Que “la paz de Dios” guarde su corazón
“Jehová alce su rostro hacia ti y te asigne paz.” (NÚMEROS 6:26.)
1. Poco antes de morir, ¿qué le escribió Pablo a Timoteo, y qué reveló así?
EN 65 E.C. el apóstol Pablo estaba preso en Roma. Aunque pronto sería ejecutado violentamente por un verdugo romano, Pablo estaba tranquilo, en paz. Esto se hace patente por las palabras que escribió a su amigo Timoteo, menor que él, cuando dijo: “He peleado la excelente pelea, he corrido la carrera hasta terminarla, he observado la fe. De este tiempo en adelante me está reservada la corona de la justicia, que el Señor, el justo juez, me dará como galardón en aquel día”. (2 Timoteo 4:7, 8.)
2. ¿Qué había guardado o protegido el corazón de Pablo durante su vida tan repleta de sucesos trascendentales hasta el momento de su muerte?
2 ¿Cómo podía Pablo estar tan tranquilo a pesar de encararse con la muerte? Aquello se debía a que “la paz de Dios que supera a todo pensamiento” guardaba su corazón. (Filipenses 4:7.) La misma paz lo había protegido durante todos los años repletos de acción que había vivido después de su conversión al cristianismo. Lo había sostenido durante ataques de chusmas, tiempos en prisión, azotes y apedreamientos. Lo había fortalecido mientras guerreaba contra la apostasía y las influencias judaizantes. Y lo había ayudado a luchar contra fuerzas demoníacas invisibles. Es patente que lo fortaleció hasta el mismo final. (2 Corintios 10:4, 5; 11:21-27; Efesios 6:11, 12.)
3. ¿Qué preguntas se hacen respecto a la paz de Dios?
3 ¡Qué poderosa fuerza fue aquella paz para Pablo! ¿Podemos aprender nosotros hoy lo que es? ¿Contribuirá a guardar nuestro corazón y a fortalecernos mientras ‘peleamos la excelente pelea de la fe’ durante estos penosos “tiempos críticos, difíciles de manejar”? (1 Timoteo 6:12; 2 Timoteo 3:1.)
La paz con Dios... cómo se perdió
4. ¿Qué significados tiene la palabra “paz” en la Biblia?
4 La palabra “paz” en la Biblia tiene muchos significados. A continuación hay algunos, según se enumeran en The New International Dictionary of New Testament Theology (El nuevo diccionario internacional de la teología del Nuevo Testamento): “Por todo el A[ntiguo] T[estamento], [scha·lóhm] (paz) abarca bienestar en el sentido más amplio de la palabra (Jue. 19:20); prosperidad (Sal. 73:3), hasta con relación a los impíos; salud corporal (Isa. 57:18[, 19]; Sal. 38:3); contentamiento [...] (Gén. 15:15, etc.); buenas relaciones entre las naciones y entre los hombres ([...] Jue. 4:17; 1 Cró. 12:17, 18); salvación ([...] Jer. 29:11; cf. Jer. 14:13)”. Las relaciones pacíficas con Jehová son muy importantes, pues sin ellas cualquier otra paz es, a lo más, solo temporal y limitada. (2 Corintios 13:11.)
5. ¿Cómo se perturbó la paz de la creación de Dios al principio?
5 Al principio toda la creación estaba en completa paz con Jehová. Con buena razón Dios declaró que todas sus obras de la creación eran muy buenas. Sí; los ángeles celestiales gritaron en aplauso al contemplarlas. (Génesis 1:31; Job 38:4-7.) Sin embargo, lamentablemente, aquella paz universal no perduró. Fue desbaratada cuando la criatura celestial conocida ahora como Satanás atrajo a Eva, la más reciente de las criaturas inteligentes de Dios, hacia la desobediencia a Dios. Adán, el esposo de Eva, siguió el mismo derrotero que ella, y, con tres rebeldes sueltos, hubo discordia en el universo. (Génesis 3:1-6.)
6. ¿Cuáles fueron las consecuencias de que la humanidad perdiera la paz con Dios?
6 El perder la paz con Dios fue desastroso para Adán y Eva, en quienes entonces empezó una lenta degeneración física que terminó en su muerte. En vez de disfrutar de paz en el Paraíso, Adán tuvo que afanarse en tierra no preparada fuera de Edén para alimentar a su familia creciente. Eva, en lugar de tener la satisfacción de ser madre de una raza humana perfecta, produjo prole imperfecta con dolor y sufrimiento. El perder la paz con Dios llevó a celos y violencia entre los seres humanos. Caín mató a su hermano Abel, y para el tiempo del Diluvio toda la tierra se había llenado de violencia. (Génesis 3:7–4:16; 5:5; 6:11, 12.) Podemos estar seguros de que cuando nuestros primeros padres murieron no bajaron a sus sepulturas satisfechos, “en paz”, como sucedió en el caso de Abrahán muchos siglos después. (Génesis 15:15.)
