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Nuestro tesoro, un ministerio de gloria en nuestros tiemposLa Atalaya 1990 | 15 de julio
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antes bien, hemos renunciado a las cosas solapadas de las cuales hay que avergonzarse, y no andamos con astucia, ni adulteramos la palabra de Dios, sino que mediante poner de manifiesto la verdad, nos recomendamos a toda conciencia humana a vista de Dios”.
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