Los últimos días... Hambre, plagas, contaminación... y predicación del Reino
“El hambre se presenta de otra forma. Es el hambre que día a día sufren más de 700 millones de personas. [...] Esta hambre, en gran parte invisible, mata cada año entre 18 y 20 millones de personas... más de dos veces la cantidad que murió anualmente durante la segunda guerra mundial.” (World Hunger—Twelve Myths [El hambre en el mundo: Doce mitos], de Frances Moore Lappé y Joseph Collins.)
TAL como Jesús predijo, nuestra generación también ha tenido su porción de hambres y escaseces de alimentos, pero, en algunos casos, con menos justificación que las generaciones anteriores. ¿Por qué decimos esto? Porque la tecnología y los medios de comunicación y transporte modernos habrían tenido que convertir el hambre en una cosa del pasado. Sin embargo, los terratenientes y los políticos se han aprovechado de la gente, sin importar el sufrimiento que ello haya significado para los pobres y los que no tienen tierras.
El hambre continúa angustiando a África. Recientemente, en septiembre de 1987, se dio la advertencia de que Etiopía estaba siendo asediada de nuevo a medida que “el hambre volvía a propagarse con rapidez en ese empobrecido país africano”, informó The New York Times. El anterior director de la campaña contra el hambre declaró: “Parece que ahora hay unos cinco millones de personas afectadas por el hambre, y no sabemos cuán grave puede ponerse la situación”.
Al mismo tiempo, informes procedentes del vasto subcontinente indio pintan otro cuadro siniestro causado por la sequía. El ministro de Agricultura de esa nación dijo: “Aproximadamente el sesenta por ciento de la población total de nuestra nación será afectado por esta sequía”. Añadió que “esta cifra era mucho más elevada que los cálculos anteriores, y significaba que de los 780 millones de habitantes, se verían afectados unos 470 millones”. ¿Podemos realmente comprender esas cifras y el impacto que significan para la familia humana?
Añadamos al constante ciclo de hambres, inundaciones y sequías el hambre que produjeron las dos guerras mundiales y su secuela. Como informó un escritor sobre la situación existente en 1945-1946, “como consecuencia de la guerra, hubo una escasez de alimento mundial, y la situación que reinaba en Europa [...] era catastrófica. Pronto habría una terrible hambre en partes de Rusia y Rumania, y miles de personas morirían de inanición en Grecia. Hasta en Gran Bretaña se iba a racionar el pan por primera vez en la historia de la nación”.
Sí, el caballo negro del hambre, con su jinete ondeando unas balanzas, ha galopado por las naciones y todavía sigue hollando a la humanidad. (Revelación 6:5, 6.)
Pestes y plagas
Jesús profetizó que una parte de la señal de los últimos días serían las “pestes”. (Lucas 21:11.) ¿Ha experimentado nuestro siglo XX un aumento de pestes y plagas? Empezando con la gripe española, que atacó al final de la primera guerra mundial y se llevó unos 20 millones de vidas, la humanidad, al igual que en generaciones anteriores, ha padecido enfermedades. Pero hasta con los adelantos que se han visto en el campo de la ciencia y la medicina durante estos últimos días, las enfermedades y la muerte todavía siegan todos los años millones de víctimas.
En el acaudalado mundo occidental, oímos constantes llamamientos para recaudar fondos a fin de remediar el cáncer, las enfermedades del corazón y el SIDA. Es cierto que todos los años cientos de miles de personas mueren de estas y otras enfermedades. Sin embargo, hay enfermedades que están barriendo anualmente a millones de personas en África, Asia y Latinoamérica.
En su libro Mirage of Health (El espejismo de la salud), René Dubos escribió: “El paludismo, otras infecciones protozoarias e infestaciones de lombrices son la fuente del sufrimiento fisiológico y económico que existe en la mayoría de las zonas menos privilegiadas”. Como consecuencia, “anualmente millones y millones de seres humanos de Asia, África y Latinoamérica sufren y mueren de anquilostomiasis, tripanosomiasis africana o paludismo”. El sufrimiento causado por estas enfermedades no se mide solo por la cantidad de personas que mueren como resultado de ellas. Dubos dice: “Las enfermedades microbianas no han sido conquistadas”.
