-
¡Regocíjense en la esperanza del Reino!La Atalaya 1991 | 15 de diciembre
-
-
¡Regocíjense en la esperanza del Reino!
“Regocíjense en la esperanza. Aguanten bajo tribulación.” (ROMANOS 12:12.)
1. ¿Por qué podemos derivar gozo de asociarnos con Jehová, y qué exhortación dio el apóstol Pablo a los cristianos?
‘EL Dios feliz.’ (1 Timoteo 1:11.) ¡Qué bien describen esas palabras a Jehová! ¿Por qué? Porque todas sus obras le causan gran felicidad. Dado que Jehová es la Fuente de todo lo que es bueno y causa felicidad, todas sus criaturas inteligentes pueden derivar felicidad de asociarse con él. Fue apropiado que el apóstol Pablo exhortara a los cristianos a apreciar el gozoso privilegio que tienen de conocer a Jehová Dios, estar agradecidos por todas Sus maravillosas dádivas de la creación y regocijarse por las bondades amorosas que Él les muestra. Pablo escribió: “Siempre regocíjense en el Señor. Una vez más diré: ¡Regocíjense!”. (Filipenses 4:4; Salmo 104:31.)
2. ¿Qué esperanza causa gran gozo, y qué se anima a los cristianos a hacer en cuanto a esa esperanza?
2 ¿Están los cristianos haciendo caso de esa exhortación de Pablo? ¡Claro que sí! Los hermanos espirituales de Jesucristo se regocijan por la gloriosa esperanza que Dios ha puesto ante ellos. (Romanos 8:19-21; Filipenses 3:20, 21.) Sí, saben que participarán en el cumplimiento de la gran esperanza que se ha dado en cuanto al futuro de la humanidad, tanto de los vivos como de los muertos, cuando sirvan con Cristo en su gobierno celestial del Reino. ¡Imagínese cuánto se regocijarán con sus privilegios de coherederos, mientras sirven como reyes y sacerdotes! (Revelación 20:6.) ¡Qué felices se sentirán mientras ayuden a la humanidad fiel a alcanzar la perfección y participen en guiar la restauración del Paraíso a nuestra Tierra! En realidad, todos los siervos de Dios tienen “la base de una esperanza de la vida eterna que Dios, que no puede mentir, prometió antes de tiempos de larga duración”. (Tito 1:2.) En vista de esta magnífica esperanza, el apóstol Pablo anima a todos los cristianos: “Regocíjense en la esperanza”. (Romanos 12:12a.)
El gozo verdadero... cualidad del corazón
3, 4. a) ¿Qué significa el término “regocijarse”, y cuán a menudo deben regocijarse los cristianos? b) ¿Qué es el gozo verdadero, y de qué depende?
3 “Regocijarse” significa sentir y expresar gozo; no significa estar en un estado constante de euforia o agitación jubilosa. Los verbos que corresponden a las palabras hebreas y griegas que se usan en la Biblia para “gozo”, “júbilo” y “regocijo” expresan tanto la sensación interna como la manifestación externa del gozo. Se anima a los cristianos a ‘continuar regocijándose’, a ‘regocijarse siempre’. (2 Corintios 13:11; 1 Tesalonicenses 5:16.)
4 Pero ¿cómo puede uno regocijarse siempre? Esto es posible porque el gozo verdadero es una cualidad del corazón, una profunda cualidad interna, espiritual. (Deuteronomio 28:47; Proverbios 15:13; 17:22.) Es uno de los frutos del espíritu de Dios, que Pablo menciona precisamente después del amor. (Gálatas 5:22.) Por ser cualidad interna, no depende de lo externo, ni siquiera de nuestros hermanos. Pero sí depende del espíritu santo de Dios. Y se deriva de esa profunda satisfacción interior de saber que uno tiene la verdad, la esperanza del Reino, y que uno hace lo que agrada a Jehová. Por lo tanto, el gozo no es simplemente un rasgo de la personalidad con el cual nacemos; es parte de “la nueva personalidad”, el conjunto de cualidades que distinguió a Jesucristo. (Efesios 4:24; Colosenses 3:10.)
5. ¿Cuándo y cómo puede haber manifestaciones externas de gozo?
5 Aunque el gozo es una cualidad del corazón, sin embargo puede manifestarse externamente de vez en cuando. ¿Cuáles son esas manifestaciones externas de gozo que hay a veces? Pudieran variar desde serenidad facial hasta un verdadero salto de gozo. (1 Reyes 1:40; Lucas 1:44; Hechos 3:8; 6:15.) Entonces, ¿significa esto que las personas que no hablan mucho o que no están siempre sonrientes no tienen gozo? ¡No! El gozo verdadero no se manifiesta en charla, carcajadas, sonrisas ni muecas constantes. Las circunstancias hacen que el gozo se manifieste de varias maneras. Lo que nos hace de trato agradable en el Salón del Reino no es solo el gozo, sino más bien nuestro cariño fraternal y amor.
6. ¿Por qué pueden regocijarse siempre los cristianos, hasta cuando se encaran con circunstancias desagradables?
