CAPÍTULO 11
¿Por qué no me puedo poner lo que quiero?
Helena está a punto de salir. Cuando sus padres la miran, no pueden creer lo que ven.
—No pensarás salir así, ¿no? —le dice escandalizado su padre.
—Sí, ¿por qué? —responde haciéndose la sorprendida—. Solo voy de compras con unas amigas.
—Con esa ropa, ni lo sueñes —le advierte su madre.
—Pero mamá —protesta Helena—, es lo que llevan todas... Además, es mi forma de expresarme.
—¡Pues no nos gusta lo que estás expresando! —le replica su padre—. Así que, o te cambias, o no sales a ningún lado.
ESTE tipo de batallas con los padres no son nada nuevo. De hecho, seguro que ellos tuvieron las mismas luchas con sus padres cuando tenían tu edad. Y puede que se hayan sentido tal como tú te sientes en estos momentos. Pero ahora ellos están del otro lado y no te permiten a ti ponerte la ropa que tanto te gusta, lo que genera un sinfín de peleas.
Tú: ¡Pero si es cómoda!
Ellos: Parece un trapo.
Tú: ¡Se ve súper!
Ellos: Sí, superajustada.
Tú: Está a mitad de precio.
Ellos: Pues claro..., ¡si le falta la mitad de la tela!
¿Habrá algún modo de dejar de pelear por cuestiones de ropa? Por supuesto que sí. Megan, de 23 años, sabe el secreto. “En vez de pelear, hay que llegar a un acuerdo”, dice ella. “¿Un acuerdo? —quizás pienses—. No tendré que vestirme como alguien de 40 años, ¿no?” ¡Para nada! Se trata de que hables con tus padres e intercambies ideas con ellos hasta encontrar alternativas que les gusten a todos. ¿Y en qué te beneficia esto a ti?
1. Te verás muy bien, y hasta tus amigos lo notarán.
2. Tus padres dejarán de criticar tu estilo.
3. Si ven que eres confiable en esto, puede que te den otras libertades.
Pues pongamos manos a la obra. Piensa en algo que hayas visto en Internet o en una tienda y que te mueras por tener. Antes de lanzarte a comprarlo, hay varios factores que debes considerar.
Los principios bíblicos
A decir verdad, sorprende lo poco que dice la Biblia sobre cómo vestirse. Si leyeras todos los versículos que tocan el tema, tardarías solo unos minutos. Aun así, sus consejos son confiables y muy prácticos. Analicemos algunos ejemplos.
● La Biblia aconseja a las mujeres que se arreglen “con modestia y buen juicio” (1 Timoteo 2:9, 10).a
Ahora bien, arreglarse “con modestia” no quiere decir que tienes que ponerte ropa fea y sin gracia. Más bien, significa que tu vestimenta debe mostrar que te respetas y que no quieres incomodar a los demás (2 Corintios 6:3). Y lo cierto es que hay mucha ropa que cumple esas condiciones. “Aunque parezca difícil —comenta Danielle, de 23 años—, puedes estar a la moda sin irte a los extremos.”
● La Biblia también dice, hablando de la apariencia, que uno debe ponerle más atención al “[adorno de] la persona secreta del corazón”, es decir, a “la belleza interior” (1 Pedro 3:4; Nueva Traducción Viviente).
Es verdad que si te vistes de forma provocativa, atraerás por un momento muchas miradas. Sin embargo, es tu belleza interior la que conseguirá que te admiren por mucho más tiempo tanto adultos como jóvenes. Y es que hasta los adolescentes reconocen que los estilos exagerados no quedan bien. Brittany, de 16 años, opina: “¡Qué mal que quedan las mujeres que se ponen cualquier cosa con tal de atraer a los hombres!”. Kay piensa lo mismo. Recordando cómo se vestía una amiga, comenta: “Todo lo que usaba decía ‘mírame’. Para llamar la atención de los chicos, se ponía lo más llamativo que encontraba”.
La opinión de tus padres
Hay jóvenes que esconden en su mochila ropa que sus padres no les dejan usar y se cambian en la escuela. Pero si tú quieres ganarte la confianza de tus padres, esa no sería una buena táctica. En vez de tratar de salirte con la tuya, sería mucho mejor que hablaras francamente del tema con ellos. Es más, hasta podrías pedirles su opinión a la hora de comprarte algún conjunto (Proverbios 15:22). (Sugerencia: Usa la tabla “Cuestiones de vestimenta”, en las páginas 82 y 83.)
“¿Y de qué me sirve a mí su opinión?”, puede que te preguntes. No pienses que su objetivo es impedir que tengas tu propio estilo. Tus padres quizás vean las cosas desde una perspectiva diferente, pero a veces eso te conviene. “Me gusta que mis padres me aconsejen —admite una joven de 17 años llamada Nataleine—. Así sé que no voy a pasar vergüenza y que la gente no va a hablar mal de mí por la ropa que llevo.”
Hay algo que debes aceptar: mientras vivas con tus padres, tendrás que hacerles caso (Colosenses 3:20). Pero si logras ponerte en su lugar y ellos en el tuyo, te sorprenderá la frecuencia con la que todos llegan a un acuerdo. Y por fin, ya no tendrán que discutir por cuestiones de ropa.
