento: los sabios de Babilonia solo se salvarían si también lo interpretaba. Hablando en su propio nombre y en el de sus tres amigos hebreos, Daniel declaró: “Este es el sueño, y su interpretación la diremos delante del rey” (Daniel 2:36).
UN REINO EMINENTE Y CON UNA DISTINCIÓN
8. a) ¿Quién o qué interpretó Daniel que era la cabeza de oro? b) ¿Cuándo surgió la cabeza de oro?
8 “Tú, oh rey, el rey de reyes, tú a quien el Dios del cielo ha dado el reino, la potencia, y la fuerza y la dignidad, y en cuya mano ha dado —dondequiera que estén morando los hijos de la humanidad— las bestias del campo y las criaturas aladas de los cielos, y a quien él ha hecho gobernante sobre todos ellos, tú mismo eres la cabeza de oro.” (Daniel 2:37, 38.) Estas palabras fueron aplicables a Nabucodonosor después de que Jehová lo utilizó para destruir Jerusalén en 607 a.E.C., pues los reyes que ocupaban el trono en esa ciudad provenían del linaje de David, el rey ungido de Jehová. Jerusalén era la capital de Judá, el reino típico que representaba la soberanía divina sobre la Tierra. Con la destrucción de aquella ciudad en dicho año, ese reino típico de Dios dejó de existir (1 Crónicas 29:23; 2 Crónicas 36:17-21). Las potencias mundiales que se sucederían, representadas por las secciones metálicas de la imagen, podrían entonces dominar la Tierra sin la interferencia del reino típico de Dios. En su condición de cabeza de oro, el metal más precioso que se conocía en tiempos antiguos, Nabucodonosor había tenido la distinción de derribar aquel reino cuando destruyó Jerusalén (véase el apartado “Un rey guerrero levanta un imperio”, en la pág. 63).
9. ¿Qué representó la cabeza de oro?
9 Nabucodonosor, cuyo reinado duró cuarenta y tres años, encabezó una dinastía que gobernó sobre el Imperio babilónico y en la cual figuraron su yerno Nabonido y su hijo mayor, Evil-merodac. Esta dinastía se extendió por otros cuarenta y tres años hasta la muerte del hijo de Nabonido, Belsasar, en 539 a.E.C. (2 Reyes 25:27; Daniel 5:30). Por lo tanto, la cabeza de oro de la imagen del sueño representó a toda la dinastía que gobernó sobre Babilonia, y no solo a Nabucodonosor.
10. a) ¿Cómo indicó el sueño de Nabucodonosor que la potencia mundial babilónica no perduraría? b) ¿Qué predijo el profeta Isaías en cuanto al conquistador de Babilonia? c) ¿En qué sentido fue Medopersia inferior a Babilonia?
10 Daniel le dijo al rey: “Después de ti se levantará otro reino inferior a ti” (Daniel 2:39). A la dinastía de Nabucodonosor le sucedería un reino simbolizado por el pecho y los brazos de plata de la imagen. Isaías había predicho su aparición unos doscientos años antes, y hasta había adelantado el nombre de su victorioso rey: Ciro (Isaías 13:1-17; 21:2-9; 44:24–45:7, 13). Era el Imperio medopersa. Aunque esa potencia desarrolló una civilización no menos importante que la del Imperio babilónico, se utilizó la plata, un metal menos precioso que el oro, para representar su reino. Este fue inferior a la potencia mundial babilónica en el sentido de que no tuvo la distinción de derribar a Judá, el reino típico de Dios, cuya capital era Jerusalén.
11. ¿Cuándo dejó de existir la dinastía de Nabucodonosor?
11 Unos sesenta años después de interpretar el sueño, Daniel presenció el fin de la dinastía de Nabucodonosor. Estuvo presente la noche del 5 al 6 de octubre de 539 a.E.C., en la que el ejército medopersa tomó la aparentemente inexpugnable Babilonia y ejecutó al rey Belsasar. A la muerte de este, la cabeza de oro de la imagen del sueño, el Imperio babilónico, dejó de existir.
UN REINO QUE LIBERA A LOS DESTERRADOS
12. ¿Cómo benefició a los judíos desterrados el decreto que Ciro promulgó en 537 a.E.C.?
