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Salvados de una “generación inicua”La Atalaya 1995 | 1 de noviembre
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Salvados de una “generación inicua”
“Oh generación falta de fe y aviesa, ¿hasta cuándo tengo que continuar con ustedes y soportarlos?” (LUCAS 9:41.)
1. a) ¿En qué culminarán los tiempos calamitosos en que vivimos? b) ¿Qué dicen las Escrituras respecto a los sobrevivientes?
VIVIMOS en tiempos calamitosos. Durante el siglo XX, los terremotos, las inundaciones, el hambre, las enfermedades, el desafuero, los bombardeos, las terribles guerras y otras desgracias han conmocionado a la humanidad. No obstante, la mayor de todas las calamidades ocurrirá en el futuro cercano. ¿A qué nos referimos? A una “gran tribulación como la cual no ha sucedido una desde el principio del mundo hasta ahora, no, ni volverá a suceder”. (Mateo 24:21.) Sin embargo, muchos de nosotros podemos esperar un futuro radiante. ¿Por qué? Porque la propia Palabra de Dios habla de “una gran muchedumbre, que ningún hombre podía contar, de todas las naciones y tribus y pueblos y lenguas [...]. ‘Estos son los que salen de la gran tribulación [...]. Ya no tendrán hambre ni tendrán más sed [...]. Y Dios limpiará toda lágrima de los ojos de ellos’”. (Revelación [Apocalipsis] 7:1, 9, 14-17.)
2. ¿Qué cumplimiento profético inicial tuvieron los primeros versículos de los capítulos 24 de Mateo, cap 13 de Marcos y cap 21 de Lucas?
2 En los relatos inspirados de Mateo 24:3-22, Marcos 13:3-20 y Lucas 21:7-24 se presenta la profecía de Jesús con respecto a “la conclusión del sistema de cosas”.a Esta profecía tuvo un cumplimiento inicial en el corrupto sistema de cosas judío del siglo primero de nuestra era común, que culminó en una “gran tribulación” sin precedentes para los judíos. Se desplomó para siempre toda la estructura religiosa y política del sistema judío, cuyo centro era el templo de Jerusalén.
3. ¿Por qué es urgente que prestemos atención a la profecía de Jesús hoy en día?
3 Examinemos ahora las circunstancias que rodearon el cumplimiento inicial de la profecía de Jesús. De esta manera entenderemos mejor el cumplimiento paralelo de la actualidad. Comprenderemos la urgencia de tomar las medidas necesarias ahora para sobrevivir a la mayor tribulación de la historia que se cierne sobre toda la humanidad. (Romanos 10:9-13; 15:4; 1 Corintios 10:11; 15:58.)
¿Cuándo vendrá “el fin”?
4, 5. a) ¿Por qué se interesaban los judíos temerosos de Dios del siglo primero en la profecía de Daniel 9:24-27? b) ¿Cómo se cumplió esta profecía?
4 Alrededor del año 539 a.E.C., Daniel, el profeta de Dios, recibió una visión sobre ciertos acontecimientos que tendrían lugar durante la última “semana” de un período de “setenta semanas” de años. (Daniel 9:24-27.) Estas “semanas” empezaron en 455 a.E.C., cuando el rey Artajerjes de Persia emitió la orden de que se reedificara la ciudad de Jerusalén. La última “semana” comenzó en 29 E.C.,b cuando Jesucristo se bautizó y fue ungido, llegando de este modo a ser el Mesías. Los judíos temerosos de Dios del siglo primero estaban muy al tanto del tiempo en que debía cumplirse la profecía de Daniel. Por ejemplo, respecto a las muchedumbres que se reunieron para oír la predicación de Juan el Bautizante en 29 E.C., Lucas 3:15 dice que “el pueblo [estaba] en expectación, y todos [razonaban] en sus corazones acerca de Juan: ‘¿Acaso será él el Cristo?’”.
5 La septuagésima “semana” abarcaría siete años de favor especial para los judíos. Empezó en 29 E.C., e incluyó el bautismo y ministerio de Jesús, su muerte en sacrificio “a la mitad de la semana”, en 33 E.C., y la otra ‘mitad de la semana’, hasta 36 E.C. Durante esta “semana”, los judíos y prosélitos judíos temerosos de Dios fueron los únicos que recibieron la oportunidad de llegar a ser discípulos ungidos de Jesús. Posteriormente, en 70 E.C., una fecha no conocida de antemano, las legiones romanas, bajo el mando de Tito, destruyeron el sistema judío apóstata. (Daniel 9:26, 27.)
6. ¿Qué medidas tomó “la cosa repugnante” en 66 E.C., y qué hicieron los cristianos?