7. a) ¿Qué profetizó Dios como indicación de que se restablecería de lleno la paz? b) ¿Cuán influyente llegó a ser Satanás, el enemigo de Dios?
7 Después que Adán y Eva perdieron la paz, hallamos la primera mención de enemistad en la Biblia. Dios se dirigió a Satanás y le dijo: “Pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu descendencia y la descendencia de ella. Él te magullará en la cabeza y tú le magullarás en el talón”. (Génesis 3:15.) Con el tiempo la influencia de Satanás aumentó a tal grado que el apóstol Juan pudo decir: “El mundo entero yace en el poder del inicuo”. (1 Juan 5:19.) Un mundo bajo Satanás ciertamente no está en paz con Dios. Fue apropiado, pues, que el discípulo Santiago advirtiera a los cristianos: “¿No saben que la amistad con el mundo es enemistad con Dios?”. (Santiago 4:4.)
En paz en un mundo hostil
8, 9. Después del pecado de Adán, ¿cómo podían estar en paz con Dios los seres humanos?
8 Allá en Edén, cuando Dios mencionó por primera vez la palabra “enemistad”, también predijo cómo se devolvería la paz completa a la creación. La descendencia prometida de la mujer de Dios magullaría la cabeza del primer alterador de la paz. Desde el tiempo de Edén en adelante, los que ejercieron fe en aquella promesa disfrutaron de relaciones pacíficas con Dios. En el caso de Abrahán, esto se convirtió en amistad. (2 Crónicas 20:7; Santiago 2:23.)
9 En los días de Moisés, Jehová hizo de los hijos de Israel, nieto de Abrahán, una nación. Ofreció su paz a aquella nación, como se ve en una bendición que Aarón, el sumo sacerdote, pronunció sobre ellos: “Jehová te bendiga y te guarde. Jehová haga brillar su rostro hacia ti, y te favorezca. Jehová alce su rostro hacia ti y te asigne paz”. (Números 6:24-26.) La paz de Jehová traería abundantes recompensas, pero se ofrecía condicionalmente.
10, 11. En el caso de Israel, ¿de qué dependía la paz con Dios, y qué resultados tendría aquella paz?
10 Jehová dijo a la nación: “Si continúan andando en mis estatutos y guardando mis mandamientos y de hecho los ponen por obra, entonces yo ciertamente les daré sus lluvias cuantiosas a su debido tiempo, y la tierra verdaderamente dará su producto, y el árbol del campo dará su fruto. Y yo ciertamente pondré paz en el país, y ustedes verdaderamente se acostarán, sin que nadie los haga temblar; y ciertamente haré que deje de estar en el país la bestia salvaje dañina, y una espada no pasará por la tierra de ustedes. Y verdaderamente andaré en medio de ustedes y resultaré ser Dios de ustedes, y ustedes, por su parte, resultarán ser pueblo mío”. (Levítico 26:3, 4, 6, 12.) La nación de Israel podía tener paz por estar protegida de sus enemigos, tener abundancia material y hallarse en una relación estrecha con Jehová. Pero esto dependería de que se adhiriera a la Ley de Jehová. (Salmo 119:165.)
11 A través de la historia de la nación los israelitas que fielmente trataron de guardar los estatutos de Jehová tuvieron paz con él, y eso a menudo les trajo muchas otras bendiciones. Durante los primeros años del régimen del rey Salomón la paz con Dios trajo prosperidad material y reposo de las guerras con los vecinos de Israel. En una descripción de ese tiempo la Biblia dice: “Judá e Israel continuaron morando en seguridad, cada uno debajo de su propia vid y debajo de su propia higuera, desde Dan hasta Beer-seba, todos los días de Salomón”. (1 Reyes 4:25.) Aun cuando estallaban hostilidades con países vecinos, los israelitas fieles todavía tenían la paz que realmente importa: paz con Dios. Por eso el rey David, un guerrero famoso, escribió: “En paz ciertamente me acostaré y también dormiré, porque tú, sí, tú solo, oh Jehová, me haces morar en seguridad”. (Salmo 4:8.)
Mejor base para la paz
12. ¿Cómo rechazó Israel finalmente la paz con Dios?