12 En 539 a.E.C., Medopersia reemplazó al Imperio babilónico en la supremacía mundial. Darío el medo se convirtió a los 62 años de edad en el primer gobernante de la ciudad de Babilonia una vez conquistada (Daniel 5:30, 31). Durante un breve período, él y Ciro el persa reinaron conjuntamente sobre el Imperio medopersa. A la muerte de Darío, Ciro se convirtió en el único caudillo del Imperio persa. Su reinado significó libertad del cautiverio para los judíos desterrados en Babilonia, pues en 537 a.E.C. Ciro promulgó un decreto que les permitía regresar a su tierra y reconstruir Jerusalén y el templo de Jehová. Sin embargo, el reino típico de Dios no se restableció en Judá y Jerusalén (2 Crónicas 36:22, 23; Esdras 1:1–2:2a).
13. ¿Qué representaron el pecho y los brazos de plata de la imagen con la que soñó Nabucodonosor?
13 El pecho y los brazos de plata de la imagen del sueño representaron al linaje de reyes persas que comenzó con Ciro el Grande, una dinastía que se prolongó más de doscientos años. Se cree que Ciro murió en 530 a.E.C., durante una campaña militar. De los aproximadamente doce reyes que le sucedieron en el trono del Imperio persa, hubo por lo menos dos que dispensaron un trato de favor al pueblo escogido de Jehová: Darío I (persa) y Artajerjes I.
14, 15. ¿Cómo ayudaron Darío el Grande y Artajerjes I a los judíos?
14 Darío I fue el tercero en la línea de reyes persas posteriores a Ciro el Grande. Los dos que lo precedieron fueron Cambises II y el hermano de este, Bardiya (o un mago que quizás lo suplantó llamado Gaumata). En 521 a.E.C., cuando ascendió al trono Darío I, también conocido como Darío el Grande, pesaba una prohibición sobre los trabajos de reconstrucción del templo de Jerusalén. Una vez localizado en los archivos de Ecbátana el documento en el que aparecía el decreto de Ciro, Darío no solo levantó la prohibición (en 520 a.E.C.), sino que también destinó fondos del tesoro real a la reconstrucción del templo (Esdras 6:1-12).
15 El siguiente gobernante persa que ayudó a los judíos en las tareas de restauración fue Artajerjes I, que en 475 a.E.C. sucedió a su padre Asuero (Jerjes I). Su sobrenombre, Longimano, se debe a que tenía la mano derecha más larga que la izquierda. En 455 a.E.C., mientras corría el vigésimo año de su reinado, designó a su copero judío Nehemías gobernador de Judá y le encomendó la reconstrucción de las murallas de Jerusalén. Ese suceso señaló el comienzo de las ‘setenta semanas de años’ expuestas en el capítulo 9 de Daniel y fijó las fechas de la llegada y muerte del Mesías, o Cristo, Jesús de Nazaret (Daniel 9:24-27; Nehemías 1:1; 2:1-18).
16. ¿Cuándo y con qué rey llegó a su fin la potencia mundial medopersa?
16 El último de los seis reyes que sucedieron a Artajerjes I en el trono del Imperio persa fue Darío III. Su reinado llegó a su fin repentinamente en 331 a.E.C., cuando sufrió una terrible derrota a manos de Alejandro Magno en Gaugamela, cerca de la antigua Nínive. Aquel desastre acabó con la potencia mundial medopersa, simbolizada en el sueño de Nabucodonosor por la sección de plata de la imagen. La potencia que vendría después sería superior en algunos aspectos, pero inferior en otros, lo que se hace patente cuando escuchamos cómo sigue interpretando Daniel el sueño de Nabucodonosor.
UN REINO EXTENSO, PERO INFERIOR
17-19. a) ¿A qué potencia mundial representaron el vientre y los muslos de cobre, y hasta dónde se extendieron sus dominios? b) ¿Quién fue Alejandro III? c) ¿Cómo se convirtió el griego en un idioma internacional, y para qué resultó idóneo?