Dubos continúa diciendo: “En contraste, el egoísmo [del hombre blanco] le hace dotar de encanto científico a cualquier descubrimiento relacionado con su propio bienestar”. De ahí el énfasis que reciben el cáncer y las enfermedades del corazón en el mundo occidental. Y no hay que olvidar las enfermedades de transmisión sexual. Una revista médica declara que, tan solo en Estados Unidos, todos los años hay aproximadamente tres millones de nuevos casos de gonorrea.
No obstante, sea que examinemos el mundo desarrollado o el subdesarrollado, vemos evidencia del cabalgar del ‘caballo pálido’ que simboliza ‘la muerte y la plaga mortífera’, el cuarto caballo del Apocalipsis. (Revelación 6:8.)
Se arruina la Tierra
Por medio de la contaminación, la explotación, la negligencia y la deforestación, el hombre ya está arruinando y destruyendo a escala mundial el delicado equilibrio de la naturaleza que existe en su propia y delgada biosfera.
La lluvia o precipitaciones ácidas, causadas al mezclarse la lluvia y la nieve con productos de escape (azufre y óxidos de nitrógeno) producidos por la combustión del carbón y el petróleo en las centrales de energía, están afectando los lagos y las selvas del hemisferio Norte. Según comentan los escritores del libro Earth, “un resultado de la precipitación ácida ha sido el que muchos lagos y lugares como Nueva Inglaterra y Escandinavia hayan pasado de ecosistemas bióticamente ricos y productivos a masas de agua empobrecidas y, algunas veces, prácticamente muertas. Por ejemplo: han muerto todos los peces en cientos de lagos de la región de Adirondacks, y casi 50.000 lagos canadienses están amenazados con un destino similar”.
Tocante a los bosques, muchos se han visto afectados por la “muerte forestal”. “Se han observado síntomas de ‘muerte forestal’ en Europa oriental, la URSS, Italia, España, Canadá, Gran Bretaña y la parte alta del medio oeste de Estados Unidos.” Los mismos escritores continúan diciendo: “En cierto sentido, la humanidad está llevando a cabo un experimento gigantesco: está envenenando gran parte de un hemisferio (y probablemente parte del otro) y aguardando los resultados”.
La presión que se ejerce sobre la biosfera se ve agravada por otro factor inexorable: la población del mundo ha sobrepasado recientemente la cifra de 5.000 millones. Los biólogos Anne y Paul Ehrlich dicen: “Prácticamente todas las formas de vida de la Tierra están sufriendo como consecuencia de la propagación del Homo sapiens”. El hombre se propaga y explota lo que encuentra a su paso. Las generaciones futuras tendrán que cuidar de sí mismas.
Los ríos, los mares y los océanos están siendo contaminados por la falta de escrúpulos con la que el hombre abusa de estos recursos. En los océanos se vierten aguas residuales, basura y contaminantes químicos como si se tratasen de un cubo de basura, un accesorio superfluo de la vida en la Tierra.
Por lo tanto, esta es la primera generación de la historia humana que ha sido capaz de arruinar literalmente la Tierra. Ahora, por primera vez, puede cumplirse la profecía de Revelación 11:18, que dice que Dios ‘causará la ruina de los que están arruinando la Tierra’. Eso tiene que ocurrir en la parte culminante del “tiempo del fin”. (Daniel 12:4.)
Una singular obra de advertencia
Todavía hay otra faceta de la profecía de Jesús que se está cumpliendo de manera sobresaliente. Predijo que antes de que viniese el fin, se llevaría a cabo en todas las naciones una gran obra de predicación, de testificación. (Mateo 24:14; Marcos 13:10.) Y esta se efectuaría durante la vida de la generación de 1914. Esto únicamente ha sido posible en el siglo XX, cuando los adelantos modernos en el campo del transporte, la comunicación, la informática y la impresión han permitido que los testigos de Jehová extendieran su vasta obra educativa a unos 200 idiomas por toda la Tierra.
Ahora los Testigos imprimen la revista La Atalaya en 103 idiomas. Además, se distribuyen más de 13 millones de ejemplares de cada número. La revista que usted está leyendo se publica en 54 idiomas, y se imprimen más de 11 millones de cada número. Casi tres millones y medio de Testigos están anunciando regularmente las buenas nuevas del gobierno del Reino de Dios en el ministerio que efectúan en 210 países.
