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Venzamos las debilidades humanasLa Atalaya 2001 | 15 de marzo
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4. ¿Qué advertencia de Pablo hallamos en 1 Corintios 10:12, 13?
4 Cuando Pablo escribió a los cristianos de Corinto, ciudad conocida por su moral depravada, fue realista al prevenirles contra la tentación y el poder del pecado. “El que piensa que está en pie —dijo—, cuídese de no caer.
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Venzamos las debilidades humanasLa Atalaya 2001 | 15 de marzo
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No nos confiemos
5. ¿Por qué es peligroso el exceso de confianza?
5 Pablo declara: “El que piensa que está en pie, cuídese de no caer”. El exceso de confianza en nuestra fortaleza moral es peligroso, pues delata que no comprendemos bien la naturaleza y el poder del pecado. Si personas de la talla de Moisés, David, Salomón y el apóstol Pedro cayeron en sus redes, ¿deberíamos nosotros creernos invulnerables? (Números 20:2-13; 2 Samuel 11:1-27; 1 Reyes 11:1-6; Mateo 26:69-75.) “El sabio teme y se aparta de lo malo, pero el estúpido se pone furioso y confiado en sí mismo”, dice Proverbios 14:16. Además, Jesús indicó que ‘el espíritu está pronto, pero la carne es débil’ (Mateo 26:41). Puesto que ningún ser humano imperfecto es inmune a los deseos corruptos, para no correr el riesgo de caer es preciso que nos tomemos en serio la advertencia de Pablo y resistamos la tentación (Jeremías 17:9).
6. ¿Cuándo y cómo deberíamos prepararnos para afrontar la tentación?
6 Es prudente que nos preparemos para las dificultades que puedan surgir de improviso. El rey Asá aprovechó un período de paz para construir sus fortificaciones defensivas (2 Crónicas 14:2, 6, 7). Sabía que si esperaba a que se produjera un ataque, sería demasiado tarde. De igual modo, es mejor que las decisiones respecto a lo que haremos ante la tentación las tomemos con calma, cuando todo esté tranquilo (Salmo 63:6). Daniel y sus amigos piadosos se resolvieron a ser fieles a la ley de Jehová antes de que los presionaran para que comieran los manjares del rey, de modo que no vacilaron en aferrarse a sus convicciones y no ingirieron alimentos inmundos (Daniel 1:8). Reforcemos nuestra decisión de permanecer limpios en sentido moral antes de que se presenten las tentaciones, pues así evitaremos caer en el pecado.
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