Sirvamos a Jehová de común acuerdo
“En aquel tiempo devolveré yo a los pueblos pureza de labios, para que todos invoquen el nombre de Jehová, para que le sirvan de común consentimiento.” (SOFONÍAS 3:9, Versión Valera, 1977.)
1, 2. a) ¿Qué profecía está haciendo Jehová que se cumpla ahora? b) ¿Qué preguntas surgen debido a esta profecía?
HOY Jehová Dios está efectuando algo que los humanos por sí solos no podrían lograr jamás. En este mundo dividido se hablan unos 3.000 idiomas, pero ahora Dios está haciendo que se cumpla esta profecía: “Daré a pueblos el cambio a un lenguaje puro, para que todos ellos invoquen el nombre de Jehová, para servirle hombro a hombro”. (Sofonías 3:9.)
2 ¿Qué es este “lenguaje puro”? ¿Quiénes lo hablan? ¿Y qué significa ‘servir a Dios hombro a hombro’?
Hablan el “lenguaje puro”
3. ¿Qué es el “lenguaje puro”, y por qué no están divididos los que lo hablan?
3 El día del Pentecostés de 33 E.C. se derramó espíritu santo de Dios sobre los discípulos de Jesucristo, y ellos recibieron la facultad de hablar en lenguajes que no habían aprendido. Así, pudieron comunicar “las cosas magníficas de Dios” a personas de muchas lenguas. De ese modo Jehová empezó a poner en unidad a personas de todo origen racial o étnico. (Hechos 2:1-21, 37-42.) Posteriormente, cuando se admitió a creyentes gentiles como seguidores de Jesús, los siervos de Dios ciertamente fueron un pueblo de muchas lenguas y muchas razas. Sin embargo, las barreras mundanas nunca los han separado, porque todos hablan el “lenguaje puro”. Este es el lenguaje de la verdad bíblica que tienen en común, que se predijo en Sofonías 3:9. (Efesios 4:25.) Los que hablan el “lenguaje puro” no están divididos, sino que ‘hablan de acuerdo’, pues están “aptamente unidos en la misma mente y en la misma forma de pensar”. (1 Corintios 1:10.)
4. ¿Cómo señaló Sofonías 3:9 a cooperación entre personas de muchas lenguas y muchas razas, y dónde se halla esa cooperación hoy?
4 El “lenguaje puro” haría posible que gente de todas las naciones y razas sirviera a Jehová “hombro a hombro”, literalmente ‘con un solo hombro’. Servirían a Dios “de común consentimiento” (Versión Valera, 1977); “de común acuerdo” (Versión Moderna). Una versión en inglés dice: “Entonces haré limpios los labios de todos los pueblos, para que todos invoquen el nombre de Jehová y cooperen en su servicio” (Byington). Esta cooperación de personas de muchas lenguas y muchas razas en el servicio de Dios se halla solo entre los testigos de Jehová.
5. ¿Cómo pueden usar los testigos de Jehová cualquier lenguaje humano?
5 Puesto que todos los testigos de Jehová hablan el “lenguaje puro” de la verdad bíblica, pueden dar a cualquier lenguaje humano su uso más ensalzado: alabar a Dios y declarar las buenas nuevas del Reino. (Marcos 13:10; Tito 2:7, 8; Hebreos 13:15.) ¡Es espléndido que el “lenguaje puro” haga posible que personas de todo grupo étnico sirvan a Jehová de común acuerdo!
6. ¿Cómo considera Jehová a la gente, pero qué será útil si en el corazón de cierto cristiano queda algún vestigio de parcialidad?
6 Cuando Pedro testificó a Cornelio y a otros gentiles, dijo: “Con certeza percibo que Dios no es parcial, sino que, en toda nación, el que le teme y obra justicia le es acepto”. (Hechos 10:34, 35.) Según otras versiones, Jehová “no hace acepción de personas” (Biblia de Jerusalén), “no hace diferencia entre una persona y otra” (Versión Popular) y “no hace distinciones” (Nueva Biblia Española). Como siervos de Jehová, debemos ver a la gente de todo grupo étnico como él la ve. Pero ¿qué hay si en el corazón de cierto cristiano queda algún vestigio de parcialidad? Entonces será útil notar cómo trata el Dios imparcial a sus siervos de toda nación, tribu, pueblo y lengua. (Véase también ¡Despertad! del 8 de noviembre de 1984, páginas 3-11.)