12 Con el tiempo la Descendencia que iba a restablecer la paz completa llegó en la persona de Jesús, y cuando él nació unos ángeles cantaron: “Gloria en las alturas a Dios, y sobre la tierra paz entre los hombres de buena voluntad”. (Lucas 2:14.) Jesús apareció en Israel, pero aquella nación en conjunto, a pesar de estar bajo el pacto de Dios, rechazó a Jesús y lo entregó a los romanos para que lo mataran. Poco antes de su muerte, Jesús lloró así sobre Jerusalén: “Si tú, aun tú, hubieras discernido en este día las cosas que tienen que ver con la paz..., pero ahora han sido escondidas de tus ojos”. (Lucas 19:42; Juan 1:11.) Por rechazar a Jesús, Israel perdió por completo su paz con Dios.
13. ¿Qué nuevo medio estableció Jehová para que el hombre alcanzara la paz con Él?
13 No obstante, los propósitos de Dios no quedaron frustrados. Jesús fue resucitado de entre los muertos, y ofreció a Jehová el valor de su vida perfecta como rescate por los seres humanos de corazón recto. (Hebreos 9:11-14.) El sacrificio de Jesús llegó a ser un nuevo y mejor medio por el cual los seres humanos —tanto israelitas naturales como gentiles— podían alcanzar paz con Dios. Pablo dijo en su carta a los cristianos de Roma: “Cuando éramos enemigos, fuimos reconciliados con Dios mediante la muerte de su Hijo”. (Romanos 5:10.) En el primer siglo, los que hicieron la paz de ese modo fueron ungidos con espíritu santo para ser hijos adoptivos de Dios y miembros de una nueva nación espiritual llamada “el Israel de Dios”. (Gálatas 6:16; Juan 1:12, 13; 2 Corintios 1:21, 22; 1 Pedro 2:9.)
14, 15. Describa la paz de Dios y explique cómo protege a los cristianos aunque sean el blanco de la hostilidad de Satanás.
14 Aquellos nuevos israelitas espirituales serían el blanco de la hostilidad de Satanás y su mundo. (Juan 17:14.) Con todo, tendrían “paz, de parte de Dios el Padre y de Cristo Jesús nuestro Señor”. (2 Timoteo 1:2.) Jesús les mencionó: “Les he dicho estas cosas para que por medio de mí tengan paz. En el mundo están experimentando tribulación, pero ¡cobren ánimo!, yo he vencido al mundo”. (Juan 16:33.)
15 Esta es la paz que contribuyó a que Pablo y sus compañeros cristianos perseveraran a pesar de todas las dificultades que afrontaron. Refleja una tranquila y armoniosa relación con Dios que ha sido posible por el sacrificio de Jesús. Da al que la tiene una serena paz mental porque esa persona se da cuenta de que Jehová se interesa en ella. Un niño acurrucado en los brazos de su amoroso padre siente una paz similar, tiene incuestionable certeza de que lo cuida alguien que se interesa en él. Pablo animó a los filipenses así: “No se inquieten por cosa alguna, sino que en todo, por oración y ruego junto con acción de gracias, dense a conocer sus peticiones a Dios; y la paz de Dios que supera a todo pensamiento guardará sus corazones y sus facultades mentales mediante Cristo Jesús”. (Filipenses 4:6, 7.)
16. ¿Qué efecto tuvo en la relación de los cristianos del primer siglo entre sí la paz con Dios?
16 Entre los resultados de que el hombre perdiera la paz con Dios estuvieron el odio y la disensión. En el caso de los cristianos del primer siglo, el alcanzar la paz con Dios llevó a todo lo contrario: paz y unidad entre sí, lo que Pablo llamó “el vínculo unidor de la paz”. (Efesios 4:3.) Ellos ‘pensaban de acuerdo y vivían pacíficamente, y el Dios de amor y paz estaba con ellos’. Además, predicaban “las buenas nuevas de paz”, que eran, fundamentalmente, las buenas nuevas de salvación para los ‘amigos de la paz’, los que responden favorablemente a las buenas nuevas. (2 Corintios 13:11; Hechos 10:36; Lucas 10:5, 6.)
Un pacto de paz
17. ¿Qué ha hecho Dios con su pueblo en nuestros días?
17 ¿Puede alcanzarse esa clase de paz hoy día? Sí; es posible. Desde el establecimiento del Reino de Dios en manos del glorificado Jesucristo en 1914, Jehová ha reunido a los restantes del Israel de Dios, sacándolos de este mundo, y ha hecho un pacto de paz con ellos. Así ha cumplido esta promesa que hizo mediante el profeta Ezequiel: “Ciertamente celebraré con ellos un pacto de paz; un pacto de duración indefinida es lo que llegará a haber con ellos. Y ciertamente los colocaré y multiplicaré, y colocaré mi santuario en medio de ellos hasta tiempo indefinido”. (Ezequiel 37:26.) Jehová hizo este pacto con cristianos ungidos que, al igual que sus hermanos del primer siglo, ejercen fe en el sacrificio de Jesús. Ellos, tras de haber sido limpiados de contaminación espiritual, se han dedicado a su Padre celestial y se esfuerzan por cumplir Sus mandamientos, muy particularmente al encabezar la predicación mundial de las buenas nuevas del Reino establecido de Dios. (Mateo 24:14.)