17 Daniel le dijo a Nabucodonosor que el vientre y los muslos de la imagen inmensa constituían “otro reino, uno tercero, de cobre, que [gobernaría] sobre toda la tierra” (Daniel 2:32, 39). Este tercer reino vendría después de Babilonia y Medopersia. Así como el cobre es inferior a la plata, esta nueva potencia mundial resultaría inferior a Medopersia por el hecho de que no se la honraría con un privilegio como el de liberar al pueblo de Jehová. Sin embargo, este reino como de cobre ‘gobernaría sobre toda la tierra’, lo que indica que abarcaría un territorio más extenso que Babilonia o Medopersia. ¿Qué confirman los hechos históricos en cuanto a esta potencia mundial?
18 El ambicioso Alejandro III emprendió una campaña de conquista a los 20 años de edad, poco después de heredar el trono de Macedonia, en 336 a.E.C. En virtud de sus triunfos militares, llegó a conocérsele como Alejandro Magno. De victoria en victoria fue adentrándose en los dominios persas, y en 331 a.E.C. derrotó a Darío III en la batalla de Gaugamela, que marcó el principio del fin del Imperio persa. De ese modo convirtió a Grecia en la nueva potencia mundial.
19 Tras aquella victoria, Alejandro tomó las capitales persas de Babilonia, Susa, Persépolis y Ecbátana, y, tras someter al resto del Imperio persa, extendió sus conquistas hasta el oeste de la India. En los territorios ocupados se fundaron colonias griegas, y de ese modo la lengua y la cultura de Grecia se difundieron por todos sus dominios. En realidad, el Imperio griego llegó a ser mayor que cualquiera de los que lo precedieron. Como Daniel había predicho, el reino de cobre ‘gobernó sobre toda la tierra’. En consecuencia, el griego (koiné) se convirtió en un idioma internacional que, por su capacidad de expresar los conceptos con precisión, resultó idóneo para redactar las Escrituras Griegas Cristianas y para difundir las buenas nuevas del Reino de Dios.
20. ¿Qué le sucedió al Imperio griego a la muerte de Alejandro Magno?
20 Alejandro Magno fue gobernante mundial apenas ocho años, pues cayó enfermo tras un banquete y murió poco después, el 13 de junio de 323 a.E.C., a la temprana edad de 32 años. Con el tiempo, su enorme imperio se dividió en cuatro partes, cada una de ellas gobernada por uno de sus generales. De modo que de un gran reino surgieron cuatro, que el Imperio romano acabó por absorber. Esta potencia mundial semejante al cobre no duró más que hasta el año 30 a.E.C., cuando finalmente cayó ante Roma el último de esos cuatro reinos, la dinastía tolemaica que gobernaba en Egipto.
UN REINO QUE TRITURA Y DESTROZA
21. ¿Cómo describió Daniel al “cuarto reino”?
21 Daniel continuó con su explicación de la imagen del sueño: “En cuanto al cuarto reino [tras Babilonia, Medopersia y Grecia], resultará ser fuerte como el hierro. Puesto que el hierro tritura y muele todo lo demás, así, como el hierro que destroza, triturará y destrozará aun a todos estos” (Daniel 2:40). Por su dureza y capacidad de triturar, esa potencia mundial sería como el hierro: más fuerte que los imperios representados por el oro, la plata o el cobre. El Imperio romano responde a esa descripción.
22. ¿En qué se pareció el Imperio romano al hierro?
22 Roma trituró y destrozó al Imperio griego y engulló los vestigios de las potencias mundiales medopersa y babilónica. Sin ningún respeto por el Reino de Dios que Jesucristo proclamó, hizo que este muriera en un madero de tormento en el año 33 E.C. e intentó aplastar al cristianismo verdadero persiguiendo a sus discípulos. Además, los romanos destruyeron Jerusalén y su templo en 70 E.C.
23, 24. Además del Imperio romano, ¿qué representaron las piernas de la imagen?