Son deseables
7. En cuanto a relación con Dios, ¿por qué no difiere ningún cristiano de otro que sea de una nación o raza diferente?
7 Si usted es testigo bautizado de Jehová, puede que en un tiempo estuviera “suspirando y gimiendo por todas las cosas detestables” que ocurren en este sistema inicuo. (Ezequiel 9:4.) Estaba ‘muerto en sus pecados’, pero Dios le mostró misericordia y lo atrajo a sí mediante Jesucristo. (Efesios 2:1-5; Juan 6:44.) A este respecto, usted no difirió de otros que ahora son sus compañeros de creencia. A ellos también les angustiaba la iniquidad, y ellos también estaban ‘muertos en sus pecados’ y recibieron la misericordia de Dios mediante Jesucristo. Y sin importar nuestra raza o nacionalidad, solo por la fe es aceptable ahora a Jehová Dios como testigo suyo cualquiera de nosotros. (Romanos 11:20.)
8. ¿Cómo se cumple hoy Ageo 2:7?
8 Las palabras proféticas de Ageo 2:7 nos ayudan a ver cómo debemos considerar a nuestros compañeros de creencia de diferentes nacionalidades. Allí Jehová declaró: “Meceré todas las naciones, y las cosas deseables de todas las naciones tienen que entrar; y ciertamente llenaré de gloria esta casa”. Este ensalzamiento predicho de la religión pura está realizándose en el verdadero templo de Dios, la región o esfera donde se le adora. (Juan 4:23, 24.) Pero ¿qué son “las cosas deseables de todas las naciones”? Son los miles de amadores de la justicia que responden favorablemente a la obra de predicar el Reino. De todas las naciones y razas afluyen a ‘la montaña de la casa de Jehová’ y llegan a ser sus testigos bautizados y parte de la “gran muchedumbre” internacional. (Isaías 2:2-4; Revelación 7:9.) Los que alaban a Jehová como parte de su organización terrestre son personas limpias, morales, piadosas... realmente muy deseables. Entonces, de seguro todo cristiano verdadero debería mostrar amor fraternal a todas estas personas deseables a quienes nuestro mismo Padre que está en el cielo halla aceptables.
Tienen una nueva personalidad
9. Aunque en el pasado no pensáramos bien de los extranjeros, ¿por qué no debe ser así ahora que somos cristianos?
9 Nuestros hermanos y hermanas espirituales de toda la Tierra también son deseables porque han prestado atención al consejo de ‘desnudarse de la vieja personalidad con sus prácticas, y vestirse de la nueva personalidad’. “Mediante conocimiento exacto [la personalidad] va haciéndose nueva según la imagen de Aquel que la ha creado, donde no hay ni griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, extranjero, escita, esclavo, libre, sino que Cristo es todas las cosas y en todos.” (Colosenses 3:9-11.) Si alguien anteriormente no pensaba bien de un judío, un griego u otros que para él fueran extranjeros, ahora que es cristiano su manera de pensar debe ser diferente. Sin importar la raza, nacionalidad o cultura, los que poseen “la nueva personalidad” cultivan y manifiestan el fruto del espíritu de Dios: amor, gozo, paz, gran paciencia, bondad, benignidad, fe, apacibilidad y autodominio. (Gálatas 5:22, 23.) Esto les atrae el cariño de los que junto con ellos adoran a Jehová.
10. Ante la tentación de hacer observaciones abarcadoras en desdoro de nuestros compañeros de creencia de otra raza o nación, ¿cómo puede ayudarnos Tito 1:5-12?
10 A diferencia de los siervos de Jehová, algunas personas mundanas hablan con desprecio de gente de otra raza o nación. Por ejemplo, sobre su propia nación un profeta cretense dijo una vez: ¡“Los cretenses siempre son mentirosos, bestias salvajes perjudiciales, glotones desocupados”! El apóstol Pablo recordó esas palabras cuando se le hizo necesario hacer callar a falsos maestros entre los cristianos de la isla de Creta. Pero ciertamente Pablo no estaba diciendo: ‘Todos los cristianos cretenses mienten y son perjudiciales, perezosos y glotones’. (Tito 1:5-12.) No, porque los cristianos no se expresan con desprecio de otros. Además, la mayoría de aquellos cretenses cristianos se habían puesto “la nueva personalidad”, y algunos calificaban espiritualmente para ser nombrados ancianos. Esto merece pensamiento serio si alguna vez sentimos la tentación de hacer algún comentario abarcador en desdoro de nuestros hermanos y hermanas espirituales de alguna raza o nacionalidad en particular.
Considere superiores a otros
11. Si un cristiano nota en su corazón vestigios de parcialidad, ¿qué puede hacer?
11 Por otra parte, si un cristiano fuera parcial respecto a alguna raza o nacionalidad, probablemente lo manifestaría por sus palabras o acciones. Esto, a su vez, pudiera herir sentimientos, especialmente en una congregación compuesta de personas de diversas razas o nacionalidades. Ciertamente ningún cristiano desearía causar tal tensión contra la unidad del pueblo de Dios. (Salmo 133:1-3.) Por eso, si un cristiano nota en su corazón vestigios de parcialidad, bien puede orar: “Escudríñame completamente, oh Dios, y conoce mi corazón. Examíname, y conoce mis pensamientos inquietantes, y ve si hay en mí algún camino doloroso, y guíame en el camino de tiempo indefinido”. (Salmo 139:23, 24.)