6 El aspecto constante del gozo es su permanencia dentro de nosotros como rasgo sincero de la nueva personalidad del cristiano. Esto es lo que hace posible que nos regocijemos siempre. Por supuesto, puede que a veces algo nos moleste, o que nos encaremos con circunstancias desagradables. Pero todavía podemos tener gozo en el corazón. Algunos cristianos primitivos eran esclavos y tenían amos difíciles de complacer. ¿Podían aquellos cristianos experimentar regocijo siempre? Sí, por su esperanza del Reino y por el gozo que llevaban en el corazón. (Juan 15:11; 16:24; 17:13.)
7. a) ¿Qué dijo Jesús sobre sentir gozo mientras se está en tribulación? b) ¿Qué nos ayuda a aguantar mientras experimentamos tribulación, y quién dio el mejor ejemplo al respecto?
7 Inmediatamente después que el apóstol Pablo dijo: “Regocíjense en la esperanza”, añadió: “Aguanten bajo tribulación”. (Romanos 12:12.) Jesús también habló de experimentar gozo mientras se está en tribulación cuando dijo en Mateo 5:11, 12: “Felices son ustedes cuando los vituperen y los persigan [...] Regocíjense y salten de gozo, puesto que grande es su galardón en los cielos”. El regocijarse y saltar de gozo mencionados ahí no tienen que ser manifestaciones externas literales; se trata principalmente de la profunda satisfacción interior que se siente al agradar a Jehová y Jesucristo cuando uno se mantiene firme en medio de pruebas. (Hechos 5:41.) En realidad el gozo es lo que nos ayuda a aguantar mientras experimentamos tribulación. (1 Tesalonicenses 1:6.) En esto Jesús dio el mejor ejemplo. Las Escrituras nos dicen: “Por el gozo que fue puesto delante de él aguantó un madero de tormento”. (Hebreos 12:2.)
Regocíjense en la esperanza a pesar de dificultades
8. ¿Con qué dificultades puede que se encaren los cristianos, pero por qué no le quitan el gozo al cristiano las dificultades?
8 El ser un siervo de Jehová no libra a uno de dificultades. Puede que surjan dificultades de familia o económicas, que se le deteriore la salud a uno o que mueran personas a quienes amamos. Aunque esas circunstancias pudieran apesadumbrarnos, no nos quitan la base que tenemos para regocijarnos en la esperanza del Reino, el gozo interno que llevamos en el corazón. (1 Tesalonicenses 4:13.)
9. ¿Qué dificultades tuvo Abrahán, y cómo sabemos que tenía gozo en el corazón?
9 Por ejemplo, considere el caso de Abrahán. La vida no siempre le fue placentera. Hubo dificultades en su familia. Su concubina (Agar) y su esposa (Sara) no se llevaron bien. Reñían. (Génesis 16:4, 5.) Ismael se burló de Isaac y lo persiguió. (Génesis 21:8, 9; Gálatas 4:29.) Por último Sara la amada esposa de Abrahán murió. (Génesis 23:2.) A pesar de esas dificultades, Abrahán se regocijó por la esperanza de la Descendencia relacionada con el Reino —la Descendencia de Abrahán— mediante la cual se bendecirían todas las familias de la Tierra. (Génesis 22:15-18.) Con gozo en el corazón, perseveró en servir a Jehová por 100 años después de salir de Ur, la ciudad donde vivía. Por eso de él se ha escrito: “Esperaba la ciudad que tiene fundamentos verdaderos, cuyo edificador y hacedor es Dios”. Por la fe de Abrahán en el Reino Mesiánico venidero, el Señor Jesús, cuando ya había sido designado por Dios para ser Rey, pudo decir: “Abrahán [...] se regocijó mucho por la expectativa de ver mi día, y lo vio y se regocijó”. (Hebreos 11:10; Juan 8:56.)
10, 11. a) ¿Qué lucha tenemos como cristianos, y cómo se nos rescata? b) ¿Qué compensa por el hecho de que no podamos pelear a perfección contra nuestra carne pecaminosa?
10 Como seres humanos imperfectos, nosotros también tenemos que luchar contra nuestra carne pecaminosa, y esta lucha por hacer lo correcto puede ser muy angustiosa. Sin embargo, la pelea contra nuestras debilidades no significa que no tenemos esperanza. Pablo, a quien este conflicto causó desdicha, dijo: “¿Quién me librará del cuerpo que está padeciendo esta muerte? ¡Gracias a Dios mediante Jesucristo nuestro Señor!”. (Romanos 7:24, 25.) Se nos rescata mediante Jesucristo y el rescate que él proveyó. (Romanos 5:19-21.)
11 El sacrificio de rescate de Cristo compensa por el que no podamos pelear como quisiéramos, a perfección. Podemos regocijarnos por este rescate porque nos permite tener una conciencia limpia y hace posible el que se nos perdonen los pecados. En Hebreos 9:14 Pablo dice que “la sangre del Cristo” tiene poder para ‘limpiarnos de obras muertas la conciencia’. Por consiguiente, la conciencia de los cristianos no tiene que estar agobiada con sentimientos de culpa y condenación. Esto, junto con la esperanza que tenemos, constituye un fuerte incentivo hacia gozosa felicidad. (Salmo 103:8-14; Romanos 8:1, 2, 32.) Al reflexionar sobre nuestra esperanza, todos recibiremos ánimo para lograr éxito en nuestra lucha.