23 Las piernas de hierro de la imagen con la que Nabucodonosor soñó no solo representaron al Imperio romano, sino también a su prole política. Fijémonos en las palabras de Revelación (Apocalipsis) 17:10: “Hay siete reyes: cinco han caído, uno es, el otro todavía no ha llegado, pero cuando sí llegue tiene que permanecer un corto tiempo”. Cuando el apóstol Juan escribió estas palabras, los romanos lo habían desterrado a la isla de Patmos. Los cinco reyes, o potencias mundiales, que habían caído eran Egipto, Asiria, Babilonia, Medopersia y Grecia. El sexto, el Imperio romano, aún estaba en el poder. Pero este también se desplomaría, y el séptimo rey surgiría de uno de los territorios que Roma conquistó. ¿Qué potencia mundial sería esa?
24 Hubo un tiempo en que Gran Bretaña fue una provincia del Imperio romano, situada al noroeste de sus territorios. Sin embargo, para el año 1763 se había convertido en el Imperio británico, en la Britania reina de los siete mares. En 1776, sus trece colonias americanas proclamaron su independencia para constituirse en los Estados Unidos de América. Sin embargo, en años posteriores Gran Bretaña y Estados Unidos han sido colaboradores tanto en la guerra como en la paz, de modo que la alianza angloamericana se erigió en la séptima potencia mundial de las profecías bíblicas. A semejanza del Imperio romano, ha demostrado ser “fuerte como el hierro” y ha ejercido una férrea dominación. Por consiguiente, las piernas de hierro de la imagen del sueño prefiguran tanto al Imperio romano como a la potencia mundial binaria angloamericana.
UNA AMALGAMA FRÁGIL
25. ¿Qué dijo Daniel acerca de los pies y los dedos de los pies de la imagen?
25 Daniel pasó a decir a Nabucodonosor: “Como contemplaste que los pies y los dedos de los pies eran en parte de barro moldeado de un alfarero y en parte de hierro, el reino mismo resultará dividido, pero algo de la dureza del hierro resultará haber en él, puesto que contemplaste al hierro mezclado con barro húmedo. Y en cuanto a que los dedos de los pies sean en parte de hierro y en parte de barro moldeado, el reino en parte resultará fuerte y en parte resultará frágil. Como contemplaste hierro mezclado con barro húmedo, llegarán a estar mezclados con la prole de la humanidad; pero no resultará que se mantengan pegados, este a aquel, tal como el hierro no se mezcla con barro moldeado” (Daniel 2:41-43).
26. ¿Cuándo se manifiesta la dominación simbolizada por los pies y sus dedos?
26 La sucesión de las potencias mundiales representadas por las distintas secciones de la imagen del sueño de Nabucodonosor, se inició en la cabeza y prosiguió hacia abajo, hasta los pies. Lógicamente, los pies y dedos de “hierro mezclado con barro húmedo” simbolizarían la manifestación final de la gobernación humana, la que existiría durante “el tiempo del fin” (Daniel 12:4).
27. a) ¿Qué situación mundial representan los pies y los dedos de los pies de hierro mezclado con barro? b) ¿Qué prefiguran los diez dedos de los pies de la imagen?
27 En los albores del siglo XX, el Imperio británico gobernaba sobre la cuarta parte de los habitantes del planeta, y otros imperios europeos dominaban a millones de personas más. Sin embargo, a raíz de la I Guerra Mundial, las alianzas de naciones sustituyeron a los imperios, y esta tendencia se acentuó tras la II Guerra Mundial. Con la propagación del nacionalismo, el número de naciones del mundo aumentó drásticamente. Los diez dedos de los pies de la imagen prefiguran a todas esas potencias y gobiernos coexistentes, pues en la Biblia el número diez a veces significa lo completo en sentido terrenal (compárese con Éxodo 34:28; Mateo 25:1; Revelación 2:10).
28, 29. a) Según Daniel, ¿qué representa el barro? b) ¿Qué se puede decir de la mezcla del hierro con el barro?
28 Ahora, en “el tiempo del fin”, hemos llegado a los pies de la imagen. Puesto que los pies y sus dedos son de hierro mezclado con barro, algunos de los gobiernos a los que representan son férreos, es decir, autoritarios o tiránicos. Otros son como el barro. ¿En qué sentido? Daniel relacionó el barro con “la prole de la humanidad” (Daniel 2:43). Pese a la fragilidad del barro, del que está compuesta la prole de la humanidad, los regímenes tradicionales semejantes al hierro se han visto obligados a escuchar cada vez más a la gente común, que reclama voz y voto en las instituciones gobernantes (Job 10:9). Pero el dominio autoritario y la gente común no pueden mantenerse unidos más de lo que el hierro se adhiere al barro. Cuando le llegue el fin a la imagen, el mundo estará verdaderamente fragmentado en sentido político.