12. ¿Por qué no debemos jactarnos de nosotros mismos ni de otros respecto al grupo étnico a que pertenecemos?
12 Es bueno que adoptemos el punto de vista realista de que todos somos humanos imperfectos que no seríamos aceptables a Dios si no fuera por el sacrificio de Jesucristo. (1 Juan 1:8–2:2.) Entonces, ¿qué nos hace diferir de otros? Puesto que no tenemos nada que no hayamos recibido, ¿por qué deberíamos jactarnos de nosotros mismos o de otras personas de nuestro mismo origen étnico? (Compárese con 1 Corintios 4:6, 7.)
13. ¿Cómo podemos contribuir a la unidad de la congregación, y qué podemos aprender de Filipenses 2:1-11?
13 Podemos contribuir a la unidad de la congregación si reconocemos y apreciamos las buenas cualidades de otros. Pablo, el apóstol judío, nos dio a todos en qué pensar cuando dijo a los gentiles filipenses: “Hagan pleno mi gozo por ser ustedes de la misma mente y tener el mismo amor, estando unidos en alma, teniendo presente el mismo pensamiento, no haciendo nada movidos por espíritu de contradicción ni por egotismo, sino considerando con humildad mental que los demás son superiores a ustedes”. La actitud correcta que debemos desplegar para con semejantes humanos de cualquier raza o nacionalidad la ejemplificó Jesucristo. Aunque era una poderosa criatura celestial, “llegó a estar en la semejanza de los hombres” y se humilló hasta el punto de morir en un madero de tormento para beneficio de humanos pecadores de toda raza y nación. (Filipenses 2:1-11.) Entonces, como seguidores de Jesús, ¿no deberíamos ser amorosos, humildes y compasivos, y reconocer que otros son superiores a nosotros?
Escuche y observe
14. ¿Qué puede ayudarnos a ver a otros como superiores a nosotros?
14 Nos puede ayudar a ver a otros como superiores a nosotros el realmente escuchar cuando hablan, y observar cuidadosamente su conducta. Por ejemplo, quizás tengamos que admitir honradamente que uno de nuestros compañeros superintendentes de congregación —quizás de otra raza— ha sido más apto que nosotros en aconsejar eficazmente en la Escuela del Ministerio Teocrático. Quizás podamos discernir que logra ayudar a sus compañeros de creencia a capacitarse como proclamadores del Reino, no necesariamente por su dicción ni su modo de hablar, sino por su espiritualidad. Y es obvio que Jehová bendice sus esfuerzos.
15. ¿Qué podemos notar cuando escuchamos lo que dicen nuestros compañeros de creencia?
15 Cuando conversamos con nuestros hermanos y hermanas o escuchamos sus comentarios en las reuniones, puede que percibamos que algunos entienden mejor ciertas verdades bíblicas que nosotros. Quizás podamos discernir que manifiestan un amor fraternal más afectuoso, que aparentemente poseen más fe, o que evidencian mayor confianza en Jehová que nosotros. Por eso, sean o no de la misma raza o la misma nación que nosotros, nos incitan al amor y a obras excelentes, nos ayudan a fortalecer la fe y nos mueven a confiar más en nuestro Padre celestial. (Proverbios 3:5, 6; Hebreos 10:24, 25, 39.) Obviamente Jehová se ha acercado a ellos, y lo mismo debemos hacer nosotros. (Compárese con Santiago 4:8.)
Bendición y apoyo
16, 17. Ilustre el hecho de que Jehová no es parcial cuando bendice a sus siervos, sea cual sea su nacionalidad o raza.
16 Jehová no muestra parcialidad cuando bendice a sus siervos, sea cual sea la nacionalidad o raza de ellos. Por ejemplo, considere el país de Brasil. No fue de misioneros extranjeros, sino de labios de ocho marineros brasileños de quienes la gente de Brasil escuchó por primera vez el mensaje del Reino, alrededor del año 1920. La bendición de Dios se ha manifestado claramente, porque para el año de servicio de 1987 hubo un máximo de 216.216 proclamadores del Reino en ese país de 141.302.000 habitantes... una proporción de un publicador por cada 654 habitantes.
