-
Dios no es parcialLa Atalaya 1988 | 15 de mayo
-
-
Dios no es parcial
“Dios no es parcial, sino que, en toda nación, el que le teme y obra justicia le es acepto.” (HECHOS 10:34, 35.)
1. En la Atenas antigua, ¿qué importante declaración hizo Pablo sobre el asunto de las razas?
“DIOS que hizo el mundo y todas las cosas que hay en él, siendo, como es Este, Señor del cielo y de la tierra, no mora en templos hechos de manos. [...] Hizo de un solo hombre toda nación de hombres, para que moren sobre la entera superficie de la tierra.” (Hechos 17:24-26.) ¿Quién habló así? El apóstol cristiano Pablo, durante su famoso discurso en la colina de Marte, o el Areópago, en Atenas, Grecia.
2. ¿Qué contribuye al color e interés de la vida, y qué impresionó a un japonés que estuvo de visita en Sudáfrica?
2 Bien puede ser que lo que Pablo dijo nos haga pensar en la maravillosa variedad que existe en la creación. Jehová Dios creó una gran variedad de humanos, animales, aves, insectos y plantas. ¡Qué aburrida sería la vida si todos fueran parecidos! La variedad de esas formas de vida añade color e interés a la existencia. Por ejemplo, un visitante japonés que asistió a una asamblea de testigos de Jehová en Sudáfrica quedó impresionado por la diversidad de razas y colores que observó allí. Dijo que aquello difería mucho de lo que se veía en Japón, donde la gran mayoría de las personas tienen las mismas características raciales.
3. ¿Cómo consideran algunos la diferencia en el color de la piel, y a qué da lugar esto?
3 Pero la diversidad de colores entre las razas suele causar problemas serios. Para muchos, la persona de piel diferente es inferior. Esto produce animosidad, hasta odio, y el azote del prejuicio racial. ¿Era esto lo que quería el Creador? ¿Son superiores algunas razas para él? ¿Es parcial Jehová?
¿Es parcial nuestro Creador?
4-6. a) ¿Qué dijo el rey Jehosafat acerca de la parcialidad? b) ¿Cómo confirman tanto Moisés como Pablo lo que dijo Jehosafat? c) ¿Qué preguntas quizás planteen algunos?
4 El remontarnos en la historia puede darnos una idea de cómo ve el Creador a toda la humanidad. El rey Jehosafat, quien gobernó a Judá de 936 a 911 a.E.C., instituyó muchas mejoras e hizo arreglos para que el sistema judicial fundado en la ley divina funcionara debidamente. Dio este excelente consejo a los jueces: “Vean lo que hacen, porque no es para el hombre que ustedes juzgan, sino que es para Jehová [...] Tengan cuidado y actúen, porque con Jehová nuestro Dios no hay injusticia ni parcialidad”. (2 Crónicas 19:6, 7.)
5 Centenares de años antes, el profeta Moisés había dicho a las tribus de Israel: “Jehová su Dios [...] no trata a nadie con parcialidad”. (Deuteronomio 10:17.) Y en su carta a los romanos Pablo da esta amonestación: “Aflicción y angustia tocarán a todo el que comete el mal, en primer lugar al judío, pero también al griego [...] Porque Dios no tiene favoritismos”. (Romanos 2:9-11, Nueva Biblia Española.)
6 Pero puede que algunos pregunten: ‘¿Qué hay de los israelitas? ¿No eran el pueblo escogido de Dios? ¿No fue parcial Dios para con ellos? ¿No dijo Moisés a todo Israel: “Es a ti a quien Jehová tu Dios ha escogido para que llegues a ser su pueblo, una propiedad especial, de entre todos los pueblos”?’. (Deuteronomio 7:6.)
7. a) ¿Qué resultado tuvo el que los judíos rechazaran al Mesías? b) Hoy, ¿quiénes pueden disfrutar de maravillosas bendiciones procedentes de Dios, y cómo?
7 No, Dios no fue parcial al emplear a los israelitas con un propósito especial. Al seleccionar a un pueblo mediante el cual traer al Mesías, Jehová escogió a los descendientes de los patriarcas hebreos fieles. Pero cuando los judíos rechazaron al Mesías, Jesucristo, y le dieron muerte, perdieron el favor de Dios. Sin embargo, hoy personas de cualquier raza o nación que ejerzan fe en Jesús pueden disfrutar de maravillosas bendiciones y tener la perspectiva de adquirir vida eterna. (Juan 3:16; 17:3.) Esto en verdad prueba que Dios no es parcial. Además, Jehová dio a los israelitas el mandato de “amar al residente forastero” y ‘no maltratarlo’, sin importar su raza o nacionalidad. (Deuteronomio 10:19; Levítico 19:33, 34.) Como vemos, verdaderamente nuestro amoroso Padre que está en los cielos no es parcial.