6 De esta manera se eliminó el sacerdocio judío, que había contaminado el templo de Jerusalén y había conspirado para asesinar al Hijo de Dios. También desaparecieron los registros nacionales y tribales. A partir de entonces, ningún judío podría reclamar legalmente ninguna herencia sacerdotal ni real. Pero, felizmente, a los judíos espirituales ungidos se les había separado como sacerdocio real para ‘declarar en público las excelencias’ de Jehová Dios. (1 Pedro 2:9.) Cuando el ejército romano sitió Jerusalén por primera vez e incluso socavó la muralla del templo, en 66 E.C., los cristianos reconocieron que esa fuerza militar era “la cosa repugnante que causa desolación, como se [había hablado] de ella por medio de Daniel el profeta, de pie en un lugar santo”. Los cristianos de Jerusalén y Judea obedecieron el mandato profético de Jesús y huyeron a las regiones montañosas en busca de seguridad. (Mateo 24:15, 16; Lucas 21:20, 21.)
7, 8. ¿Qué “señal” vieron los cristianos, pero qué desconocían?
7 Aquellos cristianos judíos fieles vieron el cumplimiento de la profecía de Daniel y fueron testigos presenciales de las trágicas guerras, el hambre, las pestes, los terremotos y el desafuero que Jesús había predicho como parte de la “señal [...] de la conclusión del sistema de cosas”. (Mateo 24:3.) Ahora bien, ¿dijo Jesús cuándo ejecutaría Jehová la sentencia sobre aquel sistema corrupto? No. Lo que profetizó con respecto a la culminación de su futura presencia real también era aplicable a la “gran tribulación” del siglo primero: “Respecto a aquel día y hora nadie sabe, ni los ángeles de los cielos, ni el Hijo, sino solo el Padre”. (Mateo 24:36.)
8 Basándose en la profecía de Daniel, los judíos pudieron calcular cuándo se presentaría Jesús en calidad de Mesías. (Daniel 9:25.) Sin embargo, no se les dijo en qué fecha estallaría la “gran tribulación” que finalmente desoló al sistema judío apóstata. Fue únicamente después de la destrucción de Jerusalén y su templo cuando supieron la fecha: 70 E.C. No obstante, habían estado al tanto de las palabras proféticas de Jesús: “De ningún modo pasará esta generación hasta que sucedan todas estas cosas”. (Mateo 24:34.) Por lo visto, el significado del término “generación” en este texto es distinto del que tiene en Eclesiastés 1:4, que habla de generaciones sucesivas que vienen y se van durante un período.
¿Qué significa la expresión “esta generación”?
9. ¿Cómo definen los léxicos la palabra griega gue·ne·á?
9 Cuando los cuatro apóstoles que estaban sentados con Jesús en el monte de los Olivos oyeron su profecía sobre “la conclusión del sistema de cosas”, ¿qué debieron entender por la expresión “esta generación”? En los Evangelios, el término “generación” se traduce de la palabra griega gue·ne·á, que los léxicos comunes definen de esta manera: “Lit[eralmente], los descendientes del mismo antepasado”. (Greek-English Lexicon of the New Testament, de Walter Bauer.) “Aquello que ha sido engendrado, una familia; [...] miembros sucesivos de una genealogía, [...] o una raza de gentes, [...] o de toda la multitud de personas viviendo en el mismo período, Mt 24:34; Mr 13:30; Lc Lu 1:48; 21:32; Fil Flp 2:15, y especialmente de aquellos miembros de la raza judía viviendo en la misma época.” (Diccionario Expositivo de Palabras del Nuevo Testamento, de W. E. Vine.) “Aquello que ha sido engendrado, hombres del mismo linaje, una familia; [...] toda la multitud de personas viviendo en el mismo período; Mt. XXIV. 34; Mr. XIII. 30; Lc I. 48 [...] utilizado esp[ecialmente] con respecto a los miembros de la raza judía viviendo en la misma época.” (Greek-English Lexicon of the New Testament, de J. H. Thayer.)
10. a) ¿Qué definición idéntica suministran dos autoridades al citar Mateo 24:34? b) ¿Cómo apoyan esta definición un diccionario teológico y algunas versiones de la Biblia?
10 Tanto Vine como Thayer citan Mateo 24:34 al definir “esta generación” (hē gue·ne·á háu·tē) como “toda la multitud de personas viviendo en el mismo período”. Un diccionario teológico apoya esta definición al comentar: “Jesús emplea el término ‘generación’ para expresar su propósito abarcador: se refiere a toda la gente y es consciente de su solidaridad en el pecado”. (Theological Dictionary of the New Testament [1964].) Sin lugar a dudas, cuando Jesús estuvo en la Tierra, la nación judía mostró una obvia “solidaridad en el pecado”, tal como la que caracteriza al sistema mundial de la actualidad.c
11. a) ¿Qué autoridad debemos tomar en cuenta principalmente para saber cómo entender la expresión hē gue·ne·á háu·tē? b) ¿Cómo la utilizó esta autoridad?