Tengamos muy presente nuestra esperanza
12. ¿Sobre qué esperanza pueden reflexionar los cristianos ungidos?
12 Es importante que tanto el resto que ha sido ungido con espíritu como las otras ovejas mantengan presente su “esperanza de la salvación”, que la lleven puesta como un yelmo protector. (1 Tesalonicenses 5:8.) Los cristianos ungidos pueden reflexionar sobre el maravilloso privilegio de alcanzar inmortalidad en el cielo, tener acceso a Jehová Dios y disfrutar de asociarse personalmente con Jesucristo glorificado, los apóstoles y los demás de los 144.000, que fueron íntegros en el transcurso de los siglos. ¡Qué indescriptible riqueza de compañía!
13. ¿Qué opinan de su esperanza los ungidos que todavía quedan en la Tierra?
13 ¿Qué opinan los pocos ungidos que todavía quedan en la Tierra respecto a su esperanza del Reino? Esto puede resumirse en las palabras de F. W. Franz, presidente de la Sociedad Watch Tower, quien se bautizó en 1913: “Nuestra esperanza es segura, y se cumplirá por completo en el caso de todos y cada uno de los 144.000 miembros del rebaño pequeño a un grado que sobrepasará hasta lo que nos hemos imaginado. Los del resto que estábamos vivos para el año 1914 —cuando todos esperábamos ir al cielo— no hemos perdido nuestro sentido del valor de esa esperanza. En vez de eso, estamos tan convencidos de ella como siempre lo hemos estado, y la apreciamos más aún mientras más tiempo tenemos que esperarla. Es algo que vale la pena esperar, aunque requiriera un millón de años. Tengo nuestra esperanza en más alta estima que nunca antes, y jamás quiero perder el aprecio que le tengo. La esperanza del rebaño pequeño también asegura que la expectación de la gran muchedumbre de las otras ovejas se cumplirá, sin posibilidad alguna de que falle, más allá de lo más prometedor que nos imaginemos. Por eso seguimos firmes hasta este mismo momento, y nos mantendremos firmes hasta que Dios de hecho haya demostrado que es fiel a sus ‘preciosas y grandiosísimas promesas’”. (2 Pedro 1:4; Números 23:19; Romanos 5:5.)
Regocíjense ahora en la esperanza del Paraíso
14. ¿Qué esperanza debe tener presente la gran muchedumbre?
14 Esa manifestación de fe jubilosa imbuye de magníficas razones para regocijarse a los de la gran muchedumbre de las otras ovejas. (Revelación 7:15, 16.) Estos deben tener presente la esperanza de sobrevivir al Armagedón. Sí, anhelar ver al Reino de Dios vindicar la soberanía universal de Jehová Dios y santificar su glorioso nombre mediante traer la gran tribulación, que limpiará a la Tierra de inicuos, aquellos cuyo dios ha sido el Diablo. ¡Qué gozo será sobrevivir a esa gran tribulación! (Daniel 2:44; Revelación 7:14.)
15. a) ¿Qué obra de sanar efectuó Jesús cuando estuvo en la Tierra, y por qué? b) ¿Qué necesidades tendrán los sobrevivientes del Armagedón tocante a salud, y por qué difieren estas de las de los resucitados?
15 Respecto a la gran muchedumbre, Revelación 7:17 dice: “El Cordero [...] los pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas de vida. Y Dios limpiará toda lágrima de los ojos de ellos”. Aunque esta profecía se está cumpliendo en sentido espiritual ahora, los sobrevivientes del Armagedón la verán cumplirse literalmente. ¿Cómo? Pues bien, ¿qué hizo Jesús cuando estuvo en la Tierra? Sanó a mancos, hizo que cojos anduvieran, abrió los oídos de sordos y los ojos de ciegos, y curó la lepra, la parálisis y “toda suerte de dolencia y toda suerte de mal”. (Mateo 9:35; 15:30, 31.) ¿No es eso lo que necesitan hoy los cristianos? La gran muchedumbre pasará al nuevo mundo con las incapacidades y males que les ha causado el viejo mundo. ¿Qué esperamos que haga en cuanto a esto el Cordero? Las necesidades de los sobrevivientes del Armagedón serán muy diferentes de las necesidades de los que serán resucitados. Los resucitados probablemente vuelvan a ser creados con cuerpos completos, sanos y saludables, aunque todavía no tendrán la perfección humana. Por el milagro de la resurrección, parece que después no necesitarán que se les corrijan mediante el milagro de la curación incapacidades que hayan tenido antes. Por otro lado, debido a su experiencia singular de ser sobrevivientes del Armagedón, muchos de la gran muchedumbre necesitarán y recibirán reparación milagrosa. Evidentemente, uno de los objetivos principales de las curaciones de Jesús fue pintar para el estímulo de la gran muchedumbre la gozosa perspectiva de no solo sobrevivir, sino también de ser sanados después.
16. a) ¿Cuándo puede que suceda la curación milagrosa de los sobrevivientes del Armagedón, y con qué resultado? b) ¿En qué esperanza seguiremos regocijándonos durante el Milenio?