8. a) ¿Qué prueba que Jehová no mostró favoritismo para con Israel? b) ¿Cómo empleó Jehová a Israel?
8 Es verdad que los israelitas disfrutaron de privilegios especiales. Pero también llevaron una responsabilidad pesada. Estuvieron bajo la obligación de observar las leyes de Jehová, y los que no las obedecían quedaban bajo maldición. (Deuteronomio 27:26.) De hecho, los israelitas tuvieron que ser castigados varias veces por desobedecer la Ley de Dios. Por lo tanto, Jehová no los trató con favoritismo. Más bien, los empleó para hacer patrones o modelos proféticos y suministrar ejemplos amonestadores. Felizmente, por medio de Israel Dios presentó al Redentor, Jesucristo, para bendecir a toda la humanidad. (Gálatas 3:14; compárese con Génesis 22:15-18.)
¿Fue parcial Jesús?
9. a) ¿Cómo se asemejan Jehová y Jesús? b) ¿Qué preguntas surgen acerca de Jesús?
9 Puesto que Jehová no es parcial, ¿podría serlo Jesús? Pues bien, considere esto: En cierta ocasión Jesús dijo: “No busco mi propia voluntad, sino la voluntad del que me envió”. (Juan 5:30.) Existe unidad perfecta entre Jehová y su Hijo amado, y Jesús hace la voluntad de su Padre en todo respecto. De hecho, son tan semejantes en punto de vista y propósito que Jesús pudo decir: “El que me ha visto a mí ha visto al Padre también”. (Juan 14:9.) Por más de 33 años Jesús experimentó la realidad de vivir como hombre en la Tierra, y la Biblia muestra cómo trató con su semejante humano. ¿Qué actitud desplegó para con otras razas? ¿Demostró prejuicio o parcialidad? ¿Fue racista Jesús?
10. a) ¿Cómo respondió Jesús cuando una fenicia le pidió ayuda? b) Al llamar “perritos” a los gentiles, ¿estaba manifestando prejuicio Jesús? c) ¿Cómo venció aquella objeción la mujer, y con qué resultado?
10 Jesús pasó la mayor parte de su vida terrestre con judíos. Pero cierto día se le acercó una mujer fenicia, una gentil, y le suplicó que le sanara a su hija. Jesús respondió así: “No fui enviado a nadie aparte de las ovejas perdidas de la casa de Israel”. Sin embargo, la mujer suplicó: “¡Señor, ayúdame!”. Al oír aquello, él añadió: “No es correcto tomar el pan de los hijos y echarlo a los perritos”. Para los judíos, los perros eran animales inmundos. Por eso, al aludir a los gentiles como “perritos”, ¿estaba mostrando prejuicio Jesús? No, porque acababa de mencionar su comisión especial de Dios de atender a ‘las ovejas perdidas de Israel’. Además, al asemejar a los no judíos a “perritos”, no a perros salvajes, Jesús ablandó la comparación. Por supuesto, lo que dijo sometió a prueba a la mujer. Humildemente, aunque resuelta a vencer esta objeción, ella respondió con prudencia: “Sí, Señor; pero en realidad los perritos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos”. Impresionado por la fe de la mujer, Jesús le sanó inmediatamente a la hija. (Mateo 15:22-28.)
11. Como lo ilustró el incidente que implicó a Jesús, ¿qué actitud tenían los judíos y los samaritanos unos para con otros?
11 Considere, también, lo que sucedió cuando Jesús trató con algunos samaritanos. Entre los judíos y los samaritanos existía profunda animosidad. En una ocasión Jesús envió mensajeros para que hicieran preparativos para él en cierta aldea samaritana. Pero aquellos samaritanos “no lo recibieron, porque él tenía el rostro fijo para ir a Jerusalén”. Esto perturbó tanto a Santiago y Juan que quisieron pedir que cayera fuego del cielo y aniquilara a los samaritanos. Pero Jesús reprendió a los dos discípulos, y todos ellos fueron a otra aldea. (Lucas 9:51-56.)
12. ¿Por qué se sorprendió una samaritana por lo que Jesús pidió?
12 ¿Sentía Jesús la misma animosidad que existía entre los judíos y los samaritanos? Pues bien, note lo que sucedió en otra ocasión. Jesús y sus discípulos viajaban de Judea a Galilea y tenían que pasar por Samaria. Cansado del viaje, Jesús se sentó al lado de la fuente de Jacob para descansar mientras los discípulos iban a la ciudad de Sicar para comprar alimentos. Mientras tanto, una samaritana vino a sacar agua. Pues bien, Jesús mismo en otra ocasión había clasificado a los samaritanos como “de otra raza”. (Lucas 17:16-18, The Kingdom Interlinear Translation of the Greek Scriptures.) Pero dijo a la mujer: “Dame de beber”. Puesto que los judíos no trataban con los samaritanos, la mujer, sorprendida, respondió: “¿Cómo es que tú, a pesar de ser judío, me pides de beber a mí, que soy mujer samaritana?”. (Juan 4:1-9.)