11 Claro está, los cristianos que estudian este asunto toman en cuenta principalmente cómo los evangelistas inspirados utilizaron la expresión griega hē gue·ne·á háu·tē, es decir, “esta generación” al citar las palabras de Jesús. La emplearon invariablemente de manera negativa. Por ejemplo, Jesús llamó “serpientes, prole de víboras”, a los guías religiosos judíos, y pasó a decir que se dictaría el juicio del Gehena sobre “esta generación”. (Mateo 23:33, 36.) Ahora bien, ¿se limitaba este juicio al clero hipócrita? En absoluto. En varias ocasiones, los discípulos de Jesús lo oyeron utilizar uniformemente la expresión “esta generación” en un sentido mucho más amplio. ¿Cómo?
“Esta generación inicua”
12. ¿Qué le oyeron decir a Jesús sus discípulos que relacionaba a “las muchedumbres” con “esta generación”?
12 Poco después de la Pascua de 31 E.C., durante el gran ministerio de Jesús en Galilea, sus discípulos le oyeron decir a “las muchedumbres”: “¿A quién compararé esta generación? Es semejante a los niñitos sentados en las plazas de mercado, que dan voces a sus compañeros de juego, y dicen: ‘Les tocamos la flauta, pero no danzaron; plañimos, pero no se golpearon en desconsuelo’. Correspondientemente, Juan [el Bautizante] vino sin comer ni beber, pero dicen: ‘Tiene demonio’; el Hijo del hombre [Jesús] sí vino comiendo y bebiendo, y no obstante dicen: ‘¡Miren! Un hombre glotón y dado a beber vino, amigo de recaudadores de impuestos y pecadores’”. No había manera de agradar a aquellas “muchedumbres” sin principios. (Mateo 11:7, 16-19.)
13. ¿A quiénes identificó y condenó Jesús como “esta generación inicua” en presencia de sus discípulos?
13 Posteriormente, cuando Jesús y sus discípulos emprendieron su segundo viaje de predicación por Galilea ese mismo año, “algunos de los escribas y fariseos” pidieron una señal a Jesús. En respuesta, les dijo a ellos y a “las muchedumbres” presentes: “Una generación inicua y adúltera sigue buscando una señal, mas no se le dará ninguna señal, sino la señal de Jonás el profeta. Porque así como Jonás estuvo en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así el Hijo del hombre estará en el corazón de la tierra tres días y tres noches. [...] Así también será con esta generación inicua”. (Mateo 12:38-46.) Es obvio que “esta generación inicua” incluía tanto a los guías religiosos como a “las muchedumbres” que nunca comprendieron la señal que se cumplió mediante la muerte y resurrección de Jesús.d
14. ¿Qué condena sobre los saduceos y los fariseos le oyeron pronunciar a Jesús sus discípulos?
14 Después de la Pascua de 32 E.C., cuando Jesús y sus discípulos entraron en la región galilea de Magadán, los saduceos y los fariseos volvieron a pedir a Jesús una señal. De nuevo les respondió: “Una generación inicua y adúltera sigue buscando una señal, pero no se le dará señal alguna sino la señal de Jonás”. (Mateo 16:1-4.) Aquellos hipócritas religiosos eran verdaderamente más reprensibles por ser los dirigentes de las “muchedumbres” infieles que Jesús condenó utilizando la expresión “esta generación inicua”.
15. ¿Qué encuentro tuvieron Jesús y sus discípulos con “esta generación” justo antes e inmediatamente después de la transfiguración?
15 Hacia finales de su ministerio en Galilea, Jesús llamó a sí a la muchedumbre y a sus discípulos y dijo: “El que se avergüence de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del hombre también se avergonzará de él”. (Marcos 8:34, 38.) Es patente, pues, que el conjunto de judíos impenitentes de aquel tiempo constituía “esta generación adúltera y pecadora”. Unos días más tarde, después de la transfiguración de Jesús, él y sus discípulos “fueron hacia la muchedumbre”, y un hombre le pidió que curara a su hijo. Jesús dijo: “Oh generación falta de fe y aviesa, ¿hasta cuándo tengo que continuar con ustedes? ¿Hasta cuándo tengo que soportarlos?”. (Mateo 17:14-17; Lucas 9:37-41.)
16. a) ¿Qué condenación de “las muchedumbres” reiteró Jesús en Judea? b) ¿Cómo llegó a cometer “esta generación” el peor de todos los crímenes?
16 Probablemente fue en Judea, después de la fiesta de las cabañas de 32 E.C., “cuando las muchedumbres estaban apiñándose” alrededor de Jesús, donde él les reiteró su condenación, diciendo: “Esta generación es una generación inicua; busca una señal. Pero no se le dará ninguna señal sino la señal de Jonás”. (Lucas 11:29.) Finalmente, cuando los dirigentes religiosos llevaron a Jesús a juicio, Pilato propuso ponerlo en libertad. El relato dice: “Los sacerdotes principales y los ancianos persuadieron a las muchedumbres a que pidieran a Barrabás, pero hicieran destruir a Jesús. [...] Pilato les dijo: ‘Entonces, ¿qué haré con Jesús, el llamado Cristo?’. Todos dijeron: ‘¡Al madero con él!’. Él dijo: ‘Pues, ¿qué mal ha hecho?’. Pero ellos siguieron clamando más y más: ‘¡Al madero con él!’”. Aquella “generación inicua” exigía la sangre de Jesús. (Mateo 27:20-25.)