16 Es lógico creer que esa curación milagrosa tendrá lugar entre los sobrevivientes del Armagedón relativamente poco tiempo después del Armagedón y mucho antes de empezar la resurrección. (Isaías 33:24; 35:5, 6; Revelación 21:4; compárese con Marcos 5:25-29.) Entonces la gente desechará sus anteojos, bastones, muletas, sillas de ruedas, dentaduras postizas, audífonos, y cosas por el estilo. ¡Qué causa de regocijo! ¡Qué bien concuerda esa restauración temprana que efectuará Jesús con el papel de los sobrevivientes del Armagedón como el fundamento de la nueva tierra! Las enfermedades que ocasionan incapacidades serán eliminadas para que esos sobrevivientes puedan progresar con ánimo, con la vista fija en la maravillosa actividad del Milenio que se extiende ante ellos, sin rezagarse debido a las aflicciones que quizás les haya infligido el viejo mundo. Y durante todo el Milenio se regocijarán en la esperanza de alcanzar la plenitud misma de la vida humana perfecta para el fin de esos mil años.
17. ¿Qué causas de gozo habrá mientras adelante la obra de restaurar el Paraíso?
17 Si usted tiene esa esperanza, reflexione también sobre el gozo de participar en restaurar el Paraíso en la Tierra. (Lucas 23:42, 43.) Indudablemente los sobrevivientes del Armagedón ayudarán a limpiar la Tierra y así proporcionarán lugares placenteros donde se haya de resucitar a los muertos. Puede que los funerales sean reemplazados por sesiones de bienvenida para los que sean levantados en la resurrección, entre ellos nuestros propios seres queridos que han muerto. Y piense en el compañerismo enriquecedor de hombres y mujeres fieles de siglos pasados. ¿Con quiénes en particular quiere usted hablar? ¿Con Abel, Enoc, Noé, Job, Abrahán, Sara, Isaac, Jacob, José, Moisés, Josué, Rahab, Débora, Sansón, David, Elías, Eliseo, Jeremías, Ezequiel, Daniel o Juan el Bautizante? Pues bien, esta deleitable perspectiva también es parte de su esperanza. Podrá conversar con ellos, aprender de ellos y trabajar junto con ellos para hacer de toda la Tierra un paraíso.
18. ¿Sobre qué otras causas de gozo podemos reflexionar?
18 Imagínese también el alimento sano, el agua pura y el aire limpio, y nuestra Tierra devuelta a su equilibrio ecológico perfecto como Jehová se lo propuso al crearla. La vida entonces no consistirá en un simple disfrute pasivo de la perfección, sino que será participación activa y significativa en actividades gozosas. Reflexione sobre una sociedad mundial de personas que está libre de delito, egotismo, celos, disputas... una hermandad en la que todos cultivan y producen el fruto del espíritu. ¡Qué emocionante! (Gálatas 5:22, 23.)
Esperanza que hace que la vida valga la pena
19. a) ¿Cuándo se ha de experimentar el regocijarse mencionado en Romanos 12:12? b) ¿Por qué debemos estar resueltos a no permitir que las cargas de la vida borren de nuestra mente la esperanza?
19 La expectación realizada ya no es esperanza, y por eso el regocijarse a que Pablo estimula en Romanos 12:12 es algo que ha de experimentarse ahora. (Romanos 8:24.) El solo pensar en las bendiciones futuras que el Reino de Dios traerá nos da motivo para regocijarnos en esa esperanza ahora. Así que resuélvase a no permitir que las cargas de la vida en un mundo corrupto borren de su mente su gloriosa esperanza. No vaya a agotarse ni a desfallecer, de modo que pierda de vista la esperanza que se nos ha dado. (Hebreos 12:3.) No podrá resolver sus dificultades mediante abandonar el derrotero cristiano. Recuerde: si alguien deja de servir a Dios por todas las cargas de la vida ahora, todavía tendrá encima esas cargas, pero pierde su esperanza y por eso pierde la posibilidad de regocijarse ante las maravillosas perspectivas futuras.
20. ¿Qué efecto tiene la esperanza del Reino en los que la abrazan, y por qué?
20 Los del pueblo de Jehová tienen toda razón para vivir con felicidad. Su esperanza prometedora e inspiradora hace que su vida valga la pena. Y no se niegan a compartir esa gozosa esperanza. No; están ansiosos de compartirla con otros. (2 Corintios 3:12.) Por eso, los que abrazan la esperanza del Reino componen un pueblo que tiene confianza y procura animar a otros dándoles las buenas nuevas que vienen de Dios. Esto llena la vida de los que aceptan el mensaje con la esperanza más maravillosa que se haya dado a la humanidad en general... la esperanza del Reino que restaurará el Paraíso a la Tierra. Si la gente no lo acepta, todavía seguimos regocijándonos por tener esa esperanza. Los que no escuchan son quienes salen perdiendo; nosotros no. (2 Corintios 4:3, 4.)
21. ¿Qué está muy cerca, y cuánto debemos estimar nuestra esperanza?
