-
El relato de un hijo perdidoEl hombre más grande de todos los tiempos
-
-
De modo que se levantó y fue a donde su padre”.
Aquí hay algo en lo cual meditar: Si el padre se hubiera encolerizado con el hijo y le hubiera gritado enfurecido cuando este salió del hogar, es probable que el hijo no hubiera estado tan resuelto en cuanto a qué hacer. Pudiera haber decidido regresar a su país y tratar de hallar trabajo en otro lugar para no tener que enfrentarse con su padre. Sin embargo, no pensó así. ¡Quería estar en su hogar!
-
-
El relato de un hijo perdidoEl hombre más grande de todos los tiempos
-
-
Cuando el hijo perdido, el hijo pródigo de la ilustración de Jesús, vuelve a la casa de su padre, ¿qué clase de recepción se le da? Escuche la descripción que Jesús da de esto:
“Mientras él estaba todavía lejos, su padre alcanzó a verlo, y se enterneció, y corrió y se le echó sobre el cuello y lo besó tiernamente”. ¡Qué misericordioso y afectuoso padre, tan buena representación de nuestro Padre celestial, Jehová!
Quizás el padre había oído acerca de la vida disoluta de su hijo. Sin embargo, lo acoge en el hogar sin esperar una explicación detallada. Jesús también tiene un espíritu acogedor como ese, pues inicia el acercarse a pecadores y recaudadores de impuestos, representados en la ilustración por el hijo pródigo.
Sin duda el padre discernidor de la ilustración de Jesús se forma alguna idea de que su hijo se ha arrepentido cuando, al regreso de este, nota su semblante triste y abatido. Pero la iniciativa amorosa del padre le facilita al hijo confesar sus pecados,
-