17 Considere otro ejemplo de la bendición divina. En abril de 1923 dos testigos de Jehová de la raza negra de la isla caribeña de Trinidad fueron enviados a declarar el mensaje del Reino en África Occidental. Así sucedió que el hermano W. R. Brown y su esposa sirvieron allí por años, y él recibió el sobrenombre de “Brown el de la Biblia”. Ellos ‘plantaron’ y “Dios siguió haciéndolo crecer” a medida que otros Testigos también trabajaron en aquella vasta zona. (1 Corintios 3:5-9.) Hoy hay más de 32.600 proclamadores del Reino en Ghana y más de 133.800 tan solo en Nigeria.
18, 19. Dé ejemplos de cómo nuestro Dios imparcial sostiene a sus siervos de toda raza y nación.
18 Jehová no solo bendice a sus siervos de toda nación y raza; también los sostiene. Por ejemplo, considere el caso de dos testigos de Jehová japoneses. El 21 de junio de 1939 Katsuo Miura y su esposa fueron injustamente arrestados, encarcelados y separados de su hijo de cinco años, de quien su abuela tuvo que hacerse cargo. La hermana Miura fue puesta en libertad después de ocho meses, pero el hermano Miura tuvo que pasar más de dos años en prisión antes de que le celebraran juicio. Lo maltrataron, lo declararon culpable y le impusieron una sentencia de cinco años. Mientras estuvo encarcelado en Hiroshima, Dios lo sostuvo mediante las Escrituras, que fueron su constante consuelo y fortaleza. Por lo que parece un milagro, el 6 de agosto de 1945 el hermano Miura sobrevivió a la explosión de la bomba atómica, la cual demolió la prisión donde se hallaba. Dos meses después se reunió de nuevo con su esposa y su hijo en el norte de Japón.
19 Durante la II Guerra Mundial los testigos de Jehová experimentaron intensa persecución en muchos países. Por ejemplo, Robert A. Winkler fue un hermano alemán que sufrió en campos de concentración nazis en Alemania y en los Países Bajos. Porque no quiso traicionar a sus compañeros Testigos, fue tan brutalmente golpeado que no se le podía reconocer. Pero escribió: “El pensar en las promesas de Jehová de que él ayuda en toda clase de dificultades me dio consuelo y fuerza para aguantarlo todo. [...] La Gestapo me había golpeado el sábado, y de nuevo me interrogaría el lunes siguiente. ¿Qué sucedería ahora, y qué haría yo? Acudí a Jehová en oración, y confié en sus promesas. Sabía que esto significaba usar estrategia de guerra teocrática por causa de la obra del Reino y para la protección de mis hermanos cristianos. Tuve que aguantar una gran prueba, y después de diecisiete días me sentía completamente agotado, pero di gracias a Jehová porque con su fuerza pude resistir esta prueba y mantenerme íntegro”. (Salmo 18:35; 55:22; 94:18.)
Agradecidos por nuestra hermandad
20. ¿Qué puede profundizar nuestro respeto a compañeros de creencia de toda raza y nación?
20 No hay duda de que Jehová bendice y sostiene a sus testigos de toda nación y raza. No es parcial, y nosotros como sus siervos dedicados no tenemos excusa ni razón para mostrar parcialidad. Además, el respeto a nuestros hermanos y hermanas de toda raza y nación aumentará si notamos de qué maneras son superiores a nosotros. Ellos también aplican la sabiduría celestial, que no hace distinciones parciales, sino que produce fruto excelente. (Santiago 3:13-18.) Sí, y su bondad, generosidad, amor y otras cualidades piadosas son excelentes ejemplos para nosotros.
21. ¿Qué debemos estar resueltos a hacer?
21 Entonces, ¡cuán agradecidos debemos estar por nuestra hermandad de personas de muchas razas y naciones! Con la ayuda y bendición de nuestro Padre celestial, ‘sirvámosle hombro a hombro’ en amor fraternal y con respeto mutuo. Ciertamente debe ser nuestro deseo sincero e intención firme servir a Jehová de común acuerdo.
¿Qué diría usted al respecto?
◻ Debido al “lenguaje puro” ¿qué pueden hacer los siervos de Jehová de todo origen étnico?
◻ ¿Cómo se cumple hoy Ageo 2:7, y qué efecto debería tener esto en cómo vemos a otros siervos de Dios?
◻ ¿Cómo puede afectar nuestra relación con gente de toda raza y nación el texto de Filipenses 2:3?
◻ Si escuchamos y observamos, ¿qué discerniremos sobre compañeros de creencia de otras naciones?
[Fotografías en la página 17]
Personas de toda raza y nación alaban a Jehová de común acuerdo
[Fotografía en la página 18]
Escuche cuidadosamente y sea observador. Su corazón se conmoverá por el amor y la fe que son patentes en las palabras y acciones de otros testigos de Jehová