21 La promesa de Dios es: “¡Mira!, voy a hacer nuevas todas las cosas”. (Revelación 21:5.) El nuevo mundo con todas sus encantadoras e interminables bendiciones está cerca. Nuestra esperanza —de vivir en el cielo, o en una Tierra paradisíaca— es preciosa; adhiérase a ella. En estos críticos últimos días, más que nunca, considérela “como ancla del alma, tanto segura como firme”. Porque ciframos nuestra esperanza en Jehová, “la Roca de la eternidad”, ciertamente tenemos razón sólida y estimulante ahora mismo para ‘regocijarnos en la esperanza’ que ha sido puesta ante nosotros. (Hebreos 6:19; Isaías 26:4, Versión Moderna.)
[Nota a pie de página]
a Durante 1992, por todo el mundo los testigos de Jehová tendrán como texto del año: “Regocíjense en la esperanza. [...] Perseveren en la oración”. (Romanos 12:12.)
-
-
Manténgase cerca de JehováLa Atalaya 1991 | 15 de diciembre
-
-
Manténgase cerca de Jehová
“Perseveren en la oración.” (ROMANOS 12:12.)
1. ¿Cuál es la voluntad de Jehová respecto a la oración, y qué estímulo dio el apóstol Pablo en cuanto a orar?
JEHOVÁ es “el Dios que da esperanza” a todo su pueblo fiel. Como “Oidor de la oración”, escucha las súplicas de su pueblo que le pide ayuda para alcanzar la gozosa esperanza que él pone ante ellos. (Romanos 15:13; Salmo 65:2.) Y mediante su Palabra, la Biblia, Jehová anima a todos sus siervos a acudir a él en cualquier momento que deseen hacerlo. Siempre está cerca y desea escuchar sus más profundas preocupaciones. De hecho, los anima a ‘perseverar en la oración’ y a ‘orar incesantemente’a. (Romanos 12:12; 1 Tesalonicenses 5:17.) La voluntad de Jehová es que todo cristiano acuda a él en oración y exponga ante él lo que hay en su corazón, haciéndolo en el nombre de su amado Hijo, Jesucristo. (Juan 14:6, 13, 14.)
2, 3. a) ¿Por qué nos exhortó Dios a ‘perseverar en la oración’? b) ¿Por qué podemos estar seguros de que Dios quiere que oremos?
2 ¿Por qué nos da Dios esa exhortación? Porque las presiones y las responsabilidades de la vida pueden abrumarnos tanto que pudiéramos olvidarnos de orar. O pudiera ser que los problemas nos agobiaran y por ello dejáramos de regocijarnos en la esperanza y cesáramos de orar. En vista de estas cosas necesitamos recordatorios que nos animen a orar y a acercarnos mucho a la fuente de ayuda y consuelo, Jehová nuestro Dios.
3 El discípulo Santiago escribió: “Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes”. (Santiago 4:8.) Sí, Dios no es demasiado excelso ni está tan lejos que no pueda oír lo que le expresamos, a pesar de nuestra imperfección humana. (Hechos 17:27.) Además, él no es indiferente ni despreocupado en cuanto a nosotros. El salmista dice: “Los ojos de Jehová están hacia los justos, y sus oídos están hacia su clamor por ayuda”. (Salmo 34:15; 1 Pedro 3:12.)
4. ¿Cómo pudiera ilustrarse el hecho de que Jehová presta atención a nuestras oraciones?
4 Jehová nos anima a orarle. Podemos comparar esto con una reunión de varias personas que están hablando unas con otras. Usted está presente, oyendo lo que dicen otros. Su papel es el de un observador. Pero entonces alguien se vuelve hacia usted, lo llama por nombre y le habla. Esto capta su atención de modo especial. De igual manera, Dios siempre está atento a los que pertenecen a su pueblo, dondequiera que estén. (2 Crónicas 16:9; Proverbios 15:3.) Así que oye lo que decimos y nos observa con interés y actitud protectora, por decirlo así. Sin embargo, cuando invocamos el nombre de Dios en nuestras oraciones, captamos su atención y entonces él se concentra específicamente en nosotros. Por sus poderes, Jehová puede hasta percibir y comprender la petición silenciosa que proviene de las partes recónditas del corazón y la mente del hombre. Dios nos asegura que se acercará a todos los que sinceramente invoquen su nombre y se esfuercen por mantenerse cerca de él. (Salmo 145:18.)
Respuesta conforme al propósito de Dios
5. a) ¿Qué indica el consejo “perseveren en la oración” respecto a nuestras oraciones? b) ¿Cómo contesta Dios las oraciones?
