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“Sigan teniendo aprecio a hombres de esa clase”La Atalaya 1988 | 1 de octubre
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Juan dio instrucciones de que a estos predicadores viajantes que trabajaban duro se les ‘pusiera en camino de una manera digna de Dios’. (3Jn Versículo 6.)
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“Sigan teniendo aprecio a hombres de esa clase”La Atalaya 1988 | 1 de octubre
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Hoy, de modo similar, a los superintendentes viajantes enviados por el Cuerpo Gobernante para predicar las buenas nuevas y ayudar a las congregaciones se les debe recibir hospitalariamente y con respeto. Estos hermanos y sus esposas (si son casados, como muchos de ellos lo son) han estado dispuestos a llevar una vida sin vivienda fija. Viajan de lugar en lugar, y muchas veces dependen de la hospitalidad de los hermanos para el alimento y una cama en la cual dormir. A Gayo, que amorosamente recibía a los evangelizadores viajantes en el primer siglo E.C., Juan escribió: “Amado, estás haciendo trabajo fiel en cualquier cosa que haces para los hermanos —y hasta siendo extraños—”. (3 Juan 5.) De igual manera, hoy los que viajan ‘a favor del nombre de Dios’ merecen que se les aprecie y que se les muestre amor y respeto.
17. ¿Cómo deben los ancianos de congregación desplegar respeto apropiado a los representantes del Cuerpo Gobernante que los visitan?
17 En particular los ancianos deben mostrar respeto apropiado a estos representantes del Cuerpo Gobernante que los visitan. Ellos son enviados a las congregaciones debido a sus cualidades espirituales y a su experiencia, que suele ser más amplia que la de muchos ancianos locales. Algunos de estos superintendentes viajantes pudieran ser más jóvenes que ciertos ancianos de la congregación que visitan. Pero eso no es razón válida para negarles el respeto apropiado.
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