13. a) ¿Cómo respondió Jesús a la objeción de la samaritana, y cómo reaccionó ella? b) ¿Qué resultado final tuvo aquel incidente?
13 Pero Jesús pasó por alto la objeción de aquella mujer. En vez de eso, ¡aprovechó la oportunidad para darle un testimonio, en el cual hasta reconoció que era el Mesías! (Juan 4:10-26.) La mujer, sorprendida, dejó su vasija de agua en la fuente, regresó corriendo a la ciudad y empezó a contar a otros lo que le había sucedido. Aunque ella había tenido una vida inmoral, reveló su interés en asuntos espirituales al decir: “¿Acaso no es este el Cristo?”. ¿En qué resultó todo aquello? Mucha gente de aquel lugar puso fe en Jesús por el excelente testimonio que la mujer había dado. (Juan 4:27-42.) Un dato interesante es que, en su libro A Biblical Perspective on the Race Problem (Perspectiva bíblica del problema racial), el teólogo congregacional Thomas O. Figart comentó: “Si para nuestro Señor fue suficientemente importante reemplazar una tradición racial equivocada con un acto de bondad, entonces deberíamos ejercer cautela para que no nos trague la corriente de racismo de hoy día”.
14. ¿Qué prueba de la imparcialidad de Jehová se manifestó durante el ministerio de Felipe el evangelizador?
14 La imparcialidad de Jehová Dios permitió que personas de varias razas llegaran a ser prosélitos judíos. Considere también lo que sucedió hace 19 siglos en el camino del desierto entre Jerusalén y Gaza. Un hombre de piel oscura al servicio de la reina de Etiopía iba en su carro leyendo la profecía de Isaías. Este funcionario era un prosélito circunciso, pues “había ido a Jerusalén para adorar”. El ángel de Jehová se apareció a Felipe, el evangelizador judío, y le dijo: “Acércate y únete a este carro”. ¿Dijo acaso Felipe: “¡Ah, no! Ese hombre es de otra raza”? ¡Al contrario! ¡Felipe aceptó con mucho gusto la invitación del etíope de que subiera al carro, se sentara con él y le explicara la profecía de Isaías acerca de Jesucristo! Cuando se acercaron a cierta masa de agua, el etíope preguntó: “¿Qué impide que yo sea bautizado?”. Puesto que nada lo impedía, Felipe gustosamente bautizó al etíope, y Jehová aceptó a aquel hombre feliz como seguidor ungido de Su Hijo imparcial, Jesucristo. (Hechos 8:26-39.) Pero pronto se manifestó más prueba de la imparcialidad divina.
Un gran cambio
15. ¿Qué cambio sucedió después de la muerte de Jesús, y cómo explica esto Pablo?
15 La muerte de Cristo no eliminó el prejuicio racial mundano. Pero mediante esa muerte de sacrificio Dios sí cambió la relación de los discípulos judíos de Jesús con sus seguidores gentiles. El apóstol Pablo indicó esto cuando escribió a los cristianos gentiles de Éfeso y dijo: “Sigan recordando que en otro tiempo ustedes eran gente de las naciones en cuanto a la carne; [...] que estaban en aquel mismo tiempo sin Cristo, alejados del estado de Israel y extraños a los pactos de la promesa, y no tenían esperanza, y estaban sin Dios en el mundo. Pero ahora, en unión con Cristo Jesús, ustedes los que en un tiempo estaban lejos han llegado a estar cerca por la sangre del Cristo. Porque él es nuestra paz, el que hizo de los dos grupos uno solo y destruyó el muro de en medio que los separaba”. Ese “muro”, o símbolo de separación, era el arreglo del pacto de la Ley que obraba como separación entre los judíos y los gentiles. Fue abolido sobre la base de la muerte de Cristo para que mediante él tanto los judíos como los gentiles pudieran ‘tener el acceso al Padre por un solo espíritu’. (Efesios 2:11-18.)
16. a) ¿Para qué recibió Pedro las llaves del Reino? b) ¿Cuántas llaves eran, y qué resultados tuvo su uso?