18. ¿Cómo han respondido algunos de entre las naciones al discernir que el nombre de Dios está sobre el Israel de Dios?
18 La profecía ya mencionada pasa a decir: “Y mi tabernáculo realmente resultará estar sobre ellos, y yo ciertamente llegaré a ser su Dios, y ellos mismos llegarán a ser mi pueblo. Y las naciones tendrán que saber que yo, Jehová, estoy santificando a Israel”. (Ezequiel 37:27, 28.) En conformidad con esto, centenares de miles, sí, millones de personas de entre “las naciones” han reconocido que el nombre de Jehová está sobre el Israel de Dios. (Zacarías 8:23.) De todas las naciones han acudido para servir a Jehová con esa nación espiritual, y han formado la “gran muchedumbre” prevista en Revelación. Por haber “lavado sus ropas largas y [haberlas] emblanquecido en la sangre del Cordero”, sobrevivirán a la gran tribulación y entrarán en un nuevo mundo pacífico. (Revelación 7:9, 14.)
19. ¿De qué paz disfruta el pueblo de Dios hoy?
19 El Israel de Dios y la gran muchedumbre disfrutan juntos de una paz espiritual semejante a la paz que tuvo Israel bajo el rey Salomón. Respecto a ellos, Miqueas profetizó: “Tendrán que batir sus espadas en rejas de arado y sus lanzas en podaderas. No alzarán espada, nación contra nación, ni aprenderán más la guerra. Y realmente se sentarán, cada uno debajo de su vid y debajo de su higuera, y no habrá nadie que los haga temblar”. (Miqueas 4:3, 4; Isaías 2:2-4.) En armonía con esto, ellos han vuelto la espalda a la guerra y las contiendas al batir simbólicamente sus espadas en rejas de arado y sus lanzas en podaderas. De modo que disfrutan de una hermandad pacífica en toda su comunidad internacional, prescindiendo de su nacionalidad, idioma, raza o antecedentes sociales. Y les deleita la certeza de estar bajo el cuidado y la protección de Jehová. ‘Nadie los hace temblar.’ En verdad, ‘Jehová mismo realmente ha dado fuerza a su pueblo. Jehová mismo ha bendecido a su pueblo con paz’. (Salmo 29:11.)
20, 21. a) ¿Por qué tenemos que esforzarnos por conservar la paz con Dios? b) ¿Qué podemos decir sobre los esfuerzos de Satanás por desbaratar la paz del pueblo de Dios?
20 Sin embargo, como en el primer siglo de la era común, la paz de los siervos de Dios ha movido a hostilidad a Satanás. Echado del cielo después del establecimiento del Reino de Dios en 1914, Satanás desde entonces ha hecho guerra “contra los restantes de la descendencia de [la mujer]”. (Revelación 12:17.) Pablo, aun en sus días, advirtió: “Tenemos una lucha, no contra sangre y carne, sino contra [...] las fuerzas espirituales inicuas en los lugares celestiales”. (Efesios 6:12.) Ahora que Satanás está confinado a la vecindad de la Tierra, esa advertencia es apremiante.
21 Satanás se ha valido de todo ardid a su disposición en su afán por destruir la paz del pueblo de Dios, pero ha fracasado. Allá en 1919 no había siquiera 10.000 personas que se estuvieran esforzando por servir fielmente a Dios. Hoy hay más de cuatro millones de ellas que están venciendo al mundo mediante su fe. (1 Juan 5:4.) En el caso de estas, la paz con Dios y la paz entre sí son una realidad, al mismo tiempo que aguantan la hostilidad de Satanás y su descendencia. Pero en vista de tal hostilidad, y tomando en cuenta nuestra propia imperfección y los “tiempos críticos, difíciles de manejar” en que vivimos, tenemos que esforzarnos diligentemente por conservar nuestra paz. (2 Timoteo 3:1.) En el artículo que sigue veremos lo que esto implica.
¿Puede usted explicar?
◻ ¿Qué llevó a que el hombre perdiera su paz original con Dios?
◻ ¿De qué dependía el que Israel se mantuviera en paz con Dios?
◻ ¿En qué se basa la paz con Dios hoy día?
◻ ¿Qué es “la paz de Dios” que nos guarda el corazón?
◻ ¿De qué otras bendiciones disfrutamos si estamos en paz con Dios?