17. ¿Cómo reaccionaron algunas personas de “esta generación torcida” a la predicación de Pedro en el Pentecostés?
17 De esta manera, una “generación falta de fe y aviesa”, incitada por sus dirigentes religiosos, desempeñó un papel importante en causar la muerte del Señor Jesucristo. Cincuenta días después, en el Pentecostés de 33 E.C., los discípulos recibieron espíritu santo y empezaron a hablar en diferentes lenguas. Al oír el sonido, “la multitud se juntó”, y el apóstol Pedro se dirigió a esta con las palabras: “Varones de Judea y todos ustedes los que son habitantes de Jerusalén”, y dijo: “A este hombre [Jesús] [...], ustedes lo fijaron en un madero por mano de desaforados, y lo eliminaron”. ¿Cómo reaccionaron algunos de los oyentes? “Se sintieron heridos en el corazón.” Luego, Pedro les instó a que se arrepintieran. “Dio testimonio cabal y siguió exhortándolos, diciendo: ‘Sálvense de esta generación torcida’.” El resultado fue que unos tres mil oyentes “abrazaron su palabra de buena gana [y] fueron bautizados”. (Hechos 2:6, 14, 23, 37, 40, 41.)
Se identifica a “esta generación”
18. ¿A qué se refiere invariablemente la expresión “esta generación” tal y como la utilizó Jesús?
18 ¿Qué es, entonces, la “generación” que mencionó Jesús con tanta frecuencia en presencia de sus discípulos? ¿Qué entendieron por sus palabras: “De ningún modo pasará esta generación hasta que sucedan todas estas cosas”? Jesús de ninguna manera estaba apartándose del uso que le había dado a la expresión “esta generación”, con la que se refirió invariablemente a las muchedumbres de su día y a sus “guías ciegos”, que juntos componían la nación judía. (Mateo 15:14.) “Esta generación” sufrió toda la angustia que predijo Jesús y luego pasó o dejó de existir en una “gran tribulación” sin precedentes sobre Jerusalén. (Mateo 24:21, 34.)
19. ¿Cuándo y cómo pasaron “el cielo y la tierra” del sistema judío?
19 Jehová juzgó al pueblo judío en el siglo primero. Los que se arrepintieron y pusieron fe en la provisión misericordiosa de Jehová mediante Cristo se salvaron de aquella “gran tribulación”. Todas las profecías de Jesús se cumplieron con exactitud, y luego pasaron “el cielo y la tierra” del sistema de cosas judío, es decir, la nación entera, con sus guías religiosos y su sociedad inicua. Jehová había ejecutado su sentencia. (Mateo 24:35; compárese con 2 Pedro 3:7.)
20. ¿Qué exhortación oportuna y apremiante debemos obedecer todos los cristianos?
20 Los judíos que prestaron atención a las palabras proféticas de Jesús se dieron cuenta de que su salvación no dependía de que intentaran calcular la duración de una “generación” ni la fecha de ciertos “tiempos o sazones”, sino de que se mantuvieran separados de la generación inicua de su día e hicieran la voluntad de Dios con celo. Aunque las últimas palabras de la profecía de Jesús se relacionan con el cumplimiento mayor de nuestros días, los cristianos judíos del siglo primero también tuvieron que obedecer esta exhortación: “Manténganse despiertos, pues, en todo tiempo haciendo ruego para que logren escapar de todas estas cosas que están destinadas a suceder, y estar en pie delante del Hijo del hombre”. (Lucas 21:32-36; Hechos 1:6-8.)
21. ¿Qué acontecimiento repentino podemos esperar en el futuro cercano?
21 Actualmente, “el gran día de Jehová [...] está cerca, y hay un apresurarse muchísimo de él”. (Sofonías 1:14-18; Isaías 13:9, 13.) Cuando llegue el “día y hora” que Jehová mismo ha predeterminado, su furia se desatará repentinamente sobre los elementos religiosos, políticos y comerciales del mundo, y sobre la gente rebelde que compone esta “generación inicua y adúltera”. (Mateo 12:39; 24:36; Revelación 7:1-3, 9, 14.) ¿Cómo puede usted sobrevivir a “la gran tribulación”? El siguiente artículo contestará esta pregunta y comentará sobre la magnífica esperanza que tenemos para el futuro.