16 Además, el apóstol Pedro recibió “las llaves del reino de los cielos” para que gente de cualquier raza pudiera adquirir conocimiento de los propósitos de Dios, ‘nacer de nuevo’ del espíritu santo y llegar a ser herederos espirituales junto con Cristo. (Mateo 16:19; Juan 3:1-8.) Pedro usó tres llaves simbólicas. La primera era para judíos, la segunda para samaritanos y la tercera para gentiles. (Hechos 2:14-42; 8:14-17; 10:24-28, 42-48.) Así, el Dios imparcial, Jehová, presentó a escogidos de todas las razas el privilegio de ser hermanos espirituales de Jesús y coherederos del Reino. (Romanos 8:16, 17; 1 Pedro 2:9, 10.)
17. a) ¿Qué visión extraordinaria se le dio a Pedro, y por qué? b) ¿A la casa de quién llevaron a Pedro ciertos hombres, y quiénes lo esperaban allí? c) ¿Qué les recordó Pedro a aquellos gentiles, y, sin embargo, qué le había enseñado Dios claramente?
17 Para preparar a Pedro en cuanto al uso de la tercera llave —para los gentiles— se le dio una extraordinaria visión de animales inmundos y se le dijo: “¡Levántate, Pedro, degüella y come!”. La lección fue: “Deja tú de llamar contaminadas las cosas que Dios ha limpiado”. (Hechos 10:9-16.) Pedro quedó muy perplejo en cuanto al significado de la visión. Pero poco tiempo después llegaron tres hombres para llevarlo a la casa de Cornelio, un oficial del ejército romano estacionado en Cesarea. Puesto que aquella ciudad era el cuartel general de los soldados romanos en Judea, era solo lo natural que Cornelio viviera allí. En aquel escenario obviamente gentil estaba Cornelio esperando a Pedro, y con él sus parientes y amigos íntimos. El apóstol les recordó: “Bien saben ustedes cuán ilícito le es a un judío unirse o acercarse a un hombre de otra raza; y, no obstante, Dios me ha mostrado que no debo llamar contaminado o inmundo a ningún hombre. Por lo tanto vine, verdaderamente sin oponerme, cuando se me mandó llamar”. (Hechos 10:17-29.)
18. a) ¿Qué anuncio trascendental hizo Pedro a Cornelio y sus huéspedes? b) Después del testimonio de Pedro acerca de Jesús, ¿qué acontecimiento dramático tuvo lugar? c) ¿Qué paso se dio entonces con relación a aquellos gentiles creyentes?
18 Después que Cornelio explicó cómo Dios había dirigido los acontecimientos, Pedro dijo: “Con certeza percibo que Dios no es parcial, sino que, en toda nación, el que le teme y obra justicia le es acepto”. (Hechos 10:30-35.) Entonces, mientras el apóstol procedía a dar testimonio acerca de Jesucristo, ¡algo dramático sucedió! “Mientras Pedro todavía estaba hablando acerca de estos asuntos, el espíritu santo cayó sobre todos los que oían la palabra.” Los compañeros judíos de Pedro “estaban asombrados, porque la dádiva gratuita del espíritu santo también estaba siendo derramada sobre gente de las naciones. Pues los oían hablar en lenguas y engrandecer a Dios”. Pedro respondió: “¿Puede alguien negar el agua de modo que no sean bautizados estos, que han recibido el espíritu santo igual que nosotros?”. ¿Quién podía objetar, puesto que el espíritu santo del Dios imparcial del cielo había sido derramado sobre aquellos gentiles creyentes? Por lo tanto, Pedro mandó que fueran “bautizados en el nombre de Jesucristo”. (Hechos 10:36-48.)
“De toda nación”
19. ¿Por qué aumenta la animosidad racial, y cuán extensa es?
19 Ahora nos hallamos en “los últimos días” y los “tiempos críticos, difíciles de manejar” son la realidad que nos rodea. Entre otras cosas, los hombres son amadores de sí mismos, presumidos, altivos, sin cariño natural, no dispuestos a ningún acuerdo, sin autodominio, feroces, testarudos e hinchados de orgullo. (2 Timoteo 3:1-5.) En ese ambiente social, no sorprende que por todo el mundo aumenten el odio y los conflictos raciales. En muchas tierras, personas de razas o colores diferentes se desprecian o hasta se odian. Esto ha llevado a luchas y hasta a crueldades horribles en algunos países. Hasta en las sociedades llamadas cultas, a muchas personas se les hace difícil vencer el prejuicio racial. Y parece que esta “enfermedad” se está esparciendo a zonas donde uno menos las esperaría, como a las islas del mar, donde en el pasado se disfrutaba de una paz casi idílica.
20. a) ¿Qué visión inspirada vio Juan? b) ¿Hasta qué grado se está cumpliendo esta visión profética? c) ¿Qué dificultad tienen que vencer completamente algunos todavía, y dónde deben buscar la solución?