Un detalle: Cuando te pruebes ropa frente al espejo, recuerda que hay prendas de vestir que, aunque parezcan modestas, dejan de serlo cuando te sientas o te agachas. Lo mejor es que le pidas a uno de tus padres o a otra persona madura que te dé su opinión.
¿Eres muy crítico contigo mismo? ¿Cómo puedes aumentar tu autoestima?
[Nota]
a Este principio también es aplicable a los varones, al igual que el resto de la información de este capítulo.
TEXTO BÍBLICO CLAVE
“Que su adorno no sea el [...] de prendas de vestir exteriores, sino que sea la persona secreta del corazón.” (1 Pedro 3:3, 4)
UNA SUGERENCIA
Evita los estilos provocativos. Dan la impresión de que buscas pareja desesperadamente o de que quieres ser el centro de atención.
¿SABÍAS ESTO?
Tu forma de vestir determinará la primera impresión que otros se hagan de ti.
¡MANOS A LA OBRA!
Si tengo dudas sobre cierta prenda de vestir, ¿a qué familiar o amigo maduro puedo consultar antes de comprarla? ․․․․․
La próxima vez que me compre algo tendré en cuenta estos factores ․․․․․
¿Qué quiero preguntarle a mi padre o a mi madre sobre este tema? ․․․․․
Y TÚ, ¿QUÉ PIENSAS?
● ¿Por qué será que padres e hijos pelean por cuestiones de ropa?
● ¿Qué aptitudes podrás desarrollar consultando a tus padres sobre este tema?
[Comentario de la página 81]
“Me cuesta sentir respeto por las chicas que llevan ropa muy reveladora. Pero me encanta la imagen que dan quienes usan ropa linda y de buen gusto. Así es como quiero verme yo.” (Nataleine)
[Ilustraciones y recuadro de las páginas 82 y 83]
Página de ejercicios o actividades
cuestiones de vestimenta
Instrucciones: Haz copias de estas páginas. Pide a tus padres que respondan las preguntas de la página de la derecha, mientras tú contestas las de la izquierda. Al terminar, intercambien sus respuestas y coméntenlas. Tal vez haya algunas sorpresas, pero seguro que este ejercicio te ayudará a entenderte con tus padres.
para ti Elige una prenda de vestir que te guste y muéstrasela a tus padres.
¿Por qué te gusta? Numera tus razones por orden de prioridad.
․․․․․ Por la marca
․․․․․ Para llamar la atención del sexo opuesto
․․․․․ Para encajar en un grupo de amigos
․․․․․ Porque es cómoda
․․․․․ Por el precio
․․․․․ Otra ․․․․․
Lo primero que te van a decir tus padres es esto:
□ “¡Ni se te ocurra!”
□ “Vamos a pensarlo.”
□ “Perfecto.”
Si no les gusta, ¿qué razón crees que te darán?
□ “Es muy provocativa.”
□ “Te ves desaliñado/a.”
□ “Demasiado moderna.”
□ “Habla mal de nosotros como padres.”
□ “Es carísima.”
□ Otra ․․․․․
¿podemos llegar a un acuerdo?
¿En qué tienen razón mis padres?
․․․․․
¿Se le puede hacer algo a la prenda para que se vea mejor?
․․․․․
para los padres Piensen en la prenda de vestir que su hijo o hija les mostró.
¿Por qué creen que le gusta? ¿En qué orden numerará estas razones?
․․․․․ Por la marca
․․․․․ Para llamar la atención del sexo opuesto
․․․․․ Para encajar en un grupo de amigos
․․․․․ Porque es cómoda
․․․․․ Por el precio
․․․․․ Otra ․․․․․
La primera reacción de ustedes será decirle:
□ “¡Ni se te ocurra!”
□ “Vamos a pensarlo.”
□ “Perfecto.”
Si no les gusta, ¿qué razón le darán?
□ “Es muy provocativa.”
□ “Te ves desaliñado/a.”
□ “Demasiado moderna.”
□ “Habla mal de nosotros como padres.”
□ “Es carísima.”
□ Otra ․․․․․
¿podemos llegar a un acuerdo?
¿Es solo porque no nos gusta que no queremos que se ponga eso?
□ Sí □ Tal vez □ No
¿Se le puede hacer algo a la prenda para que se vea mejor?
․․․․․
conclusión ․․․․․
[Recuadro de la página 84]
¿y los chicos?
Los varones también deben aplicar los consejos bíblicos de este capítulo. Tienen que arreglarse con modestia y preocuparse más por su forma de ser —“la persona secreta del corazón”— que por su apariencia. Antes de ponerse algo deben preguntarse: “¿Qué impresión se llevarán otros de mí? ¿Refleja esta ropa realmente quién soy?”. Además, como la ropa es una manera de expresarse, necesitan asegurarse de que su vestimenta transmita los valores que rigen su vida.
[Ilustración de la página 80]
Con tu forma de vestir transmites un mensaje. ¿Qué dice tu ropa de ti?