[Notas a pie de página]
a Si se desea examinar un esquema detallado de esta profecía, véase la tabla que aparece en las páginas 14 y 15 de La Atalaya del 15 de febrero de 1994.
b Si se desea más información en cuanto a las “semanas” de años, véanse las páginas 130 a 132 del libro La Biblia... ¿la Palabra de Dios, o palabra del hombre?, editado por Watchtower Bible and Tract Society of New York, Inc.
c Algunas versiones de la Biblia traducen la expresión hē gue·ne·á háu·tē de Mateo 24:34 de las siguientes maneras: “la gente de este tiempo” (Versión Popular); “esta humanidad” (Nuevo Testamento, de J. M. Valverde); “la gente de ese tiempo” (El Testamento “Nueva Vida”).
d Estas “muchedumbres” infieles no son lo mismo que los ‘am-ha·ʼá·rets, es decir, la “gente de la tierra”, con la que no quisieron relacionarse los orgullosos dirigentes religiosos, pero de la cual Jesús “se compadeció”. (Mateo 9:36; Juan 7:49.)
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Tiempo de mantenernos despiertosLa Atalaya 1995 | 1 de noviembre
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Tiempo de mantenernos despiertos
“En todas las naciones primero tienen que predicarse las buenas nuevas. [...] Pero el que haya aguantado hasta el fin es el que será salvo.” (MARCOS 13:10, 13.)
1. ¿Por qué debemos aguantar y cobrar ánimo?
TENEMOS que aguantar en medio de una generación sin fe y aviesa. La generación de personas que ha vivido desde 1914 se ha corrompido, tal como en los días de Jesús. Esta corrupción se ve en la actualidad por todo el mundo. Los “tiempos críticos, difíciles de manejar” que mencionó el apóstol Pablo afligen a la humanidad durante estos “últimos días”. ‘Los hombres inicuos e impostores siguen avanzando de mal en peor.’ Está claro que “el mundo entero yace en el poder del inicuo”, Satanás el Diablo, que está haciendo un esfuerzo final por arruinar la Tierra. Pero podemos cobrar ánimo, porque se aproxima una “gran tribulación” que traerá liberación permanente para todos los amantes de la justicia. (2 Timoteo 3:1-5, 13; 1 Juan 5:19; Revelación 7:14.)
2. ¿Cómo se cumplió la profecía en 1914?
2 Felizmente, Jehová entronizó al Señor Jesucristo en los cielos con miras a eliminar a los enemigos opresivos de la humanidad. (Revelación 11:15.) Tal como sucedió durante el primer advenimiento del Mesías, también en este siglo se ha cumplido una notable profecía escrita por Daniel. Daniel 4:16, 17, 32 indica que la gobernación real legítima se interrumpiría en la Tierra durante un período de “siete tiempos”. En su cumplimiento mayor, estos siete tiempos equivalen a siete años bíblicos de 360 “días” cada uno, es decir, 2.520 años.a Empezaron en 607 a.E.C., cuando Babilonia comenzó a hollar el reino de Israel, y terminaron en 1914 E.C., el año en que se entronizó a Jesús en el cielo en calidad de Rey legítimo de la humanidad. Fue entonces cuando concluyeron “los tiempos señalados de las naciones”. (Lucas 21:24.) Pero las naciones se han negado a someterse al entrante Reino Mesiánico. (Salmo 2:1-6, 10-12; 110:1, 2.)
3, 4. a) ¿Qué comparación puede hacerse entre los sucesos del siglo primero y los de nuestros días? b) ¿Qué preguntas pertinentes pueden plantearse?
3 Cuando se iba acercando la septuagésima semana de años (29-36 E.C.), igual que cuando se aproximaba el año 1914, el pueblo temeroso de Dios esperaba la llegada del Mesías. Y llegó, de eso no hay duda. No obstante, en ambas ocasiones, la manera como se presentó difería de lo que se esperaba. Además, en ambos casos, después de un período relativamente corto, se ejecutaría por mandato divino a una “generación” inicua. (Mateo 24:34.)
4 El artículo anterior indicó que la inicua generación judía que exigió la sangre de Jesús llegó a su fin. ¿Qué le ocurrirá entonces a la nociva generación de la humanidad que actualmente se opone a Jesús y lo pasa por alto? ¿Cuándo se ejecutará la sentencia contra esta generación sin fe?
“Manténganse alerta”
5. a) ¿Qué razón válida hay para no tener que saber el “día y hora” de Jehová? b) Según Marcos, ¿con qué buen consejo concluyó Jesús su profecía?
5 Después de profetizar los sucesos que culminarían en una “gran tribulación”, Jesús agregó: “Respecto a aquel día y hora nadie sabe, ni los ángeles de los cielos, ni el Hijo, sino solo el Padre”. (Mateo 24:3-36; Marcos 13:3-32.) No tenemos que saber la fecha exacta en que ocurrirán los sucesos. Debemos concentrarnos en estar alerta, cultivar una fe firme y permanecer ocupados en el servicio de Jehová, no en calcular fechas. Jesús concluyó su gran profecía diciendo: “Sigan mirando, manténganse despiertos, porque no saben cuándo es el tiempo señalado. [...] Manténganse alerta, [...] lo que les digo a ustedes, a todos lo digo: Manténganse alerta”. (Marcos 13:33-37.) En la oscuridad del mundo actual hay peligros que nos amenazan. Tenemos que mantenernos despiertos. (Romanos 13:11-13.)