29 ¿Provocará la condición dividida de los pies y sus dedos el desplome de toda la imagen? ¿Qué le espera a esta última?
UN CLÍMAX IMPRESIONANTE
30. Describa el clímax del sueño de Nabucodonosor.
30 Prestemos atención al clímax del sueño. Daniel le había dicho al rey: “Seguiste mirando hasta que una piedra fue cortada, no por manos, y dio contra la imagen en sus pies de hierro y de barro moldeado, y los trituró. En aquel tiempo el hierro, el barro moldeado, el cobre, la plata y el oro fueron, todos juntos, triturados, y llegaron a ser como el tamo de la era del verano, y el viento se los llevó, de modo que no se halló ningún rastro de ellos. Y en cuanto a la piedra que dio contra la imagen, llegó a ser una gran montaña y llenó toda la tierra” (Daniel 2:34, 35).
31, 32. ¿Qué se predijo con respecto a la parte final del sueño de Nabucodonosor?
31 A modo de explicación, la profecía pasó a decir: “En los días de aquellos reyes el Dios del cielo establecerá un reino que nunca será reducido a ruinas. Y el reino mismo no será pasado a ningún otro pueblo. Triturará y pondrá fin a todos estos reinos, y él mismo subsistirá hasta tiempos indefinidos; puesto que contemplaste que de la montaña una piedra fue cortada, no por manos, y que trituró el hierro, el cobre, el barro moldeado, la plata y el oro. El magnífico Dios mismo ha hecho saber al rey lo que ha de ocurrir después de esto. Y el sueño es confiable, y la interpretación de él es digna de confianza” (Daniel 2:44, 45).
32 Agradecido de que se le recordara y explicara el sueño, Nabucodonosor reconoció que únicamente el Dios de Daniel era “un Señor de reyes y un Revelador de secretos”. Además, puso a Daniel y a sus tres compañeros hebreos en puestos de gran responsabilidad (Daniel 2:46-49). Ahora bien, ¿qué trascendencia tiene en nuestros días la ‘interpretación digna de confianza’ de Daniel?
‘UNA MONTAÑA LLENA LA TIERRA’
33. ¿De qué “montaña” se cortó la “piedra”, y cuándo y cómo sucedió eso?
33 Cuando en octubre de 1914 finalizaron “los tiempos señalados de las naciones”, “el Dios del cielo” estableció el Reino celestial con la entronización de su Hijo ungido, Jesucristo, como “Rey de reyes y Señor de señores”a (Lucas 21:24; Revelación 12:1-5; 19:16). De modo que la “piedra” del Reino Mesiánico se cortó de la “montaña” de la soberanía universal de Jehová, no con manos humanas, sino con el poder divino. Ese gobierno celestial está en manos de Jesucristo, a quien Dios ha conferido inmortalidad (Romanos 6:9; 1 Timoteo 6:15, 16). Por lo tanto, “el reino de nuestro Señor [Dios] y de su Cristo”, que es una expresión de la soberanía universal de Jehová, no pasará a nadie más, sino que durará para siempre (Revelación 11:15).
34. ¿Por qué podemos decir que el Reino de Dios nació “en los días de aquellos reyes”?
34 El reino nació “en los días de aquellos reyes” (Daniel 2:44). Estos no eran únicamente los reyes que los diez dedos de los pies de la imagen representaron, sino también los simbolizados por las secciones de hierro, cobre, plata y oro. Aunque en 1914 los imperios babilónico, persa, griego y romano ya habían pasado a la historia como potencias mundiales, sus restos aún existían. El Imperio turco otomano ocupaba por entonces el territorio de Babilonia, y en Persia (Irán), Grecia y Roma (Italia) regían gobiernos nacionales.