5 El consejo de perseverar en la oración indica que Jehová a veces puede permitir que sigamos orando sobre cierto asunto por un tiempo antes de que su respuesta se haga patente. Puede que hasta tendamos a cansarnos de pedirle a Dios favor o bondad amorosa que quizás creamos que necesitamos mucho, pero que veamos como algo que se ha dilatado demasiado en venir. Por eso, Jehová Dios nos insta a no ceder a una inclinación como esa, sino a seguir orando. Debemos seguir haciéndole petición sobre nuestras inquietudes, con la confianza de que él respeta nuestra oración y satisfará lo que en verdad es nuestra necesidad, no sencillamente lo que nosotros hayamos pensado que necesitamos. No hay duda de que Jehová Dios equilibra nuestras peticiones en conformidad con su propósito. Por ejemplo, puede que lo que pedimos afecte a otros. Pudiéramos asemejar la situación a la de un padre cuyo hijo le pide una bicicleta. El padre sabe que si le compra una bicicleta a ese hijo, su otro hijo también querrá una. Puesto que uno de los hijos tal vez sea demasiado pequeño para tener una bicicleta, puede que el padre decida no comprar ninguna en ese tiempo en particular. Del mismo modo, a la luz de su propósito y de que él puede escoger el momento oportuno para los asuntos, nuestro Padre celestial decide lo que verdaderamente es mejor para nosotros y para otras personas. (Salmo 84:8, 11; compárese con Habacuc 2:3.)
6. ¿Qué ilustración sobre el orar dio Jesús, y qué mostramos al perseverar en la oración?
6 Es notable la ilustración que Jesús dio respecto a lo necesario de que sus discípulos ‘oren siempre y no desistan’. Una viuda, a quien no se le había hecho justicia, perseveró en su petición a un juez humano hasta que finalmente este le hizo justicia. Jesús añadió: “De seguro, entonces, ¿no hará Dios que se haga justicia a sus escogidos[?]”. (Lucas 18:1-7.) Al perseverar en la oración mostramos que tenemos fe, que dependemos de Jehová, que estamos muy dispuestos a mantenernos cerca de él y pedirle, mientras dejamos el resultado en sus manos. (Hebreos 11:6.)
Ejemplos de algunos que se mantuvieron cerca de Jehová
7. ¿Cómo podemos imitar la fe de Abel en cuanto a mantenernos cerca de Jehová?
7 En la Biblia abundan los relatos de oraciones hechas por siervos de Dios. Estos relatos ‘fueron escritos para nuestra instrucción, para que mediante nuestro aguante y mediante el consuelo de las Escrituras tengamos esperanza’. (Romanos 15:4.) Nuestra esperanza se fortalece cuando consideramos algunos ejemplos de los que se mantuvieron cerca de Jehová. Abel ofreció un sacrificio acepto a Dios y, aunque no se informa que oró, sin duda suplicó a Jehová en oración que aceptara su ofrenda. Hebreos 11:4 dice: “Por fe Abel ofreció a Dios un sacrificio de mayor valor que el de Caín, por la cual fe se le dio testimonio de que era justo”. Abel estaba enterado de la promesa de Dios en Génesis 3:15, pero en comparación con lo que nosotros sabemos ahora, sabía muy poco. No obstante, Abel obró de acuerdo con el conocimiento que sí tenía. Hoy, de igual manera, algunos que se han interesado recientemente en la verdad de Dios no tienen todavía mucho conocimiento, pero oran y aprovechan al máximo el conocimiento que sí tienen, como lo hizo Abel. Sí, obran con fe.
8. ¿Por qué podemos estar seguros de que Abrahán se mantuvo cerca de Jehová, y qué pregunta debemos hacernos?
8 Otro siervo fiel de Dios fue Abrahán, “el padre de todos los que tienen fe”. (Romanos 4:11.) Hoy, más que nunca, necesitamos fe firme y tenemos que orar con fe, como lo hizo Abrahán. Génesis 12:8 dice que él edificó un altar “a Jehová y empezó a invocar el nombre de Jehová”. Abrahán conocía el nombre de Dios y lo usaba en sus oraciones. Vez tras vez perseveró sinceramente en oración e invocó “el nombre de Jehová el Dios de duración indefinida”. (Génesis 13:4; 21:33.) Abrahán invocaba a Dios con la fe que lo hizo famoso. (Hebreos 11:17-19.) La oración ayudó a Abrahán a seguir regocijándose mucho en la esperanza del Reino. ¿Seguimos el ejemplo de Abrahán en cuanto a perseverar en la oración?
9. a) ¿Por qué benefician mucho las oraciones de David al pueblo de Dios hoy? b) ¿Cuál pudiera ser el resultado de que oráramos, como lo hizo David, para mantenernos cerca de Jehová?
9 David fue sobresaliente en cuanto a perseverar en la oración, y sus salmos ilustran cómo deben ser las oraciones. Por ejemplo, los siervos de Dios pueden orar apropiadamente por cosas como salvación o liberación (Sl 3:7, 8; 60:5), guía (25:4, 5), protección (17:8), perdón de pecados (25:7, 11, 18) y un corazón puro (51:10). Cuando David se sintió angustiado, oró: “Regocija el alma de tu siervo” (86:4). Nosotros podemos orar así para sentir gozo en el corazón, pues sabemos que Jehová desea que nos regocijemos en nuestra esperanza. David se mantuvo cerca de Jehová y oró: “Mi alma te ha seguido con apego; tu diestra me tiene firmemente asido” (63:8). ¿Nos mantendremos nosotros cerca de Jehová, como lo hizo David? Si lo hacemos, él nos sustentará a nosotros también.
10. ¿Qué creyó incorrectamente el salmista Asaf en cierto momento, pero de qué llegó a darse cuenta?
