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¡Este es el día de salvación!La Atalaya 1998 | 15 de diciembre
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Porque él dice: ‘En un tiempo acepto te oí, y en día de salvación te ayudé’. ¡Miren! Ahora es el tiempo especialmente acepto. ¡Miren! Ahora es el día de salvación” (2 Corintios 6:1, 2).
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¡Este es el día de salvación!La Atalaya 1998 | 15 de diciembre
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13. ¿Cuál es el significado de Isaías 49:8, y cómo se cumplió primero?
13 Pablo cita Isaías 49:8, que dice: “Esto es lo que ha dicho Jehová: ‘En un tiempo de buena voluntad te he respondido, y en día de salvación te he ayudado; y seguí salvaguardándote para darte como pacto para el pueblo, para rehabilitar la tierra, para efectuar el recobro de las posesiones hereditarias desoladas’”. Esta profecía se cumplió primero cuando se liberó al pueblo de Israel del cautiverio babilonio y más tarde este regresó a su desolada tierra natal (Isaías 49:3, 9).
14. ¿Cómo se cumplió Isaías 49:8 en el caso de Jesús?
14 En un cumplimiento posterior de la profecía de Isaías, Jehová dio a su “siervo” Jesús como ‘luz a las naciones, para que la salvación de Dios llegue hasta la extremidad de la tierra’ (Isaías 49:6, 8; compárese con Isaías 42:1-4, 6, 7; Mateo 12:18-21). El “tiempo de buena voluntad”, o “tiempo acepto”, también fue aplicable a Jesús cuando estuvo en la Tierra. Él oró y Dios le ‘respondió’. Ese resultó ser un “día de salvación” para Jesús porque mantuvo su integridad a la perfección, y así “vino a ser responsable de la salvación eterna para todos los que le obedecen” (Hebreos 5:7, 9; Juan 12:27, 28).
15. ¿Desde cuándo se han esforzado por demostrar los israelitas espirituales que son dignos de la bondad inmerecida de Dios, y con qué objetivo?
15 Pablo aplica Isaías 49:8 a los cristianos ungidos, y les ruega que ‘no dejen de cumplir el propósito de la bondad inmerecida de Dios’, lo que harían si no buscaran su buena voluntad durante el “tiempo acepto” y el “día de salvación” que él provee. Pablo añade: “¡Miren! Ahora es el tiempo especialmente acepto. ¡Miren! Ahora es el día de salvación” (2 Corintios 6:2). Desde el Pentecostés de 33 E.C. los israelitas espirituales se han esforzado por demostrar que son dignos de la bondad inmerecida de Dios a fin de que el “tiempo acepto” sea “un día de salvación” para ellos.
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¡Este es el día de salvación!La Atalaya 1998 | 15 de diciembre
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Confiemos en la salvación de Jehová
20. a) ¿Cuál era el mayor deseo de Pablo, y por qué no había tiempo que perder? b) ¿Qué identifica el tiempo de salvación en el que ahora estamos viviendo?
20 Cuando Pablo escribió su segunda carta a los corintios cerca del año 55, al sistema de cosas judío solo le quedaban unos quince años. El apóstol deseaba de todo corazón que tanto judíos como gentiles se reconciliaran con Dios mediante Cristo. Aquel era un día de salvación y no había tiempo que perder. Pues bien, nosotros hemos estado también en la conclusión de un sistema de cosas desde 1914. La predicación mundial del Reino que ahora se está llevando a cabo identifica a este tiempo como el día de salvación.
21. a) ¿Qué texto del año se ha escogido para 1999? b) ¿Qué deberíamos estar haciendo en este día de salvación?
21 La gente de todas las naciones necesita oír acerca de la provisión de Dios para la salvación mediante Jesucristo. No hay tiempo para demorarse. Pablo escribió: “¡Miren! Ahora es el día de salvación”. Esas palabras de 2 Corintios 6:2 constituyen el texto del año de los testigos de Jehová para 1999. Son muy apropiadas, porque nos encaramos a algo mucho peor que la destrucción de Jerusalén y su templo. Cercano está el fin de todo este sistema de cosas, que afectará a todos los habitantes de la Tierra. Ahora —no mañana— es el tiempo de actuar. Si creemos que la salvación pertenece a Jehová, si lo amamos y valoramos la vida eterna, no dejaremos de cumplir el propósito de la bondad inmerecida de Dios. Con un deseo sincero de honrar a Jehová demostraremos de palabra y por hechos que exclamamos convencidos: “¡Miren! Ahora es el día de salvación”.
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