35. ¿Cuándo golpeará la “piedra” a la imagen, y hasta qué grado quedará destruida esta última?
35 Dentro de poco, el Reino celestial de Dios golpeará los pies de la imagen simbólica y hará pedazos a todos los reinos que esta representa, acabando así con ellos. En “la guerra del gran día de Dios el Todopoderoso”, el impacto de esa “piedra” será, de hecho, tan demoledor que la estatua quedará reducida a polvo, y el viento de la tormenta divina lo barrerá como si del tamo de una era se tratase (Revelación 16:14, 16). Luego, como la piedra que creció hasta hacerse una montaña y llenar la Tierra, el Reino de Dios se convertirá en la montaña gubernamental cuya influencia se extenderá a “toda la Tierra” (Daniel 2:35).
36. ¿Por qué puede decirse que el Reino Mesiánico es un gobierno estable?
36 Aunque el Reino Mesiánico es celestial, dirigirá su poder hacia este planeta, para la bendición de todos sus habitantes obedientes. Ese gobierno estable “nunca será reducido a ruinas” ni “será pasado a ningún otro pueblo”. A diferencia de los reinos de los gobernantes humanos mortales, “él mismo subsistirá hasta tiempos indefinidos”, para siempre (Daniel 2:44). Que usted disfrute eternamente del privilegio de contarse entre sus súbditos.
[Nota]
a Véase el capítulo 6 de este libro.
¿QUÉ HA APRENDIDO?
• ¿A qué potencias mundiales representan las distintas secciones de la imagen inmensa con la que Nabucodonosor soñó?
• ¿Qué situación mundial representan los pies y sus diez dedos de hierro mezclado con barro?
• ¿Cuándo se cortó la “piedra”, y de qué “montaña”?
• ¿Cuándo golpeará la “piedra” a la imagen?
[Apartado e ilustraciones de las páginas 63 a 67]
UN REY GUERRERO LEVANTA UN IMPERIO
EL PRÍNCIPE heredero de Babilonia y su ejército aplastan a las fuerzas egipcias del faraón Nekó en Carquemis (Siria). Los derrotados egipcios huyen en dirección sur hacia su país. Sus adversarios van tras ellos, pero desde Babilonia llega un mensaje que obliga al príncipe victorioso a abandonar la persecución: su padre, Nabopolasar, ha muerto. Después de encomendar a sus generales que vuelvan a Babilonia con los cautivos y el botín, Nabucodonosor regresa rápidamente a la ciudad y toma posesión del trono que su padre ha dejado vacante.
De ese modo, en 624 a.E.C., Nabucodonosor llegó al poder y se convirtió en el segundo gobernante del Imperio neobabilónico. En sus cuarenta y tres años de reinado conquistó los territorios que una vez ocupó la potencia mundial asiria, y extendió sus dominios hasta abarcar Siria, en el norte, y Palestina, en el oeste, y llegar a la frontera de Egipto (véase el mapa).
En el cuarto año de su reinado (620 a.E.C.), Nabucodonosor sometió a vasallaje al reino de Judá (2 Reyes 24:1). Tres años después, a consecuencia de una rebelión en esa zona, Babilonia asedió Jerusalén. Nabucodonosor se llevó cautivos a Babilonia a Joaquín, Daniel y otros judíos. Asimismo, se llevó algunos utensilios del templo de Jehová, e hizo al tío de Joaquín, Sedequías, rey de Judá y vasallo suyo (2 Reyes 24:2-17; Daniel 1:6, 7).
Posteriormente, Sedequías también se rebeló y se alió con Egipto, por lo que Nabucodonosor sitió de nuevo Jerusalén, y en 607 a.E.C. abrió una brecha en el muro, incendió el templo y asoló la ciudad. Tras masacrar a todos los hijos de Sedequías, cegó a este y lo ató para llevárselo preso a Babilonia. También hizo cautivos a la mayoría de los habitantes y se llevó a su capital los utensilios que quedaban en el templo. “Así Judá se fue al destierro de sobre su suelo.” (2 Reyes 24:18–25:21.)