10 Para mantenernos cerca de Jehová no podemos envidiar a los inicuos por la vida despreocupada y materialista que llevan. En cierto momento el salmista Asaf llegó a creer que de nada valía servir a Jehová, pues los inicuos “están en desahogo indefinidamente”. Con todo, discernió que su razonamiento era incorrecto y que los inicuos están “en suelo resbaloso”. Se dio cuenta de que no había nada mejor que mantenerse cerca de Jehová, y se expresó de esta manera ante Dios: “Constantemente estoy contigo; tú me has asido de la mano derecha. Porque, ¡mira!, los mismísimos que se mantienen alejados de ti perecerán. [...] Pero en cuanto a mí, el acercarme a Dios es bueno para mí. En el Señor Soberano Jehová he puesto mi refugio, para declarar todas tus obras”. (Salmo 73:12, 13, 18, 23, 27, 28.) En vez de envidiar la vida despreocupada de los inicuos, personas que no tienen esperanza, imitemos a Asaf manteniéndonos cerca de Jehová.
11. ¿Por qué es Daniel un ejemplo excelente de alguien que se mantuvo cerca de Jehová, y cómo podemos imitarlo?
11 Daniel perseveró resueltamente en oración a pesar del peligro de hallarse en el foso de los leones por pasar por alto las restricciones oficiales respecto a la oración. Pero Jehová “envió a su ángel y cerró la boca de los leones”, y así rescató a Daniel. (Daniel 6:7-10, 22, 27.) Daniel fue muy bendecido por perseverar en la oración. ¿Perseveramos nosotros también en orar, especialmente cuando nos enfrentamos con oposición a que prediquemos el Reino?
Jesús, nuestro modelo
12. a) Al principio de su ministerio, ¿qué ejemplo dio Jesús respecto a la oración, y cómo puede esto beneficiar a los cristianos? b) ¿Qué revela sobre el orar la oración modelo de Jesús?
12 Desde el mismo principio de su ministerio terrestre se vio que Jesús oraba. El hecho de que oró mientras se bautizaba dio un excelente ejemplo a los que se bautizan en agua en nuestros días. (Lucas 3:21, 22.) Uno puede orar por la ayuda de Dios para cumplir con lo que el bautismo en agua simboliza. Jesús también ayudó a otros a acercarse a Jehová en oración. En una ocasión en que Jesús estuvo orando en cierto lugar, después uno de sus discípulos le dijo: “Señor, enséñanos a orar”. Jesús pasó entonces a dar la oración modelo que se conoce comúnmente como el padrenuestro, en la que el orden de los asuntos muestra que el nombre y el propósito de Dios deben tener prioridad. (Lucas 11:1-4.) De modo que tenemos que considerar los asuntos en su justo valor y mantener equilibrio en nuestras oraciones, y no descuidar “las cosas más importantes”. (Filipenses 1:9, 10.) Por supuesto, a veces puede que surja alguna necesidad especial o que haya que atender algún problema específico. Como Jesús, los cristianos pueden acudir a Dios en oración y pedirle fuerzas para cumplir con ciertas asignaciones o encararse con ciertos peligros o pruebas. (Mateo 26:36-44.) De hecho, las oraciones personales pueden abarcar casi todo aspecto de la vida.
13. ¿Cómo mostró Jesús la importancia de orar por otros?
13 Mediante su excelente ejemplo, Jesús mostró la importancia de orar por otros. Sabía que sus discípulos serían objeto de odio y persecución, tal como lo había sido él. (Juan 15:18-20; 1 Pedro 5:9.) Por eso pidió a Dios que ‘los vigilara a causa del inicuo’. (Juan 17:9, 11, 15, 20.) Y como sabía que más adelante Pedro se enfrentaría con una prueba especial, le dijo: “Yo he hecho ruego a favor de ti para que tu fe no desfallezca”. (Lucas 22:32.) ¡Cuán provechoso es que nosotros también persistamos en orar a favor de nuestros hermanos y pensemos en otros y no solo en nuestros propios problemas e intereses! (Filipenses 2:4; Colosenses 1:9, 10.)
14. ¿Cómo sabemos que Jesús se mantuvo muy cerca de Jehová durante todo su ministerio terrestre, y cómo podemos imitarlo?
14 Durante todo su ministerio Jesús perseveró en la oración y se mantuvo muy cerca de Jehová. (Hebreos 5:7-10.) El apóstol Pedro, en Hechos 2:25-28, cita de Salmo 16:8 y lo aplica al Señor Jesucristo: “David dice tocante a él: ‘Tenía a Jehová constantemente ante mis ojos; porque está a mi diestra para que yo nunca sea sacudido’”. Nosotros podemos hacer lo mismo. Podemos orar a Dios para que esté cerca de nosotros, y podemos demostrar nuestra confianza en Jehová al tenerlo presente constantemente. (Compárese con Salmo 110:5; Isaías 41:10, 13.) Así evitaremos toda clase de dificultades, pues Jehová nos apoyará y nunca tambalearemos.
15. a) ¿Qué no debemos dejar de hacer nunca mientras perseveramos en la oración? b) ¿Qué advertencia se da respecto a nuestro agradecimiento?