6. a) ¿En qué debemos anclar nuestra fe? b) ¿Cómo podemos “contar nuestros días”? c) ¿Qué quiere decir Jesús en esencia con el término “generación”?
6 No solo debemos prestar atención a las profecías inspiradas respecto a estos últimos días del inicuo sistema, sino que tenemos que anclar nuestra fe principalmente en el precioso sacrificio de Cristo Jesús y en las maravillosas promesas divinas basadas en ese sacrificio. (Hebreos 6:17-19; 9:14; 1 Pedro 1:18, 19; 2 Pedro 1:16-19.) Debido a su deseo de ver el fin de este inicuo sistema, el pueblo de Jehová a veces ha especulado sobre cuándo estallará la “gran tribulación”, incluso relacionando este suceso con lo que se calculaba que debía durar una generación desde 1914. Sin embargo, ‘hacemos entrar un corazón de sabiduría’ si meditamos en cómo “contar nuestros días” para alabar con gozo a Jehová, y no especulamos sobre cuántos años o días constituyen una generación. (Salmo 90:12.) En vez de proporcionar una regla para medir el tiempo, el término “generación”, según lo utilizó Jesús, se refiere principalmente a la gente contemporánea de un determinado período histórico con las características que la identifican.b
7. ¿Qué escribió un profesor de Historia sobre la generación de 1914, y cómo se relacionan sus comentarios con la profecía de Jesús?
7 En conformidad con lo anterior, el profesor de Historia Robert Wohl escribió en su libro The Generation of 1914: “Una generación histórica no se define por sus límites cronológicos [...]. No está delimitada por fechas”. Pero señaló que la I Guerra Mundial creó “un abrumador sentido de ruptura con el pasado”. Y añadió: “Los que sobrevivieron a la guerra jamás pudieron deshacerse de la idea de que en agosto de 1914 un mundo terminó y otro empezó”. Estas palabras son muy ciertas y ponen de relieve la clave de la cuestión. Desde 1914, “esta generación” de la humanidad ha experimentado cambios espantosos. Ha visto la Tierra empapada de la sangre de millones de personas. Ha presenciado guerras, genocidios, terrorismo, delitos y desafuero por todo el mundo. El hambre, las enfermedades y la inmoralidad han asolado nuestro planeta. Jesús profetizó: “También ustedes [sus discípulos], cuando vean suceder estas cosas, sepan que el reino de Dios está cerca. En verdad les digo: Esta generación no pasará de ningún modo sin que todas las cosas sucedan”. (Lucas 21:31, 32.)
8. ¿Cómo recalcan los profetas de Jehová la necesidad de mantenernos despiertos?
8 No cabe duda de que el triunfo completo del Reino Mesiánico está cerca. ¿Nos beneficia de alguna manera, entonces, fijarnos en fechas o especular sobre cuál es la duración literal de una “generación”? De ninguna manera. Habacuc 2:3 dice claramente: “La visión es todavía para el tiempo señalado, y sigue jadeando hasta el fin, y no dirá mentira. Aun si tardara, manténte en expectación de ella; porque sin falta se realizará. No llegará tarde”. El día de ajuste de cuentas de Jehová está cada vez más cerca. (Jeremías 25:31-33; Malaquías 4:1.)
9. ¿Qué sucesos que se han visto desde 1914 indican que el tiempo que queda es corto?
9 Cuando Cristo empezó a reinar, en 1914, se arrojó a Satanás a la Tierra, lo cual ha significado “ay [para] la tierra [...] porque el Diablo ha descendido a ustedes, teniendo gran cólera, sabiendo que tiene un corto espacio de tiempo”. (Revelación 12:12.) Ese tiempo es muy corto cuando se compara con los miles de años en que Satanás ha gobernado. El Reino está cerca, así como el día y hora en que Jehová ejecutará su sentencia sobre esta generación inicua. (Proverbios 3:25; 10:24, 25.)
La “generación” que pasa
10. ¿Qué similitud hay entre “esta generación” y la de los días de Noé?
10 Examinemos más detenidamente las palabras de Jesús anotadas en Mateo 24:34, 35: “En verdad les digo que de ningún modo pasará esta generación hasta que sucedan todas estas cosas. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras de ningún modo pasarán”. Las palabras que Jesús dice a continuación muestran que ‘nadie sabe aquel día y hora’. Más importante aún, indican que debemos evitar los lazos que nos rodean en esta generación. Por eso él añade: “Así como eran los días de Noé, así será la presencia del Hijo del hombre. Porque como en aquellos días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, los hombres casándose y las mujeres siendo dadas en matrimonio, hasta el día en que Noé entró en el arca; y no hicieron caso hasta que vino el diluvio y los barrió a todos, así será la presencia del Hijo del hombre”. (Mateo 24:36-39.) Jesús comparó en este texto la generación de su tiempo con la de los días de Noé. (Génesis 6:5, 9, nota.)
