La vida y el ministerio de Jesús

El sermón más famoso que se haya pronunciado

LA ESCENA es una de las más memorables de la historia bíblica: Jesús sentado a la ladera de una montaña, pronunciando su famoso Sermón del Monte. El lugar queda al lado del mar de Galilea, probablemente cerca de Capernaum. Jesús había pasado toda la noche orándole a Dios, y a la mañana siguiente había escogido a 12 de sus discípulos para que fueran sus apóstoles. Entonces, junto con todos ellos, bajó a una parte llana de la montaña.

Uno pensaría que para ese entonces Jesús estaría muy cansado y desearía dormir un poco. Pero grandes multitudes han venido a él, algunas desde Judea y Jerusalén, a una distancia de 100 a 110 kilómetros (de 60 a 70 millas). Otras han venido desde la costa de Tiro y Sidón que está al norte. Han venido a escuchar a Jesús y a ser sanadas de sus enfermedades. Entre ellas hasta hay personas perturbadas por los demonios.

A medida que Jesús baja por la ladera, los enfermos se aglomeran a su alrededor a fin de tocarlo, y él los sana. Más tarde, aparentemente Jesús sube a un lugar más alto de la montaña. Allí se sienta y se pone a enseñar a las muchedumbres dispersadas en la parte llana ante él. ¡Imagínese! ¡Ahora no hay entre los presentes ni siquiera una sola persona que sufra de una seria enfermedad!

La gente está deseosa de oír al maestro que puede efectuar estos milagros asombrosos. No obstante, Jesús pronuncia su sermón principalmente para el beneficio de sus discípulos, quienes probablemente son los que están más cerca de él. Pero tanto Mateo como Lucas hacen un registro de este sermón a fin de que nosotros también podamos beneficiarnos.

El relato de Mateo sobre el sermón es unas cuatro veces más largo que el de Lucas. Además, ciertas porciones que registra Mateo, Lucas las presenta como que fueron pronunciadas por Jesús en otras ocasiones durante su ministerio, como se puede notar al compararse Mateo 6:9-13 con Lucas 11:1-4, y Mateo 6:25-34 con Lucas 12:22-31. Sin embargo, esto no debería sorprendernos. Jesús obviamente enseñó las mismas cosas más de una vez, y Lucas optó por registrar algunas de estas enseñanzas en un marco de circunstancias diferente.

La profundidad del contenido espiritual del sermón de Jesús no es lo único que hace que sea tan valioso, sino también la sencillez y claridad con las cuales él presentó estas verdades. Él recurría a experiencias comunes y se valía de cosas que eran familiares a la gente, así hacía que sus ideas fueran fácilmente entendidas por todos los que buscan una vida mejor conforme a la voluntad de Dios. En números siguientes de nuestra revista examinaremos algunas de las cosas que él pronunció. (Lucas 6:12-20; Mateo 5:1, 2.)

◆ ¿Dónde se pronunció el sermón más memorable de Jesús, quiénes estaban presentes, y qué había acontecido poco antes de que lo pronunciara?

◆ ¿Por qué no es sorprendente el que Lucas registrara algunas de las enseñanzas del sermón en otro marco de circunstancias?

◆ ¿Qué hace que el sermón de Jesús sea tan valioso?