20 A pesar de la falta de armonía racial en diversos lugares del mundo, el Dios imparcial, Jehová, predijo que pondría a personas de corazón sincero de todas las razas y naciones en una condición de notable unidad internacional. Por inspiración divina el apóstol Juan vio “una muchedumbre inmensa, que nadie podía contar, de toda nación, razas, pueblos y lenguas, de pie delante del trono y del Cordero”, alabando a Jehová. (Revelación 7:9, Biblia de Jerusalén.) Esta profecía ya se está cumpliendo. Hoy, en 210 países más de 3.300.000 testigos de Jehová de todas las naciones y razas disfrutan de unidad y de armonía racial. Pero todavía son imperfectos. Hasta a algunos de estos se les hace difícil vencer completamente el prejuicio racial, aunque quizás no se den cuenta de ello. ¿Cómo puede resolverse este problema? Consideraremos este asunto en el artículo siguiente, fundándonos en el consejo útil de la Palabra inspirada del Dios imparcial, Jehová.
-
-
Sirvamos a Jehová de común acuerdoLa Atalaya 1988 | 15 de mayo
-
-
Sirvamos a Jehová de común acuerdo
“En aquel tiempo devolveré yo a los pueblos pureza de labios, para que todos invoquen el nombre de Jehová, para que le sirvan de común consentimiento.” (SOFONÍAS 3:9, Versión Valera, 1977.)
1, 2. a) ¿Qué profecía está haciendo Jehová que se cumpla ahora? b) ¿Qué preguntas surgen debido a esta profecía?
HOY Jehová Dios está efectuando algo que los humanos por sí solos no podrían lograr jamás. En este mundo dividido se hablan unos 3.000 idiomas, pero ahora Dios está haciendo que se cumpla esta profecía: “Daré a pueblos el cambio a un lenguaje puro, para que todos ellos invoquen el nombre de Jehová, para servirle hombro a hombro”. (Sofonías 3:9.)
2 ¿Qué es este “lenguaje puro”? ¿Quiénes lo hablan? ¿Y qué significa ‘servir a Dios hombro a hombro’?
Hablan el “lenguaje puro”
3. ¿Qué es el “lenguaje puro”, y por qué no están divididos los que lo hablan?
3 El día del Pentecostés de 33 E.C. se derramó espíritu santo de Dios sobre los discípulos de Jesucristo, y ellos recibieron la facultad de hablar en lenguajes que no habían aprendido. Así, pudieron comunicar “las cosas magníficas de Dios” a personas de muchas lenguas. De ese modo Jehová empezó a poner en unidad a personas de todo origen racial o étnico. (Hechos 2:1-21, 37-42.) Posteriormente, cuando se admitió a creyentes gentiles como seguidores de Jesús, los siervos de Dios ciertamente fueron un pueblo de muchas lenguas y muchas razas. Sin embargo, las barreras mundanas nunca los han separado, porque todos hablan el “lenguaje puro”. Este es el lenguaje de la verdad bíblica que tienen en común, que se predijo en Sofonías 3:9. (Efesios 4:25.) Los que hablan el “lenguaje puro” no están divididos, sino que ‘hablan de acuerdo’, pues están “aptamente unidos en la misma mente y en la misma forma de pensar”. (1 Corintios 1:10.)
4. ¿Cómo señaló Sofonías 3:9 a cooperación entre personas de muchas lenguas y muchas razas, y dónde se halla esa cooperación hoy?
4 El “lenguaje puro” haría posible que gente de todas las naciones y razas sirviera a Jehová “hombro a hombro”, literalmente ‘con un solo hombro’. Servirían a Dios “de común consentimiento” (Versión Valera, 1977); “de común acuerdo” (Versión Moderna). Una versión en inglés dice: “Entonces haré limpios los labios de todos los pueblos, para que todos invoquen el nombre de Jehová y cooperen en su servicio” (Byington). Esta cooperación de personas de muchas lenguas y muchas razas en el servicio de Dios se halla solo entre los testigos de Jehová.
5. ¿Cómo pueden usar los testigos de Jehová cualquier lenguaje humano?
5 Puesto que todos los testigos de Jehová hablan el “lenguaje puro” de la verdad bíblica, pueden dar a cualquier lenguaje humano su uso más ensalzado: alabar a Dios y declarar las buenas nuevas del Reino. (Marcos 13:10; Tito 2:7, 8; Hebreos 13:15.) ¡Es espléndido que el “lenguaje puro” haga posible que personas de todo grupo étnico sirvan a Jehová de común acuerdo!
6. ¿Cómo considera Jehová a la gente, pero qué será útil si en el corazón de cierto cristiano queda algún vestigio de parcialidad?