11. ¿Qué comparación de ‘generaciones’ hizo Jesús, según relatan Mateo y Lucas?
11 Esa no fue la primera vez que los apóstoles oyeron a Jesús hacer esta comparación de ‘generaciones’, pues unos días antes había dicho de sí mismo: “El Hijo del hombre [...] tiene que pasar por muchos sufrimientos y ser rechazado por esta generación. Además, así como ocurrió en los días de Noé, así será también en los días del Hijo del hombre”. (Lucas 17:24-26.) De modo que el capítulo 24 de Mateo y el capítulo 17 de Lucas hacen la misma comparación. En los días de Noé, “toda carne [que] había arruinado su camino sobre la tierra” y que fue destruida en el Diluvio constituía “esta generación”. En los días de Jesús, el pueblo judío apóstata que lo rechazó era “esta generación”. (Génesis 6:11, 12; 7:1.)
12, 13. a) ¿A qué se refiere en nuestros días “esta generación” que tiene que pasar? b) ¿Cómo hace frente el pueblo de Jehová a esta “generación torcida y aviesa”?
12 Por lo tanto, en el cumplimiento final de la profecía de Jesús en nuestros días, parece ser que “esta generación” se refiere a los pueblos de la Tierra que ven la señal de la presencia de Cristo pero no corrigen sus caminos. A diferencia de estos, los discípulos de Jesús no permitimos que el estilo de vida de “esta generación” nos moldee. Aunque estamos en el mundo, no debemos formar parte de él, “porque el tiempo señalado está cerca”. (Revelación 1:3; Juan 17:16.) El apóstol Pablo nos exhorta: “Sigan haciendo todas las cosas libres de murmuraciones y discusiones, para que resulten sin culpa e inocentes, hijos de Dios sin tacha en medio de una generación torcida y aviesa, entre los cuales ustedes resplandecen como iluminadores en el mundo”. (Filipenses 2:14, 15; Colosenses 3:5-10; 1 Juan 2:15-17.)
13 ‘Resplandecer como iluminadores’ no solo incluye tener una personalidad cristiana limpia, sino, más importante, cumplir con la comisión profética que dio Jesús: “Estas buenas nuevas del reino se predicarán en toda la tierra habitada para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin”. (Mateo 24:14.) Ningún ser humano sabe cuándo vendrá ese fin, pero sí sabemos que el fin de “esta generación” de personas inicuas vendrá cuando Dios considere suficiente el testimonio que se haya dado “hasta la parte más distante de la tierra”. (Hechos 1:8.)
“Aquel día y hora”
14. ¿Qué exhortación dieron Jesús y Pablo respecto “a los tiempos y a las sazones”, y qué debemos hacer?
14 Cuando el testimonio mundial se haya dado al grado que Jehová se ha propuesto, habrá llegado su “día y hora” para acabar con este sistema mundial. No tenemos que saber la fecha de antemano. Por eso, siguiendo el ejemplo de Jesús, el apóstol Pablo exhortó: “Ahora bien, en cuanto a los tiempos y a las sazones, hermanos, no tienen necesidad de que se les escriba nada. Porque ustedes mismos saben bastante bien que el día de Jehová viene exactamente como ladrón en la noche. Cuando los hombres estén diciendo: ‘¡Paz y seguridad!’, entonces destrucción repentina ha de sobrevenirles instantáneamente, como el dolor de angustia a la mujer encinta; y no escaparán de ninguna manera”. Observe que Pablo especifica: “Cuando los hombres estén diciendo”. Sí, cuando estén hablando de “paz y seguridad”, cuando menos lo esperen, Dios ejecutará repentinamente su sentencia. Por ello, es muy apropiado el consejo de Pablo: “Pues bien, entonces, no sigamos durmiendo como los demás, sino quedémonos despiertos y mantengamos nuestro juicio”. (1 Tesalonicenses 5:1-3, 6; véanse también los 1Te 5 versículos 7-11; Hechos 1:7.)
15, 16. a) ¿Por qué no debemos pensar que el Armagedón no está tan cerca como habíamos creído? b) ¿Cómo tiene que engrandecerse la soberanía de Jehová en el futuro cercano?
15 ¿Significa este entendimiento más exacto sobre “esta generación” que el Armagedón no está tan cerca como habíamos creído? En absoluto. Aunque nunca hemos sabido el “día y hora”, Jehová Dios siempre lo ha sabido, y él no cambia. (Malaquías 3:6.) Es obvio que el mundo se está yendo a pique y terminará en ruina completa. Nunca había sido tan crítico el que nos mantuviéramos despiertos como lo es hoy en día. Jehová nos ha revelado “las cosas que tienen que suceder dentro de poco”, y debemos responder con un profundo sentido de urgencia. (Revelación 1:1; 11:18; 16:14, 16.)