Esta obra singular se está llevando a cabo a pesar de la persecución mundial que Jesús también predijo para sus seguidores verdaderos. Efectivamente, la propia actividad y supervivencia de los testigos de Jehová a una escala mundial son prueba viviente de que estamos en los últimos días. (Marcos 13:9, 10.)
Se acerca el clímax
De modo que en el cumplimiento moderno de la profecía de Jesús, todos estos acontecimientos forman una señal compuesta de la presencia invisible de Jesús y de los últimos días, o “la conclusión del sistema de cosas”. (Mateo 24:3.) (Véase el recuadro de la página 11.) Se unen como las piezas de un rompecabezas y forman un cuadro completo que dice: “Estos son los últimos días para este sistema de cosas”. (Véase también 2 Timoteo 3:1-5, 12, 13.)
Aunque muchas de las condiciones que Jesús predijo también han existido individualmente en generaciones pasadas, nunca antes se han presentado todas juntas en la misma generación. Como hemos visto, algunas jamás han ocurrido en ninguna otra generación anterior, ni podían haber ocurrido. Otras todavía tienen que ver su cumplimiento completo antes de que termine esta generación. Y hay otros acontecimientos que los testigos de Jehová esperan ahora con gran interés. Son el preludio del gobierno del Reino de Dios por toda la Tierra. De modo que la pregunta que surge es: ¿Qué viene a continuación?
[Fotografías en la página 10]
El hambre afecta a grandes secciones del globo
[Reconocimiento]
Foto FAO
El hombre está contaminando la biosfera, que comparte con todas las demás formas de vida
Millones de personas se ven afectadas por diversas enfermedades
Se está efectuando una singular obra de advertencia por todo el mundo en unos doscientos idiomas
[Recuadro en la página 11]
Respuestas a las preguntas de la página 7a
1. Mateo 24:7—Dos guerras mundiales (1914-1918; 1939-1945), la guerra civil española (1936-1939), la guerra de Corea, la guerra de Vietnam, el conflicto Irak-Irán, las guerras del Oriente Medio y otras.
2. Mateo 24:7—Terremotos: 1920 y 1932, Kansu (China), 200.000 y 70.000 muertos respectivamente; 1923, Kanto (Japón), 142.000 muertos; 1935, Quetta (Pakistán), 60.000 muertos; 1939, Chillán (Chile), 30.000 muertos; 1939, Erzincan (Turquía), 30.000 muertos; 1969, Agadir (Marruecos), 12.000 muertos; 1970, Perú, 66.700 muertos; 1972, Managua (Nicaragua), 5.000 muertos; 1976, la ciudad de Guatemala (Guatemala), 23.000 muertos; 1976, Tangshan (China), 800.000 muertos.
3. Lucas 21:11—Enfermedades del corazón, cáncer, SIDA, oncocerciasis (ceguera de los ríos), paludismo, enfermedades de transmisión sexual.
4. Lucas 21:11—Hambre: 1920-1921, en el norte de China, se calcula que afectó a 20 millones de personas; 1943-1944, India, murieron 1.500.000; 1967-1969, Nigeria, murieron más de 1.500.000 niños; 1975-1979, Kampuchea, hubo 1.000.000 de muertes; 1983-1987, África negra, han sido afectados 22 millones de personas.
5. Mateo 24:11—Líderes religiosos carismáticos, mesías televisivos y gurús continúan engañando a millones de personas.
6. Mateo 24:12; 2 Timoteo 3:13—Crimen, violencia, delincuencia y drogadicción abundan en la mayor parte del mundo. El tráfico de drogas mundial ha producido una generación de implacables magnates y asesinos.
7. Mateo 24:12—Ahora las puertas están aseguradas con cerrojos y barras; se usan perros adiestrados en el ataque para proteger la propiedad; los vecinos suelen ser extraños.
8. Revelación 17:3, 8-11—La Sociedad de Naciones y las Naciones Unidas.
9. Lucas 21:26—Dos guerras mundiales causaron indecible sufrimiento y angustia. La amenaza de aniquilación nuclear desde 1945 ha llenado de temor y angustia a todo el mundo.
10. Mateo 24:14—Más de tres millones de testigos de Jehová están predicando las ‘buenas nuevas del Reino de Dios’ en unos 200 idiomas.
[Nota a pie de página]
a En esta lista aparecen solo unos ejemplos, no está completa.