6 Cuando Pedro testificó a Cornelio y a otros gentiles, dijo: “Con certeza percibo que Dios no es parcial, sino que, en toda nación, el que le teme y obra justicia le es acepto”. (Hechos 10:34, 35.) Según otras versiones, Jehová “no hace acepción de personas” (Biblia de Jerusalén), “no hace diferencia entre una persona y otra” (Versión Popular) y “no hace distinciones” (Nueva Biblia Española). Como siervos de Jehová, debemos ver a la gente de todo grupo étnico como él la ve. Pero ¿qué hay si en el corazón de cierto cristiano queda algún vestigio de parcialidad? Entonces será útil notar cómo trata el Dios imparcial a sus siervos de toda nación, tribu, pueblo y lengua. (Véase también ¡Despertad! del 8 de noviembre de 1984, páginas 3-11.)
Son deseables
7. En cuanto a relación con Dios, ¿por qué no difiere ningún cristiano de otro que sea de una nación o raza diferente?
7 Si usted es testigo bautizado de Jehová, puede que en un tiempo estuviera “suspirando y gimiendo por todas las cosas detestables” que ocurren en este sistema inicuo. (Ezequiel 9:4.) Estaba ‘muerto en sus pecados’, pero Dios le mostró misericordia y lo atrajo a sí mediante Jesucristo. (Efesios 2:1-5; Juan 6:44.) A este respecto, usted no difirió de otros que ahora son sus compañeros de creencia. A ellos también les angustiaba la iniquidad, y ellos también estaban ‘muertos en sus pecados’ y recibieron la misericordia de Dios mediante Jesucristo. Y sin importar nuestra raza o nacionalidad, solo por la fe es aceptable ahora a Jehová Dios como testigo suyo cualquiera de nosotros. (Romanos 11:20.)
8. ¿Cómo se cumple hoy Ageo 2:7?
8 Las palabras proféticas de Ageo 2:7 nos ayudan a ver cómo debemos considerar a nuestros compañeros de creencia de diferentes nacionalidades. Allí Jehová declaró: “Meceré todas las naciones, y las cosas deseables de todas las naciones tienen que entrar; y ciertamente llenaré de gloria esta casa”. Este ensalzamiento predicho de la religión pura está realizándose en el verdadero templo de Dios, la región o esfera donde se le adora. (Juan 4:23, 24.) Pero ¿qué son “las cosas deseables de todas las naciones”? Son los miles de amadores de la justicia que responden favorablemente a la obra de predicar el Reino. De todas las naciones y razas afluyen a ‘la montaña de la casa de Jehová’ y llegan a ser sus testigos bautizados y parte de la “gran muchedumbre” internacional. (Isaías 2:2-4; Revelación 7:9.) Los que alaban a Jehová como parte de su organización terrestre son personas limpias, morales, piadosas... realmente muy deseables. Entonces, de seguro todo cristiano verdadero debería mostrar amor fraternal a todas estas personas deseables a quienes nuestro mismo Padre que está en el cielo halla aceptables.
Tienen una nueva personalidad
9. Aunque en el pasado no pensáramos bien de los extranjeros, ¿por qué no debe ser así ahora que somos cristianos?
9 Nuestros hermanos y hermanas espirituales de toda la Tierra también son deseables porque han prestado atención al consejo de ‘desnudarse de la vieja personalidad con sus prácticas, y vestirse de la nueva personalidad’. “Mediante conocimiento exacto [la personalidad] va haciéndose nueva según la imagen de Aquel que la ha creado, donde no hay ni griego ni judío, circuncisión ni incircuncisión, extranjero, escita, esclavo, libre, sino que Cristo es todas las cosas y en todos.” (Colosenses 3:9-11.) Si alguien anteriormente no pensaba bien de un judío, un griego u otros que para él fueran extranjeros, ahora que es cristiano su manera de pensar debe ser diferente. Sin importar la raza, nacionalidad o cultura, los que poseen “la nueva personalidad” cultivan y manifiestan el fruto del espíritu de Dios: amor, gozo, paz, gran paciencia, bondad, benignidad, fe, apacibilidad y autodominio. (Gálatas 5:22, 23.) Esto les atrae el cariño de los que junto con ellos adoran a Jehová.
10. Ante la tentación de hacer observaciones abarcadoras en desdoro de nuestros compañeros de creencia de otra raza o nación, ¿cómo puede ayudarnos Tito 1:5-12?
10 A diferencia de los siervos de Jehová, algunas personas mundanas hablan con desprecio de gente de otra raza o nación. Por ejemplo, sobre su propia nación un profeta cretense dijo una vez: ¡“Los cretenses siempre son mentirosos, bestias salvajes perjudiciales, glotones desocupados”! El apóstol Pablo recordó esas palabras cuando se le hizo necesario hacer callar a falsos maestros entre los cristianos de la isla de Creta. Pero ciertamente Pablo no estaba diciendo: ‘Todos los cristianos cretenses mienten y son perjudiciales, perezosos y glotones’. (Tito 1:5-12.) No, porque los cristianos no se expresan con desprecio de otros. Además, la mayoría de aquellos cretenses cristianos se habían puesto “la nueva personalidad”, y algunos calificaban espiritualmente para ser nombrados ancianos. Esto merece pensamiento serio si alguna vez sentimos la tentación de hacer algún comentario abarcador en desdoro de nuestros hermanos y hermanas espirituales de alguna raza o nacionalidad en particular.