Nabucodonosor también conquistó la ciudad de Tiro tras un sitio que duró trece años. Durante este, las cabezas de sus soldados ‘quedaron calvas’ por el roce de los cascos, y los hombros, ‘pelados por frotación’, de cargar los materiales que se emplearon en las construcciones para el asedio (Ezequiel 29:18). Por fin, Tiro capituló ante las fuerzas babilónicas.
Es evidente que el rey de Babilonia fue un brillante estratega militar. Según algunas referencias literarias, en especial de origen babilónico, también fue un monarca imparcial. Aunque las Escrituras no mencionan específicamente que fuera recto, el profeta Jeremías dijo que Sedequías, pese a su rebelión, recibiría un trato justo ‘si salía a los príncipes del rey de Babilonia’ (Jeremías 38:17, 18). Y después de la destrucción de Jerusalén, Nabucodonosor trató con respeto a Jeremías. Tocante a este, el rey ordenó: “Tómalo y mantén tus propios ojos puestos en él, y no le hagas nada malo. Antes bien, tal como él te hable, así haz con él” (Jeremías 39:11, 12; 40:1-4).
Como administrador, Nabucodonosor no tardó en darse cuenta de las cualidades y aptitudes de Daniel y sus tres compañeros —Sadrac, Mesac y Abednego—, cuyos nombres hebreos eran Hananías, Misael y Azarías, de modo que los colocó en puestos de responsabilidad de su reino (Daniel 1:6, 7, 19-21; 2:49).
Nabucodonosor era particularmente devoto de Marduk, el principal dios de Babilonia, a quien atribuía todas sus conquistas. En esa ciudad construyó y embelleció los templos de Marduk y de otras muchas deidades babilónicas, y puede que dedicara a Marduk la imagen de oro de la llanura de Dura. Además, al parecer confiaba mucho en la adivinación al planear sus operaciones militares.
Se enorgulleció de restaurar Babilonia, la mayor ciudad amurallada de aquel tiempo, y cuando terminó la construcción de la doble muralla maciza que su padre había iniciado, logró que la capital pareciera inexpugnable. Restauró un palacio antiguo en el corazón de la ciudad y edificó uno de verano a unos dos kilómetros al norte. Según se dice, construyó los jardines colgantes —considerados una de las siete maravillas del mundo antiguo— para satisfacer a su esposa meda, que añoraba las colinas y los bosques de su tierra natal.
“¿No es esta Babilonia la Grande, la cual yo mismo he construido para la casa real con la fortaleza de mi poder y para la dignidad de mi majestad?”, dijo con jactancia cierto día, cuando paseaba por el palacio real de Babilonia. “Mientras la palabra todavía estaba en la boca del rey”, este se volvió loco. Estuvo siete años incapacitado para gobernar y comiendo hierba, tal como Daniel había predicho. Transcurrido ese período, se le restituyó el reino, que tuvo en sus manos hasta su muerte, en 582 a.E.C. (Daniel 4:30-36).
¿QUÉ HA APRENDIDO?
¿Qué puede decirse de Nabucodonosor como...
• ... estratega militar?
• ... administrador?
• ... devoto de Marduk?
• ... constructor?
[Mapa de la página 64]
(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)
IMPERIO BABILÓNICO
Río Éufrates
Jerusalén
MAR ROJO
Río Tigris
Babilonia
Nínive
Susa
Ur
[Ilustración de la página 64]
Babilonia, la mayor ciudad amurallada de su tiempo
[Ilustración de la página 66]
El dragón era uno de los símbolos de Marduk
[Ilustración de la página 67]
Los famosos jardines colgantes de Babilonia
[Ilustración de la página 56]
(Para ver el texto en su formato original, consulte la publicación)
Potencias mundiales de la profecía de Daniel
La imagen inmensa (Daniel 2:31-45)
BABILONIA desde 607 a.E.C.
MEDOPERSIA desde 539 a.E.C.
GRECIA desde 331 a.E.C.
ROMA desde 30 a.E.C.
POTENCIA MUNDIAL ANGLOAMERICANA, desde 1763 E.C.
MUNDO DIVIDIDO POLÍTICAMENTE en el tiempo del fin
[Ilustración a toda plana de la página 47]
[Ilustración a toda plana de la página 58]