16 Mientras va acercándose el tiempo, mantengámonos despiertos, pues Jehová está a punto de destruir todo el sistema de Satanás. (Jeremías 25:29-31.) Jehová dice: “Ciertamente me engrandeceré y me santificaré y me daré a conocer delante de los ojos de muchas naciones; y tendrán que saber que yo soy Jehová”. (Ezequiel 38:23.) Se aproxima ese decisivo “día de Jehová”. (Joel 1:15; 2:1, 2; Amós 5:18-20; Sofonías 2:2, 3.)
“Nuevos cielos y una nueva tierra” justos
17, 18. a) Según Jesús y Pedro, ¿cómo pasa “esta generación”? b) ¿Por qué debemos mantenernos alerta respecto a nuestra conducta y hechos de devoción piadosa?
17 Respecto a ‘todas estas cosas que tienen que suceder’, Jesús dijo: “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras de ningún modo pasarán”. (Mateo 24:34, 35.) Lo más probable es que Jesús tuviera presente “el cielo y la tierra”, es decir, los gobernantes y los súbditos, de “esta generación”. El apóstol Pedro dijo algo parecido al referirse a “los cielos y la tierra que existen ahora”, los cuales están “guardados para fuego y están en reserva para el día del juicio y de la destrucción de los hombres impíos”. Luego dice que “el día de Jehová vendrá como ladrón, y en este los cielos [gubernamentales] pasarán”, junto con la corrupta sociedad humana, la “tierra”, y sus obras pecaminosas. El apóstol luego nos exhorta a que seamos personas de “actos santos de conducta y hechos de devoción piadosa, [mientras estamos] esperando y teniendo muy presente la presencia del día de Jehová, por el cual los cielos, estando encendidos, serán disueltos, y los elementos, estando intensamente calientes, se derretirán”. ¿Qué ocurrirá después? Pedro dirige nuestra atención a unos ‘nuevos cielos y una nueva tierra en los que la justicia habrá de morar’. (2 Pedro 3:7, 10-13.)c
18 Esos “nuevos cielos”, la gobernación del Reino en manos de Cristo Jesús y los reyes que gobernarán con él, colmarán de bendiciones a la justa “nueva tierra”, la sociedad humana. ¿Formará usted parte de esa sociedad? En ese caso, tiene razón para regocijarse por el magnífico futuro que le espera. (Isaías 65:17-19; Revelación 21:1-5.)
19. ¿Qué magnífico privilegio podemos tener hoy día?
19 Ahora mismo se está recogiendo a una justa “generación” de la humanidad. Actualmente, el “esclavo fiel y discreto” ungido suministra educación divina en conformidad con las palabras recogidas en Salmo 78:1, 4: “Presta oído, sí, oh pueblo mío, a mi ley; inclinen ustedes su oído a los dichos de mi boca [...], pues los contamos aun a la generación venidera, las alabanzas de Jehová y su fuerza y sus cosas maravillosas que él ha obrado”. (Mateo 24:45-47.) El 14 de abril de este año, en más de setenta y cinco mil quinientas congregaciones de unos doscientos treinta países, más de doce millones de personas asistieron a la Conmemoración de la muerte de Cristo. ¿Estuvo usted presente? Tenga fe en Cristo Jesús e ‘invoque el nombre de Jehová para ser salvo’. (Romanos 10:10-13.)
20. Dado que “el tiempo que queda está reducido”, ¿cómo debemos mantenernos despiertos, y con qué perspectiva?
20 “El tiempo que queda está reducido”, dijo el apóstol Pablo. Por lo tanto, este es el tiempo de mantenernos despiertos y ocupados en la obra de Jehová, y de aguantar las pruebas y los odios de los que nos hace objeto una inicua generación de la humanidad. (1 Corintios 7:29; Mateo 10:22; 24:13, 14.) Mantengámonos alerta y observemos todo lo que se predijo en la Biblia que le sobrevendría a “esta generación”. (Lucas 21:31-33.) Si escapamos de todas estas cosas y estamos de pie delante del Hijo del hombre con la aprobación divina, podremos alcanzar por fin el premio de la vida eterna.
[Notas a pie de página]
a Si se desea más información sobre los “siete tiempos”, véase el libro “Venga tu reino”, páginas 127-138, 186-189, editado por Watchtower Bible and Tract Society of New York, Inc.
b Véase Perspicacia para comprender las Escrituras, volumen 1, página 1011, editado por Watchtower Bible and Tract Society of New York, Inc.
c Véase también Nuestro gobierno mundial entrante... el reino de Dios, páginas 152-156 y 180, 181, editado por Watchtower Bible and Tract Society of New York, Inc.
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