Considere superiores a otros
11. Si un cristiano nota en su corazón vestigios de parcialidad, ¿qué puede hacer?
11 Por otra parte, si un cristiano fuera parcial respecto a alguna raza o nacionalidad, probablemente lo manifestaría por sus palabras o acciones. Esto, a su vez, pudiera herir sentimientos, especialmente en una congregación compuesta de personas de diversas razas o nacionalidades. Ciertamente ningún cristiano desearía causar tal tensión contra la unidad del pueblo de Dios. (Salmo 133:1-3.) Por eso, si un cristiano nota en su corazón vestigios de parcialidad, bien puede orar: “Escudríñame completamente, oh Dios, y conoce mi corazón. Examíname, y conoce mis pensamientos inquietantes, y ve si hay en mí algún camino doloroso, y guíame en el camino de tiempo indefinido”. (Salmo 139:23, 24.)
12. ¿Por qué no debemos jactarnos de nosotros mismos ni de otros respecto al grupo étnico a que pertenecemos?
12 Es bueno que adoptemos el punto de vista realista de que todos somos humanos imperfectos que no seríamos aceptables a Dios si no fuera por el sacrificio de Jesucristo. (1 Juan 1:8–2:2.) Entonces, ¿qué nos hace diferir de otros? Puesto que no tenemos nada que no hayamos recibido, ¿por qué deberíamos jactarnos de nosotros mismos o de otras personas de nuestro mismo origen étnico? (Compárese con 1 Corintios 4:6, 7.)
13. ¿Cómo podemos contribuir a la unidad de la congregación, y qué podemos aprender de Filipenses 2:1-11?
13 Podemos contribuir a la unidad de la congregación si reconocemos y apreciamos las buenas cualidades de otros. Pablo, el apóstol judío, nos dio a todos en qué pensar cuando dijo a los gentiles filipenses: “Hagan pleno mi gozo por ser ustedes de la misma mente y tener el mismo amor, estando unidos en alma, teniendo presente el mismo pensamiento, no haciendo nada movidos por espíritu de contradicción ni por egotismo, sino considerando con humildad mental que los demás son superiores a ustedes”. La actitud correcta que debemos desplegar para con semejantes humanos de cualquier raza o nacionalidad la ejemplificó Jesucristo. Aunque era una poderosa criatura celestial, “llegó a estar en la semejanza de los hombres” y se humilló hasta el punto de morir en un madero de tormento para beneficio de humanos pecadores de toda raza y nación. (Filipenses 2:1-11.) Entonces, como seguidores de Jesús, ¿no deberíamos ser amorosos, humildes y compasivos, y reconocer que otros son superiores a nosotros?
Escuche y observe
14. ¿Qué puede ayudarnos a ver a otros como superiores a nosotros?
14 Nos puede ayudar a ver a otros como superiores a nosotros el realmente escuchar cuando hablan, y observar cuidadosamente su conducta. Por ejemplo, quizás tengamos que admitir honradamente que uno de nuestros compañeros superintendentes de congregación —quizás de otra raza— ha sido más apto que nosotros en aconsejar eficazmente en la Escuela del Ministerio Teocrático. Quizás podamos discernir que logra ayudar a sus compañeros de creencia a capacitarse como proclamadores del Reino, no necesariamente por su dicción ni su modo de hablar, sino por su espiritualidad. Y es obvio que Jehová bendice sus esfuerzos.
15. ¿Qué podemos notar cuando escuchamos lo que dicen nuestros compañeros de creencia?
15 Cuando conversamos con nuestros hermanos y hermanas o escuchamos sus comentarios en las reuniones, puede que percibamos que algunos entienden mejor ciertas verdades bíblicas que nosotros. Quizás podamos discernir que manifiestan un amor fraternal más afectuoso, que aparentemente poseen más fe, o que evidencian mayor confianza en Jehová que nosotros. Por eso, sean o no de la misma raza o la misma nación que nosotros, nos incitan al amor y a obras excelentes, nos ayudan a fortalecer la fe y nos mueven a confiar más en nuestro Padre celestial. (Proverbios 3:5, 6; Hebreos 10:24, 25, 39.) Obviamente Jehová se ha acercado a ellos, y lo mismo debemos hacer nosotros. (Compárese con Santiago 4:8.)