15 Nunca dejemos de expresar agradecimiento a Jehová por toda la bondad que nos ha mostrado, sí, “la sobrepujante bondad inmerecida de Dios”, que incluye la dádiva de su Hijo como sacrificio de rescate por nuestros pecados. (2 Corintios 9:14, 15; Marcos 10:45; Juan 3:16; Romanos 8:32; 1 Juan 4:9, 10.) Sí; en el nombre de Jesús, dé “gracias siempre por todas las cosas a nuestro Dios y Padre”. (Efesios 5:19, 20; Colosenses 4:2; 1 Tesalonicenses 5:18.) Tenemos que cuidarnos para no permitir que pierda vigor nuestro agradecimiento por lo que poseemos debido a que estemos demasiado preocupados por lo que no tenemos o por nuestros problemas personales.
Arrojemos nuestras cargas sobre Jehová
16. Cuando alguna carga nos perturba, ¿qué debemos hacer?
16 El persistir en la oración muestra lo profunda que es nuestra devoción. Cuando invocamos a Dios, el efecto que eso tiene en nosotros es bueno aun antes de que él nos conteste. Si alguna carga perturba nuestro pensamiento, podemos mantenernos cerca de Jehová mediante seguir este consejo: “Arroja tu carga sobre Jehová mismo, y él mismo te sustentará”. (Salmo 55:22.) Al arrojar todas nuestras cargas —inquietudes, preocupaciones, desilusiones, temores, y así por el estilo— sobre Dios, con plena fe en él, recibimos tranquilidad de corazón, “la paz de Dios que supera a todo pensamiento”. (Filipenses 4:4, 7; Salmo 68:19; Marcos 11:24; 1 Pedro 5:7.)
17. ¿Cómo podemos obtener la paz de Dios?
17 ¿Viene esa paz de Dios instantáneamente? Aunque tal vez sintamos algún alivio al momento, lo que Jesús dijo acerca de orar por espíritu santo también es cierto en este caso: “Sigan pidiendo, y se les dará; sigan buscando, y hallarán; sigan tocando, y se les abrirá”. (Lucas 11:9-13.) Puesto que es con la ayuda del espíritu santo como podemos librarnos de la inquietud, tenemos que perseverar en pedir la paz de Dios y su ayuda con relación a nuestras cargas. Podemos estar seguros de que si persistimos en la oración obtendremos el alivio y la tranquilidad de corazón que anhelamos.
18. ¿Qué hace Jehová por nosotros si no sabemos con exactitud por qué orar en cierta situación?
18 Pero ¿qué hay si no sabemos con exactitud qué pedir en oración? A menudo no expresamos nuestros gemidos internos porque no entendemos completamente nuestra situación, o estamos desorientados en cuanto a qué presentar a Jehová. Es en esta situación cuando el espíritu santo puede interceder por nosotros. Pablo escribió: “El problema de lo que debemos pedir en oración como necesitamos hacerlo no lo sabemos, pero el espíritu mismo aboga por nosotros con gemidos no expresados”. (Romanos 8:26.) ¿Cómo hace eso? En la Palabra de Dios hay profecías y oraciones dadas por inspiración que se relacionan con la situación en que nos hallamos. Dios deja que estas intercedan por nosotros, por decirlo así. Las acepta como lo que pediríamos en oración si tan solo supiéramos su significado en nuestro caso, y las cumple como corresponde.
La oración y la esperanza continuarán
19. ¿Por qué continuarán para siempre la oración y la esperanza?
19 El orar a nuestro Padre celestial continuará para siempre, especialmente en lo relacionado con dar gracias por el nuevo mundo y todas sus bendiciones. (Isaías 65:24; Revelación 21:5.) También seguiremos regocijándonos en la esperanza, pues alguna forma de esperanza permanecerá para siempre. (Compárese con 1 Corintios 13:13.) No podemos siquiera imaginarnos las cosas nuevas que Jehová producirá cuando ya no esté en el día sabático de descanso que se impuso a sí mismo respecto a la Tierra. (Génesis 2:2, 3.) Por toda la eternidad tendrá amorosas sorpresas futuras para su pueblo, y el porvenir encierra cosas magníficas para ellos en cuanto a cómo hacer Su voluntad.
20. ¿Qué debemos estar resueltos a hacer, y por qué?
20 Con tan emocionante esperanza ante nosotros, todos debemos mantenernos cerca de Jehová por medio de perseverar en la oración. Nunca cesemos de dar gracias a nuestro Padre celestial por todas las bendiciones que hemos recibido. Al tiempo debido se realizarán gozosamente nuestras expectativas, aun más allá de lo que pudiéramos habernos imaginado o haber esperado, pues Jehová puede “hacer más que sobreabundantemente en exceso de todas las cosas que pedimos o concebimos”. (Efesios 3:20.) En vista de esto, pues, ¡demos toda la alabanza y la gloria y las gracias por toda la eternidad a Jehová nuestro Dios, el “Oidor de la oración”!
[Nota a pie de página]
a El Diccionario razonado de sinónimos y contrarios, de J. M. Zainqui, dice que perseverancia es “constancia en los propósitos y empresas”, y su Diccionario moderno de sinónimos y contrarios dice que perseverancia es la “capacidad para mantener un mismo objetivo a pesar de las dificultades”.
-