Bendición y apoyo
16, 17. Ilustre el hecho de que Jehová no es parcial cuando bendice a sus siervos, sea cual sea su nacionalidad o raza.
16 Jehová no muestra parcialidad cuando bendice a sus siervos, sea cual sea la nacionalidad o raza de ellos. Por ejemplo, considere el país de Brasil. No fue de misioneros extranjeros, sino de labios de ocho marineros brasileños de quienes la gente de Brasil escuchó por primera vez el mensaje del Reino, alrededor del año 1920. La bendición de Dios se ha manifestado claramente, porque para el año de servicio de 1987 hubo un máximo de 216.216 proclamadores del Reino en ese país de 141.302.000 habitantes... una proporción de un publicador por cada 654 habitantes.
17 Considere otro ejemplo de la bendición divina. En abril de 1923 dos testigos de Jehová de la raza negra de la isla caribeña de Trinidad fueron enviados a declarar el mensaje del Reino en África Occidental. Así sucedió que el hermano W. R. Brown y su esposa sirvieron allí por años, y él recibió el sobrenombre de “Brown el de la Biblia”. Ellos ‘plantaron’ y “Dios siguió haciéndolo crecer” a medida que otros Testigos también trabajaron en aquella vasta zona. (1 Corintios 3:5-9.) Hoy hay más de 32.600 proclamadores del Reino en Ghana y más de 133.800 tan solo en Nigeria.
18, 19. Dé ejemplos de cómo nuestro Dios imparcial sostiene a sus siervos de toda raza y nación.
18 Jehová no solo bendice a sus siervos de toda nación y raza; también los sostiene. Por ejemplo, considere el caso de dos testigos de Jehová japoneses. El 21 de junio de 1939 Katsuo Miura y su esposa fueron injustamente arrestados, encarcelados y separados de su hijo de cinco años, de quien su abuela tuvo que hacerse cargo. La hermana Miura fue puesta en libertad después de ocho meses, pero el hermano Miura tuvo que pasar más de dos años en prisión antes de que le celebraran juicio. Lo maltrataron, lo declararon culpable y le impusieron una sentencia de cinco años. Mientras estuvo encarcelado en Hiroshima, Dios lo sostuvo mediante las Escrituras, que fueron su constante consuelo y fortaleza. Por lo que parece un milagro, el 6 de agosto de 1945 el hermano Miura sobrevivió a la explosión de la bomba atómica, la cual demolió la prisión donde se hallaba. Dos meses después se reunió de nuevo con su esposa y su hijo en el norte de Japón.
19 Durante la II Guerra Mundial los testigos de Jehová experimentaron intensa persecución en muchos países. Por ejemplo, Robert A. Winkler fue un hermano alemán que sufrió en campos de concentración nazis en Alemania y en los Países Bajos. Porque no quiso traicionar a sus compañeros Testigos, fue tan brutalmente golpeado que no se le podía reconocer. Pero escribió: “El pensar en las promesas de Jehová de que él ayuda en toda clase de dificultades me dio consuelo y fuerza para aguantarlo todo. [...] La Gestapo me había golpeado el sábado, y de nuevo me interrogaría el lunes siguiente. ¿Qué sucedería ahora, y qué haría yo? Acudí a Jehová en oración, y confié en sus promesas. Sabía que esto significaba usar estrategia de guerra teocrática por causa de la obra del Reino y para la protección de mis hermanos cristianos. Tuve que aguantar una gran prueba, y después de diecisiete días me sentía completamente agotado, pero di gracias a Jehová porque con su fuerza pude resistir esta prueba y mantenerme íntegro”. (Salmo 18:35; 55:22; 94:18.)
Agradecidos por nuestra hermandad
20. ¿Qué puede profundizar nuestro respeto a compañeros de creencia de toda raza y nación?
20 No hay duda de que Jehová bendice y sostiene a sus testigos de toda nación y raza. No es parcial, y nosotros como sus siervos dedicados no tenemos excusa ni razón para mostrar parcialidad. Además, el respeto a nuestros hermanos y hermanas de toda raza y nación aumentará si notamos de qué maneras son superiores a nosotros. Ellos también aplican la sabiduría celestial, que no hace distinciones parciales, sino que produce fruto excelente. (Santiago 3:13-18.) Sí, y su bondad, generosidad, amor y otras cualidades piadosas son excelentes ejemplos para nosotros.
21. ¿Qué debemos estar resueltos a hacer?
21 Entonces, ¡cuán agradecidos debemos estar por nuestra hermandad de personas de muchas razas y naciones! Con la ayuda y bendición de nuestro Padre celestial, ‘sirvámosle hombro a hombro’ en amor fraternal y con respeto mutuo. Ciertamente debe ser nuestro deseo sincero e intención firme servir a Jehová de común acuerdo.
-